Destiempos Opinión Sociedad

Chavales, ¿queréis crecer en un país desalmado?

Congreso de los diputados (CC).
Congreso de los diputados (CC).

Durante el último año he contrastado a menudo estados de ánimo con extranjeros hermanos de lengua y con españoles emigrados en cuyos rostros he visto la claridad de la decisión. Ya en el avión de regreso, nada más mirar de reojo la portada de los diarios, las sensaciones empiezan a cambiar de signo. La luz peninsular, graciosamente indecisa, entre europea y africana, proporciona un minuto de ilusión, pero tarda poco en dejar paso a la sombría impresión de retornar a un estado de cosas gris y amenazador, que se confirma con el primer informativo. Las noticias transmiten una sensación de estancamiento insoportable, de recaída en una especie de castigo divino. Me refugio en la distancia de la curiosidad etnográfica para anotar esta observación: la naturaleza en mi país tiene virtudes que se apagan en cuanto alzan la voz sus nativos.

Al caudal obtenido por procedimientos ilegítimos, puesto a salvo en paraísos fiscales y ratificado por el apaño legislativo, la negra avaricia de nuestras élites puede añadir en la columna de su haber el desánimo completo de la sociedad española. La especulación que se apodera del bien común no solamente ha desangrado la economía y aflojado el pulso del cuerpo social, sino que, al pretender hacer pasar por bueno un estado corrupto, ha dejado al país sin espíritu, literalmente desalmado. He aquí el efecto más temible de la crisis. En otras latitudes la maldad actúa sin máscara, pero en España aspira a ser bendecida por un carcomido derecho de señorío, a justificar el sometimiento de las clases populares y la apatía de los jóvenes con una democracia de cartón piedra que se publicita en imágenes digitalizadas.

La pérdida anímica de la sociedad española tiene sobrados precedentes históricos: en el bandolerismo primitivo, en la corrupción de la nobleza aliada con la delincuencia, en el anhelo de fortuna desmedida, en el desprecio por los oficios manuales, en el ideal imposible de la limpieza de sangre, en la exaltación de la fe reducida a espectáculo. Pero está a punto de consumarse precisamente cuando los españoles parecíamos haber llegado por primera vez a un consenso para poner remedio a nuestros males atávicos. Un falseamiento paulatino de los artículos de la constitución relativos al estado social libre y de derecho, a la soberanía popular, a la separación de poderes, a la nación de naciones, está al cabo de lograr lo que no pudieron siglos de absolutismo, la cansina alternancia en el gobierno de los partidos burgueses y las dictaduras militares.

La explicación de estos hechos es simple, aunque de intrincada apariencia, y debe ser urgentemente compartida con las jóvenes generaciones tanto en casa como en la escuela. El sistema de partidos ha protegido la alternancia excluyente de la derecha tradicional con la socialdemocracia, garantizándose el beneplácito inicial de los nacionalismos conservadores, que luego acaban por pasar factura. El predominio de los partidos de gobierno, tanto a nivel estatal como autonómico, se sostiene sobre dos pilares fundamentales: la especulación financiera y la manipulación de la opinión pública. Los especuladores financian a los partidos de los que obtienen contratos prometedores, los partidos favorecen a los grupos mediáticos afines, los grupos mediáticos aprovechan su influjo para engrosar las cuentas de sus directivos.

Esta circulación del poder no constituido influye poderosamente sobre el voto, que es el único modo de participación democrática, y secuestra la soberanía popular, obligándola a pasar por el aro de la filiación clientelar. No hace falta perder mucho tiempo en discusiones sobre formas del estado que son mero decorado de teatro: vivimos sometidos a una oligocracia financiera, partidista y mediática. Quien no participa en el reparto de favores económicos, de cargos públicos o de horas de entretenimiento deportivo, está virtualmente fuera del sistema. Si todavía dispone de un puesto de trabajo, gracias a un oficio ajeno a la especulación, a la política de ámbito nacional o local, a los operadores de comunicación, está seriamente amenazado de perderlo, por muy liberal y respetable que sea su profesión.

