A estas alturas es muy difícil sorprender a alguien descubriéndole Friends, una de las telecomedias más famosas de la historia de la televisión. Como todos recordarán, tenía un planteamiento bastante simple: trataba del día a día de un grupo de amigos veinteañeros que vivía en Nueva York. La cuadrilla de seis amigos se formaba en torno a dos hermanos: Monica (Courteney Cox) y Ross Geller (David Schwimmer). Rachel Green (Jennifer Aniston) era una antigua compañera de clase de Monica (y de la que está secretamente enamorado Ross), Phoebe Buffay (Lisa Kudrow) fue compañera de piso de Monica, Chandler Bing (Matthew Perry) era vecino de Monica y amigo de Ross desde la universidad, y Joey Tribbiani (Matt LeBlanc) compartía piso con Chandler. A lo largo de diez temporadas y más de doscientos treinta episodios, que se dice pronto, fuimos testigos de sus desastrosos amoríos (donde Ross se llevaba la palma con tres divorcios), coyundas, cambios de pareja, enfados y reconciliaciones, y es que la serie se basaba, principalmente, en sus relaciones cotidianas. Y no solo contado con gran sentido del humor, sino que además incitaba al debate: ¿quién no se ha posicionado enérgicamente en el asunto de tomarse un descanso?
Como es lógico, la mayoría de los minutos en pantalla eran copados por los seis protagonistas (en los que incidiremos más adelante), pero la serie contaba con la participación de grandes secundarios recurrentes como el perfecto y sarcástico Richard Burke (Tom Selleck), coronado con el impagable momento en el que Chandler intenta imitarlo dejándose bigote, o la chirriante OMG Janice (Maggie Wheeler) que aparecía inopinadamente en pantalla con su grito de guerra ya fuera en un paritorio, en una tienda de colchones o en una clínica de fertilidad. Además, tuvimos la oportunidad de ver varios actores antes de que se hicieran mundialmente famosos como George Clooney y Noah Wyle que hacían de sendos doctores en el capítulo 1×17 como en la serie Urgencias o a Hugh Laurie (que más tarde sería el Dr. House) como quisquilloso compañero de avión en el 4×24. O también, estrellas ya consagradas que se dejaban caer por la serie como Danny DeVito, que daba vida al stripper más deprimente de todos los tiempos; Julia Roberts, que interpretaba a una chica que de niña había sido traumatizada por Chandler (curiosamente en la vida real estos dos actores fueron pareja por algún tiempo tras conocerse rodando el capítulo); Brad Pitt, que interpretaba a un chico que de chaval había sido traumatizado por Rachel (Pitt y Anniston eran pareja cuando grabaron el episodio) o Bruce Willis, cuyo personaje traumatiza a Ross por ser el padre de su joven novia y por salir brevemente con Rachel (no ha trascendido que Schwimmer y Willis fueran pareja en aquellos momentos). Sí, hubo muchos momentos de gran carga cómica, pero hubo uno en el que tocaron techo con numerosos metachistes que se aprecian aún mejor tras ver toda la serie: un capítulo para iniciados en Friends.
4×12: El de los embriones
En Friends no se devanaban los sesos para poner título a los capítulos; nada de dobles sentidos ni frases pretenciosas que te hicieran pensar. Todos tenían la misma estructura descriptiva, donde se resumía una de las tramas principales del episodio o, rizando el rizo, se referían al formato como el titulado El de después de la Superbowl (por su hora y día de emisión —que les valió por cierto su máxima audiencia, por encima incluso del episodio final—). En el 4×12 en cuestión, la trama principal giraba en torno a los embriones que se iba a implantar Phoebe como vientre de alquiler de su hermano, poco más que un adolescente, que estaba liado con su exmaestra de primaria menopáusica (los besos más apasionados que se ven en Friends son los que se dio esta pareja). Hay quien podría decir que este hilo argumental era una apuesta un tanto arriesgada para una telecomedia familiar de finales de los noventa.
