Si vis pacem, para bellum
Cuando el marido de Isabelle Huppert, en Un asunto de mujeres (1988, Claude Chabrol), pregunta qué es lo que hace durante el día, a qué vienen esas visitas, tantas mujeres, algunas adineradas, otras no tanto; esta responde que se trata de un affaire de femmes. La ley del aborto, en cambio, parece ser un asunto de hombres, un asunto social, un asunto —casi— clerical. Pero no voy a empezar, digamos, desde arriba: volvamos a la película.
Francia está ocupada, años de la Segunda Guerra Mundial. La vecina de Marie Latour (Isabelle Huppert) quiere interrumpir su embarazo y le pide ayuda. Marie la ayuda, y pocos días después recibe su recompensa —un regalo sobre la mesa, en agradecimiento—. A partir de aquel momento, entre violaciones y maridos en el frente, muchas mujeres requieren las atenciones de Marie, que no duda en prestar sus servicios: se convierte en una experta de abortos clandestinos, usando solamente una sonda. De diferentes clases sociales y niveles económicos, las mujeres se acercan a Marie, que ve estabilizarse su economía y su estatus. Aunque todas las clientas piensan que se trata de algo inmoral y desagradable, los motivos que tienen cada una de ellas son válidos para Marie, que no se cuestiona nada en absoluto. De la misma manera que la joven de Cuatro meses, tres semanas, un día (2007, Cristian Mungiu) tampoco se plantea si está bien o está mal; lo único que le preocupa es que no puede ser, que no debe, que no lo desea. Basta. No necesitan nada más. Ni siquiera si ha pasado el tiempo que delimita la vida de la no vida, el crimen del no crimen. Gabita quiere abortar en una Rumanía prohibitiva, y busca su propia Marie Latour: alguien que no pregunta, que le facilita las cosas.
Entonces, bien: ¿prohibir el aborto, restringirlo, limitar la libertad de la mujer, sirve para que se aborte menos? No: sirve para que se aborte peor. Si de lo que se trata es de ponerlo más difícil, lo único que se consigue es que sea más mortal. Ni las mujeres de la Francia ocupada ni las adolescentes de la Rumanía comunista se plantean tener un hijo, lo único que buscan es la manera de deshacerse de la maternidad cuanto antes, y lo peor: como sea. Dentro de ese como sea están las condiciones lamentables y poco higiénicas en las que la mujer aborta, dentro de ese como sea se contempla la muerte.
Las satisfacciones de abortar
Ahora, analicemos: ¿alguien desearía algo tanto como para morir?, ¿ese algo puede estar prohibido tratándose de un derecho?, ¿qué vida nos preocupa y hasta dónde?, ¿quién pone los límites de lo sagrado? Vayamos a los extremos, para después volver a la normalidad y ver que, en cuanto al aborto o la maternidad, hay una línea muy poco definida entre dramatismo y sensatez. Porque no estamos hablando de algo placentero por lo que morir en caso extremo: el aborto, no nos olvidemos, por favor es muy importante que no nos olvidemos, es desagradable para la mujer —de todo menos placentero.
El aborto, abortar, será siempre la última opción para la mujer. A veces, cuando escuchamos a los políticos o a los antiabortistas o a la Iglesia hablar del aborto, parece que están hablando de algo que la mujer desea hacer, es una prioridad. No se trata de que el sexo no esté bien visto y la mujer se salte las normas para disfrutar de su cuerpo. Se trata de acabar, también, con una parte de ti misma. ¿Por qué la mujer iba a estar dispuesta a morir en un aborto ilegal y clandestino, por algo que no le va a reportar ni una sola satisfacción? Ni una sola, garantizado. ¿Por qué la mujer se empeñará en poder abortar —hay que marcar muy bien el verbo, PODER, porque no implica obligación— cuando el aborto es desagradable incluso en las condiciones higiénicas y médicas más favorables? ¿No será, señor ministro, que la mujer tiene motivos suficientes para arriesgarse y tomar una decisión así? ¿No será, señor ministro, que la mujer no necesita ser violada para no desear un hijo que, lamentablemente, ya tiene dentro de sí?
Pero no nos centremos en las medidas legales y los ministros que las toman: el tema del aborto, a medida que se trata, se va ramificando, se estira y se deforma en cuanto intentas acotarlo —es inabarcable. Olvidemos, por un momento, que la mujer tiene razones de peso para querer desprenderse de un feto. Olvidemos que existe la sociedad laica que no necesariamente se guía por los preceptos de la Iglesia. Pongamos que todos pensamos igual, que la vida es absolutamente sagrada y en todos los casos debe ser una prioridad. ¿Qué ocurre con las mujeres violadas? Que pueden abortar. Y ahora, señor ministro, dígame, qué culpa tiene la mujer de ser violada, y también qué culpa tiene ese hijo de ser fruto de una violación. Si la vida es sagrada y nos saltamos la ley del hombre ante un acto tan despreciable como la violación, ¿por qué permitimos que un inocente muera en el vientre de una madre inocente? ¿No sería más honesto, según lo sagrado, dar a luz a ese hijo y entregárselo a quien no pueda tener hijos? ¿Por qué matarlo, según la medida con la que se determina cuándo sí y cuándo no la mujer puede abortar?
No hay respuesta.
Nos sobran los motivos
He dicho que no me iba a poner tremendista, así que voy a recurrir a otra película: Revolutionary Road (2008, Sam Mendes). Basada en la novela de Richard Yates, esta otra historia nos ofrece un distinto punto de vista —el de una situación límite familiar: April (Kate Winslet) no tiene la vida que soñaba tener, Frank (Leonardo di Caprio) es infeliz e infiel—. Se han convertido en aquello de lo que huían y no se gustan: ni entre ellos ni individualmente. Viven acomodados en un barrio, con amigos acomodados en vidas acomodadas. Están desesperados, de esa desesperación que no se nota hasta que ha calado, de esa desesperación que muchos comprenden mejor que la Francia ocupada o la Rumanía comunista: la desesperación de vivir por debajo de las propias aspiraciones, un círculo vicioso por el que se avanza sin querer, asfixiante. Una desesperación silenciosa y, de todos modos, bastante soportable. Entonces, en estas condiciones aceptables pero decepcionantes, April se queda embarazada de un hijo que no desea, al que repudia, mientras Frank, que le ha sido infiel, la presiona para que confíe en él, en la familia, en la maternidad: en una felicidad que construirán, que no han sabido construir. Parece un caso extremo, pero no lo es tanto. Son dos personas que se han querido y que ya no se quieren, que no son felices pero lo fueron, que avanzan sin mucha convicción y que, por encima de todo, no desean un hijo que han concebido: podría no ser un dilema dentro de la inercia de tantas y tantas familias, pero sí lo es para April.
No todas las mujeres tienen a su marido en el frente ni son víctimas de un embarazo adolescente, ni tienen un feto con malformaciones, ni todas las mujeres corren riesgo de muerte si dan a luz: pero sí hay mujeres (señor ministro) que no quieren tener hijos, que no están preparadas, que no es el momento; sí hay mujeres que no necesitan un caso hipotético para tomar la decisión; sí hay mujeres que, aunque no lo parezca, toman la decisión desde la madurez y la franqueza. ¿Qué ocurre con ellas? ¿Qué ley las ampara, las protege?
De qué hablamos cuando hablamos de vida
¿Qué ocurre si el aborto no es legal, si es un crimen? En la mayoría de casos, que se abortará de todos modos pero se hará en condiciones lamentables. En el resto, que se tendrá un hijo que no se desea, que la madre no será madre, que el padre no será padre, que será una imposición, que todo partirá de una mala premisa. Italo Calvino, en una carta a Claudio Magris (que había hecho pública su opinión sobre el aborto y era contrario), dice: «Traer a un niño al mundo tiene sentido solo si el niño es deseado consciente y libremente por sus padres. Si no, se trata simplemente de comportamiento animal y criminal». ¿Es una exageración? No. Traer un niño al mundo, a un mundo como este, sin tener claras tus convicciones, sin desearlo y sin haberte concienciado de que es tu hijo y no un hijo del Estado, no tiene sentido —es antinatural. Cuando hablan de la vida, ¿a qué vida se refieren? ¿A la de un niño con malformaciones, retraso severo, dolores y operaciones? ¿A la vida de un niño al que sus padres no quisieron en un primer momento y al que acaban resignándose, aceptando como un mal empleo o un recorte en la nómina? ¿A la vida de una madre adolescente que no puede hacerse cargo? ¿A la vida de una familia rota que no ha podido acceder al aborto legalmente? ¿O a la vida, el velo, que nos encomienda la religión?
