La llegada del verano habilita en el cuerpo una sed de inactividad intransigente, que provoca la aglutinación de nuestros poros y nuestras neuronas en una apología continua de la no-acción voluntaria. Paseos cerca del mar, brebajes refrescantes en una terraza, lecturas pausadas. Pocas más operaciones que sugieran un esfuerzo de […]