Pero esa era la trama secundaria de este capítulo, puesto que al fin y al cabo Phoebe siempre fue el patito feo de la serie: una hippy de infancia atroz que cuando canta parece que están matando a un cerdo a pellizcos, a excepción de cuando se acatarra (gracias a las mucosidades su voz adopta un sexy tono grave). Tampoco es que el resto de personajes tuvieran un perfil común: una exobesa mórbida adicta al orden, un doctor en paleontología inseguro e infantil, un anodino joven que esconde su timidez y complejos tras el humor, una pija redomada que ansía no serlo y un tipo cuya máxima aspiración cada día es comer y follar (tal vez el perfil psicológico más cercano a una persona de la vida real). Y es que intensos análisis de esta serie llegaron a la conclusión de que funcionaba tan bien, aparte de por los obvios aciertos de guion e interpretativos, porque cada uno de los personajes suponía la proyección de una etapa vital: Phoebe representaba la infancia, donde el juego y la desinhibición frente a las convenciones sociales son lo habitual; Rachel la preadolescencia, personificada en los caprichos y rabietas; Joey la etapa de la pubertad donde el sexo y comer son las ambiciones a corto y medio plazo; Ross sería la época universitaria donde el conocimiento y la inmadurez son características; Monica, la entrada a la etapa adulta por su afán por el control; y Chandler representa la vejez, donde estás de vuelta de todo y lo demuestras con ironía. Puede que sea demasiado rebuscado para una simple sitcom.
La pollita está sufriendo algunos cambios
La trama buena, que aparentemente era secundaria puesto que ni siquiera puso nombre al capítulo a pesar de que influyó más en el desarrollo de la serie que la principal, fue la apuesta entre Chandler y Joey frente a Monica y Rachel, para dilucidar qué pareja sabía más sobre sus amigos contrincantes. Para resolver la disputa (bastante infantil, por supuesto, pero ahí está la gracia), Ross se encargó de preparar un concurso de preguntas y respuestas sobre aspectos de la vida de cada uno de ellos, que son un guiño a los seguidores de la serie. Comenzaron las chicas:
P: ¿Cuál es la mayor manía de Monica?
R: Animales vestidos de humano.
Ojo, «la mayor manía» de Monica. Es decir, por encima de su afán por competir a muerte en cualquier cosa o por guardar un orden establecido en cada aspecto de su vida, están los animales vestidos de humano.
P: Según Chandler, ¿qué fenómeno le da siempre un susto de muerte?
R: Michael Flatley, el Señor de la Danza.
Porque «sus piernas se menean como si no tuvieran nada que ver con su cuerpo». Otra rareza de Chandler.
P: ¿Cómo se llamaba la abuela de Ross y Monica a la que fueron al entierro?
R: Althea.
Joey sorprendentemente acierta «probando suerte». Era una pregunta difícil para los espectadores puesto que este nombre nunca fue dicho en antena; hasta ese momento, solo se habían referido a ella como Nana, y casi todos la recordaremos porque descubrimos que le iba el BDSM y las esposas aterciopeladas.
P: Cada semana llega puntualmente el teleprograma al piso de Chandler y Joey. ¿Qué nombre aparece en la etiqueta de envío?
R: Chandler Bing.
Error; de hecho llegaba a nombre de «Señorita Cherendler Bong». Una confusión más sobre la sexualidad de Chandler, tantas veces explotada humorísticamente en la serie: y es que ni los propios protagonistas lo tenían claro en los primeros capítulos. Las chicas fallaron la pregunta incluso a pesar de robarles el teleprograma con regularidad; descubrimos que no solo era Joey el que sableaba (en concreto, su refrigerador) a sus amigas.
P: ¿Cómo se llama la revista masculina de Las Vegas del padre de Chandler?
R: Viva Las Gaygas.
