Sociedad

Crónicas de la Mafia (VI): ’Ndrangheta

Foto policial de una víctima de la ’Ndrangheta. Foto: Cordon Press.
Foto policial de una víctima de la ’Ndrangheta. Foto: Cordon Press.

Últimamente habrán oído hablar cada vez más de la ’Ndrangheta, sin que antes hubieran oído hablar de eso en su vida. No se preocupen, no son los únicos, es un fenómeno relativamente reciente fuera de Italia. Se puede decir que empieza el 15 de agosto de 2007. Ese día asesinaron a tiros a seis italianos en una pizzería de Duisburg, un ajuste de cuentas, y Alemania descubrió de golpe que tenía a la ’Ndrangheta metida en casa y no se había enterado. Se calculó entonces que controlaban en este país unas trescientas pizzerías, y que además eso era lo de menos. De repente todo el mundo tuvo que ponerse a estudiar —o como se dice en italiano, «hacerse una cultura»—sobre la ’Ndrangheta, que suena a chino desde el propio nombre. Al año siguiente la DEA estadounidense ya la metió en la lista de los más peligrosos carteles del narcotráfico. Ahora ya está asumido que son la mafia italiana más potente, peligrosa, letal y la única realmente globalizada. Encima estas semanas se habla de ella porque se está enfrentando al papa. Y así es, porque este papa va en serio. Es lo que ya contamos aquí el pasado mes de marzo. Luego ha ido a más: Bergoglio se fue a Calabria, a su terreno, y lanzó una excomunión a los miembros de la ’Ndrangheta y el resto de mafias. Después le han respondido con plantones a la misa en una cárcel y un saludo a un capo con la Madonna durante una procesión. Esto último, como ya vimos, no es nada nuevo, pero ahora puede tener un significado preciso.

Para empezar, el nombre: ’Ndrangheta. ¿Se escribe así de raro? ¿De dónde sale? Quienes estudiaran griego lo tienen más fácil: viene de andros, hombre. Es inevitable hacer historia. Hay vestigios de la ancestral colonización griega que empezó en el siglo VIII antes de Cristo, la Magna Grecia que ocupaba buena parte del sur de Italia, en las más perdidas montañas del Aspromonte. Es la abrupta cordillera de Calabria, la punta de la bota italiana, donde nace la mafia de esta región. De ahí este palabro greco-calabrés que viene a significar virilidad, hombría, heroísmo. Aristóteles y otros clásicos utilizaban, por ejemplo, el verbo andragatizomai, comportarse como un valiente. Y sí, la palabra ’ndrangheta empieza de golpe con el apóstrofe y luego con minúscula. En España se está extendiendo el uso con mayúscula, en función de cada medio y por lo raro que suena tal cual, pero en Italia siempre se ha puesto con minúscula. La célula mínima de la organización es la familia de sangre, ampliada con parientes, y se llama ’ndrina. Plural, ’ndrine, cada una con sus grados y jerarquías. Varias ’ndrine forman un grupo mayor, un locale, que domina un pueblo o una ciudad, o un barrio de una gran ciudad. Pese a este pedigrí etimológico, lo cierto es que el término ’Ndrangheta, usado para denominar los clanes criminales calabreses, no aparece escrito hasta los años cuarenta. Hasta entonces se hablaba de picciotteria, (un picciotto es un mozo, un muchacho), camorristas o, genéricamente, de Onorata Società.

Como sucede con la Mafia siciliana, a finales del siglo XIX, en coincidencia con la unidad de Italia, aumentan las menciones a temibles bandas o sectas de delincuentes calabresas que hacen lo que quieren en zonas rurales. Se les distinguía por sus tatuajes, patillas ostentosas y pintas rarísimas, como un flequillo peinado sobre la frente en forma de mariposa. Sentencias de 1890 señalan ya una jerarquía con dos niveles de afiliación, aún vigente a día de hoy. En 1896 los Carabinieri ya descubrieron un código secreto de reglas internas. Se han seguido encontrando hasta hoy manuscritos parecidos con las «reglas sociales» en redadas y registros, en Calabria y en el extranjero.