Nacer no es mérito de nadie, dar a luz no es nada —el aborto es esa marca. Las mujeres están preparadas biológicamente para dar a luz (con excepciones), pero no para ser madres. ¿Se trata de que la maternidad en España no esté bien vista, o de que laboral y socialmente la madre no dispone de privilegios? No: se trata de una mujer que no quiere tener un hijo y acaba teniéndolo, asumiendo las consecuencias no de una decisión, sino de una imposición. Lo que hace que una vida sea una vida no es el nacimiento, sino todo lo que viene después: el amor, la protección, el sacrificio de los que rodean a esa vida. Sin eso, el humano es menos humano, y todo es menos todo, y la vida es sólo un comportamiento animal.
Un asunto de hombres
Pero olvidemos todos los puntos anteriores y centrémonos en algo esencial: la ley del aborto es una vulneración al cuerpo de la mujer. A veces en las manifestaciones y en las pancartas feministas parece que se está simplificando y que la vida sea algo de lo que la mujer quiere apoderarse —se adueñan del cuerpo, del bombo, del mundo—. No, es cierto que este es un asunto que nos afecta a todos, pero no nos olvidemos de que es la mujer quien, en caso de dar a luz o abortar, ofrece su cuerpo. Es cierto que hay maneras de evitar este punto, llegar tan lejos, pero ya estamos del otro lado: ya estamos del lado de la embarazada —el arrepentimiento, la balanza—. Entonces, si es la mujer quien está expuesta en mayor medida, ¿por qué se toman estas decisiones al margen de ella?
Italo Calvino, lúcidamente, le habla a Claudio Magris de las diferencias, esas diferencias entre ser hombre o mujer, que lo cambian absolutamente todo:
También para cualquier hombre con conciencia cada aborto es dilema moral que deja una marca, pero ciertamente aquí el destino de una mujer se encuentra en una situación desproporcionada de desigualdad con el hombre, que cada hombre debería morderse la lengua tres veces antes de hablar de estas cosas. Justo en el momento en que intentamos hacer menos bárbara una situación en la cual la mujer está verdaderamente aterrada, un intelectual usa su autoridad para que esa mujer permanezca en este infierno.
Y sigue, sin pudor, hablándole con honestidad, con absoluto respeto por el cuerpo, la mente y la vida de la mujer: «me encantaría ver tu cara si te forzaran a una operación en la mugre y sin los recursos que hay en los hospitales». A mí también me encantaría ver a todos aquellos (y aquellas) que están a favor de esta ley prohibitiva, ver cómo afrontan una operación sin recursos: por eso, (señor ministro), si quieres la vida, y la quieres a cualquier precio, prepara también la muerte de las francesas de la Segunda Guerra Mundial, las rumanas en época comunista y ahora, también, la muerte de la española.
Gracias por este fructífero artículo. Debería ser obligada su lectura después de «morderse la lengua tres veces» como afirmaba en su carta Calvino.
Y es que tenía mucha razón el escritor al afirmar en su carta que «justo en el momento en que intentamos hacer menos bárbara una situación en la cual la mujer está verdaderamente aterrada, un intelectual usa su autoridad para que esa mujer permanezca en este infierno.»
Considero también acertados los ejemplos a través de películas (incluiría «El Secreto de Vera Drake» o «Juno») y muy descorazonadora la respuesta a la pregunta «¿Qué ocurre si el aborto no es legal, si es un crimen?»
Tal y como se cita en el artículo:
«En la mayoría de casos se abortará de todos modos pero se hará en condiciones lamentables. En el resto, que se tendrá un hijo que no se desea, que la madre no será madre, que el padre no será padre, que será una imposición, que todo partirá de una mala premisa.»
Lo gracioso es que la ley está siendo inferida desde el Ministerio de Justicia y no desde el Ministerio de Sanidad o siqueira el de Educación, dando a entender que es sanción (ideológica) y no una erradicación. Se abortará de todos modos, siempre se ha hecho. Está siendo una imposición del Estado y no del propio individuo, conocedor y evaluador de sus circunstancias. Que acaben las guerras, el hambre, las violaciones (sexuales y de derechos), que ayuden a los discapacitados, que eduquen a los niños, que cada persona del mundo tenga su pirámide de Maslow cubierta, que la vida en la tiera sea digna y luego hablaremos de si el feto es vida o no es vida. Hasta que no se respete la vida, y todo lo que conlleva vivir, me parece inapropiado hablar de tecnicismos. Y respetar la vida significa respetar a la persona y su visión del mundo. Pasarse eso por el forro con la excusa de proteger a los inocentes es pura hipocresia. Esos mismos inocentes, si llegan a nacer, y abortan, ¿seguirán siendo igual de inocentes? Si ese inocente no puede ser cuidado por sus padres, crece y mata a tu hijo ¿seguirá siendo igual de inocente?. La incocencia es relativa, al igual que la vida. Pero esa relatividad depende del punto de vista de un individuo. Solo por eso debe ser respetada, y no modulada con leyes de imposición de visiones relativas sobre la existencia de otras relatividades. En ese respeto se basa la vida, y la van a matar.
Siempre se intenta defender aquí el derecho de la madre a decidir, cuando en ningún lado se menciona el del nasciturus.
E imposición aquí no hay ninguna, el Estado no obliga a nadie a tener hijos. Solo protege la vida de unos seres.
Es lamentable el enfoque demagógico y populista de este film.
La ‘vida’ de los nascirutus no tiene ninguna relación con la realidad fuera de la visión religiosa de la concepción al menos en términos como los que suelen plantear las leyes abortivas, hablar de fetos de siete meses ya es otra cosa.
Y bueno, si prefiere enfocarlo así, en muchos casos se le obliga al feto a nacer (me niego a llamarlo bebé antes del parto) en unas condiciones lamentables y fácilmente evitables, y no hablo de niños con el síndrome de Down, hablo de cosas como la espina bífida.
Por otra parte, y teniendo en cuenta que los anticonceptivos no tienen una eficacia perfecta, sí, se está obligando a mucha gente a tener hijos.
De acuerdo, su negativa a llamar bebé (o persona) al no nacido se la toma usted como un artículo también de fe. Un planteamiento de lo humano que legitima para usted el crimen.
No, la consideración de persona la da el C.c. (art. 30, creo). Claro que Vd. puede dársela a lo que quiera, pero no puede obligar a los demás.
Tampoco. El artículo 30 CC da la consideración de «personalidad civil», no de «persona».
No sé a qué viene esa distinción entre “personalidad civil” y “persona”, porque para las leyes es exactamente lo mismo. Desde el momento del nacimiento (y sólo desde entonces) se tiene capacidad jurídica, es decir, se es persona desde el punto de vista jurídico y, en consecuencia, se goza de los beneficios de ser persona: derecho a la vida para empezar.
Un feto no es persona y por tanto no tiene capacidad jurídica, es decir, no tiene derechos. Así de sencillo. Los derechos sucesorios del nasciturus son sólo una excepción a este principio general, como se deduce del tenor literal del artículo 29 Cc: «El nacimiento determina la personalidad; pero el concebido se tiene por nacido para todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones que expresa el artículo siguiente.»
Si alguien cree que un feto tiene derechos que al menos sea coherente y defienda la modificación del Cc para que la personalidad comience con la concepción, algo absolutamente inaudito y que no pasaba ni con Franco.
Yo no doy al Código Civil tanta autoridad. Rajoy o Gallardón podrían cambiarlo en 20 días y entonces, ¿iría usted, Fulgencio, al nuevo código civil a formarse una opinión? Intento no ser tan superficial.
Para el derecho la persona existe solo cuando tiene personalidad jurídica, y aquí estamos hablando de derecho, no de opiniones. Yo puedo ser más o menos superficial, pero no se trata de lo que yo opine, se trata de lo que la ley debe imponer. Yo estoy en contra de muchas prácticas que no quiero que prohíban, aunque a mí no me gusten.
Juan Carlos dice que no da al Código Civil tanta autoridad, pero sin embargo sí quiere dársela a una Ley. ¿De qué estamos hablando entonces?, porque yo estaba hablando de legislar, no de si me gusta o no me gusta el aborto.
Si hablamos de derecho, la persona y la personalidad civil son cosas distintas. Se puede deducir de la lectura del art. 32 CC: «La personalidad civil se extingue por la muerte de las personas». Además, existen en nuestra legislación preceptos que protegen los derechos del concebido no nacido (y, por lo tanto, sin personalidad civil, que no jurídica): donaciones y herencias. Y, por encima de todo esto, para el Tribunal Constitucional la vida del nasciturus, sin personalidad civil, «es un bien constitucionalmente protegido», luego entiendo que sería totalmente inconstitucional una barra libre para abortar durante equis tiempo.
También hay leyes que protegen a los animales.
En el derecho, creo que la consideración de persona está bien definida en el CC, y no incluye al feto.
Hay muchos bienes constitucionalmente protegidos, y no por eso tiene la cualidad de personas ni humanos.
WTF? Esta conversación no da más de sí. Agur.
