En un mundo en el que hay que luchar para salir adelante y prosperar, los débiles lo tienen mucho más difícil. Marc Sendra, un periodista veterano al que la dirección de su periódico ha reconvertido en trabajador autónomo, quiere escribir un artículo sobre el tema de moda en la ciudad, la crisis del Valencia C.F., con la venta de los terrenos del Mestalla como trasfondo. Pero un informador bien relacionado con los estamentos empresariales y políticos, Alberto, el Negociador, le propone investigar otra cuestión, en apariencia menor, que alguien ha querido tapar: han encontrado el cadáver entero de un adolescente magrebí en un vertedero, hecho que deja en evidencia a la empresa concesionaria de la recogida de basuras, pues no trata, como se estipula en el contrato, los residuos, además de no mostrar interés por investigar la muerte del chico. Marc Sendra cuenta con apoyos en teoría incompatibles: un policía, Josep Pons, y pequeños delincuentes casi retirados como el Largo, el Messié y el Mítico Regino, conocido falsificador de cuadros. Magda, su pareja, le hace de contrapunto, y el padre Rafael pone paz entre los dos gremios. Paso a paso el periodista empieza a tirar de un hilo que le conduce a descubrir unos secretos inconfesables muy bien escondidos que harán que se tambaleen los pilares sobre los que se asienta toda la sociedad valenciana.

Ferran Torrent (Sedaví, Valencia, 1951) es uno de nuestros novelistas más leídos y el escritor valenciano de mayor prestigio en la actualidad. Personaje mediático, periodista y referencia lingüística, ha estado presente con gran éxito en el panorama literario desde la publicación de No me vacilen al comisario. Su obra Gracias por la propina fue galardonada con el premio Sant Jordi en 1994 y La vida en el abismo quedó finalista del premio Planeta en 2004. Novela a novela, Torrent ha construido un mundo de ficción que representa una estampa de la ciudad de Valencia si no real, muy creíble. Su obra, caracterizada por un uso del lenguaje ágil, rico en expresiones populares y moderno en los diálogos, se ha traducido al español, italiano, alemán y rumano.