Mientras se apaga la grabadora y apurando un vino tinto se define solito: «Soy siempre optimista, positivo. En cambio Shaki a veces cree que siendo tan felices, teniéndolo en teoría todo, algo malo está por llegar. Yo simplemente no lo veo de esa manera». Gerard Piqué es así. Anda un poco preocupado porque su madre (directora del Instituto Guttman) está «tiesa» últimamente con dolores de espalda. Está muy apegado a su familia. Conserva amigos de la infancia con los que una vez al año se va de viaje. Él paga, que puede. Le encanta contar que la abuela Lina no tenía ni idea de quién era Shakira cuando se la presentó. Se ríe alto, con la boca bien abierta. Se toca el pelo y se lo recoloca cuando le hacen fotos con la naturalidad del presumido. Usa el tono cansino de los futbolistas cuando una pregunta le aburre e intenta poner el piloto automático, disimula lo justo y parece medir siempre lo que dice aunque aparentemente se le vea relajado. Es de esos que no se deja llevar. Hace lo que quiere y dice lo que quiere y hasta el momento no le ha ido mal. Es Gerard Piqué. Básicamente, un tipo feliz.
¿Para cuándo tiene pensado ser presidente del Barça? Porque, en fin, ahora no parece un mal momento con todo lo que está pasando.
Está de broma, claro. Un poco de calma. Tengo solo veintiséis años. Me quedan al menos diez de fútbol, pero sí, vaya lío que hay montado, la verdad. Este club es increíble.
¿Pero dice en serio lo de que quiere ser presidente del Barcelona?
Sí, pero queda mucho por delante. Cuando tenía diez años quería ser jugador de fútbol y lo he conseguido, así que ya veremos.
¿Siempre consigue lo que quiere?
Por ahora sí.
¿Y por qué le haría ilusión ser presidente?
Porque es mi club, porque lo llevo dentro, porque en mi familia, por ejemplo, mi abuelo ha sido directivo, vicepresidente, he mamado el Barça desde pequeño. Me encanta el fútbol, ahora es lo primero, pero también me gustan otras cosas, como llevar una empresa. Y el Fútbol Club Barcelona en ese sentido debe de ser apasionante.
Ha cumplido su sueño de niño, es futbolista. Además, es millonario. Tiene una mujer con más éxito en su profesión incluso que usted, un hijo cuando ha decidido tenerlo. Vamos, que parece tenerlo todo. ¿Es así?
No sé si lo tengo todo. No me lo he planteado de esa manera. Sé que soy feliz, que siempre he sido un privilegiado, lo que quería lo he tenido, pero también porque me lo he currado. Sé que a estas alturas de mi vida puedo decir que soy feliz y eso me vale. Es lo que me vale.
Hacerle a usted un regalo debe de ser difícil. ¿Qué se le regala a alguien que parece tenerlo todo?
No soy complicado, y lo de los regalos no es una cuestión económica. Son los detalles los que te emocionan. Hace poco, por ejemplo, mis padres me regalaron un cuadro con medallas que había conseguido. Las de la Eurocopa, el Mundial… Me hizo una gran ilusión. Lo pondré en mi despacho.
¿Quién le pone los pies en el suelo?
Mis padres. Siempre les recuerdo trabajando, cada uno en lo suyo. Se lo han currado para estar donde están y para mí son un ejemplo.
¿Estar separado de ellos, con diecisiete años, fue lo más difícil cuando se fue a vivir a Manchester?
Sin duda. Fue duro. Sobre todo los primeros seis meses. Y encima mi nivel de inglés no era muy bueno. Había estado dos veranos antes un mes estudiando en Irlanda y otro en Canadá. También di clases en el colegio, pero no tenía un buen nivel como para sentirme cómodo nada más aterrizar. Me defendía, sin más. Si no dominas un idioma no puedes de ninguna manera sentirte cómodo, es básico.
Al llegar a Manchester estuvo viviendo un año con una familia de acogida: Linda y Tony. ¿Qué recuerda?