Otro de los secundarios recurrentes fue Kathleen Turner… que interpretaba al padre transexual de Chandler. Impactante su voz grave y su aspecto para los que le perdieron la pista desde su aparición como tímida aunque sensual escritora en Tras el corazón verde. Después de conocer a su padre y a su madre (una escritora de literatura erótica que sonroja a Chandler), se entiende mejor su problemática infancia, con petición de divorcio durante un Día de Acción de Gracias incluido.
Así pues, con este emocionante desenlace, hay un empate a nueve aciertos. ¿Qué hacer entonces?
La Ronda del Relámpago
Ross, previsor y perfeccionista aunque sin llegar a los extremos de su hermana, ha preparado una tanda más de preguntas y tendrán treinta segundos para contestar a todas las que puedan: el desempate se resolverá con La Ronda Relámpago. Monica se calienta y dobla la apuesta. Chandler no se echa atrás y sube aún más, hasta que la escalada económica se rompe y se reformula la apuesta: si ganaban los chicos, se quedarían con el piso de las chicas, mientras que si ellas eran las vencedoras, ellos se tendrían que deshacerse de sus mascotas (un hermoso pato y una entrañable pollita que se había transformado en un formidable gallo que despertaba a sus amigas).
P: ¿Cuál era el apodo de Monica cuando era portera de hockey hierba?
R: La portera foca.
Cuando era pequeña, Monica tenía un problema con el peso. Los chistes de gordos (otro tema espinoso hoy en día) son recurrentes cuando evocan aquella época: sin ir más lejos, cuando fue exploradora tuvo que pagar varias cajas de galletas, de esas que venden para recaudar fondos, porque se las comió todas. Por eso, en los flashbacks, Monica aparecía como un muñeco de Michelín (y Rachel con una tremenda nariz, todo hay que decirlo).
P: Rachel afirma que es su película favorita.
R: Las amistades peligrosas.
P: Pero en realidad es.
R: Este muerto está muy vivo.
Es difícil creer que alguien tenga como película favorita Las amistades peligrosas, una película bastante sobrevalorada, lenta y espesa; sería incluso más creíble que en su lugar fuera Juegos salvajes (una adaptación contemporánea de la misma obra) la elegida. Se trata de otra faceta más de su personalidad de la que se avergüenza. No olvidemos que Rachel, en la universidad, cambió de especialidad porque en psicología no había sitio para aparcar.
P: ¿En qué parte del cuerpo se le quedó clavado a Monica un lápiz cuando tenía catorce años?
R: (inaudible).
Error. En la oreja. Es evidente lo que suponemos todos.
P: ¿En cuántas categorías clasifica Monica sus toallas?
R: Once.
«Uso diario, elegantes, elegantes para invitados…». Pero como se acaba el tiempo, responden a la desesperada, en el último segundo… ¡y aciertan! Qué tipo de enfermedad mental te hace clasificar las toallas en once (¡11!) categorías. Bajo esta perspectiva, que la mayor manía de Monica sea los animales vestidos de humano adquiere una nueva dimensión.
Cuatro aciertos para los chicos. Es el turno de Rachel y Monica y, aunque impera la deportividad, cuando se cruzan golpean sus puños, lo que equivale a un corte de mangas como contaban en el 4×05.
P: ¿Cuál es la comida favorita de Joey?
R: Bocadillos.
Lo que habíamos comentado anteriormente: un hombre simple, con gustos e intereses simples. Aunque, ojo: con la comida no se juega. Joey es el tipo de persona que no duda en ponerse unos pantalones de premamá para poder comerse un pavo de nueve kilos. O, como vimos en el capítulo 10×09, en el que sale a cenar con una chica, JOEY NO COMPARTE LA COMIDA.
P: ¿Cuántos años tenía Chandler cuando tocó su primera teta?
R: Catorce.
Error. Tenía diecinueve: Joey le mira pidiendo explicaciones. Otro motivo (o una causa) para estar traumatizado, junto con su padre transexual, su madre conocida como Lady Zorra por sus compañeros de escuela, y por tener un tercer pezón. Razones no le faltan para escudarse en el humor.
