De niña, era ella, Agota Kristof, la que le contaba cuentos a su abuela cuando esta iba a acostarla. Eran historias inventadas, «hermosas y terroríficas», que luego seguían en sus sueños. Más tarde, estando ya en el internado, empezó a prestar atención a esas «frases que nacían en la noche» […]