Hasta que cumplí dieciocho no podía vivir solo. Fue muy extraño pasar de mi casa en Barcelona, mi familia, mis amigos, a Manchester donde todo me parecía raro porque era nuevo. Linda y Tony fueron en todo momento encantadores, pero las costumbres, la cultura…¡Qué se yo! Todo era distinto y yo era un chaval. ¡A las seis de la tarde se cenaba! Me acuerdo de un pastel de limón caliente que colocaron en la mesa el primer día en plan bienvenida. Yo no soy de postres ni de dulces y, en fin, casi vomité porque hice el esfuerzo de comérmelo por no quedar mal. Pero al final te vas acostumbrando, te curtes, tengo la sensación de que me hice mayor en Manchester. Me marché como un niño y volví hecho un hombre. Esa es la sensación siempre que pienso en esa etapa, la de crecer.
Una curiosidad: con su inglés de andar por casa ¿cómo podía entender a Ferguson? Porque con su acento escocés no parece nada fácil.
Pues mal, mal. Hay que tener un nivel de inglés para relacionarte con los ingleses y otro mucho más avanzado para relacionarte con Sir Alex. Al ser escocés, y que también tiene un acento muy cerrado y habla rápido, era complicadísimo. En las charlas al principio me perdía, esa es la verdad.
Días antes de fichar por el United tuvo una cena con Ferguson y con sus padres y les convenció. Entonces, ¿había un intérprete?
Estaba Arturo Canales, mi agente desde que era un crío, y su nivel de inglés es muy bueno. Pero de esa cena, que yo tenía dieciséis años, lo que me ha quedado es lo grande que es Sir Alex. Yo era un proyecto muy verde, él seguro que tenía miles como yo y se tomó la molestia de cenar con nosotros. Es el otro lado de Sir Alex que pude conocer, que tuve la suerte de conocer. Y además hizo el esfuerzo de hablar lento, que le aseguro que viniendo de él, supuso un esfuerzo.
¿Qué nivel de estudios tiene usted? ¿Dónde se quedó?
Hice primero de Bachillerato, con dieciséis-diecisiete años, y cuando acabé me fui a Inglaterra, donde ya solo hice cursos de inglés para adaptarme lo más rápido posible.
¿Es algo de lo que se arrepiente? ¿Le gustaría haber seguido estudiando, tener una carrera universitaria?
Cuando miro para atrás creo que no lo he hecho mal, no me arrepiento, no. No digo que tener estudios no sea importante, me refiero a que al final en la vida lo que debes hacer es sacrificarte por lo que quieres. No sé cómo explicarlo… Esforzarse. No sé si recordaría a estas alturas lo que hubiera estudiado de adolescente. Tengo amigos con carrera que no se acuerdan y que me cuentan que tienen, o han tenido, la sensación de que van a aprovechar muy poco lo que han estudiado. Yo he tenido disciplina, sabía lo que quería y fui a por ello. No me preocupa no haber hecho segundo de Bachillerato, o una carrera, no es algo que me eche en cara. Después he estudiado en ESADE, Economía de Empresas. Me interesaba y lo hice. Era práctico.
Volviendo a Ferguson, que hasta le prohibió llevar botas amarillas porque era supersticioso, por ejemplo. ¿Sigue en contacto con él?
Sí. Hablamos de vez en cuando, hace poco me llamó. Es un mito. Ha estado treinta años, que ya es decir, en el United y hasta que no le conoces no entiendes cómo ha podido estar tanto tiempo. Era mucho más que el entrenador. Era el padrino, el padre de familia y a partir de ahí se construía todo. No había nada que él no controlara.
Por su experiencia, ¿ve imposible un Ferguson en España?
Sí. Absolutamente.
¿Por qué?
Por la cultura. Es como lo que sucede en los estadios. Cuando los equipos no van bien la gente sigue animando y lo raro es que no se llenen. Ven, perdón, viven, el fútbol de una manera distinta. Para ellos es un espectáculo. El fútbol es un placer, van dos horas a ver un espectáculo, una performance y lo disfrutan. En España en cambio es muy distinto. El aficionado es mucho más sufridor, expresa también su desencanto. Otro ejemplo es Wenger, que lleva años sin ganar un título. Aquí es impensable. Es una cuestión de cultura, para empezar, y después tampoco hay paciencia.
Usted siempre ha hablado bien de Cristiano Ronaldo, con el que coincidió en el Manchester United. ¿Han hablado últimamente? ¿Tiene su teléfono?
