Un resabio religioso ha inculcado en nosotros la nostalgia del jardín del edén; una querencia romántica nos induce a concebir quimeras bucólicas. Incluso jactándonos de haber sido vacunados contra esos vicios del pensamiento, a veces, nuestra conciencia de anarquistas insumisos y ateos de nervuda sentimentalidad flaquea y la ocasión propicia […]