Diario de ciclos fértiles, como su nombre lo sugiere, es un libro escrito desde la condición de mujer. Una mujer que es cuerpo –y abundan en estos versos las alusiones a la carne, los huesos, la sangre, el vientre con sus óvulos, unos que mueren y otros que germinan– con todo lo que hay en él de cambiante, de frágil, de expuesto; pero también algo más, inasible, descentrado, a veces al borde del llanto o gozando de cierta plenitud en la cotidianidad, donde a menudo el escenario es una ciudad tediosa, rara vez reveladora. Parir y escribir se asemejan en estos poemas, que señalan todo lo que hay en estos actos de poderío, desdoblamiento, pérdida, dolor y encuentro. En este libro la palabra y el cuerpo se confunden y van, secretamente, en busca del origen y también de la memoria, siempre con un lenguaje elusivo, que nos deja gozar del misterio inherente a la poesía.

Piedad Bonnett