No, me he cambiado varias veces de número, igual que él, supongo, pero si siempre hablo bien de Cristiano es porque me gusta. La gente saca conclusiones por gestos o comentarios, sin conocer. Y también tengo que decir que él ha cambiado un poco últimamente por lo que veo, pero a mí es un tío que me cae bien y que me ayudó mucho cuando aterricé en el United.
De un monstruo a otro. Conoce a Leo Messi desde que eran niños y jugaban en la categoría de cadetes del Barça. ¿Recuerda la primera vez que le vio?
No, de un primer día no. Sí tengo el recuerdo de que en los primeros meses no se integraba mucho, se sentaba aparte en el vestuario. El resto del equipo ya nos conocíamos desde hacía años y él acababa de llegar ya no de otro país, sino de otro continente. Casi no hablaba, era muy tímido y se tomó su tiempo. Supongo que necesitaba su espacio.
Y eso que cuentan todos los que le conocieron por entonces de que ya se le veía diferente, ¿es cierto o forma parte de la leyenda?
No, no. No nos lo inventamos. Tenía un talento especial. Me acuerdo de Rodolf Borrell, Rodo, nuestro entrenador y siempre lo cuento porque es de las cosas que se te quedan grabadas. Nos pedía por favor que no le hiciéramos daño. ¡Pero si no llegábamos! Aunque quisiéramos darle no le podíamos pillar. Con lo pequeño que era. Yo le sacaba una barbaridad de estatura, él era muy bajito, pero tenía un talento brutal. Lo fácil que se movía, cómo te driblaba.
En el debate que está tan de moda ahora sobre si es mejor Cristiano o Messi usted es de Messi, ya lo ha dicho. ¿Por qué? Deme argumentos futbolísticos.
Uff… Argumentos… Son más percepciones que argumentos. Cada uno tendrá las suyas. Cristiano es una máquina perfecta, un trabajador nato que siempre quiere mejorar. Te puede chutar de derecha, de izquierda, faltas, penaltis, de cabeza. Sería el jugador perfecto. Es el primero que es superexigente consigo mismo. En el United ya era así, era un jugador que se quería comer el mundo y lo más sorprendente de él, lo que más valoro yo, es que con veintiocho años y después de que Leo le haya ganado cuatro Balones de Oro y quedar relegado durante un tiempo haya tenido la capacidad de ser resistente. Resistente de cabeza. Me alegro de que haya ganado el Balón de Oro. Se lo merece por su trayectoria, pero Leo es distinto, es un talento innato… Quizá no es tan obsesivo ni tan trabajador como Cristiano, pero cuando coge el balón es como si todos los demás nos paráramos, en plan cámara lenta, se lo juro.
¿Como en los dibujos animados?
Sí. Ves que viene, que viene, que te lo va a hacer, pero no hay manera de quitarle el balón. Es un genio. Y luego la definición que tiene. Dentro del área es el mejor jugador del mundo con diferencia. Es un 9 nato en ese sentido. Chuta y es imparable. Y tiene otras cualidades además, te puede dar el balón desde más atrás, la forma en que se asocia. Es que lo tiene todo.
Los entendidos dicen que Messi se podrá adaptar mejor al paso del tiempo, retrasando incluso su posición, mientras que Cristiano lo apuesta todo a su físico y sufrirá más. ¿Está de acuerdo?
Está claro que Cristiano es muy físico, sí, pero Messi también. Ahora mismo, al primer nivel, el físico es mucho. No puedes vivir solo del talento. Leo, por mucho que parezca que tira del talento, no es así. Tiene un culo así de grande (lo mide haciendo el gesto con las manos abiertas), durísimo, unas patas muy fuertes, un tren inferior muy desarrollado que hace que sea muy potente. Mire el último gol al Getafe por ejemplo, cómo arranca y consigue un golarro. Son jugadores que ahora son imparables pero que en el momento en el que el físico se les vaya sí que sufrirán más. Los dos. No puede ser de otra manera.
¿Le sorprendió la reacción de Cristiano cuando le dieron el Balón de Oro, que se echara a llorar?
Pues no. Sorprendió igual al mundo y a quien no lo conozca, a mí no. Es más, no solo no me sorprendió, sino que me gustó. Tiene esa fama de durillo, de estar por encima del bien y del mal y fue bueno que le saliera esa reacción. Le importaba de verdad, había sufrido y le salió. Me gustó.