¡¡¡Qué güay!!! LOL
La referencia al texto de Calvino ya se publico hace dos dias en el blog de Alejandro Gandara en el diario El Mundo. Estupendo texto en todo caso.
Jenn you are gem
La carta la leí en esta página, que la publicó en junio del (ya) año pasado. http://www.mamanatural.com.mx/2013/06/italo-calvino-su-lucida-y-sorprendente-opinion-sobre-el-aborto/
No os perdáis este debate:
http://abordodelottoneurath.blogspot.com.es/2014/01/clarificando-el-debate-sobre-el-aborto.html
La lógica de que «lo humano es menos humano» si no se desarrolla en las condiciones que la articulista plantea es una lógica bastante peligrosa. Es decir: yo elijo la vida que merece la pena ser vivida o la que no. Es peligroso.
Por otro lado, pensar que el nonato es algo así como un órgano más del cuerpo de la mujer (llamado feto) también es algo feo. No creo que la vida del niño no nacido pertenezca a la mujer. Estaríamos en una dialéctica del poder, es decir que tener poder sobre otro te autoriza a decidir sobre su vida o su muerte.
Tampoco entiendo la retórica de que se ilegalice el aborto «al margen de la mujer». No entiendo qué se quiere decir con esto. ¿No habrá ni una sola mujer al frente de la redacción de la ley? ¿Es que debió anunciarla alguien con vagina y no alguien con pene? ¿Qué significa realmente esta división de los asuntos humanos en dos?
Me parece todo esto (el feminismo con el derecho al asesinato con la definición de lo que es o no humano) un batiburrillo bastante feo.
Por otro lado estoy de acuerdo en que esta ley hará que se produzcan más abortos en malas condiciones.
El problema ético y político es irresoluble para la razón.
Hola, Juan Carlos. A mí me parece que aún hay sesgos machistas en la formulación de nuestras leyes y me parece especialmente preocupante que los haya en casos como estos, donde parece que está claro que las consecuencias más importantes de la ley van a recaer sobre la mujer y el humano potencial, antes que el hombre.
A cada uno nos parecerá que el asunto de la relación entre la mujer y su cuerpo es más o menos relevante cuando se habla de aborto, pero si se habla de un cuerpo es del femenino. Y son precisamente los movimientos feministas los que han venido aireando esta relación mujer-cuerpo, creo que en ese sentido se dice que no se puede formular una ley del aborto «al margen de la mujer», es decir, sin tener en cuenta las especiales implicaciones que supone para la mujer, y no para el hombre.
Las perspectivas que se usan para formular las leyes no son neutras (ejemplo, el asunto del derecho a la vida desde una concepción religiosa que yo como mujer atea no comparto), así que es importante que precisamente en la formulación de este tipo de leyes tenga cabida una visión feminista del asunto, digo yo, y no estoy para nada segura de que esto se haga así.
Es a lo que voy, Candelaria: Las feministas quieren primar el cuerpo femenino y su derecho a elegir, pero yo pongo por delante el derecho a la vida del otro cuerpo, el del niño no nacido e inocente.
Llamar niño a un feto de pocas semanas tiene cosita. Y esa visión impuesta por creencias supersticiosas es la madre del cordero
Candelaria, cuando se habla del aborto, también se habla de un cuerpo que es distinto del femenino y, con las mismas, también será importante que en estas leyes tenga cabida una visión fetal del asunto, digo yo.
No señor, no es una relación de poder, es una relación de responsabilidad. E irremediablemente la responsabilidad recae en la mujer embarazada. Digamos lo que digamos unos u otros.
Toda nuestras diferencias, Fulgencio, están en que usted no da ninguna validez a la vida humana antes del nacimiento (quizá por un vacío legal),
No, el valor que yo le dé a la vida humana es indiferente, estamos hablando de legislar, no de lo que a mi me guste.
Buen artículo, aunque la carta de Calvino de donde se extrae la última cita es un tanto ambigüa y tiene argumentos que rozan lo descabellado. Precisamente en la cita que aparece en el artículo, Calvino invalida su propio discurso al decir que el hombre no debería inmiscuirse y, sin embargo, él mismo, en uno de los primeros párrafos de la carta no duda en afirmar que «sólo aquellas personas que están 100% convencidas de poseer la capacidad moral y física no sólo de mantener a un hijo sino de acogerlo y amarlo, tienen derecho a procrear», como si en la maternidad no hubiese hueco para la vacilación. Ahí reside el mayor error de buena parte de los discursos sobre el aborto, ya sea en contra o a favor, pensados por un hombre. Nunca logran ponerse en la piel de la mujer, sino en la de una mujer muy concreta.
Yo no me relaciono con LA mujer. Eso no existe. Me relaciono con MI mujer, mi madre, mis hijas, mis amigas. Y sí, todas son casos concretos. Y con cada una y con la decisión que pudiera tomar en su caso, fuera la que fuese, sí puedo empatizar.
Con el que no lo consigo es con un ministro meapilas, y con el guru ensotanado que le guía.
Me ha decepcionado el enfoque de este artículo, como casi siempre en este tema se dejan de lado las cuestiones más importantes. Usted habla
Nosotras parimos, nosotras decidimos, y nosotras cargamos con los gastos del niño una vez nacido. Ah, no, calla, que entonces pasa a ser una responsabilidad compartida por igual.
Si los padres no tienen ahí ninguna capacidad de decisión entonces que tampoco tengan ninguna responsabilidad posterior. Eso es lo justo, lo demás es la ley del embudo.
Eva Piquer ha dado en el clavo en su artículo: dejamos de lado los matices (con lemas como ése) porque estamos reivindicando un derecho que ya teníamos, y por eso acabamos siendo infantiles o simplistas. Nadie está a favor del aborto ni en contra de la vida, ni tampoco se está diciendo que la mujer sea la única que tome la decisión de abortar o no, de la misma manera que nadie dice que dentro del vientre es cosa de mujeres y fuera del vientre es cosa de dos. Nadie es tan idiota para decir tantas idioteces juntas. Hay millones de matices, por supuesto, y el hombre no es el enemigo de la mujer, de acuerdo: pero no olvidemos que el feto es cosa de dos, pero el cuerpo es únicamente de la mujer. Eso cambia mucho las cosas, aunque a los hombres no os lo parezca.
http://www.naciodigital.cat/opinio/7402/favor/vida/dret/decidir
Discrepo. El cuerpo no es únicamente el de la mujer. También está el del feto. Dos cuerpos. Dos. Distintos. Diferenciados.
Hasta que se corta el cordón umbilical, no. Mata el cuerpo de la madre y matarás el del feto. Puedes discutir que se trate de dos personas distintas, pero como en el caso de los siameses, comparten (temporalmente) cuerpo.
Lo siento por el comentario entrecortado de antes. Como decía, se deja de lado cuestiones clave. Usted habla de lo antinatural que es traer un niño al mundo, en un mundo como este… Totalmente en desacuerdo, es lo natural, lo que conlleva normalmente una relación sexual. Excepto en el caso de la violación, una mujer embarazada ha tenido una relación consentida cuya consecuencia natural si no pone medidas para evitarla es el embarazo. Y dice que una madre puede estar preparada biológicamente para dar a luz pero no para ser madre, y yo le pregunto: ¿hace falta una serie de requisitos, de condiciones? ¿Qué significa estar preparada para ser madre? ¿Vamos a dejar que la opinión de la madre o de su entorno tenga más valor que los argumentos científicos? ¿Eso significa que si la madre está preparada, lo que lleva dentro es un niño, pero si no está preparada, es un cúmulo de células que podemos quitar de la pared del útero? Se deja lo más importante en este tema: ¿el feto es un ser humano o no? Si piensa que sí, explique por qué no es delito abortar. Si piensa que no, dé argumentos científicos
Si no sabes lo que significa estar preparada para ser madre, me temo que no podemos debatir porque no estamos en igualdad y nos perderíamos demasiado.
Lo que quiero decir es que no es un argumento válido para abortar el hecho de no estar preparada para ser madre, porque lo que abortas es un ser humano. Ahí es donde está el debate. Si el embrión es un ser humano, todos las razones que ha dado son secundarias, ya que por encima de todos los derechos está el derecho a la vida, que es el derecho que violas al cometer el aborto. Todo lo que usted ha escrito es razonable, pero no está hablando de lo más importante de todo este debate
Yo esto no lo entiendo. Si usted piensa que sí está vivo, dé sus argumentos científicos para demostrarlo. No creo que un feto de un mes pasara el test de Turing.
Además, no se trata de vida vs. no vida. A nadie nos causa dilemas morales aplastar a un mosquito vivo hasta cambiarlo de estado. Se trata de si es vida humana y consciente, ¿no?
«No creo que un feto de un mes pasara el test de Turing.»
Tampoco un bebé recién nacido.