Algo parecido ocurre en la mayoría de los países occidentales que nos han proporcionado el modelo, pero aquí el cerco que amenaza a la democracia se estrecha rápidamente debido a algunos factores determinantes: la apropiación de las estructuras sociales por parte de las élites más voraces y la calculada dependencia de la judicatura o de la Agencia Tributaria respecto del ejecutivo agravan las consecuencias de la cesión de la soberanía popular en manos de los partidos mayoritarios, de quienes los financian ilegalmente, de los medios que encubren la manipulación de la opinión pública bajo un ligero y pegajoso barniz de independencia informativa.

La mentira se ha convertido en sinónimo del quehacer político, justificada por las técnicas de imagen y por los índices de audiencia. Son incontables los casos en que los responsables públicos mienten sin recato en los medios de comunicación o en las audiencias judiciales y, cuando sus mentiras son puestas al descubiertο, prosiguen tranquilamente en sus cargos. Cada vez es más difícil que la verdad se abra paso en la política española. Los jueces que se atreven a plantar cara a la corrupción se ven obstaculizados o apartados de sus funciones. En particular quienes ponen el dedo en la llaga de la banca que ha servido para expoliar y endeudar a las comunidades locales, corrompiendo a sus funcionarios, extendiendo la red de la infamia por las cuatro esquinas del mapa.

Por si esta barbarie que ha desangrado el país fuera poca cosa, el partido en el Gobierno —principal responsable, aunque no único, en el diseño de esa estructura dispuesta para el saqueo pretende no solo quedar impune modificando las leyes a su medida, sino extender definitivamente el alcance de la especulación privada a las áreas más sensibles del bien común. Imaginemos el porvenir de la sanidad y de la educación en manos de empresarios como los que han saqueado las cajas, a los que hay que rescatar mientras multiplican sus ingresos millonarios, prestos a vender a la primera de cambio su mercancía a intereses foráneos, aún más voraces y experimentados en hundir empresas en aras de la libertad de mercado.

La reforma laboral nos engaña al pretender que va a crear nuevo empleo. Su objetivo principal es aligerar los costes del despido libre, el secundario repartir empleo precarizado. La destrucción masiva de empleo se debe al estallido de la burbuja inmobiliaria, que lo creó de forma artificial, pero también al hecho de que las nuevas tecnologías tienden a suprimir tareas y oficios tradicionales. Para crear empleo saneado y durable habría que inventar empresas nobles, abrir para las energías jóvenes cauces prometedores, más anchos que el deporte de élite, si bien no exentos de pagar impuestos. La ciencia y la tecnología tendrían que aliarse con las humanidades y las artes que representan nuestra mejor tradición sin que la Constitución las reconozca y atraer estudiantes extranjeros hacia nuestras viejas universidades. Eso no parece entrar en las miras de la nueva ley de educación. El país no tiene energía para inventos. Ni para reconocerse a sí mismo.

No es exagerado decir que nuestro país está, más que desanimado, desalmado por la falsedad, por la falta de conciencia social e histórica, por una apariencia de democracia que amenaza con derrumbarse, que intenta sostenerse con medidas autoritarias dictadas por el miedo. Miedo al reflujo de la verdad, a las previsibles reacciones populares, a la inmigración proveniente de los países más pobres. Se desvían del alcance de los jueces sanciones desmesuradas contra la libertad de expresión, en nombre de la seguridad exclusiva de los servidores de la plutocracia; se arman barreras crueles en las fronteras, que no pretenden sino contentar a los señores de Europa con el llamativo color de la sangre. Tanto celo se pone en proteger los privilegios de las élites que los propios arietes de las finanzas tienen que corregir el ardor de sus cancerberos.

