Paradójicamente, había algo en lo que coincidían el monseñor irlandés, Hugh O’Flaherty, y Herbert Kappler, un oficial alemán de las SS que en 1943 asumió el mando de la Gestapo en Italia. Aunque enemigos, ambos amaban Roma, y además estaban dispuestos a arriesgar su vida para salvaguardar su instinto, su […]