Hovik Keuchkerian nos recibe —o más bien debería decir que nos acoge— en su gimnasio en el madrileño barrio de Hortaleza donde le paran a cada paso para saludarle. Pero su popularidad no se […]
Hovik Keuchkerian nos recibe —o más bien debería decir que nos acoge— en su gimnasio en el madrileño barrio de Hortaleza donde le paran a cada paso para saludarle. Pero su popularidad no se […]