Una temible arrogancia de larga tradición en España proclama que es natural la desigualdad entre los hombres, mientras hace todo lo posible por aumentarla artificial e ilegalmente. Privatiza el bien común, pero nacionaliza agujeros bancarios e infraestructuras deficitarias. Habla sin respeto de «izquierda indigente» y encarece la inteligencia de un sistema de mercado que funciona por automatismos más bien primarios. Su orgullo de casta se apoya en un razonamiento bastardo, que falsea la prueba concluyente. Su concepto de sociedad consiste en fortalecer a la minoría dirigente en edad productiva y en mantener a la mayoría cerca de un umbral de pobreza graduable a voluntad. Es un concepto de sociedad sin futuro.

Esto ya no es un asunto de izquierdas o de derechas. La posibilidad de buscar otro horizonte está en manos de todos, pero principalmente en las vuestras, chavales, cualquiera que sea la educación que hayáis recibido. Tal vez podáis evitar, con un nuevo concepto de generosidad respetuosa, que nuestros lares pierdan el ánima para siempre. Vuestros hermanos mayores ya están buscándose la vida en el extranjero, son el renovado exilio de la ilusión, de la creación y del pensamiento hispanos. Cuando me encuentro con ellos en ciudades del Viejo o del Nuevo Mundo, me reciben con la misma alegría cualquiera que sea su comunidad de origen. Eso me hace pensar que quizá un país que pierde el alma pueda empezar a rehacerse en la imaginación de los que se han visto obligados a marcharse. La pregunta, chavales, es si vosotros queréis crecer en un país desalmado. Si respondéis que os da lo mismo, yo también emigro. Y si me viera atrapado por el hechizo de las luces y de las sombras peninsulares, emigro al menos con el pensamiento, me quedo como ausente entre vosotros.

 

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60 Comments

  1. Pingback: Chavales, ¿queréis crecer en un país desalmado?

  2. Está la posibilidad del exilio interior, que llevamos años probando los más asqueados.

  3. Diagnóstico preciso: «Nuestro país está, más que desanimado, desalmado por la falsedad, por la falta de conciencia social e histórica, por una apariencia de democracia que amenaza con derrumbarse»

  4. Excelente diagnóstico de lo que sucede en España. Enhorabuena.

  5. Pingback: Santiago Auserón analiza la situación política y social española | Efe Eme

  6. Revoltosa

    Sí, pero a la que sugieres drásticas medidas, todos los de tu entorno te miran como si estuvieses loc@. La gente está tan aborregada y dócil (justo como los borregos) que se les ha olvidado que cuatro ciudadanos pueden reducir a un pretoriano. Y de ahí, hacia arriba, arriba, arriba…

    • Isismoking

      Revoltosa, cuatro aspecto fundamentales que deberemos cuidar para que las medidas drásticas no se queden en el pretor y derribemos al cónsul.

      – Fuerte apoyo social. Necesitaremos voluntarios que se pongan nuestras botas cuando estemos en la cárcel por llevar a cabo nuestras medidas drásticas.

      – Bastión seguro donde refugiarnos del aparato represivo del estado. En la UE lo tenemos chungo, asi que Marruecos puede ser una opción

      – Crueldad y dedicación. Es decir, atentados contra las instituciones del estado y medios de comunicación no afines, sazonado de magnicidios y asesinatos selectivos que hagan que la opinión publica exclame: «Como de desesperados deben estar los jóvenes españoles con dos carreras para que sean capaces de eso»

      – Fuentes de recaudación, sea vía impuesto revolucionario, secuestros, trafico de drogas o armas.

      Revoltosa, el hecho de no ir cortando cabezas no te convierte en un borrego. Puedes luchar simplemente siendo honrado, leal con tus amigos y fiel con las personas que quieres, sin necesidad de volarle la cabeza a nadie.

      Un saludo, los dientes apretados y la frente alta.