La cosa es que nunca nos vamos a poner de acuerdo sobre dónde empieza la vida humana, porque seguro que ni siquiera existe ese principio, lo que no quiere decir que siempre estuviera ahí; pero mientras tanto, yo, mujer, atea, podré abortar o no en función de las decisiones tomadas por otros y fundamentadas en creencias que, quizá, me aberren. Aunque eso es la democracia y otro tema.
No se trata de cuándo empieza la vida. Cuando se plantea el dilema de si abortar o no es que ya hay vida. Qué tipo de vida sea esa creo que está bastante claro que es humana.
Por supuesto que se trata de cuándo comienza la vida. Hay algo gracioso en los antiabortistas y es que consideran implícitamente que un feto es vida humana con identidad propia distinta a la de la madre. Pero eso es insostenible desde el punto vista tanto biológico como jurídico. Por definición, sólo la del nacido es una vida humana con identidad propia. Y, por tanto, (jurídicamente) sujeto de derechos, es decir, con capacidad jurídica y (biológicamente) con posibilidad de vida independiente. Esa y sólo esa es la regla general. Lo demás es sacar las cosas de quicio.
Me parece estupendo que usted sea atea, pero no hablo de religión, hablo de ciencia. Y la ciencia explica que el embrión tiene material genético diferente de la madre, por lo que no es parte de su cuerpo. Además ese embrión inevitablemente madura hasta formar una persona adulta, que luego envejece hasta que muere. La diferencia entre un embrión recién formado, un niño recién nacido, un adulto y un anciano sólo está, a nivel celular, en el grado de maduración de las células
Sr. Luis, ¿Considera al blastocito un ser humano?, por curiosidad.
Esa pregunta no es para mí, pero le doy mi opinión:
¿El blastocito está vivo? En caso afirmativo, ¿se trata de un blastocito humano?
Sí, está vivo y es un ser distinto y diferenciado de la madre y del padre (no así un óvulo o un espermatozoide). Y, por supuesto que es humano ¿o estamos hablando de otra especie?
Sí (dando por supuesto que este blastocisto haya surgido por la unión de un óvulo y un espermatozoide humanos, claro)
Por ese razonamiento podemos considerar que toda persona es un cadáver…, irremediablemente. Y con mayor certeza que al afirmar que un blastocito es un ser humano.
Igualmente esta. Agur de nuevo.
¡¡¡Chachi!!!
Se equivoca, porque el blastocisto es un ser vivo,ser humano si es por la unión de gametos de un hombre y una mujer. Aunque usted no crea esto es innegable que se trata, poco mínimo, de un ser vivo. Sin embargo, el cadaver no es un ser vivo.
Tendremos que descender más aún, y establecer que entendemos como «ser». ¿Un leucocito es un ser vivo?
Y el problema es que podría responder lo que Vd. quiera, y yo no tendría nada que oponerle, no tendría ningún problema con lo que vd. pensase o creyese, ni con las consecuencia que ello tuviese en su devenir.
Como ya han indicado, lo que importa no es lo que cada uno creamos, sino lo que estamos dispuestos a imponer a los demás. Se arrogan una facultad de protección de la vida que no les corresponde, y quieren que el Estado actúe a su dictado.
Es como si los vegetarianos quisiesen que el Estado prohibiese el consumo de carne, o que siendo Testigos de Jehová, se prohibiesen las transfusiones.
Pueden darle mil vueltas al tema de cuando se considera un ser humano como tal, y vds. parecen tenerlo muy claro, pero es que luego la realidad nos dice que no es así, …incluso la suya.
Y mientras discutimos, habrá infinidad de mujeres embarazadas por ahí, que se supone que tienen que estar pendientes de este dislate.
Como diría alguno/a ¿WTF?
Fulgencio, no me deja responder en su comentario, así que le respondo aquí. No comparto su opinión, ya que por la misma regla de tres, si yo defiendo que no se puede considerar un ser humano a un feto hasta el nacimiento, el estado me impone una ley por la que no puedo abortarlo,
Sin embargo, el problema es demasiado largo como para seguir discutiéndolo por aquí, así que me despido. Ha sido un placer charlar con usted. Un saludo
Mire, lo que yo quiero decir en esencia, es que consideremos lo que consideremos cada uno, la única responsable biológica de ese embarazo es la mujer. Uno puede sentir cierto deseo de proteger el feto, pero ¿hasta que punto tenemos derecho a obligar a qué a dicha mujer?.
Es una simple cuestión de aceptar nuestra naturaleza y que el derecho se adapte a ella, y no al revés.
Y sí, ha sido un placer hablar con Vd..
En realidad, no.
1) El embrión padece las mismas enfermedades que la madre (la barrera hematoplacentaria no es perfecta ni mucho menos), el embrión es alimentado por la madre, el embrión es protegido inmunológicamente por la madre, el embrión comparte un 50% de su dotación genética con su madre… teniendo en cuenta de que pertenecen a la misma especie, eso significa que pueden ser idénticos en más de un 99,9% de su código genético. Lo que le diferencia (de su madre y… de otros mamíferos) es su desarrollo, y desde luego a nivel físico, no se produce hasta los últimos 3 meses, y mental… hasta muchísimo después de nacer.
2) Una ingente cantidad de embarazos se interrumpen por traumatismos, estrés, enfermedades autoinmunes… así que ese «inevitablemente» me sonroja.
3)Hay células que ya son perfectamente maduras en un cuerpo con 13 años de edad. Como un folículo de Graaf, conocido vulgarmente como óvulo :). Diré más, hay células que son maduras al nacer, como un eritrocito.
No hable de estás cosas si no tiene ni la menor idea de histología, haga el favor.
Pd. el embrión es muy similar al de cualquier otro mamífero hasta los 3 meses, por no hablar de que hasta acabar ese tercer mes no tiene las estructuras cerebrales primarias responsables de la consciencia (corteza cerebral) desarrolladas. Por lo que no se puede hablar de vida humana consciente. Se puede hablar de un ser vivo mamífero no consciente, con el potencial de engendrar un humano si no hay un aborto natural, no se producen patologías del desarrollo, etc.
Así que la ciencia tiene ACEPTADÍSIMO el tema del aborto libre hasta la 12ª semana de embarazo. Y estudio en una facultad bastante conservadora, por lo que no creo que sea que a mis catedráticos y el comité de bioética del hospital clínico de Valencia se les haya ido la pinza :) o a las fuentes internacionales que consultamos. Nos parecerá bien o mal, pero es lo que está aceptado.
Veo que le sonroja mi comentario, pero no veo que le sonroje el suyo.
1) El embrión no padece las mismas enfermedades de la madre. O no es usted un/a buen/a estudiante o no ha pensado mucho a la hora de contestarme
2) Por supuesto que se producen abortos naturales por traumatismos, infecciones y otras enfermedades de la madre. Estoy hablando siempre de las condiciones normales, donde quiero llegar con esto es que un embarazo conlleva el nacimiento de un niño, por lo que hablar de ser vivo y no de ser humano es un eufemismo sin base científica
3) Un óvulo y un folículo de Graaf no son lo mismo. No sé si lo que estudia en Valencia es Medicina y en qué curso está pero debería hablar sobre estos temas con más precisión o, en caso contrario, abstenerse.
Siguiendo con su argumentación, usted de repente comienza a hablar de vida humana consciente. Hasta donde llega mi conocimiento, la consciencia no es lo que le hace a un ser vivo un ser humano. Además, habla de vida humana consciente y luego de ser vivo mamífero no consciente. Dígame, ¿se conoce algún caso de un embarazo de una mujer que haya dado a luz algún mamífero que no sea un ser humano? El argumento de la consciencia no vale para hablar de ser humano o no ser humano.
Y eso de que la ciencia tenga aceptado lo de la 12ª semana, quiero que me dé fuentes porque hasta ahora no he encontrado algo concluyente al respecto. Quienes lo han aceptado son los políticos que legislan las leyes sobre este tema, pero eso no es ciencia. ¿Acaso es ciencia abortar a un niño con 11 semanas y 6 días y no a otro con 12 semanas? ¿Qué diferencias hay entre ambos?
1) Ya que no me cree, le adjunto unos ejemplos de patógenos que comparten, así de memoria y sin buscar, porque no acabaría: Citomegalovirus, estreptococo de clase B, hepatitis B virus, toxoplasma, listeria, rubeola, sífilis, varicela zóster, herpes simplex, y uno facilísimo: SIDA.
2) El aborto espontáneo tiene una prevalencia del 25% durante las primeras seis semanas. Sin entrar ya en los otros problemas que he dicho. Con los avances médicos actuales es menos significativo, pero igualmente: cada embarazo no es un niño.
