Europa aplaude
En este poemario, el título tiene una importancia especial. Si este texto llevase por título, digamos, Roma, su inclusión en La Máquina de Guerra habría sido más difícil. Sin embargo, la elección de Europa aplaude es una toma de posición de Romero Barea, y cuando un autor habita una trinchera, su obra la habita con él. Las piezas más líricas del libro, entonces, han de ser entendidas a partir de las más reivindicativas. Aquellas en la que un narrador recorre las glorias monumentales sobre las que se erige Europa, por ejemplo, se parecen más a lo que se espera de un libro de Caballo de Troya. Pero el título hace que el lector entienda que estas piezas están subordinadas a las que cantan o susurran la descomposición de Europa, y eso las dota de significados políticos inéditos y complejísimos.
Queda, por lo tanto, justificada la inclusión de Europa aplaude en Samurai. Éste es un poemario que busca confrontar con crudeza al lector occidental, y no es necesario abundar en los motivos que lo convierten en un instrumento para la reivindicación.
De entre los rasgos formales que hacen que la propuesta de Europa aplaude sea Samurai, destaca la sustitución de la pausa versal por la barra oblicua. Sin embargo, ésa no es sino una de las estrategias que José de María Romero Barea despliega para dislocar al lector, sus valores, sus prejuicios y su idelogía. Otras podrían ser cierta abundancia del efecto metadiscursivo, la convivencia del discurso poético con uno más informativo, casi periodístico o legal, o la ruptura del ritmo del libro que produce la extrema variabilidad de la longitud de los poemas. Europa aplaude es Samurai porque se arriesga a retar al mercado con algo que sólo con una buena dosis de imaginación podemos llamar «poemario».
Éstas son las razones por las que Europa aplaude es Máquina de Guerra y Samurai. No pretendemos agotar el libro ni orientar su lectura, sino sólo justificar, ante nuestros lectores, la decisión que hemos tomado.