      • Revoltosa

        Ibas muy bien hasta llegar al penúltimo párrafo. Aunque lo ves claro (a pesar de tu ironía) perteneces al mayoritario gremio de los «cagaos». Tú puedes ser honrado, leal con tus amigos y fiel con las personas que quieres, pero cuando vengan a por ti y los tuyos, tendrás que decidir si seguir con los dientes apretados y la frente alta -postura idónea por cierto, para los «cagaos»- o bien pensar que hay que hacer algo más. Algo más violento,`por ejemplo…

        • Yo no soy de los que se dejan dar en la otra mejilla, pero me gustaría ver lo que tu podrías hacer en esos casos extremos. Llamar «cagao» a otro me resulta ofensivo. Pero claro esto es internet y para que andarse con educación.

        • Áurea

          Creo que no ha leído ni lo que le han respondido. Leer implica más que juntar letras. Ser honrada, leal y fiel a los tuyos implica en sí mismo que eres mejor persona, ergo por tu parte, mejoras el mundo. Y no hay muchas más opciones. Utilizar la violencia «por ejemplo» solo te convierte en otra más de las personas que hacen de aquí una mierda. Lo de mejórate a ti mismo y mejoras el mundo… no recuerdo donde lo leí. Otro saludo, los dientes apretados y la frente alta.

        • Eduardo

          ¿Exactamente qué haces tú? Cuéntanos algo violento que hayas hecho. Yo, al menos, te leo atento.

          • antonio

            Puede que seas tu la que no hayas leído a Revoltosa. Especialmente la parte de ‘cuando vengan a por los tuyos. Tu respuesta (como la de Isismoking) es entrañable, cariñosa y muy humana. Sin duda. PERO…es un error FATAL.Error desde un punto de vista político, social, del conjunto de la población. El error es, a saber: si cuando hay problemas sociales (paro, desahucios, preferentes, etc..) tu te escondes en tu mundo particular de hermanos, padres, compañeros, etc., y por ahí vas con la »frente alta y los dientes apretados’ , lo que sólo estas haciendo es lo que ellos (oligarquía) desean: que te agaches. Para poder golpearte más y mejor.
            Otra cosa. Sobre la violencia. Tu también la usarías, y la usas a diario, si alguien, sea el que sea, va a por los tuyos: familia, amigos, etc. De momento,esa desgracia no te ha tocado, eso es todo. No te engañes. Mientras no hay igualdad (económica) entre las partes, y así, de ese modo, poder llegar a acuerdo negociado, la violencia es la única vía para evitar que la otra parte te extermine.

            • Revoltosa

              En efecto, antonio. Además, estos «cagaos» entrarían también en la categoría de «los que se columpian». Esos que se quedan siempre quietecitos, esperando a que otros les saquen las castañas del fuego para luego seguir como si nada hubiera acontecido.

          • Revoltosa

            A ti te lo voy a contar, Eduardo. Por más atento que me leas…

      • Eduardo

        Yo sí estoy de acuerdo con usted. Los dientes apretados y la frente alta es orgullo, que es lo que le falta al español. Una sociedad sin complejos (que no significa violenta) tiene más razones para levantarse del suelo cuando cae, creo.

        Un saludo.

  7. Metal @ Troll

    Es uno de los más grandes WTF? que jamás he leído.

  8. ¿Las cajas saqueadas por empresarios a los que se quiere entregar la sanidad y la educación? Las cajas las han saqueado los políticos y sindicalistas que eran los miembros de los consejos de administración y que son los mismos que controlan la sanidad y la educación (de ahí las listas de espera y los datos del informe Pisa, por ejemplo).

    Y luego las barbaridades son las que escribe Bisbal en Twitter…

  9. El artículo es una colección de lugares comunes, al menos en la parte que se entiende. La tesis de fondo, que los españoles somos buenos pero estamos secuestrados por una elite despiadada y rapaz, es ridícula. En mi lugar de trabajo veo la misma corrupción, o peor, aunque al por menor, entre los trabajadores de la administración, pero también entre los administrados. No hay buenos y malos. El garrulismo es transversal, que se dice ahora. En alguna medida es la respuesta a la estructura de incentivos, pero también son costumbres adquiridas. Cualquiera que viva en comunidad habrá percibido la falta de comportamiento ético en una proporción significativa y decisiva de nuestros conciudadanos.