Al que también conoce desde niño es a Cesc Fàbregas, que estaba con usted y Messi en las categorías inferiores. De hecho, la Champions de Rijkaard usted y su familia la pudieron disfrutar en el campo gracias a él, ¿no?
¡Osti! Mi padre sí. Cesc estaba en el Arsenal y nos consiguió entradas. Mi padre lo vio con aficionados del Arsenal. Mi hermano Marc y yo no recuerdo exactamente… Creo que las entradas nos las consiguió Nike y estábamos en un sitio neutral, de invitados, todos muy trajeados y bien puestos y nosotros tiradísimos, ¡pero nos lo pasamos tan bien! La anterior con Cruyff la había visto en la tele y en la de París yo estaba convencidísimo de que ganábamos.
¿De que entrenador ha aprendido más?
De Pep Guardiola, sin duda. Es el número uno como entrenador.
¿Qué le enseñó?
A entender más el fútbol. Los entrenadores te indican si tienes que hacer una cosa o la otra, si tienes que bascular o debes colocarte aquí o allá. Pep te explicaba por qué lo tenías que hacer, el motivo. Pep me ayudó a entender más este deporte. Es algo que no puedo olvidar. Es el mejor.
Al ser Guardiola tan obsesivo, al vivirlo todo de forma tan intensa, ¿era imposible que estuviera más tiempo en el Barça? Aquella frase que dijo cuando se marchó, «nos haremos daño». ¿Lo entendió usted así, como un desgaste mutuo?
Él ya lo dijo, que lo había dado todo y que se había vaciado. Lo vivía las veinticuatro horas y eso desgasta.
¿El equipo estaba desgastado también en la relación con él?
Es que es una decisión personal, igual que ahora la de Sandro. Nunca han sido nuestras decisiones, han sido la suyas.
Esa leyenda urbana, ese rumor, de que uno de los motivos por los que Guardiola se marchó fue porque pidió que le echaran a usted. ¿Le ha llegado?
Sí, claro que lo he oído, pero esto habrá que preguntárselo a él.
¿A usted le consta o le parece verosímil?
Nunca se me dijo. No sé si es cierto o no.
¿Cómo fue su relación con Guardiola al final?
Fue una relación… Pues como es él. Muy intensa. Durante los cuatro años aprendí muchísimo y creo que es el número uno, ya lo he dicho y lo digo de veras. Luego sí que es verdad que tuvimos nuestros más y nuestros menos… pero no quiero entrar en detalles. Me quedo con las cosas buenas, que son muchas. A todos nos dejó un legado, una manera de entender el fútbol que aún mantenemos y que le ha hecho mucho bien al club, al Barça.
Se va Guardiola, llega Tito y el tremendo palo de su recaída del cáncer. ¿Cómo les afectó?
Mucho. Ya no hablas de nada deportivo, sino de una enfermedad. Creo que otro vestuario no lo habría soportado. Tuvimos la suerte de tener un vestuario muy maduro. Lo aguantamos como pudimos e intentamos llevarlo de la manera más natural posible, porque, básicamente, no había otra manera de llevarlo. ¿Qué vas a hacer? No está en tu mano. Tito recayó además en el momento que estaba disfrutando más, cuando estábamos más finos, veníamos de ganar del campo del Levante 0-4, de partidos muy buenos. Se le veía feliz. Fue muy triste, un golpe muy duro.
¿Ha hablado con él últimamente?
Sí. Él siempre optimista, que sigamos… No sé. Siempre quedará la liga de los cien puntos, que a pesar de que no estuvo con nosotros todo el año la siento como muy suya.
Hilando con lo que acaba de decir, que otro vestuario no lo hubiera soportado. Cruyff, en una de sus míticas frases, afirmó que los éxitos del Dream Team se debieron en gran parte a que en el equipo había jugadores inteligentes. ¿Era el caso también del Barça de Pep? Al fin y al cabo es el de ahora, también.