La ’Ndrangheta es, con diferencia, la mafia más obsesionada con los rituales y los reglamentos, son parte esencial de su poder de anulación del individuo, pues es la más exigente y asfixiante para sus miembros. De ahí su poder, tanto hacia dentro, donde garantiza la disciplina interna y la obediencia absoluta, como hacia fuera, por el pavor que produce en los demás y por la eficacia de su imagen. Eso la ha convertido en los últimos años en la mafia más seria y respetada. Influye un factor distintivo y decisivo: está basada en los lazos de sangre, son todos familia entre ellos, y por esa razón tienen poquísimos arrepentidos, es muy impenetrable. En caso de colaborar con la Policía no se traiciona solo a la organización, sino al propio padre o hermano, a los tuyos. La jerarquía mafiosa se mezcla con la estructura familiar, un sistema doble de autoridad y sumisión. «Los productores de droga la prefieren porque, al contrario de las otras mafias, es de fiar: no hablan ni se arrepienten», aseguran el fiscal Nicola Gratteri y el historiador Antonio Nicaso, dos de los principales expertos en ’Ndrangheta. Si quieren saber más tienen un librito que está bien para entrar en el tema, Fratelli di sangue, titulado en español Hermanos de sangre. Los calabreses se han ganado fama de serios ante los carteles colombianos, frente a algunas chapuzas de la Cosa Nostra siciliana. Gozan de liquidez ilimitada para los negocios y son los únicos de quienes basta su palabra para cerrar un trato. En alguna ocasión los narcos han llegado a tomar como rehén en Colombia a algún capo siciliano, algo impensable hace algunos años, para asegurarse del éxito de una operación.

El primer libro autobiográfico de un arrepentido de la ’Ndrangheta es de 1967, Serafino Castagna, que por primera vez cuenta cómo es por dentro. Para quien esté interesado hay otro muy bueno de otro arrepentido, Antonio Zagari, titulado Amazzare stanca («Matar cansa»), de 1991. Castagna recuerda, por ejemplo, su afiliación en 1941. En una larga ceremonia, con diálogos preestablecidos y coreografía precisa de los asistentes, la sesión se abría con estas palabras: «Calice d’argento, ostia consacrata, con parole d’umiltà formo la società» (Cáliz de plata, hostia consagrada, con palabras de humildad formo la sociedad). Es decir, ese cerrojo doble que encierra al individuo en la ’Ndrangheta —mafia y familia— en realidad es casi triple: se trata prácticamente de una orden religiosa, está impregnada de aparente religiosidad. De ahí la importancia, como hemos dicho, de esta cruzada del papa para desmontarles moral y socialmente el tinglado.

Algunas palabras más sobre este asunto, para que se hagan una idea. A cada grado de la soldadesca mafiosa corresponde un santo patrón o protector: al picciotto, Santa Liberata; al camorrista, Santa Nunzia; sgarrista, Santa Elisabetta. Estos componen la llamada Sociedad Menor. En la Mayor, un nivel superior de mando, están los grados de santista y vangelo (literalmente, evangelio), que llevan un tatuaje de una cruz en el hombro izquierdo. Sus patrones son los apóstoles, San Pedro y San Pablo, además de personajes históricos del Risorgimento como Mazzini, Cavour y Garibaldi. Es una clara influencia másonica y lo mismo ocurre con otro símbolo tradicional de la ’Ndrangheta, el árbol de la ciencia, cuyo tronco y ramas simbolizan la jerarquía interna. San Gabriel es símbolo de cada locale y San Miguel, el arcángel con espada, es el patrón de la ’Ndrangheta. Con una estampita suya se suele hacer el juramento de ingreso a los afiliados.

