Mara (o La importancia de llamarse Mara) es la historia de una monja punk o de una punki que tras una noche de desenfreno decide convertirse en monja. Bajo esa premisa, Paula López teje la narración de la vida en el interior de un convento de clausura con las aceitadas relaciones entre la derecha española y la iglesia católica, pero también con la historia de los jesuitas en Europa, la lista de los diversos papas o la disolución de Yugoslavia. Así, la autora construye un libro que es político al mismo tiempo que personalísimo, una historia de resistencia silenciosa, de la llama del inconformismo que nos habita por más que tratemos de apagarla. Mara es una novela inteligente y polifacética que reavivará el ansia de cambio de cualquiera que se atreva a leerla.

La decisión, si decisión puede llamarse a un impulso que como tal queda fuera de toda reflexión y pensamiento fue tomada y exteriorizada acto seguido a su incorporación sin llegar a rastrear entre las piedras y el vómito. No hubo ni mediaciones, ni meditaciones, ni medias tintas. Sin levantarse ya había trazado las directrices que habrían de conducirla hacia Dios. Buscó en internet el convento más cercano que resultó estar a escasos diez minutos de lo que hasta entonces había sido su casa en el centro de la ciudad, en el mismísimo centro de la ciudad.