Perdona, antes de que te conteste, pero me acabo de acordar. Es que es lo mejor que le he oído a Cruyff. Fue en su primer partido con la selección catalana y siempre lo recordaré. En la charla previa al partido nos dijo: «Chutad, que a la gente le gusta». ¡Jajaja! ¡Es una gran frase! «Aunque sea a la tercera gradería, pero chutad, que a la gente le gusta». Sobre lo otro, al final desde que se va Pep hemos pasado varios golpes duros. Lo de Tito, Abidal… El récord de cincuenta y nueve semanas siendo líderes ha sucedido durante todo ese proceso así que tiene más valor si cabe. Se apreciará más cuando nos retiremos todos. Eso es lo que creo.
Entre unas cosas y otras el Tata Martino debe de estar muy sorprendido, por decirlo de una manera elegante.
Sí, ¡menudo viaje! Sí que es verdad que en los primeros días le veía un poco con la sensación de ¿en qué club me he metido? Pero le considero una persona muy inteligente, que vive el fútbol y que se nota que ha estado en vestuarios ya no solamente como entrenador, sino como jugador. No se alarma a la mínima. No sé, es un entrenador que tiene criterio, sensato, que puede.
¿Ha perdido brillantez el Barça? ¿Le molesta que se diga?
Es que hemos estado en la excelencia. Algunos incluso dijeron que éramos el mejor equipo de la historia y cuando llegas a ese punto lo único que puedes ir es para abajo, pero seguimos a un nivel muy alto.
Vale, vamos a intentarlo de nuevo. ¿A usted le parece que el Barça ha perdido brillantez?
No. Se han cambiado conceptos. Es un equipo que estaba muy trabajado en la época de Pep y luego pasamos por un momento en que dejamos de tener entrenador, literalmente, no porque el entrenador dejara de trabajar, sino porque pasó lo de Tito. Una máquina que cada día no trabaja todos los mecanismos, todos los matices, que no se engrasa, se va echando polvo encima. El Tata en ese sentido es el que está desempolvando. Así lo siento.
¿Cuál es la última broma que ha hecho en el vestuario?
Ya no hago tantas como antes. Día sí y día también le desinflábamos las ruedas a Pepe Costa, por ejemplo, pero ya no… Se acabó el tema de ser el gracioso. ¡Me habré hecho mayor!
¿Tiene usted la sensación de que disgusta a todo aquel que no sea del Barça?
Puedo llegar a caer mal, lo sé, pero ojalá solo caiga mal en el terreno deportivo, desde una rivalidad deportiva, porque nunca he pretendido ser faltón.
Perdóneme que se lo recuerde, pero en la primera celebración con el Barça usted cantó «Boti, boti, madridista el que no boti».
Pero fue… totalmente deportivo. Es la rivalidad deportiva. Siempre he sido muy culé y lo he vivido de una manera. Si me he equivocado, pido disculpas. No era mi intención.
¿Qué ha sido de su amigo «el de los cuadros»?
Acaba de abrir un restaurante en la Diagonal. Le va bien, pero vamos, entonces se traumatizó y todo [Risas]. Estaba en Ibiza y no quería volver a Barcelona porque pensaba que iba a haber periodistas en el aeropuerto o algo. Ya le dije que tranquilo, que no era para tanto.
Siempre ha controlado mucho todo lo relacionado con lo que aparece en los medios sobre su relación con Shakira. La primera imagen de los dos juntos la subió usted en las redes sociales, como lo están haciendo ahora con su hijo Milan. Es una cuestión premeditada. ¿Qué les ha llevado a hacerlo así y no de otro modo?
Por a o por b nuestro niño tiene la suerte o la mala suerte de tener los padres que tiene, y preferimos no tener a un montón de paparazzis en la puerta de casa. Colgamos sus imágenes, las hacemos públicas porque así las fotografías pierden valor y podemos vivir con mayor naturalidad. ¿Que cuánto me han llegado a ofrecer por una foto? Ni lo pregunté. Nunca me interesó.
¿Qué música le ha enseñado Shakira?
El otro día, por ejemplo, fuimos al concierto de Depeche Mode, que no es que no les conociera, pero había canciones que había escuchado mil veces y no sabía que fueran suyas. Shaki me ha enseñado sobre todo mucha música de los ochenta, como The Cure y The Cranberries, que a ella le encantan.
Si miro su iPod o el teléfono, ¿qué canción está escuchando últimamente?
A ver que lo mire… De las que más escucho… «Creep», de Radiohead, es mi preferida últimamente.