Una vez al año, y hay constancia documental de esto desde 1895, los capos de cada locale se reúnen en una gran cumbre en el santuario de la Virgen de Polsi, centro de devoción del Aspromonte y que, de hecho, otorga a los clanes de esta zona, San Luca, un prestigio especial. Según el escritor calabrés Mimmo Gangemi, «Polsi es, para un calabrés, como La Meca para un musulmán». Aunque salpicado de paganismo, con mujeres que se golpean el pecho, bailes frenéticos con panderetas de tarantella, el fascinante baile de la tarántula, y, hasta hace unos años, tiros al aire y sangre a raudales de los cabritos sacrificados. Esa reunión anual de los clanes se ha mantenido hasta hoy y el 1 de septiembre de 2009 los Carabinieri la grabaron a escondidas dentro de la gran operación Crimine. Culminada en julio de 2010, fue la mayor realizada contra la ’Ndrangheta, con trescientos detenidos —que luego se tradujeron en noventa y dos condenas—, y reveló muchos secretos. El gran capo resultó ser un tal Domenico Oppedisano, de ochenta y dos años, aunque parece haber sido elegido como figura de consenso y mediación, y salió a la luz una cierta estructura piramidal, que decidía asuntos de cualquier rincón del mundo.

Los ritos en la ‘Ndrangheta, en realidad, empiezan desde que uno nace y en el propio hogar. A diferencia de la Mafia siciliana, la afiliación a menudo es hereditaria, por sangre, como si fuera una raza o una religión. Hay una tradición con el recién nacido: colocan al bebé delante de un cuchillo y una llave, a ver cuál elige. El cuchillo es símbolo de la familia y la llave, de la Policía, los sbirri. Según cuál prefiera el bebé estirando su mano se perfilan sus aptitudes, aunque generalmente se trata de un juego en el que se acerca descaradamente el cuchillo para que todos festejen el gran futuro que le espera al niño. Así se entiende mejor una propuesta curiosa, que desde fuera puede parecer exótica, que hizo el mes pasado el arzobispo de Reggio Calabria: prohibir los padrinos en los bautizos durante diez años, para evitar el uso profano de esta figura y que sea utilizada para reforzar los lazos mafiosos.

Con el papa de rompehielos los curas que trabajan sobre el terreno en el sur empiezan a animarse. Aunque sigue habiendo de todo y la batalla de Bergoglio también es, o sobre todo es, interna, dentro de la Iglesia. Por cada cura bueno hay, al menos, uno malo. Recuerdo que hace un par de años fue noticia, muy pequeñita, la amenaza a un párroco de Cetraro, Ennio Stamile, por meterse con la ’Ndrangheta. Le dejaron en el descansillo de la escalera una cabeza de cerdo amordazada con un pañuelo. Pero por ejemplo, el otro día terminó un juicio a un clan del barrio de Condera, en las afueras de Reggio Calabria, en el que se sentaba un párroco, Nuccio Cannizzaro, acusado de mentir para proteger a un mafioso local. Sin embargo el delito había prescrito —un clásico italiano— y el cura quedó libre. Fue noticia la reacción del barrio: petardos y fuegos artificiales para festejar «la absolución del párroco».

El peso familiar lleva a los clanes a practicar también una suerte de endogamia e incluso una política matrimonial, como las casas reales medievales, para reforzar clanes con uniones de familias o solucionar conflictos con una boda. Del mismo modo las guerras entre familias (faide) son tremendas, con venganzas que duran años y cadenas de asesinatos que no terminan nunca. Cada pueblecito de las montañas calabresas tiene su historia de matanzas y apellidos temibles.