P: Joey tenía un amigo de infancia imaginario. Su nombre era…
R: Maurice.
P: Su profesión era…
R: Vaquero del espacio.
El toque infantil de Joey, puesto en evidencia con la inclusión de Abracín (su pingüino de peluche) en alguna subtrama de la serie. Y llega la pregunta definitiva.
¿De qué trabaja Chandler Bing?
Las chicas enmudecen. Chandler no entiende por qué no la saben ellas… ni nosotros. Y es que hasta ese momento no habían explicado del todo a qué se dedicaba. Así como el resto de los personajes deja clara su profesión (Joey actor, Rachel camarera y luego en empresas de ropa, Phoebe masajista, Monica cocinera y Ross paleontólogo), con Chandler no entraron en detalle, al menos al principio. Más tarde sí lo especificaron, cuando cambia de trabajo a uno del sector publicitario en el que su jefe tenía una estilo de coaching peculiar (daba motivadores azotes en el culo), hasta ese momento daban a entender que era algo relativo al proceso de datos, pero ¿qué más da? Rachel lo tenía claro:
R: Es un TRANSPOSITOR.
«Esa palabra ni siquiera existe». Las chicas no se lo pueden creer cuando Ross les comunica que ha terminado su tiempo… mientras que los chicos comienzan su Baile de la Victoria.
El cambio de piso supone casi una infidelidad porque el apartamento de Monica es como uno más del grupo de amigos. Y eso que, sin llegar a los niveles de Melrose Place, todos (a excepción de Monica y Phoebe) se han enrollado entre sí alguna vez, ya sea por voluntad propia o en flashbacks, what ifs o malentendidos (1). De hecho, así fue como unos episodios más tarde, Rachel y Monica consiguieron recuperar su apartamento: besándose durante un minuto delante de Chandler y Joey… pero fuera de plano.
El Central Perk o el piso de Joey y Chandler (siempre será «el piso de Joey y Chandler» aunque, de las diez temporadas de la serie, convivieran juntos poco más de la mitad puesto Chandler se fue a vivir con Monica durante la sexta temporada) también son lugares importantes para el desarrollo de Friends, pero el de Monica es el séptimo de la pandilla, el nexo de unión, el pegamento. David Crane y Marta Kauffman, guionistas y creadores de la serie, probablemente también con esa sensación, idearon que la historia de estos seis (¿siete?) amigos acabara cuando todos abandonan el piso de Monica. Una prueba que consolida esta teoría es que en ese último capítulo se desvela, en un diálogo aparentemente intrascendente, que Ross —el único que no habíamos visto vivir ahí— también habitó un tiempo en el apartamento (se fue a vivir con su abuela cuando de chaval quería ser bailarín). Refuerza esta hipótesis que en el piso de Chandler y Joey también vivieran todos (2), pero eligieron para la despedida el de Monica. En ese capítulo final, uno a uno, van dejando todas las llaves en una repisa, entre lágrimas reales de los actores. En parte porque se acababa la serie que les dio fama y, por qué no decirlo, porque dejarían de cobrar un millón de dólares por capítulo. Más de diez años después de este (y veinte desde el inicio de la serie), cada cierto tiempo vuelven los rumores y desmentidos de una reunión de los protagonistas, ya sea para una nueva temporada, para un episodio especial o una película. De momento, las llaves siguen esperando que alguien las recoja.
Para saber más
Friends Peich, la mejor web y base de datos sobre Friends en castellano.
Lean los Tags al final de esta entrada para recordar más momentos de Friends.
(1) Veamos las quince combinaciones (sin contar besos de saludo):
Ross y Rachel: el motor romántico de la serie, se besaron en numerosas ocasiones.
Monica y Chandler: a partir del 4×24, infinidad de veces.
Ross y Phoebe: en el 5×11 para celebrar el año nuevo y en el 3×06, tras descubrir Ross (en un flashback) que su mujer es lesbiana.
