Cuando leían a Hunter S. Thompson, a Tom Wolfe o John Hershey, no veían una gloria irrepetible del pasado. Cuando repasaban la prensa española, no veían un escenario apocalíptico vacío de grandes crónicas, ni necesitado de salvadores […]
Cuando leían a Hunter S. Thompson, a Tom Wolfe o John Hershey, no veían una gloria irrepetible del pasado. Cuando repasaban la prensa española, no veían un escenario apocalíptico vacío de grandes crónicas, ni necesitado de salvadores […]