El japonés es el lenguaje de la ambigüedad calculada; toda palabra en ese idioma encierra un mar de matices. Tomemos yūrei (幽霊), por ejemplo, que suele traducirse como «fantasma». Su primer carácter, 幽, puede significar tenue, borroso, oscuro, encerrado, recluido… El segundo, 霊, transmite la idea de alma, espíritu, conciencia. […]