Al observar la progresiva hipertrofia de las grandes superficies y la paulatina desaparición de los pequeños comercios, me acuerdo con alarma de un pionero relato del físico y escritor soviético Anatoli Dneprov titulado «Los cangrejos caminan sobre la isla», en el que un experimento llevado a cabo con pequeños crustáceos […]
Autor: Carlo Frabetti
El cantautor atlante: el grado cero de la oralidad
Según Jakobson, el estilo es expectativa frustrada; una forma muy sintética de decir que el interés de un texto tiene que ver con su capacidad de sorprendernos, de llevarnos más allá de lo que esperábamos de él. Una manera menos técnica y más emocional de expresar la misma idea es […]
La reducción de Mairena
Cada día, señores, la literatura es más escrita y menos hablada. La consecuencia es que cada día se escriba peor, en una prosa fría, sin gracia, aunque no exenta de corrección, y que la oratoria sea un refrito de la palabra escrita, donde antes se había enterrado la palabra hablada. Antonio Machado, Juan de […]
El mito de la pareja: el antifaz de Romeo y la venda de Cupido
Tengo miedo a perder la maravilla de tus ojos de estatua y el acento que de noche me pone en la mejilla la solitaria rosa de tu aliento. Federico García Lorca, «Soneto de la dulce queja». El amor es el mito nuclear de nuestra cultura, y en la medida en […]
Las hazañas del fuego y la nieve: vida y aventuras de Alí Gómez Abenamir
Ostentas de prodigios coronado, sepulcro fulminante, monte aleve, las hazañas del fuego y de la nieve, y el incendio en los yelos hospedado. (Francisco de Quevedo) Soñé que el fuego se helaba, soñé que la nieve ardía… (Jota navarra) Una de las grandes (nunca mejor dicho) atracciones de la Exposición […]
Rompecorazones (IV): el caníbal, el alienígena malo y los toreros muertos
(Viene de la tercera parte) Los siguientes experimentos mentales están sacados de una novela cuyo título no revelaré de momento: Aníbal el Caníbal te visita por sorpresa y te entrega una lista de seis personas y un dado. En la lista hay seis nombres numerados del 1 al 6: un […]
Rompecorazones (III): decisiones ilusorias
(Viene de la segunda parte) Si el corazón tiene razones que la razón no comprende, como nos advierte Pascal, no es menos cierto que, recíprocamente, la razón tiene razones que el corazón no entiende o ni siquiera percibe. A veces la intuición se equivoca de medio a medio, e incluso […]
Rompecorazones (II): un tranvía llamado dilema
(Viene de la primera parte) Los mejores rompecabezas suelen dar lugar a variaciones, secuelas y debates, y lo mismo ocurre con los rompecorazones. El dilema de Heinz, por ejemplo, se presta a introducir en la trama a una serie de actores secundarios que se convierten, a su vez, en protagonistas […]
Rompecorazones (I)
Si denominamos «rompecabezas» a esos acertijos lógicos o matemáticos que nos obligan a estrujarnos las meninges y que cuando no logramos resolverlos pueden hacernos sufrir un auténtico quebranto mental, por la misma regla de tres podríamos denominar «rompecorazones» a los problemas éticos fabulados, un género poco cultivado, pero no menos […]
Adjetivos malos (II): cuando el orden de los factores altera el producto
(Viene de la primera parte) Hay adjetivos que, al igual que el cero, a la izquierda son inoperantes, pero a la derecha alteran sustancialmente las connotaciones y/o el significado del sustantivo al que acompañan. Por ejemplo: Amor libre El amor verdadero siempre es libre, solo es libre, e incluso potencia […]
Adjetivos malos (I)
En un artículo anterior, «Los poetas malos», intenté mostrar la manera y la medida en que los recursos básicos de la poesía —la metáfora, la metonimia, la antonomasia, la hipérbole, la lítote, el pleonasmo…— son utilizados perversamente por la publicidad y la propaganda —política o de otra índole— para generar, […]
Por qué no leer los clásicos (diálogo plutónico con Italo Calvino)
En 1980, Italo Calvino, uno de mis escritores favoritos, hizo realidad una fantasía juvenil. Un domingo por la mañana, sonó el teléfono de mi casa y al descolgarlo oí una voz grave y pausada que decía: —Buenos días, soy Italo Calvino, estoy en Barcelona y me pregunto si podríamos vernos […]