El origen de la sonada masacre de Duisburg en 2007, por ejemplo, arranca el 10 de febrero de 1991, en las fiestas de carnaval de San Luca. Unos jóvenes de un clan, los Strangio, tiraron huevos a un local gestionado por un miembro de otra familia, Pelle, y además ensuciaron el coche de otro de una tercera, Vottari. Se abrió una guerra de venganzas que se fue de las manos y se arrastró con homicidios por ambas partes durante años, aunque más allá del pretexto de los huevos de carnaval había tensiones previas y el trasfondo era el control de los negocios en Europa y Sudamérica. Todo culminó dieciséis años después en Duisburg, como decíamos, cuando asesinaron a un Strangio y cinco amigos. Aunque era un Strangio que estaba con los Pelle-Vottari. El cerebro y uno de los ejecutores del crimen fue otro Strangio, Giovanni, cuya condena a cadena perpetua, y la de otros cuatro cómplices, fue confirmada en segunda instancia el pasado mes de mayo, entre otras penas. Una de las víctimas de Duisburg era un menor de dieciséis años, que probablemente aún no había nacido cuando ocurrió el percance de los huevos. Otro había cumplido dieciocho años ese día —es decir, entonces tenía como mucho dos años— y llevaba en la cartera una estampita de San Miguel medio quemada. Le acababan de afiliar a la organización con el consabido ritual. Al mes siguiente, en septiembre, los capos se reunieron en el santuario de Polsi e impusieron la paz. Todo como siempre.

En cuanto a las invenciones de aureola legendaria, si en la Cosa Nostra tienen las andanzas medievales de una secta secreta llamada los Beati Paoli, la ’Ndrangheta y la Camorra, ambas nacidas en las prisiones del sur, citan con solemnidad a ¡tres caballeros españoles! Los famosos Tres Caballeros Españoles que según una leyenda de origen incierto habrían llegado hace siglos a Italia surcando los mares para fundar las tres mafias en Nápoles, Sicilia y Calabria. Aunque con tres nombres que de español no tienen nada, pero bueno: Osso, Mastrosso y Carcagnosso.

La ‘Ndrangheta viene a ser como Al Qaeda en la mezcla de arcaísmo y modernidad, de un rígido fanatismo y gran versatilidad de adaptación a los tiempos y los negocios. Los capos suelen tener su centro de poder en pintorescos pueblos de montaña, donde son los amos, pero mueven negocios en todo el mundo con técnicas avanzadas. Una historieta para demostrar su hegemonía. En Platì, feudo histórico mafioso, los Carabinieri descubrieron en 2003 un laberinto de túneles subterráneos con cámaras y escotillas para los accesos. Fue construido en los setenta como vía de fuga y también para encerrar a los rehenes de los numerosos secuestros que los clanes cometían entonces para financiarse. Lo increíble es que se había construido en gran parte en plena calle, haciendo obras en la calzada como si fueran trabajos municipales para poner unas tuberías. Y en realidad casi se puede decir que lo eran, municipales.

Otra historia. En una investigación de 2008 la Policía siguió a tres jóvenes mujeres calabresas con dos niños que una mañana salieron de viaje desde una pequeña localidad del Aspromonte, con continuos giros de ruta, rodeos inexplicables, cambios de vehículo y de transporte para dar esquinazo a posibles seguimientos. Atravesaron varios países y al final llegaron a un chalé en Amsterdam. Al cabo de una semana un tipo salió de la casa con una gran bolsa. Lo siguieron y les llevó hasta un capo de San Luca, un famoso narcotraficante y uno de los mafiosos más buscados en Italia, otro de los responsables de la matanza de Duisburg. Cuando los agentes le arrestaron abrieron la voluminosa bolsa a ver qué había. ¿Armas? ¿Explosivos? ¿Cocaína? No, viandas enviadas desde el pueblo afrontando todos los peligros: pasta al horno con queso y albóndigas, salchichas caseras y un queso pecorino. Por ahí mezclado, un ordenador. Tradición y tecnología en el mismo saco.

Pero esto es una anécdota. A los clanes de la ’Ndrangheta les han pillado con cosas más serias entre manos. Traficando con armas para el IRA en 1999. También con gas nervino. Papeles de la CIA les sitúan en la venta de uranio a Sadam en los ochenta. En 2006 les confiscaron un submarino con el que traían tranquilamente cocaína desde Colombia. Se calculó que movían cuatrocientas toneladas al año. En 2004 un clan se compró un barrio entero de Bruselas con veintiocho millones para blanquear dinero. También lo han hecho en Nueva York y, claro está, en la era dorada del ladrillo en España. Cae en su feudo, en el corazón de Calabria, el puerto de Gioia Tauro, uno de los centros del tráfico marítimo del Mediterráneo. Dominan el narcotráfico y mueven tal cantidad de pasta que los pagos los hacen al peso. Es decir, ya no cuentan el dinero, porque no terminarían nunca, acaban antes pesando los fajos de billetes. Veamos, en una breve sinopsis histórica, cómo han llegado a esto.