Ross y Monica: en el 10×11 nos cuentan que se besaron por error a oscuras en una fiesta de su juventud.
Ross y Chandler: en el 3×11 se sobreentiende que Chandler, borracho, ha besado alguna vez a Ross.
Ross y Joey: en el 2×24, Joey le pide ayuda para preparar una audición en la que tenía que besar a un hombre, y aunque al principio no quiere, Ross finalmente accede… pero demasiado tarde y besa a Joey horas después de la prueba.
Rachel y Monica: en el 4×19 se besaron durante un minuto delante de Joey y Chandler (aunque no se vio en pantalla) para recuperar su apartamento.
Chandler y Joey: en el 1×10, en una Nochevieja en la que Chandler se puso especialmente pesado porque no le besaba nadie.
Chandler y Phoebe: en el 5×02, como a Rachel, Chandler la besa para disimular tras haber besado a Monica por descuido (aún llevaban su relación en secreto), y en el 5×14 se besan por una broma llevada demasiado lejos («no saben que sabemos que saben que lo sabemos»).
Monica y Phoebe: no hay constancia.
Rachel y Chandler: en el 5×02, Chandler la besa para disimular tras haber besado a Monica por descuido (aún llevaban su relación en secreto); en el 10×11 durante una fiesta de su juventud; en el 3×06, durante una fantasía de Rachel; y en el 3×11 se sobreentiende que Chandler, borracho, la ha besado
Rachel y Phoebe: en el 7×20, Phoebe besa a Rachel para saber lo que se siente al besar a una mujer.
Rachel y Joey: bastantes veces (hubo épocas en la que estuvieron colgados el uno del otro).
Monica y Joey: en el 7×16, cuando imaginan cómo habría sido su futuro si se hubieran enrollado.
Joey y Phoebe: a pesar de no haber tenido una relación en firme, se besaron en numerosos capítulos, como en el 1×16, donde Phoebe se hizo pasar por su hermana gemela Ursula, que estaba saliendo con Joey; en el 2×24, para comprobar que Joey seguía besando bien; en el 7×14, Phoebe se quejaba de que no le habían dado el beso perfecto y Joey se lo toma como un reto; en el 8×02, tras pedirle Joey el matrimonio porque creía que estaba embarazada; y en el 9×05, porque por fin pueden pedir la cena tras llevar más de una hora esperando al resto.
(2) Todos vivieron en el apartamento de Joey y Chandler. Además de Rachel y Monica tras perder la apuesta (y Rachel más adelante también fue compañera de piso de Joey durante algún tiempo), Ross se quedó en el piso tras su divorcio con Emily hasta conseguir el piso del Hombre Feo Desnudo, y Phoebe cuando su apartamento sufrió un incendio.
A mi me ha dado momentos impagables, tuve la suerte de verla en DVD en vso. Porque hay que decir que el doblaje aplanaba mucho las interpretaciones, que eran muy buenas y graciosas. Qué pena que ahora haya gente que reniegue de ella bien por prejuicios o bien porque se ha extendido cierta corriente en la que mola no haber visto friends.
No hay un día lo suficientemente horrible en la vida que no mejore, aunque sólo sea un poco, con un capítulo (o dos) de Friends antes de acostarse.
En la parte de apariciones estelares os habéis olvidado de Elle McPherson!!! Joey vivió (y se enrolló) con el cuerpo (y por ello le guardo eterno respeto)
Sobrevaloradísima sitcom.
Aléjate, Satanás.
Deberías argumentar tamaña herejía
Muy de acuerdo con lo que dices, era divertida a ratos y cayó en gracia, nada más. En cambio «Community», que tenía una factura técnica impecable y era muy ingeniosa y hasta revolucionaria, no la veía ni dios.