    No somos un país de ciudadanos libres e iguales ante la ley porque esa idea no ha estado en nuestra tradición, al menos cercana, y no hemos sabido recuperarla en los últimos 35 años. En lo relativo al civismo se han dado pasos atrás, aunque quizás no sea un fenómeno netamente español.

    Dice el autor: «La especulación que se apodera del bien común no solamente ha desangrado la economía y aflojado el pulso del cuerpo social, sino que… «. El problema económico de nuestro país no es la especulación (financiera), que se ha dado también y de forma aún más agresiva en países que se han recuperado antes y no tienen tasas de paro del 25%. ¿Cuál es la explicación? Esa es la pregunta.

    Sigue: «Pero está a punto de consumarse precisamente cuando los españoles parecíamos haber llegado por primera vez a un consenso para poner remedio a nuestros males atávicos.» Qué consenso, cuándo, dónde y sobre qué bases. No hay ningún consenso sobre nada. También es falso que, por ejemplo, la Constitución del 78 diga que España es una nación de naciones (lo sea o no).

    Más: «La explicación de estos hechos es simple, aunque de intrincada apariencia (…). El predominio de los partidos de gobierno, tanto a nivel estatal como autonómico, se sostiene sobre dos pilares fundamentales: la especulación financiera y la manipulación de la opinión pública.» Menudo cóctel explicativo. Todo y nada.

    Y sigue: «… la apropiación de las estructuras sociales (sic) por parte de las élites más voraces y la calculada dependencia de la judicatura o de la Agencia Tributaria respecto del ejecutivo agravan las consecuencias de la cesión de la soberanía popular en manos de los partidos mayoritarios». Efectivamente, en las democracias representativas el voto transfiere la capacidad de decidir de los ciudadanos a los representantes mayoritarios. ¿De quién debería depender la Agencia Tributaria, según el autor? En Estados Unidos el Presidente nombra directamente a los jueces del Tribunal Supremo (son puestos vitalicios), por ejemplo. Nada de lo que se describe es una aberración española, per se, o son disparates.

    Se dice: «Los jueces que se atreven a plantar cara a la corrupción se ven obstaculizados o apartados de sus funciones. En particular quienes ponen el dedo en la llaga de la banca…» ¿Elpidio Silva? Quienes le han apartado son otros jueces, precisamente, por faltas graves en su instrucción.

    Se dice: «… el partido en el Gobierno —principal responsable, aunque no único, en el diseño de esa estructura dispuesta para el saqueo— pretende (…) extender definitivamente el alcance de la especulación privada a las áreas más sensibles del bien común». Desde luego puede haber corrupción en los procesos de privatización de la gestión de servicios públicos, pero la mayor parte de éstos dependen de las Comunidades Autónomas, no del Gobierno, en las que, sin excepción, dicha gestión privada de una parte de los servicios está muy extendida. Desde los servicios de limpieza a las lavanderías de los hospitales, comedores, etc. No es ni bueno ni malo per se. Depende. Habría que evaluar, cosa en la que países más avanzados tienen tradición y experiencia. Eso de «especulación privada» suena a algo malo, pero no sabemos qué o por qué.

    Qué debería hacerse: «La ciencia y la tecnología tendrían que aliarse con las humanidades y las artes…». Y tonterías similares. El gran problema de la economía española no es la burbuja inmobiliaria (en otros países las ha habido también, y no tienen ni la mitad de paro), sino nuestra especialización productiva, al menos desde la crisis de los 70, a la que no respondimos bien: sectores de reducido valor añadido y empleo poco cualificado (y por tanto precario y de bajos salarios), construcción y turismo.

