Habla mientras corta. Ricardo Remiro apenas mira la cuña de queso que rebana en porciones sobre una tabla de madera vieja. Tac, tac, tac. El cuchillo, hoja de campo cicatrizada, deja tras de sí triángulos milimétricamente iguales. A cada tajo, un reguero de leche de formas geométricas inunda la cabaña. […]