El mejor capítulo de toda la serie el de los embriones, deberían de cambiarle el nombre al de «la ronda relámpago» o el «concurso». No me acordaba de los besos entre los chicos
» que Schwimmer y Willis fueran pareja en aquellos momentos» ??????????? QUE?? xD Me he quedado aquí flipando y ahora voy a proseguir con el articulo, porque adoraba, adoro y adoraré esta serie xD
No entiendo esta frase. Bruce Willis, cuyo personaje traumatiza a Ross por ser el padre de su joven novia y por salir brevemente con Rachel (no ha trascendido que Schwimmer y Willis fueran pareja en aquellos momentos). ¿Quiere decir esto que eran pareja en la vida real?
No, el ese comentario viene a cuento debido a que Julia Roberts aparecio en la serie y estuvo con Chandler y brad Pitt igualmente con Jennifer Anniston. Un chiste mas o menos malo.
Un capitulo que recuerdo mucho es cuando una prima de Rosa decide pasar a saludarlo, y cuando sale de la ducha agita su cabello, Rosa se queda extasiado e intenta besarla. La prima se cambia al piso de Lisa Kudrow, y sucede exactamente lo mismo!. La prima encandila a la Kudrow.
Noté cierta inconsistencia en el guión cuando Rachel da a luz a la hija con Rosa y acepta la propuesta de matrimonio de Joey, cuando se pasaba los capítulos rechazándolo a Ross.
Gran serie, light por supuesto.
En cuanto a semillero de estrellas en ciernes, no creo haya otra como Seinfeld.
Esta sí, mi favorita.
Rosa es Ross, cuestión del auto-corrector.
La prima en cuestión era Denise Richards.
No soporto ninguna serie con risas enlatadas, ¿hay alguna temporada sin risas enlatadas?.
¡Qué pijos eran estos personajes! A la que hacía de Phoebe siempre le daba la risa cuando tenía que soltar sus frases. Y ahí dejaban la escena oye,¿para qué repetirla?
La pregunta del «leuromillón» es…¿dónde descargarse esta genial serie?
No me digas que encontrar la serie está suponiendo tu particular búsqueda del Santo Grial. Ya sea en internet, tv o dvd, hay que vivir en Marte para no toparse con ella, incluso sin querer.
Este capítulo es genial, me encanta cuando entran montados en el perro que compro Joey, pero como invitados especiales me parece que habría que destacar a Isabella Rosellini, muy buen artículo y resumen.
Pingback: Friends para iniciados
Isabella Rosellini, Julia Roberts Elle McPherson, Jean Claude Van Damme, Bruce Willis, Billy Crystal, George Clooney Robin Williams, Chrissie Hynde (o como se escriba) Brad Pitt Danny De Vitto
Adore la serie en su momento, pero para mi ha envejecido mucho peor que Seinfeld o Frasier con las que me sigo desternillando, Friends, tenia un puntito ingenuo y carente de maldad, adorable, pero muy de los noventa y que hoy en día me resulta ingenuo e insípido, aun así siempre es agradable verla, fue maravilloso en su momento y tiene momentos antologicos.
Feliz veinteaniversario!
En los últimos días, he tenido la oportunidad de ver durante unos minutos -más no lo resisto- las series «The big band theory» y «Community». Me he reafirmado en lo que vengo sosteniendo desde hace ya muchos años y es que el género de la sitcom es algo que huele a naftalina. Alguien más arriba ha insinuado que no soporta las risas en lata, expresión que implica mucho más de lo que parece; una visión negativa y un cansancio hacia esta modalidad de comedias o como demonios quieran llamarlas. A día de hoy, un humor más sutil hay que buscarlo, como las trufas, en cosas como «The Office», «Weeds», «Entourage» y otras… Claro que la sutilidad no es, ni de lejos, una característica de la mayoría como se está apreciando aquí mismo. Creo que el Everest en este género se alcanzó hace ya más de 30 años en la sensacional «Cheers», serie de la que hoy en día nadie parece acordarse. Ni siquiera la muy buena «Frasier» consigue su nivel, pero es que algo como «Friends» hizo bajar el listón de manera alarmante. El desfile de memos que parece ser marca de la casa en las sitcoms actuales, y sus correspondientes clones entre los espectadores, se inició con ella.
