La ley Fernández, con un nombre así, debería fijar las dimensiones legales del bigote en los varones mayores de dieciocho años, pero lejos de poner orden en una cuestión que se halla tan desmadrada en el siglo XXI, lo que viene a perseguir es […]
La ley Fernández, con un nombre así, debería fijar las dimensiones legales del bigote en los varones mayores de dieciocho años, pero lejos de poner orden en una cuestión que se halla tan desmadrada en el siglo XXI, lo que viene a perseguir es […]