Hasta que conoció a Shakira en sus relaciones el famoso era usted. Fuera del ámbito del fútbol no tenían por qué conocerle. ¿Cómo reaccionó?
Sí, es cierto. En Estados Unidos por ejemplo no me conocía nadie. Es acostumbrarse. No escoges de quién te enamoras. Con Shaki todo ha ido siempre sobre ruedas. A pesar de las dificultades que puede tener una relación así, porque ella viajaba mucho y yo también, siempre lo hemos llevado bien. Siempre he tenido la sensación de disfrutarlo. Es difícil salir de casa y que haya gente, fotógrafos, pero te acostumbras, te adaptas. No es lo más agradable, pero me quedo con lo bueno y no me paro en lo demás. Al fin y al cabo no es tan grave.
¿Sabe usted cuánto dinero exactamente tiene en el banco?
Sí. Más o menos. No exacto, pero sí.
Así que los millonarios que no se tienen que preocupar por el dinero también miran.
En mi caso no es saber cuánto tengo. Es que me gusta ver y controlar. Tengo varias empresas, además. La que más tiempo me absorbe es Golden Manager y me fascina. Me gusta ir al despacho, hay veintiséis personas trabajando allí. Entre ellos mi hermano y uno de mis mejores amigos de infancia, Albert Pedret.
¿Tiene amigos en el paro?
Sí. Y se mueven como pueden. Algunos cobrando en b, por cierto.
¿Se considera usted una persona informada?
Sí. Claro que me entero de lo que pasa. El otro día antes del partido ante el Málaga hablaba con Mascherano de la situación también que tienen en Argentina. Nos damos cuenta de lo que sucede, igual no todos dentro del vestuario porque hay algunos que tienen sus cosas en la cabeza, también es verdad, pero sí que tengo la intención de informarme. No suelo comprar periódicos, eso es cierto, tiro mucho de internet.
Entre sus hobbies está el póquer. Ha participado en varios torneos. ¿Qué tiene el póquer?
Números. Es matemáticas más competitividad. Son probabilidades y me apasiona, me gusta mucho. La gente se confunde con el póquer, tiene muy mala fama. No son apuestas, ruletas o casino, es un juego de cartas. ¿Que la gente es rarita y llevan gafas y gorros? Sí, bueno, como los programadores que trabajan en mi empresa, que según para quién son raritos. Tienen un don, es su especialidad, viven un poco en su mundo, vale, pero me parecen interesantes.
Usted sabía que iba a salir a la luz pública que jugaba al póquer. Si participaba en torneos era simple cuestión de tiempo. Y no le importó. ¿Por qué?
Siempre he intentado hacer todo lo que he querido y lo que me ha gustado. Es complicado porque aquí todo el mundo tiene una opinión y no duda en decírtela, pero si estoy convencido de que lo que hago no tiene ninguna repercusión en lo que a rendimiento se refiere le aseguro que lo haré. Sé que habrá gente que no lo acepte, que me va a criticar o a penalizar, pero no voy a vivir una vida privándome de cosas que sé que no me hacen ningún daño y que me gustan. Al final solo tenemos una vida. Solo tendré veintiséis años una vez. Luego me haré mayor y tendré los niños más grandes y entonces ya no podré ni querré quizás tampoco.
¿Es usted bueno?
Los tres o cuatro torneos que he jugado he entrado dentro de los premios, pero no lo vivo así. Es que me gusta. Me fijo en algunos como Phil Ivey, Daniel Negreanu e incluso tuve la suerte de poder conocer a Jason Mercier, que es un tipo muy interesante. ¡Qué sé yo! Todo el mundo tiene hobbies. A mí me gustan todos los deportes también, sobre todo baloncesto y balonmano. Será raro si Milan no se interesa por algún deporte, aunque como Shakira se lo lleva siempre al estudio de grabación la música seguro que también estará muy presente en su vida. También estoy enganchado a varias series de televisión. Me he quedado a medias con la tercera de Homeland, por ejemplo.
¡Pero si ya se ha terminado!
