El aire cálido de la noche de junio me acaricia el rostro cuando salgo de la mansión y me interno en el bosquecillo que la rodea. El barullo de la fiesta se va difuminando poco a poco y al cabo de unos minutos solo se oye el trino de los […]
El aire cálido de la noche de junio me acaricia el rostro cuando salgo de la mansión y me interno en el bosquecillo que la rodea. El barullo de la fiesta se va difuminando poco a poco y al cabo de unos minutos solo se oye el trino de los […]