Estrellas, apáguense vuestros fulgores! ¡Que no alumbre vuestra luz mis negros y profundos deseos! Macbeth, Acto Primero, Escena IV. Conocí a Harey en una playa africana. Su figura me resultaba familiar y le presté una cara conocida. Jamás la toqué, pero fantaseé con ella con violencia, como merecen los cuerpos […]