Pues no me lo cuente. Yo es que me la compro y no ha salido aún. Pero vamos, estoy con varias: Breaking Bad, The Walking Dead, The Blacklist. ¿Al cine? Estoy deseando ir a ver El Lobo de Wall Street. En versión original, eso sí. Una de las cosas que Shaki me ha enseñado es la importancia de ver películas y series en versión original, antes no lo hacía. Somos de los pocos países que se dobla todo, así no aprenderemos inglés nunca. Shaki está obsesionada con hablar a Milan en inglés. Acaba de cumplir un año y le hablamos en tres idiomas: En español, en catalán y en inglés.
¿Se atreve usted a dar su opinión política?
Es imposible opinar sobre política, nos utilizan. No tiene ningún sentido que lo intente, y claro que la tengo. Para un lado o para otro te van a usar como cabeza de turco. Me limito a hacer mi trabajo, que para eso me pagan. Es evidente que cada uno tiene su opinión y no puedes renunciar ni a lo que eres ni a lo que sientes, pero estamos en un mundo en el que la opinión no es aceptada. Es un extremo u otro. Los hay moderados, pero son los menos. La mayoría es «o piensas como yo o te crujo».
Pues vaya panorama.
Mi trabajo es jugar para mi club y mi selección. Nada más. El deporte no se debería mezclar con la política. Cuando sucede eso es porque lo quieren mezclar ellos.
¿Quiénes son ellos?
Los políticos. El deporte debería estar limpio. ¿En qué tiene que relacionarse? En el tema España-Catalunya estamos en un punto en el que o lo solucionamos ya o no hay marcha atrás. Veo a la gente quemada tanto en un lado como en el otro y hay poca confianza en los políticos. No creo que vaya a ser fácil, pero espero que se solucione.
¿Cómo?
Ojalá lo supiera.
Fotografía: Alberto Gamazo
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La pregunta sobre la carrera universitaria… a alguien que en un año gana más de lo que ganarán muchos licenciados en toda su vida: SOBRA.
Ya contesto yo la verdadera respuesta: para que la quiero??
Venga Piqué, sácate una licenciatura que si no vas a parecer un fracasado.
Bueno, pues bastante poco que decir tenía el hombre. Eso sí, se le ve buen tipo y con poco ego a pesar de haber triunfado tan joven.
Bueh, diez minutos de mi vida que ya no recuperaré, si es que quién me mandará.
No sé si por lo previsiblemente anodino del personaje o lo aterradoramente cándido de la entrevistadora, pero las fotos resaltan aún más que de costumbre. Cuando este chico tiene el día, que es a menudo, pasan cosas.
Si abre la boca, porque la abre.
Si no la abre, anodino.
Todo bien.
Hombre, si alguien critica a un entrevistado de Jot Down por abrir la boca, o no sabe lo que es Jot Down o sus padres son mellizos.
ein?
Futbolista con condiciones para ser un central de epoca que se esta quedando a media camino.
Una entrevista y unas fotos fantásticas. Enhorabuena.
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Dice que todo lo consiguió con esfuerzo, que está informado, que es feliz porque tiene todo lo que ha querido… no te jode, si naces en una familia de la burguesía catalana cualquiera está en capacidad de tener todo lo que quiera y tal.
Toca un poco las narices que este niño pijo que vio la final de la champions porque le invitó nike venga a definirse como un humilde trabajador… todo bien con la ingenuidad pero un poco cansado de la candidez pijorra.
Perdone,¿me puede decir usted usted cuantos jovenes de la «burguesia catalana» han jugado en dos de los mejores equipos de Europa ,han ganado titulos continentales y una copa del mundo?Algo se debe de haber currado; digo yo.
¡¡A claro!! a usted le gustan las historias Disney de niños pobres , de las favelas que después triunfan en el deporte,que bonito….
¿Envidia?
Él mismo reconoce que es un privilegiado. Hay mucha gente que se lo trabaja y se esfuerza tanto o más que él (en el deporte, en los estudios, en el trabajo, en lo que sea) y no lo consigue. Pero está claro que si no te lo curras no lo consigues, ni privilegios ni hostias.
Juan Roig, el presidente de Mercadona, o Botín, el del Santander son dos empresarios de éxito que cuando comenzaron no tenían más que una idea… y una fortuna heredada de sus padres, claro. Pero aun así hay que valer. Mira sino a Paco Roig o Mario Conde.