Armas incautadas a un miembro de la ’Ndrangheta  en los años sesenta. Foto: Cordon Press.
Armas incautadas a un miembro de la ’Ndrangheta en los años sesenta. Foto: Cordon Press.

Hasta mediados del siglo XX se les tenía poco menos que por bandas de paletos de la Calabria profunda que extorsionaban a vecinos, se dedicaban al contrabando de tabaco por la costa y hacían secuestros de ricos del norte que podían llegar a ser muy crueles. Había grupos autónomos e incomunicados entre sí, debido en gran parte a la agreste orografía, muy unidos al territorio y con fuertes protecciones políticas. En los setenta se superan las viejas tradiciones y se da un salto de calidad, si es que se puede llamar así. La Cosa Nostra en Sicilia hizo más o menos lo mismo por esas fechas. Las ’ndrine decidieron infiltrarse en la masonería clandestina para establecer contactos con el poder político y económico y enriquecerse con la construcción y las grandes inversiones en obras públicas. Ejemplo monstruoso es la legendaria autopista Salerno-Reggio Calabria, 443 kilómetros, cuyas obras comenzaron en 1963… y aún están en ello. Es verdad que se trata de una obra complicada, por la geografía, pero los accidentes humanos no han sido menos. Los clanes la han vampirizado, cobrando su peaje a las empresas —un 3%, según confidentes— y haciéndose con los contratos con empresas tapadera. Los clanes se repartieron salomónicamente el trazado por tramos. En la primera fase, de 1963 a 1974, cada kilómetro vino a costar el equivalente a 5,6 millones de euros actuales, y enseguida empezó a caerse a cachos. Desde entonces siempre ha estado en obras y en 1998 comenzaron a rehacerla. Ahora está costando más de veinte millones de euros el kilómetro. Sí, en total, nueve mil millones de euros. Juraron terminar las obras en 2013, pero no ha podido ser y ya han cumplido medio siglo, con varias generaciones de currantes, de abuelos a nietos, siempre a merced de sus respectivos esquilmadores mafiosos, de abuelos a nietos. La última vez que miré faltaba solo un tramo de 52 kilómetros. La recta final como quien dice.

De esos años de expansión económica nacen oscuros lazos con grupos terroristas de extrema derecha, lo que en Italia quiere decir también con los brazos ilegales de los servicios secretos. Entonces nace otro sobrenombre, también pseudoreligioso, la Santa. Del mismo modo se forjaron alianzas con la Cosa Nostra —Sicilia está a un tiro de piedra, al otro lado del estrecho de Messina— y con los vecinos de la Camorra napolitana, alianzas que reforzaron unos clanes frente a otros y mezclaron los intereses de las tres mafias en años muy complejos. A partir de los sesenta la ’Ndrangheta salió de su feudo histórico, la provincia de Reggio Calabria, la punta de la bota, y colonizó el resto de la región. Luego se extendió por Italia y el resto del mundo, gracias en parte a la presencia de emigrantes calabreses en cualquier rincón del planeta. Australia, desde los años treinta, y Canadá, desde los cincuenta, son dos de los países más colonizados, auténticas sucursales calabresas. En Europa han entrado sobre todo en Alemania, Holanda y España, entre otros.