3) Su comprensión lectora deja mucho que desear, ya que he dicho «vulgarmente conocido como óvulo» no que sea un óvulo. Es más el vocablo «óvulo» no es correcto, el equivalente científico es «oocito maduro» o folículo de Graaf. Pero lo correcto es hablar como si tu audiencia no supiera nada. Ya que usted sabe tanto, no me cortaré en usar tecnicismos.
La diferencia entre un EMBRION, no niño (hable con precisión, como exige) de 11 semanas y uno de 12 es que no tiene un cerebro propiamente dicho. No hay consciencia, no hay percepción del dolor, no hay nada. Ni lo habrá hasta que acabe su desarrollo.
No puedo ofrecerle nada al respecto, los únicos que se dedican a decir cuando está bien y cuando está mal son los políticos y sus consejeros, los votantes, los lobbys religiosos, etc.
Le puedo ofrecer cientos de guidelines sobre como efectuar abortos seguros, y la guía del WHO al respecto. Y le aseguro que si está en esas guías, es legal. Al fin y al cabo sólo se publican después de revisiones intensivas. Ahora, como las mismas guías dicen «hay países en los que las leyes restringen las prácticas del aborto», pero las mismas guías indican que es contraproducente.
La comunidad científica y médica evita entrar en debates absurdos, simplemente desarrolla las técnicas necesarias y las divulga, este es el caso del WHO, donde no tienen politicos ni lobbys tomando decisiones, sólo profesionales de la salud. Y está aceptado hasta la 12ª semana porque es la forma más segura de practicarlo. Más allá, se considera una práctica compleja que se realiza en casos de necesidad.
La guía del WHO además muestra estadísticas de la probabilidad de fallo de los anticonceptivos, la necesidad de atención psicológica que requieren las mujeres que se someten al aborto, las muertes de mujeres, y el presupuesto sanitario que se ahorra evitando que los abortos se realicen clandestinamente… por no hablar de la protección de los derechos reproductivos de la mujer y de la salud sexual de ambos sexos, recogidos ambos por el WHO y por la declaración universal de los derechos sexuales, y por extensión de la carta de derechos humanos.
Si sabe inglés, léase la guía.
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/70914/1/9789241548434_eng.pdf
Y de paso léase la breve conclusión de este artículo de una directora de un tribunal bioético de EEUU, a ver si le abre los ojos sobre lo que significa moralmente para la mujer ver sus opciones restringidas. (Ya que médicamente ya habla bastante el artículo del WHO).
http://ir.lawnet.fordham.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2171&context=ulj&sei-redir=1&referer=http%3A%2F%2Fwww.google.com%2Furl%3Fsa%3Dt%26rct%3Dj%26q%3Dbioethical%2520fetus%2520status%26source%3Dweb%26cd%3D1%26cad%3Drja%26ved%3D0CCgQFjAA%26url%3Dhttp%253A%252F%252Fir.lawnet.fordham.edu%252Fcgi%252Fviewcontent.cgi%253Farticle%253D2171%2526context%253Dulj%26ei%3DGUW_Up2RCueu7AaZ3oCgBw%26usg%3DAFQjCNEsgw7zTZpSwFU8b17FHyrlV8rGgw%26sig2%3DqkFOsDtPTZHl3ECVBHNpVg%26bvm%3Dbv.58187178%2Cd.ZGU#search=%22bioethical%20fetus%20status%22
1) usted dijo antes (cito textualmente): «el embrión padece las mismas enfermedades que la madre» Eso es falso. Por supuesto que las infecciones en la madre se transmiten al embrión, pero hay otras miles de enfermedades que puede tener la madre y que no tendrá su futuro hijo.
2 y 3) no me hable de comprensión lectora puesto que usted interpreta a su manera lo que digo. No he dicho que cada embarazo sea un niño, sino que es lo que ocurre normalmente, pero usted erre que erre.
Me habla usted de precisión, pero se olvida que un embrión se llama así hasta la octava semana, a partir de entonces se le llama feto.
Hay pacientes en coma que no sienten dolor ni tienen consciencia, ¿son seres humanos? Y como le he dicho antes el desarrollo del sistema nervioso termina en la vida adulta. ¿Hasta entonces no es un ser humano? Esos son argumentos muy pobres.
Donde quiero llegar yo es que todas estas guías no hablan de «debates absurdos» como usted dice y se centran en la técnica, la salud sexual, la seguridad de la práctica, etc. Pues este debate absurdo es lo que usted no logra explicarme, y no es otro que saber si el feto es o no un ser humano. Si es un ser humano, el aborto es asesinato, así de duro. Y esta cuestión es lo más importante sobre este tema, lo demás son cuestiones secundarias
Nunca comprenderé cómo los favorables al aborto mezclan siempre la religión con este tema o porque consideran que es un tema solo de mujeres. Además de hablar de un derecho dado de las mujeres olvidando los derechos del nascituros. Por no dejar el tema de si la libertad de sexo de la mujeres, que tampoco tiene que ver con esto. Actualmente con todos los medios que hay fácilmente disponible en España para evitar un embarazo ¿cómo es posible que 1/3 de abortos sean en mujeres que no es su primer aborto? No debe ser tan dramático para éstas. En España hay 100.000 abortos al año y ya no estamos con Franco ni hay falta de información, los chicos y chicas hacen lo que les parece sin coacciones hay más libertad que nunca y más información. No procede seguir hablando de pobres mujeres sojuzgadas por una rancia sociedad o por la iglesia.
La gran mayoría de los abortos se producen porque son embarazos no deseados y supone un incordio criar a un hijo, por tanto se opta por la comodidad y no afrontar la realidad.
En todo caso aquí este señor creo que ofrece un punto bastante sensato blogs.elconfidencial.com/economia/valor-anadido/2014-01-03/aborto-libre-y-gratuito-vale-y-despues_72147
Se equivoca usted en una cosa: no estamos a favor del aborto. Ese matiz cambia todo. Nadie está a favor del aborto porque sería de locos. Se está a favor de poder decidir, sin presiones, sin leyes, sin crímenes. Decidir, ya que después el Estado se desentiende de ese hijo, el mismo Estado que te obliga a tenerlo.
Si se está a favor de que se cometa impunemente un crimen, decir que no se está con esto a favor del crimen en sí no es más que un truco retórico.
Lo que es retórico es la consideración legal del feto como humano. Lo congruente, entonces, es cambiar todo el ordenamiento jurídico en tal sentido, y que la personalidad jurídica se adquiera con la fecundación (ahora es a las 24 horas del nacimiento). Lo demás son opiniones personales, y en tal caso la única que importa es la de la madre.
No. La «personalidad (civil) se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez producido el entero desprendimiento del seno materno».
¿El feto en el interior de un miembro de la especie humana no es humano? ¿Acaso ese feto (a secas) podría dar lugar a una zarigüeya o a un pez globo? No, evidentemente, porque se trata de un feto humano. El feto es humano. Esto no tiene nada de retórico.
Habla usted del marco jurídico, Fulgencio, como si fuera la Biblia, no como si fueran las normas que hacen y deshacen los políticos. Con una mayoría de ciudadanos como usted sería bastante fácil consentir cualquier atrocidad que los poderosos quisieran imponernos (siempre que fuera por vía reglamentaria, claro)
No señor, con una mayoría de ciudadanos como yo, no se podría legislar incongruencias, y ningún proyecto de ley que contradijese a una ley de superior rango, podría derivar en una ley.
Si vds. creen que el blastocito, el feto, o incluso el óvulo, es un ser humano y debe ser tratado como tal, ni el contenido de la constitución, ni el código civil, debería indicar lo contrario. Y el código penal debería también tenerlo en cuenta.
No entiendo lo que dice, la verdad. Ese «debería indicar lo contrario» me ha matado.
Se muere vd.por poca cosa.
» ¿Cómo es posible que 1/3 de abortos sean en mujeres que no es su primer aborto? No debe ser tan dramático para éstas.»
Pues si eso no es un juicio rancio no sé qué es. Yo es que creo que lo mismo no habría que meterse tanto en si la mujer disfruta o no de su aborto (?). Si es lícito o no, no va a depender de la alegría con que se cometa.
Interesante relación de este tema con los ejemplos del cine, el cine al igual que la literatura abona camino a lo indecible en el sentido en que a veces se necesitan de estos recursos para soltar la realidad que cual bala de fusil a veces golpea en ciertas conciencias; en lo que respecta al tema creo que todo es un devenir en el vientre, puede nacer o no puede nacer, la vida tiene accidentes y azares incluso genéticos (ver Jacques Monod “El Azar y la necesidad”), no se pretende planificar abortando pero tampoco se le debe negar a la mujer su decisión de tenerlo o no. Creo que prima el derecho de la mujer de elegir ser ella misma y que se le respete cualquier decisión al respecto. Prima la mujer, y estoy a favor de ellas, no todas las mujeres tienen un marido, un amante o unos padres que acepten la novedad de dar a luz una vida.