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No es siempre así, algunos lo han hecho y se han comprometido públicamente, bien con la izquierda http://deporadictos.com/futbolistas-de-izquierdas-compromiso-en-el-cesped/ o incluso con la derecha http://deporadictos.com/sin-miedo-a-expresar-sus-ideas-politicas/
Me hace gracias que se hable de gente que confiesa ser de derechas y lo que son es fascistas: fascismo=socialismo exacerbado identitario. Nada más lejos de la derecha que el fascismo.
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MEnudas fotografías, bastante mejores de lo habitual. Que no es que sean malas, pero estas son sensiblemente mejores.
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Este chico ha nacido para jugar en el RM. Lo poco que le he visto parece bueno. Es el sustituto naturalde Pepe.
De Pepe el del pisotón?
El que echa mocos al rival en los corners, patea contrarios y provoca a la grada rival. No conozco a otro Pepe.
Y Zubiría, Alexancoy Mascherano son unos benditos, todo bonhomía, ¿verdad?
Te ha dolido la canasta de LLull, ¿eh?
Estirarás la pata viendo al Madrid muy por encima.
Nuestros números son inalcanzables. Ánimo.
Gerard, el City nos va a dejar el culo como la bandera de Japon, con estos ya no sirve tener mejores y mas caros jugadores porque resulta que, oh sorpresa, estos cabrones también tienen el dinero por castigo.
Se acabó lo de cumplir jugando a medio gas geri!
Al loro!
Pues puede ser que el City gane, y puede ser que no. De momento no cambio lo que me ha hecho disfrutar este Barcelona por mas títulos, pero la gente se acostumbra rápido a lo bueno.
¿¿¿Y lo de jugar a medio gas??? Alguien medianamente inteligente piensa que jugando a medio gas se puede ganar una Eurocopa, un mundial, dos copas de Europa con el Barcelona y otra con el MU además de varias ligas y copas del rey?? Hombre por favor…
Hombre, The Cranberries son más de los 90…
Pingback: Anónimo
Entrevista anodina, no sé si por culpa de Piqué o del entrevistador.
Ya se ha comentado, pero FOTAZAS.
De los pocos que hablan y sin decir demasiado sabes que es un tipo sensato (compararlo con Dani Alves, por ejemplo, y parece Habermas).
Se le nota que ha perdido el hambre, algo comprensible. Si lo mantuviera tiene condiciones para ser el mejor central de la historia del fútbol español.
¿Alves? Al lado de Piqué es Einstein.
Y al lado del defraudador Messi ni le cuento.
También te digo, Messi será defraudador, pero ha pagado…A ver cuantos nacionales lo han hecho…
¿Lo ha pagado todo? Se nota que es de buen conformar.
¿Nacionalista?
¿Y lo de Neymar? Apesta a la casa de los Pujol, escolt-him
A ver como paga FP ese estadio de 400kilos que propone a sus burrosocios que a todo dicen que sí. Como investiguen los 36kilos que costó Coentrao nos vamos a reir (Altinthop en el lote, toma castaña)
Rosell se fuga, Messi defraudando, Bartomeu dice que lo harían todo igual (fichaje Neymar) y echa la culpa a los rivales deportivos (?), los socios encantados con que los engañen…
Definitivamente más que un club.
Lo que me estoy riendo.
Olga Bitches! Como se te estrañaba por aqui corason!!!
¡Gracias, pitiminí!
Oye, que me comunican por el pinganillo que el Barsa, pese a que su presi declaró hace sólo tres días que hubieran fichado a Neymar de la misma manera que lo hicieron, van a soltar los 9 millones de euros que han defraudado a Hacienda. Que se sepa.
Y la masa social culé tragando calçot, tú,
Un «Vivan las caenas» a la catalana.
(Así estan, todo el día encadenados:)
A mí plim porque soy der Betis!
Bien. Es mi segundo equipo.
¿Y cómo tú por aquí, miarma?
Voi apareciendo como los cometas y es que recien se me censura un huevo.
Una persona bastante sensata que para ser futbolista no es poco. Enhorabuena.
¿Qué entiende usted por sensatez?
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Valla que para no gustarle barsa esta muy bien informada, debería criticar menos que eso solo demuestra interés ( o envidia), los que son buenos lo son y por lo general levantan este tipo de comentarios de gente como usted. Ah y lea con un diccionario en la mano por si no entiende el significado de mis palabras (sensatez). Olga Vilches