Igual que pasó en Sicilia, las tensiones entre la vieja guardia y nuevas y ávidas hornadas de mafiosos desembocaron en la primera guerra de la ’Ndrangheta. El histórico capo Antonio Macrí fue asesinado en 1975. Ese año y el siguiente murieron unas doscientas personas. Los ajustes de cuentas siguieron hasta 1979, pero las venganzas en ocasiones se congelaron para ser ejecutadas muchos años después. La segunda guerra, entre 1985 y 1991, dejó casi setecientos muertos en la provincia de Reggio Calabria. En los tiroteos a veces participaban menores, niños soldado. No hablamos de África, sino de Calabria, que en Italia he oído denominar medio en broma, medio muy en serio, Calabria Saudita. Es un agujero negro del Estado, que en algunas zonas tiene soberanía limitada. Esto es también Europa en 2014.

Tras la guerra, los capos comprendieron que era mejor hacer las paces para seguir con los negocios y volcarse en el tráfico de droga. Se creó una especie de comisión provincial, como en la Cosa Nostra, para dirimir conflictos y se establecieron tres grandes territorios con sus jerarquías o mandamenti, de un mar a otro de la punta de la bota: el jónico, el central y el tirrénico. Según Gratteri y Nicaso en 2007 se estimaban unos ciento treinta y un grupos con diez mil afiliados, como mínimo. En relación con la población total la densidad criminal en Calabria de quien tiene algo que ver con la ’Ndrangheta sería de un 27%, frente al 12% de penetración de la Camorra en Campania y el 10% de la Mafia en Sicilia. Sí, efectivamente, estamos hablando de un cuarto de la población, con una mayoría que sufre y lleva como puede esta dictadura criminal. En cuanto a facturación, la ‘Ndrangheta anda en torno a un 3% del producto interior bruto italiano. Como Qatar, para entendernos, o más que algunos países pequeños de la UE.

En los últimos años los clanes han lanzado señales inquietantes cuando se han visto acosados y han atacado las instituciones. En 2005 asesinaron al vicepresidente regional de Calabria, Francesco Fortugno, en Locri. En 2010 pusieron una bomba en la puerta de la Fiscalía de Reggio Calabria y luego dejaron por ahí un bazuca. Al mismo tiempo emerge cada vez con más claridad la total infiltración de la ‘Ndrangheta en el norte del país. Una sentencia histórica de noviembre de 2011 en Milán condenó a ciento diez mafiosos que operaban en la región y al mes siguiente fue arrestado incluso un juez de la capital lombarda. Para Italia ha sido un trauma, pues la mentalidad popular sigue creyendo que las mafias son una cosa del sur y el norte es ajeno a estos fenómenos.

A propósito, me gustaría terminar con una lista. Es la lista de la presencia de clanes de la ’Ndrangheta en España que aporta el periodista y político calabrés Francisco Forgione en su libro Mafia Export, publicado en 2009 y que está traducido al español.

En Madrid:
—Familias Marando y Sergi (de la localidad de Platì).
MaesanoPaviglianitiPangallo (de San Lorenzo, Raghudi, Roccaforte del Greco y Condofuri).
MorabitoBruzzaniti (de Africo).
—Grupo de narcotraficantes de Pannunzi.
—Familias de Jonica reggina.

En Barcelona:
PiromalliMolè (de Gioa Tauro).

En Palma de Mallorca:
—Maesano-Paviglianiti-Pangallo (de San Lorenzo, Raghudi, Roccaforte del Greco y Condofuri).

En Málaga:
Trimboli-Marando-Barbaro (Platì).

En Algeciras:
Cicero (de Belvedere Maritimo).

En Fuengirola:
Canderolo Parrello (de Palmi).

Es una tontería lo de los tres caballeros españoles que llegaron por los mares para importar la mafia en Italia, pero que la mafia italiana ha desembarcado, y desde hace mucho tiempo, en España no es ninguna tontería.

Foto: Cordon Press.
Foto: Cordon Press.

