No hace chacachá, ni chuchú, suena a motor de gasolina; huele, vibra y se calienta como motor de gasolina. No hay raíles, ni vías, ni andenes, ni catenarias, ni pasos a nivel, solo asfalto, neumáticos gruesos y veinticinco kilómetros/hora. Tal vez sea por esta limitación en su velocidad que en […]