En el mundo real los neoyorkinos se pasan más tiempo esquivando vagabundos que huelen a desgracia entre el humo del alcantarillado que dando palmitas mientras chapotean con sus colegas en una fuente. Y en el mundo digital internet […]
En el mundo real los neoyorkinos se pasan más tiempo esquivando vagabundos que huelen a desgracia entre el humo del alcantarillado que dando palmitas mientras chapotean con sus colegas en una fuente. Y en el mundo digital internet […]