Los hijos se tienen cuando las mentalidades (Hombre o mujer) tienen ese deseo y están preparadas para ello, no cuando la religión o la «cultura familiarista» ordenen tener hijos.
No hay que olvidar que no siempre existió el instinto maternal eso ya nos lo había dicho: ELISABETH BADINTER. ¿EXISTE EL INSTINTO MATERNAL? HISTORIA DEL AMOR MATERNAL. SIGLOS XVII AL XX.
http://es.scribd.com/doc/110721050/Badinter-Existe-El-Instinto-Maternal-Historia-Del-Amor-Maternal
Muy bueno vuestro artículo.
Jaime Tavera.
A ver si alguien da con el artículo de Magris que yo estuve buscándolo hace unos días y no di con él. Creo que añadiría algo de luz a la elusiva respuesta de Calvino.
Me llama mucho la atención esta frase «sí hay mujeres que, aunque no lo parezca, toman la decisión desde la madurez y la franqueza»
Me temo que esto es mera retórica. Desde mi punto de vista la «decisión» de abortar ni es decisión voluntaria -al menos- ni mucho menos, o por consecuencia de la involuntariedad, de la madurez. Por lo general es más bien fruto de la irresponsabilidad.
Por ahí arriba hay un amable comentador que pone en duda la eficacia de los métodos anticonceptivos, motivo por el cual el llamado «aborto voluntario» es legítimo. Es un argumento que he podido ver incluso en panfletos de anarquistas feministas, desde hace muchos años. Y siempre me llamó la atención que con ello sustentarán, también, la opinión oficial de la ICAR. En este punto los curas proponen la castidad… las feministas el aborto, claro.
El problema es que ese argumento es absolutamente delirante. A día de hoy no se puede poner en duda esa eficacia ni la abundancia de métodos diferentes para poder follar sin reservas y sin embarazo de por medio.
Es decir, que si una mujer no se quiere quedar embarazada, lo tiene bastante facil para no quedarse embarazada ¿qué es eso de una decisión madura? Pero si precisamente la decisión de abortar es la prueba de la irresponsabilidad.
Por lo tanto, una sociedad que permite este tipo de abortos (yo creo en los supuestos no en plazos arbitrarios, aunque ese es otro tema) no puede legitimar mediante una ley ese supuesto. Sería tanto como legitimar un acto irresponsable. Pero las leyes y las normas no están para legitimar irresponsabilidades, están para obligar a asumir a los ciudadanos (nada de hombres o mujeres, ciudadanos) las consecuencias de sus actos.
Ahora bien, yendo al asunto de los abortos clandestinos etc.
Tampoco se puede legislar en virtud de ese hecho. Ni de ese ni de ningún otro. Se legisla no según lo que es sino lo que debe ser; lo contrario se llama falacia naturalista.
Pero claro, el Estado tampoco puede permitir una situación así. Por eso a mí se me ocurrió una solución, a saber, permitir este supuesto del «aborto voluntario» pero que después la mujer se responsabilize de su propio fracaso. Y esto quiere decir que el Estado debe obligar pues que se yo, a pagar los costes de la operación o a seguir un curso de educación sexual o lo que fuera, dependiendo del caso de cada cual (no es lo mismo una persona que aborta en unas condiciones económicas y sociales precarias que otra que lo hace con todo a su favor, y eso implica realidades distintas a tener en cuenta naturalmente)
Lo que de ninguna manera puede hacerse es establecer una norma para otorgar una libertad, así a las bravas, sin tener en cuenta que toda libertad se sustenta sobre la responsabilidad y el deber.
Náuseas.
«Estamos en el vestíbulo del infierno» (Albert Camus).
«Las ideologías nos sirven para legitimar el crimen» (Albert Camus)
Primero habrá que hacer desaparecer la religión de los colegios, luego, cuando haya una generación formada lejos de la influencia de las sotanas y corramos a gorrazos a cualquier cargo público que quiera jurarlo delante de un crucifijo o similar, entonces seremos libres de legislar como es debido.
Se te han olvidado los toros!!
Como apunta Jenn Díaz en su estupendo artículo, que la ley acepte el aborto en caso de violación, demuestra una vez más que ni los fundamentalistas se creen que estemos ante un ser humano con los mismos derechos. Pensar que un feto que no podría sobrevivir sin la existencia de la madre sea un ser humano, es una falacia. Que haya vida no es más que lo que también posee una planta, un insecto o un toro de lidia. Dejémonos de hipocresías y centrémonos en los derechos de los seres cuando nacen, que a partir de ahí ya parece que no interesan a los que hacen este tipo de leyes.
Este es uno de esos temas en los que es prácticamente imposible encontrar un consenso. No es sólo el asunto en sí, es todo lo que rodea a cada una de las opiniones. En USA nos llevan siglos de ventaja en legislación y laicismo y, sin embargo, allí este asunto es todavía más polémico que aquí. La decisión sobre algo tan trascendental es cosa de cada uno y su conciencia, sabiendo lo que es y lo que supone. Conozco a mucho provida que adora pasar los fines de semana cazando animales y maltratando mascotas. Y a pro decisión «detodalavida» felices con su primer hijo en camino. Con esto sólo incido en que la respuesta que tiene cada uno viene razonada y meditada, no es nunca una consigna por mucho que se anhele ver así. Dicho esto, mi opinión es que ningún Estado tendría que legislar sobre aspectos en los que realmente no tiene ningún control. Como dice la autora,quien quiera abortar lo hará igualmente, guste o no.
Valiente y directo artículo sin fanatismos ni «letras escarlatas». Gracias por tu sensibilidad.
De todos modos la nueva ley sigue teniendo el mismo sesgo que todas las demás de estos alegres y piadosos chicos. Es cierto que restringe derechos de las mujeres que ya dábamos por sentados (aunque alguno por aquí dice que la consecuencia normal del sexo es el embarazo, que hay que ver como está el patio), pero sobre todo restringe los de las mujeres pobres. Son esas las que tendrán que volver a las trastiendas y a las agujas de tricotar, y las que corren el riesgo de morir desangradas. O las que tendrán que cargar con un hijo malformado, postrado, sufriente, para el que no habrá fondos públicos. Las ricas siempre tendrán en recurso de una visita turistica a Londres o dinero para criadas que atiendan a la criatura.
Respondo por alusión, aunque no haya mencionado mi nombre. Lo que he dicho antes es muy fácil de entender: biológicamente, una relación sexual entre dos animales de sexos diferentes tiene como fin la procreación. ¿Estoy diciendo con esto que es el único fin? No. ¿Estoy diciendo que una relación sexual va a dar lugar a un embarazo siempre? Obviamente no. La mujer sólo es fertil unos tres días cada ciclo, el hombre puede no ser fértil, hay métodos anticonceptivos… Lo que quiero decir es que una mujer no puede tener una relación sexual, quedarse embarazada a las 2 semanas y decir: no me lo esperaba, no estoy preparada. Eso no cuela. Si no estas preparada, protégete mejor, vigila tu ciclo, toma métodos anticonceptivos, o lo más sencillo y efectivo que se ha inventado hasta la fecha: no tengas relaciones sexuales. Una relación sexual tiene casi siempre un riesgo de embarazo, riesgo que la mujer asume cuando decide tener relaciones, por lo que si asume ese riesgo debería asumir las consecuencias no deseadas
Pues eso, no tengas relaciones si no quieres correr el riesgo de procear. Esa vieja, maldita, enfermiza obsesión de controlar las braguetas ajenas…… Y más si son de mujeres.
Perdone pero yo en ningún momento he hablado de controlar braguetas ajenas, hablo de la responsabilidad de los actos. Hay decenas de medidas para poder tener relaciones sexuales con riesgo muy bajo o nulo de embarazo. Que una mujer haga lo que quiera con su vida sexual, pero que luego sea consecuente con ella. Si se queda embarazada, la solución no es el aborto, puesto que lo que lleva en su vientre no es parte de ella, sino un ser humano.
No, un feto no es un ser humano. Confundes ser en potencia con ser en acto.
¿Y cuál es la característica que el feto posee en potencia y no en acto que determina que sea o no un ser humano?
Un feto humano no es un ser humano de la misma forma que una semilla no es un roble. Si no puedes distinguir entre un feto y una persona tienes un muy grave problema de comprensión. Lo que ocurre durante el embarazo es todo un proceso y por eso el Derecho dice que una persona sólo existe al final de ese proceso, con el nacimiento. No obstante, si alguien cree que ese momento del comienzo de la personalidad debe retrotraerse al de la concepción (una salvajada jurídica que no pasó ni con Franco), que al menos sean coherentes y valientes y lo digan abiertamente.