ÚLTIMAS NOTICIAS DE LA MAFIA (junio-julio 2014):

—El amigo y mano derecha de Silvio Berlusconi, cofundador de su partido y exsenador, Marcello Dell’Utri, condenado por sus relaciones con la Mafia, fue por fin extraditado el 13 de junio desde Líbano, adonde había huido, y encarcelado en la prisión de alta seguridad de Parma. En compañía, entre otros, de capos como Totò Riina y el histórico jefe de la Camorra, Francesco Schiavone, alias Sandokan. El 1 de julio se publicó el texto de la sentencia: define a Dell’Utri como «socialmente peligroso» y dice que fue «decisivo» para el acuerdo entre Berlusconi y la Cosa Nostra. Nulas reacciones en Italia.

—Resuelto el caso del asesinato en Niza el pasado mes de mayo de la mujer más rica de Mónaco, Hélène Pastor, y su chófer. No fue la ’Ndrangheta, que se barajó como sospechosa. Ahora parece que es un lío familiar. El 23 de junio fueron arrestadas diecinueve personas, entre ellas su hija y su yerno.

—Después de veinticinco años y más de tres de proceso, por fin una sentencia establece la verdad sobre la muerte del periodista y sociólogo Mauro Rostagno, asesinado el 26 de septiembre de 1988 con cuarenta y seis años: fue la Mafia. Han sido condenados a cadena perpetua el capo Vincenzo Virga y su sicario Vito Mazzara. Era bastante evidente quién había sido, pero las habituales maniobras de despiste y manipulación de pruebas habían impedido establecerlo. Se llegó a fabular sobre una ejecución de sus excamaradas comunistas. Rostagno era un personaje único, que también fundó una comunidad de meditación y un centro de desintoxicación de droga. Se convirtió en un peligro para la Mafia con un programa en una pequeña televisión local de Trapani donde denunciaba sus desmanes.

—El papa Francisco lanzó el 21 de junio una histórica excomunión a los mafiosos y, más explícitamente, a la ’Ndrangheta en una visita a Calabria. A las dos semanas, doscientos presos de esta organización de la cárcel de Larino, en Molise, plantaron la misa. En esos mismos días se creó una gran polémica por el saludo de respeto de un paso de la Virgen a un capo local en una procesión en Oppido Mamertina, un pueblo de Calabria. Se consideraron señales de aviso y desafío al papa. El obispo de la diócesis decidió prohibir días después todas las procesiones. Se ha abierto una fase de tensión, como un tanteo inicial entre Iglesia y mafia, de consecuencias imprevisibles.

—Una operación contra la Camorra revela que en el rodaje de la exitosa serie de televisión Gomorra, emitida este año, se pagó el pizzo (impuesto mafioso) a algunos clanes. En concreto, por el alquiler de la auténtica mansión de un capo, que verdaderamente era ostentosa e inverosímil y en la serie es la casa de uno de los protagonistas.

—Sigue adelante el proceso de la Trattativa, sobre las presuntas negociaciones entre el Estado italiano y la cúpula mafiosa en los noventa. Entre otros, ha pasado a declarar el actual presidente del Senado y exfiscal nacional antimafia, Pietro Grasso. Los fiscales han insistido de nuevo en pedir la comparecencia del presidente de la República, Giorgio Napolitano.

—La Dirección de Investigación Antimafia (DIA) ha informado de que en lo que va de año, hasta mediados de julio se han confiscado bienes de la Mafia, la Camorra y la ‘Ndrangheta por valor de más de dos mil quinientos millones de euros, un récord. La mayoría son de la Mafia siciliana.

—Una gran operación llamada Apocalipsis llevó el 23 de junio al arresto de noventa y cinco mafiosos en Palermo y al desmantelamiento de dos importantes clanes de la ciudad, los de Resuttana y San Lorenzo. El capo de este último resultó ser Girolamo Biondino, de sesenta y cinco años, hermano del chófer de Totò Riina y recién puesto en libertad. Hacía lo posible para pasar inadvertido: parecía un jubilado, se movía en autobús y no iba a comilonas de capos. Pero le han pillado. En la imagen captada por la Policía, siguiendo la tradición, un beso en la boca entre los capos Gregorio Palazzotto y Emilio Pizzurro.