Pero insisto, aunque hay sitcoms mejores que otras, es el estilo general que las define el que creo que ha pasado a mejor vida. Claro que esto es algo que puede durar, arrastrándose, durante bastante tiempo; solo hay que leer por aquí el cándido entusiasmo con que las jóvenes hornadas aplauden entre histéricos chillidos estos apolillados chascarrillos propios de «varietés» de principios del pasado siglo.
Perdón, quise decir, naturalmente, «The big BANG theory»…
«solo hay que leer por aquí el cándido entusiasmo con que las jóvenes hornadas aplauden entre histéricos chillidos estos apolillados chascarrillos propios de “varietés” de principios del pasado siglo.»
This post give me cancer
Señores de sombrero de copa y monoculo aparte, una de las mejores series, hasta en sus peores capitulos te arrancaban una sonrisa, y coincido que el de la ronda relampago es el mejor. Ahora estoy mas aficionado al formato mockumentary, pero si coincide que emiten algun capitulo, lo veo de nuevo aunque me lo sepa de memoria (a lo Simpsons clasico)
Emm… ¿Community y risas enlatadas? Que yo recuerde sólo las tiene en el episodio en el que, precisamente, parodiaban las sitcoms. Community, estilísticamente al menos, está mucho más cercana a The Office que a Friends, pero es que además posee una buena dosis de metalenguaje que la hace diferente al resto, es un verdadero soplo de aire fresco.
Muy cierto, no hay risas enlatadas en «Community». Yo creo que es una serie completamente revolucionaria y me espanta lo poco conocida que es.
Lamento el escozor ocasionado, xonsuns, pero no se lo tome tan a pecho. Al fin y al cabo, vamos a tener que estar de acuerdo con el gran Silvio Rodríguez cuando cantaba:
«Yo digo que no hay quien
crezca más allá de lo que vale…»
Aunque en lo tocante a bilinguismo, va usted más que sobrado, cool incluso…
También me gustaría mucho saber qué es y a ser posible, ver y tocar a un monoculo.
Debo discrepar con vuesa merced y reconocer el humor (del que usted aprueba) con el que Xorxuns le ha respondido,
Es legitimo que prefiera Weeds a Bing Bang, pero escudarse en que el humor de Weeds es mas sutil que el de Bing bang…….pues no mi amor.
Puede hablar bien lo sabe Dios y nuestra señora del traje de buzo de que no le gusta la risa por la risa,que quiere que le cuenten una historia cuyo objetivo no sea hacernos reír, sino intrigarnos, y que aprovecha el viaje para hacernos reír, eso vuelve a ser, bien lo sabe Dios y nuestra señora del abrigo de pana, legitimo.
Cheers fue una serie magnifica, bien lo sabe Dios y nuestra señora del traje de Luces, pero creo que ponerla por encima de Frasier es como poner a Oasis por delante de los Beatles, o si lo prefiere a Bizet por delante de Mozart, esta muy bien, queda muy indie y piensas «que vida interior tiene este muchacho» pero no juegan en la misma liga, no lo digo yo, lo dice la historia.
Por otro lado criticar las risas enlatadas y hablar bien de Frasier (e ignorar a Seinfeld) es como decir que no te gusta el sitar en el rock and roll pero que Norwegian Wood es maravillosa, y que no sabes a que se refieren cuando te hablan de Paint it black.
Creo que tener una opinión es tan importante como saber fundamentarla, y si bien, le compro que no le gusten las sit coms, lo repito, creo que su argumento tiene mas contradicciones que el congreso de los diputados.