Un par de artículos aparecidos originalmente en «El País» sobre el tema, uno de un filósofo y otro de un teólogo (católico):
http://www.caffereggio.net/2013/12/30/hechos-y-derechos-de-javier-sadaba-en-el-pais/
http://www.caffereggio.net/2014/01/06/coherencia-ante-el-aborto-de-federico-mayor-zaragoza-y-juan-jose-tamayo-en-el-pais/
Muy interesantes los artículos que ha enlazado, gracias. Entiendo la diferencia entre feto y una persona adulta, pero considero que a ambos se les puede llamar ser humano, como también llamamos ser humano a un recién nacido.
Si lo que usted defiende de que la persona solo existe al final del proceso del embarazo, le pido la coherencia de la que habla un artículo que ha citado, y pida aborto libre hasta el momento del nacimiento, y no en una ley a plazos. O yendo aún más lejos, ¿por qué no deshacerse de un recién nacido, si según el artículo de Tamayo y Federico aún no presenta «la aparición de las cualidades propias de la persona»? ¿Por qué no matar a una persona con ELA, si según los mismos autores, no tienen una vida digna («seres humanos dotados para el pleno ejercicio de las facultades distintivas de su condición»)?
un feto humano es un ser humano, señor mío, por su adn, qué potencia ni que acto… luego veo que confunde ser humano con persona, como hizo en su día la señorita Aído. Pues esa es la cuestión, que un feto humano es humano (porque hay fetos no-humanos, como los de cualquier otro mamífero que se nos ocurra) pero no es persona.
Pero que no sea persona no significa que sea cantidad despreciable, o una excreción.
Por otro lado usted da en el clavo diciendo que el «embarazo» es un proceso, y de ahí que poner un plazo sea una cosa incomprensible. Y menos en la semana 14 donde, por lo menos en lo poco que yo se, no pasa nada relevante…
Por otro lado, para acabar, quédese usted con Javier Sádaba -quien por cierto, nada aclara en su artículo- pero sobre todo con los otros dos lumbreras, especialmente ese individuo llamado Federico Mayor Zaragoza, quienes comienzan su ¿artículo? con este zurullo diarreico: «Interferir, por ley, en la conciencia de las mujeres es propio de un Estado totalitario»
yo no se en qué conciencias obra el estado español, o cualquier otro, a lo mejor implantan chips de control mental que repiten sin cesar «aborto malo, opus bueno..» ¿pero cómo se puede hablar de «conciencia»?¿pero eso qué demontres es? se legisla, siempre, SIEMPRE, aunque se crea otra cosa, sobre conductas objetivas, y eso no supone necesariamente ni suficientemente que un Estado sea totalitario, porque el Estado por definición es coactivo. Pero bien, con esas simplezas esos señores yo no se qué es lo que pretenden, como no sea hacerse notar por su falta de sindéresis, porque me imagino que tontos no son (me lo quiero imaginar), aunque a ver, que uno es un político y otro un teólogo (el Trono y el Altar ¿se dan cuenta, señores míos?)
A mi me sorprende que se pongan tantos esfuerzos (por parte del gobierno) en esto cuando en España tenemos tantos fuegos que apagar y tan necesarios de ser resueltos. Me da la sensación de que esto del aborto sirve para dar muchos titulares, generar mucha confusión y, sobre todo, desviar la atención de todas las tropelías que se están cometiendo. Puede sonar descabellado lo que estoy diciendo pero es que no me entra en la cabeza que algo que debería estar más que superado en una sociedad «moderna» siga girando y girando. Desde mi opinión como ciudadano le diría a Gallardón que dejara esto a la cola de sus preocupaciones, que debería tener otras motivaciones mucho más importantes y necesarias de corregir en las que poner su dotado intelecto a trabajar….
A mí una cosa que impresiona mucho de los antiabortistas es que no tienen problemas en practicar abortos (o eutanasias) a animales, pero nunca a seres humanos, aunque éstos lo pidan. Dicho de otra manera, que la cosa va de no respetar la libertad de los demás, de obligar a otros a tener un hijo (o una vida) que no desean. Y, encima, con recortes en el Estado del Bienestar. Los favorables al aborto (o a la eutanasia, o al matrimonio homosexual, o al divorcio) no imponemos nada a nadie, pero los carcas sí.
¿Por qué Gallardon tiene menos derecho a modificar la Ley del aborto que Zapatero? Aznar no la tocó en dos legislaturas, y fue Zp quien la modificó, saltándose el consenso mayoritario que había al respecto, y motivo principal por lo que vamos a tener una ley más restrictiva que la de 1985.
La única consideración en este tema es si el embrión es un ser humano o no, que la gestación se produzca en el útero es irrelevante, quéjense a la naturaleza por ser así de machista, o acaso de ser ovíparos ¿cambiaría su opinión sobre si el embrión es un ser humano? ¿Tendrían menor responsabilidad las mujer por no llevar el feto en su vientre?
La respuesta a si un embrión es un ser humano, aunque innegablemente tenga una dimensión científica, no me parece lo más relevante, puesto que la ciencia no define lo que es un ser humano en toda su dimensión, ni el valor que debemos dar a la vida humana. Soy de los que piensa que un embrión tenga consciencia o no, este celularmente más o menos desarrollado, es un ser humano. Sin embargo, estoy a favor de una ley a plazos, porque no creo que la vida tenga el mismo valor independientemente del ser humano en que se dé, ni en cualquier caso, pretendo imponer mi moral a los demás. Eso sí, consecuentemente, estoy a favor de la pena de muerte o la eutanasia. Lo que no es consecuente, es afirmar que el embrión no es un ser humano, ni un ente diferenciado de la madre, y luego hablar del DERECHO al Aborto, cuando de facto están equiparando abortar con una reducción de pechos. Si abortar es extirpar del cuerpo de la mujer unas células sobrantes, hagan el favor de ahorrarnos el escarnio de hablar del Derecho al Aborto, al igual que nadie habla del Derecho a la Liposucción. Y si la comparación les resulta odiosa, sean valientes, y reivindiquen su “derecho” a matar a un ser humano cuando este resulta una molestia.
Discusiones sobre fetos aparte, todo este jaleo con la ley del aborto pone de manifiesto un problema estructural del sistema político español que viene cogido de la mano con la corrupción: No se tiene ninguna certeza de si lo que se legisla hoy seguirá en vigor mañana, como ocurría en el siglo XIX. Esto se ha convertido en un problemón para la educación, cuyas consecuencias llevamos años sufriendo.
Para el caso que nos ocupa, si la ley reflejase la opinión mayoritaria de la población dicha ley sería criticable pero al fin y al cabo habría que aguantarse, así es la democracia en la que vivimos.
Pero todos sabemos que todo este sainete no es ni más ni menos que una veleidad más de uno de los bandos de siempre en la eterna pelea de patio de colegio entre corrientes ideológicas no sólo dentro del Parlamento sino incluso en el régimen interno del PP.
A much@s nos da la sensación de que esta absurda ley no resistirá apenas el paso del tiempo, lo cual implica que su efectividad se reducirá a levantar mucho polvo y tocar los huevos mientras esté en vigor más que a otra cosa. Y tal.
Ya echaba yo en falta alguien que invocara la falacia del «consenso» que existió con la ley del 85 y que básicamente consistió en que la derecha votó en bloque contra la la ley (y contra la del divorcio y la de matrimonio homosexual, la vieja manía de escrutar la bragueta de la gente )y la recurrió en el Tribunal Constitucional. Por no mencionar que del 85 a hoy han pasado 35 años. O por no mencionar que lo que se habñia conseguido aquí es una ley plazos como en sitios tan poco avanzados como el REino Unido, Francia, Holanda,… Esos malditos europeos.
Claro que ellos llevan siendo liberales mucho tiempo y aquí sólo sois liberales para poder pagarle a alguien 600 euros al mes, y además decirle si te quedas embarazada le das de comer con eso, y no puedes abortar. Liberales, juas, juas…..
¿Qué tiene que ver el aborto o el matrimonio homosexual con escrutar las braguetas de la gente? A algunos cualquier excusa les va bien para sacar a relucir sus fobias. Creer que un embrión es un ser humano puede ser un error, pero ni es antidemocrático, ni sexista, ni medieval, ni escrutabraguetas, ni nada por el estilo.
Podemos aceptar que haya quien piense distinto, y consensuar una ley que respete las lineas rojas de ambas posturas, o pueden seguir exigiendo una ley de máximos, que no es el sentir general de la sociedad, que irá cambiando cada vez que cambie el signo político del gobierno.
Y sí había consenso sobre la ley del 85, porque independientemente de lo que votase AP en ese momento, el PP gobernó posteriormente durante 10 años y no toco una coma a la ley. Y si Zp tu la hubiera modificado en 10, no habrá ley Gallardon.
Yo no tengo ninguna fobia. Creo firmemente en una ley de aborto de plazos (insisto que como las del resto de la Europa más avanzada, casualmente aquella en la que la iglesia católica no pinta nada) es la más efectiva. También creo que la relaciones entre adultos libres son cosas de cada cual. Y que deben estar reconocidas legalmente. .
