Aunque en sus primeras películas, encorsetadas por obligación en el realismo soviético, ya se notaban sus inquietudes en sus largas tomas o en el gusto por los planos cenitales, Sergei Parajanov no inició su particular revolución en la mente hasta Tini zabutykh predkiv (Los corceles de fuego o Sombras de antepasados olvidados), una película rodada […]