    Más brochazos: «…nuestro país está, más que desanimado, desalmado por la falsedad, por la falta de conciencia social e histórica…». ¿Y qué conciencia histórica sería esa? ¿La nación de naciones?

    Sería recomendable comparar las políticas de inmigración en España, con distintos gobiernos, con las de los países de la Unión Europea, en lo que puedan diferir. Nada específicamente español aquí, al menos negativo. Ningún país de Europa ha recibido a tantos inmigrantes en tan poco tiempo, ni los ha integrado tan bien.

    «Su orgullo de casta se apoya en un razonamiento bastardo, que falsea la prueba concluyente.» Sea lo que sea que signifique…

    El llamamiento final a los «chavales» es inútil. No es a ellos a quienes corresponde cambiar nada. En general, ni votar. La responsabilidad es nuestra. Entre otras, la de educar a esos «chavales» dando ejemplo.

    El artículo me ha parecido un cúmulo de disparates, en parte ininteligibles, y en parte vacíos, erróneos o de una simpleza chocante. Es un caso además bastante típico de las plumas (profesionales y ocasionales) de este país. Poco análisis e información, mucha rapsodia masoquista.

    Compárese este «enfoque» con el de un blog como Nada es gratis, de FEDEA, es verdad que a veces un tanto farragoso, donde se abordan los problemas de forma lo más rigurosa posible, con mucha información económica y jurídica. El español medio debería leer y valorar fuentes como esa, y no aplaudir artículos como este, pero ocurre al revés. Lo cual ya dice mucho de nosotros y nuestros problemas actuales.

    • miguel

      Sin pretender ser grosero, Nemo. Lo que me parece un cúmulo de disparates es tu alegato. El artículo es un breve resumen de la situación en la que nos encontramos. y lo resume perfectamente. ¿Que la mayor parte de la sociedad es culpable de esta situación? Sin duda. Pero ahí está. Ahí estamos.

      Por cierto, el partido en el Gobierno es el partido que gobierna ¿14? comunidades autónomas.

    • Metal & Troll

      Nemo, juas, juas… ¿Y esta otra perla, entre tantas, «para crear empleo saneado y durable habría que inventar empresas nobles». Ahí queda eso. Inventar. Nobles.

      ¿Cómo coños se «inventa» una empresa? ¿Qué hostias es una empresa «noble»? ¿Inditex es noble? ¿Cerramientos Fulgencio S.L. es noble?

      • Acalanto

        Es normal que hagas como que no lo entiendas y te hagas valer de la típica demagogia pequeño-burguesa para ironizar. Eso sí que es un recurso previsible. Y de tasca, además.

    • Juan Carlos

      Me parece más inteligente y más profundo el comentario de Nemo que el artículo de Juan Perro (con todos mis respetos a Radio Futura, que me encantaba de chaval), que se limita a eso, a ensartar lugares comunes pero sin aportar gran cosa. No obstante estoy de acuerdo con él, con Juan Perro, en que este país se ha quedado sin alma. La gente no tiene en qué creer, sin religión, sin libros, avergonzados de lo que se zampan durante horas en televisión, ya ni siquiera los de derechas están muy convencidos de lo suyo ni los de izquierdas en el fondo de la cosa de ellos, solamente queda el Real Madrid o el Atleti o el Barça. Sí creo que tiene razón en eso, en el fondo, en lo más importante: en que nuestro país se nos ha quedado sin alma. Solamente resta la salvación individual, doméstica o familiar, nada hay fuera de ello que nos seduzca o nos encante.

    • Acalanto

      Para parecerte una colección de lugares comunes y disparates, te has despachado a base de bien.

      Tu mención al caso de Elpidio Silva, ¿podrías desarrollarla?. Por ir viendo de qué pie cojeas, más que nada.

    • Entonces, Nemo ¿Tú que vas a hacer?

      • ¿Los pequeño-burgueses? Escondernos.