Son cositas que a la derecha española la ponen muy nerviosa, y fijate tú que tienen relación con la vida sexual de la gente (de ahí la cita al escrutamiento de braguetas).
Lo del consenso en la ley del 85 es sencillamente mentira. Intentaron torpedearla por todos los medios. Que a toro pasado, once años después, cuando llegaron al poder no la derogaran, no quiere decir que la consensuaran.
no todas las opciones son abortar o tener un hijo no deseado, puedes darlo en adopción. A lo mejor durante la segunda guerra mundial no se podia pero ahora si. ¿Que problema hay en tener un hijo indeseado y darlo en adopción?
El gran viejotrueno ya lo apuntó.
Las mujeres que abortan son unas irresponsables.
Puede fallarte ocasionalmente el método anticonceptivo, pero si tienes la mala suerte de embarazarte no vengas con el cuento de tu derecho a decidir.
¿Por qué es siempre traumático para una madre un aborto?
Precisamente, porque todas saben que están matando a su hijo (a ese que el estudiante llamaba más arriba blastocisto).
Déjense de leyes y de gaitas y miren su corazón, que sabe de leyes que la razón no conoce.
Todo el debate acabaría si todos miráramos nuestro corazón, y juntos decidieramos qué hacer para que esos niños no queridos fueran felices, y a que sus madres no tuvieran que mantener a niños que no quieren.
Ahora sigan hablando de sus plazos y sus supuestos.
Kilgore,
¿La moral de una ley se basa en su efectividad? Si la pena de muerte fuese efectiva ¿estaría a favor?
¿Las relaciones entre adultos son de cada cual y deben estar reconocidas legalmente? Pues es toda una contradicción afirmar uno cosa y la otra ¿O debemos reconocer la mancebía, los noviazgos, las relaciones de una noche, la poligamia, el incesto entre adultos, etc? precisamente su reconocimiento legal es porque no es una cosa de cada cual si no que tiene unas implicaciones civiles y sociales obvias.
No cuesta tanto, puede decirlo libremente, el aborto es la forma más efectiva de sacarse un problema de encima.
Otros creen que los problemas deben solucionarse de otra manera, no es necesario insultarlos, ni utilizar eufemismos, para defender su postura.
Sobre la ley del 85 había consenso en 2010, que es cuando se cambio.
Primero: creo que es muy fácil para un hombre juzgar a la mujer que aborta de irresponsable, teniendo en cuenta que nosotros solo ponemos la «semillita» y después no tenemos que asumir mayores consecuencias. Todos coincidimos en que la criatura es de los dos; pero, no sé si por falta de empatía o qué, aún nos cuesta entender que el embarazo es asunto EXCLUSIVO de la mujer, en donde a veces peligra hasta su integridad física (complicaciones en el parto, embarazos ectópicos, etc). Por tanto, tengamos una cierta amplitud de miras, dejémonos de maniqueísmos y no juzguemos tan a la ligera desde nuestra cómoda posición.
Segundo: como por desgracia viene siendo habitual en este gobierno, se ha apostado por la coacción frente a la educación, criminalizando a la mujer que, en circunstancias generalmente muy difíciles, se ve en la tesitura de abortar. No debe abusarse, como a veces se ha hecho, de ciertos métodos anticonceptivos de urgencia para prevenir embarazos no deseados… Es evidente que en este terreno nos queda mucho camino por recorrer en cuanto educación, pero no interesa, el Estado prefiere imponer la coacción y la represión sobre la mujer, hurtando el debate sobre una cuestión social tan delicada como esta.
Estoy de acuerdo en la falta de empatía hacia la mujer de algunos, entre los cuales, lamentablemente, a veces me incluyo. Es cierto que la mujer es quien “sufre” el embarazo.
Lo que si le agradecería es que explicase por que el nuevo proyecto de ley criminaliza a la mujer. Porque ya puestos se puede acusar a la misma de ser contraria las leyes de la termodinámica o de ser poca respetuosa con el medio ambiente. Cometen tales excesos verbales que es imposible, aun coincidiendo, ponerse de su lado.
Me limito a describir una situación objetiva: que un supuesto de aborto que antes era perfectamente legal ha sido prohibido por decreto, sin demanda social ni debate de por medio, lo que convierte a esta ley infame en una medida claramente ideológica. Supongo que el PP no ignora que la derecha española empieza a resquebrajarse, y que es necesario cohesionarla escorándose a la derecha para no perder apoyos.
Es curioso que el Estado se preocupe tanto de proteger al niño con malformaciones cuando está en el vientre de la madre, y taaan poquito una vez superado el parto. No quiero ni pensar lo que supondrá para muchas familias tener que hacerse cargo de un niño no deseado, con pocos o nulos medios para sacarlo adelante (ya que, de postre, han eliminado las ayudas a la dependencia). Todo esto me parece tremendamente hipócrita y autoritario, y por tanto, suena a excusa para someter nuevamente a las mujeres, reduciéndolas al papel de matrices reproductoras.
Por tanto, como decía anteriormente sin exceso alguno, con la ley en la mano, se criminaliza a la mujer que decide abortar en el supuesto indicado.
Y no me importa demasiado si Vd. se pone o se deja de poner de mi lado. Entiendo que la mayoría de nosotros mantiene una posición ideológica sobre este tema, como se trasluce en la mayor parte de los comentarios vertidos aquí. En lo único que seguramente coincidimos es en que es difícil que podamos ponernos de acuerdo, sobre todo si tildamos puntos de vista ajenos al nuestro de «excesos verbales».
el aborto siempre va hacer tema de controversia ya que cada quien tiene diferentes puntos de vista tanto moral como social y todos son respetables.
interesante relaciòn de este tema con los ejemplos de cine y literatura aveces se necesita de estos recursos para soltar la realidad y golpear algunas conciencias.
hola
mi opinión es que las mujeres tenemos el derecho de hacer con nuestro cuerpo lo que quieramos, claro que para evitar esos casos de aborto existen diversos formas de protección para evitar embarazos no deseados, lo importante es que no peligre la vida de una mujer
Hablar del aborto es como hablar de política o religión, nadie tiene la razón y también todos la tienen; «que si el feto», «que si la madre», «que si es vida», «que si es muerte»… al final no se llega a un acuerdo de que es lo mejor ¿quién determina qué es lo mejor?; el hombre que quiere dictar las leyes?, ¿la mujer embarazada con el «problema» que puede generar un hijo no deseado?, ¿la religión?… ¿quien?, sólo la persona que experimenta una situación en donde debe decidir si aborta o no puede tener la respuesta, no creo que sea una decisión fácil de tomar, sin embargo, como individuos y humanos que somos, son decisiones que deben ser respetadas y quien la toma es la única persona que vivirá las consecuencias de ello.
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«Las mujeres que abortan son unas irresponsables». Y qué? Que consecuencias penales quieren imponer a esa irresponsabilidad? Es responsable que una embarazada conduzca un día con malas condiciones de tráfico? De verdad quieren juzgar penalmente todas las irresponsabilidades? (Sin contar con que esa afirmación generalizada me parece una barbaridad)
Buen debate y siempre seria dificil ir por uno u otro catolico o civil, pero en mi opinion es muy bueno que las unicas que pudieramos opinar o juzgar, tendriamos que ser mujeres, madres y abuelas. Pues somos dueñas de nuestro cuerpo, de nuestras desiciones y las unicas que podriamos tener o no esa experiencia.,ya sea solas o acompañadas, ya sea buena o con varias dificultades.
Querido Baraka, si dos adultos libres quieren dar carta de legalidad (amparo legal más bien) a la mancebía (que bonita palabra), a una relación de una noche, o a un noviazgo lo tienen chupado. No tienen más que casarse. Es fácil y en el juzgado la cosa va volada.
La poligamia es un contrato que no se admite quizá para salvaguardar los derechos de la parte más débil, que siempre ha sido la mujer, y el asunto del incesto es un tabú cultural tan viejo como el mundo. Además tiene consecuencias genéticas chungas, como se puede comprobar en alguna familia de rancio abolengo. De todos modos, el arzobispado concede dispensas para casarse entre primos (pagando claro).
De todos modos se oye hablar de casos, y aunque yo no conozco ninguno de primera mano, te aseguro que no correría a lapidar a los culpables de tamaños crímenes contra la moral y las buenas costumbres.
De aborto si conozco alguno y me pasa lo mismo. No me da por juzgar moralmete esos omportamientos. Ni mucho menos a considerarlos asesinos.
Lo de consensuar leyes 15 años después de promulgadas será broma ¿no? Porque cualquier día saldreis diciendo que también consensuasteis la del matrimonio homosexual.
En serio, que prohiban el aborto ‘por la Iglesia’ y excomulguen a las católicas. A las demás que las dejen en paz…