Beso en la boca entre los capos Gregorio Palazzotto y Emilio Pizzurro. Imagen: CN24.
Foto beso mafiosos Operación Apocalipsis CN24.

—Dentro de la operación anterior, una nota increíble: novedades, casi cien años después, sobre el asesinato de Joe Petrosino, el famoso policía de Nueva York enemigo de la Mafia que fue asesinado en Palermo en 1909. En las investigaciones del caso Apocalipsis la Policía grabó una conversación en la que un joven mafioso de veintinueve años, Domenico Palazzotto, presumía de pedigrí y se jactaba de que un tío de su padre, llamado Paolo Palazzotto, fue el asesino de Petrosino, siguiendo órdenes del gran capo Vito Cascio Ferro. Obviamente puede estar hablando por hablar, pero desde luego ambos fueron acusados en su día y absueltos por falta de pruebas.

—En un intento de probar suerte con las nuevas técnicas científicas, la Fiscalía de Caltanissetta ha emprendido análisis de ADN del maletín del magistrado Paolo Borselino, asesinado el 19 de julio de 1992, en busca de posibles pistas sobre quién se llevó de allí la famosa agenda roja con sus secretos el día del atentado.

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13 Comments

  1. Pingback: Crónicas de la Mafia .Ndrangheta

  2. Interesantísimo, como siempre.

  3. Isaías

    Impagable. No sé si muchos lectores son conscientes del alcance y la calidad del trabajo de Íñigo Domínguez

  4. Joseph

    Diablos, pero si la mafia está en todos lados.
    Como he podido vivir tan inconscientemente.
    Ahora tengo miedo de salir de casa.

    Esperando por la séptima entrega.

  5. Enhorabuena Iñigo por este gran trabajo…..no lei todas las entregas que ya hay publicadas(y pienso tambien adquirir el Libro) pero se leeran!

    esperando otra entrega!!

  6. Mookie

    Grandísimo trabajo en estos artículos. Enhorabuena!

  7. MIGUEL

    ¿Para cuando un artículo, con la calidad de estos ya publicados, sobre SACRA CORONA UNITA? Enhorabuena por tu libro, estos artículos y por tu blog.

  8. Todo ese rollo seudoreigioso es escalofriante. Las películas que se montan para no pensar en lo que verdaderamente son: traficantes de droga, criminales y asesinos Siempre he tenido curiosidad de si alguno de ellos se lo plantea ¿Será consciente alguno de que lo que hace es lo más inmoral que puede hacer una persona, que no hay motivo de orgullo ni honor de ningún tipo en ello? La única redención sería el arrepentimiento y colaborar con las autoridades, pero como bien dice Íñigo, los lazos de sangre les impiden hacerlo.

  9. Pablo

    Excelente, bueno bueno muy bueno!
    Tenes alguna lectura para comendar sobre la masoneria y las mafias, o la masoneria?
    Saludos!

  10. pablo 2

    Por curiosidad, ¿qué sabe usted del clan Mazzaferro Ursino Aquino? Un italiano detenido en Republica Dominicana era uno de sus jefes y además, parece, estuvo en contacto con Pannunzi antes de que lo agarrasen en Bogotá. Gracias

  11. De ida y vuelta

    Excelente artículo, documentadísimo y riguroso. Un modelo de buena investigación y muy bien escrito.
    Solo una observación personal: dice que «Es una tontería lo de los tres caballeros españoles» y si se refiere a que no tiene un fundamento histórico cierto, es verdad. Pero en otro sentido no es ninguna tontería: es una tradición viva en los códigos de la ’Ndrangheta la evocación de esos tres caballeros españoles (los legendarios Osso, Mastrosso y Carcagnosso) que se instalan en la isla de Favignana y desde allí parten para fundar las mafias: el primero la Cosa Nostra en Sicilia, el segundo la ’Ndrangheta en Calabria, y el tercero la Camorra en la Campania. Es una leyenda, sí, pero viva y presente hasta hoy en la mitología y en los ritos de la mafia.

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