Deuda de Sangre
Colmillón, el hijo de María la de los Sapos, aquel niño con espinazo de jabalí que acabó siendo un ogro, le arrebató la vida a Adela después de violarla. Dicen que ahora está en la cara sur de la sierra, donde las minas de hierro, y que se emparentó a la fuerza con los gitanos que viven allí, después de que se encamase con la hermana de uno de ellos.
Dicen que a Colmillón no se le puede matar, pero Andrés y su hijo han ido hasta esa cara de la sierra para comprobarlo. Se enfrentarán a forajidos, brujos y a la intemperie de aquella tierra salvaje donde las leyes que la rigen son diferentes a las de los hombres. Sin embargo, pase lo que pase, seguirán adelante, les puede el luto por una hija y por una hermana. Les puede la obligación de saldar la deuda de sangre.