Nadie sabía por qué habían comenzado a bailar, pero allí estaban. Un día cualquiera de 1278. Sobre uno de los puentes que cruzaban el río Mosa, en la frontera occidental del Sacro Imperio Romano Germánico. Se trataba de una multitud formada por doscientas personas que agitaban sus cuerpos descontroladamente. Compulsivamente. […]