Estoy totalmente de acuerdo con usted en los puntos en que coincide conmigo. Todo lo demás, es producto de una ofuscación que, fíjese bien, desde aquí en lo alto, no se la tengo en cuenta. Las contradicciones -reales o supuestas- forman parte de nuestro ADN. Y descendiendo ya a otro nivel, no sé en qué «historia» dice que «Frasier» fue mejor que «Cheers» que si no voy errado, ha sido la serie más galardonada desde que el mundo es mundo. Claro que eso tampoco es que signifique gran cosa para mí y mis contradicciones ya que el motivo por el que antepongo la segunda a la primera, es totalmente subjetivo y personal como ya habrán supuesto usted y el resto. Y no se deje engañar por mi aparente soberbia, amig@. Forma parte del juego…
Pues mire, un pajarito me ha dicho que «Frasier» tenía más premios que «Cheers» y al buscar MÁS en la red, he visto que sí, que había ganado 37 Emmys contra los 28 de «Cheers» que se mantiene segunda. La confusión me vino porque ayer, en otro sitio que no consigo recordar, hablaban de la entrañable serie como de la más galardonada de la historia. ¡Fíese usted de los datos! De modo que tiene usted razón en ese punto.
No puedo creer que pongas al mismo nivel (bajo mínimos) la insufrible y facilona «The big bang theory» y una maravilla como «Community».
Liker, lo que vi hace una semana no me enganchó en absoluto. Lo que pasa es que me está haciendo dudar usted ya que alguien que califique de insufrible y facilona a «The big bang theory», tiene ganado mucho crédito conmigo.
No sé, no sé… tendré que intentarlo de nuevo porque recuerdo a «Wise» hace año y medio insistiendo en lo mismo con pasión…
¿No podría usted tratar de convencerme con algunos datos y referencias entusiastas? ¡En serio, me gustaría que me empujara para dar otra oportunidad a «Community»!
Aprovecho para pedir desde aquí un estudio sobre «Penny dreadful», esa penúltima maravilla que estoy disfrutando…
Tienes que verte unos cinco capítulos para entrar en su juego. Aunque sus virtudes dan para un tratado, digamos que toma como referencia las sit-coms más idiotas y con sus mismas armas aumentadas y corregidas va mucho más allá y hace a la vez un homenaje, mofa, autorreflexión…todo a la vez. Genial. Por ejemplo hay un capítulo de todas las series en las que para ahorrar costes recuerdan momentos de otras temporadas. Es un recurso que me parece cutre a más no poder, porque esos flashbacks no lucen igual estéticamente. Pues bien, en «Community» hacen algo parecido y los personajes recuerdan escenas ¡qué no se han visto a lo largo de la serie! y en cada una de ellas (de escasos segundos) se te hace a la idea de una trama que podía ser igual de divertida o más que las de otros capítulos. Y genialidades de esas a mansalva: unos capítulos absurdos de paintball con una factura cinematográfica (Justin Lin los rodó), con homenajes explícitos a «Jungla de cristal» y «Depredador».Casi ná.
-Los personajes están estereotipados adrede, pero en pequeños detalles se descubren facetas de su personalidad con una profundidad muy superior a las sit-com ñonas.
-Intenta hacer reir con todos los recursos humorísticos habidos y por haber.
-Alison Brie es genial, guapa y graciosa.
– Troy y Abed son dos personajes antológicos. Abed es un adicto a las series que lanza referencias a discrección. Donald Glover y Danny Pudi están soberbios.»Troy and Abed in the morning».
Podría estarme horas, pero si lees por encima estas críticas te haces a la idea.
http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/662404.html
Eso sí, como su creador Dan Harmon se pasaba continuamente del presupuesto, le echaron al final de la tercera temporada, y la cuarta dicen que baja mucho el nivel. Harmon volvió para la más acortada quinta temporada.
Dan Harmon se ha debido sacar de la manga además una serie de animación que debe ser grandiosa:
http://www.imdb.com/title/tt2861424/?ref_=nm_flmg_wr_2
La adaptación contemporánea de Las amistades peligrosas no es Juegos salvajes, sino Crueles intenciones. No es que sea una información de vital importancia en este texto, pero por comentar.
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