        • WilBork

          «Esconderse» es la mejor lección que este país ha recibido durante siglos, mejor eso a destacar y llevarte un buen palazo. Por otro lado también es una gran herencia para generaciones venideras y una solución a la triste y aborregada alma de este nuestro país. Oh, un momento.

    • ¿FEDEA? La voz de la banca y la patronal, defensora de la reforma laboral y de pensiones.

      • Guillermo

        Me gustaría leer alguna vez una crítica a los de Fedea que no fuera el típico recurso ad hominem, aunque solo fuera para variar. Pero supongo que eso necesita mucho menos esfuerzo. ¿La voz de la banca? Sí, por eso escriben cosas de este tipo: http://www.fedeablogs.net/economia/?p=9471

        Ahora que lo pienso, me gustaría leer una crítica sobre cualquier tema que no fuera el susodicho argumento ad hominem. Luego nos quejamos de la partitocracia de nuestro país y nos preguntamos el porqué.

    • Tu comentario está a la espera de ser moderado.

      Como todo derechismo de acento cuñadista, atribuyes a otros los vicios que practicas (brocha gorda, lugares comunes) y confundes una defensa de la virtud ciudadana con la caricatura que hacen de las posiciones democráticas las patrañas liberales.

      El resumen de la doctrina del liberalismo español es “la gente es gilipollas” y suya es la culpa de todo lo malo. Por eso atribuyen sus esquemas doctrinarios a otros.

      En lo que te douy la razón es en que “No somos un país de ciudadanos libres e iguales ante la ley ” Pero , como ha venido pasando durante siglos, la posición reaccionaria es de que la mayoría simplemente no está cualificada para ser ciudadanos de pleno derecho o , si acaso (a la fuerza ahorcan) hay que promover la ficción de una ciudadanía con el derecho a voto, una vez que la propaganda y el miedo no lo convierten en un peligro. No somos ciudadanos libres e iguales ante la ley porque la ciudadanía se basa en la participación informada en la toma de decisiónes de la comunidad y en tener unas bases materiales que garanticen no tener que permiso a nadie para vivir. La posición ante esta cuestión es lo que marca la diferencia y los reaccionarios mantener una ficción de ciudadanía para la mayoría desde el desprecio y los demócratas por extender la ciudadanía de forma real . Thermidor contra Robespierre y Bentham contra Locke. Esa sigue siendo la cosa y cada vez más gente lo sabe.

  10. kilgore

    ¿Recaída en un castigo divino? ¿Por parte de qué Dios?
    Quizá sea más cosa de la maldita horda de señoritos meapilas que durante siglos ha mantenido este país a la sombra de su maldita capa de color gris rata. El últmo ejemplo el del señor ministro de Justicia de hoy.
    Quizá hubo una oportunidad de librarnos de ese sino hace 200 años y Riego acabó como acabó. Quizá hubo otra hace 80 años y decenas de miles de republicanos acabaron como acabaron.
    Quizá ahora la comisión Europea lleve el expediente del fútbol hasta el final, cierren la liga, y la masa aturdida y sin droga los fines de semana, tome conciencia de la situación, y se dedique a ajustar cuentas, con concejales de urbanismo, alcaldes, promotores inmobiliaros, vendedores de preferentes, productores y suministradores eléctricos, presidentes y vicepresidentes de la patronal, sindicalistas trincones, diputados varios, ministros, expresidentes lobbistas (sus mujeres y sus hijos) y otra fauna que se debería incluir en las especies cinegéticas.

  11. Guillermo Bell

    Me quitó el cráneo. Un «alterografo», por favor

  12. Marditos Roedores

    Discrepo en algunos de los análisis concretos pero no puedo sino darle la razón en el fondo de su crítica.

    La combinación de aborregamiento y desánimo ha desembocado una sociedad sin pulso ni proyecto de presente o futuro.

    Bien dicho y ¿ahora qué? ¿nos lavamos las manos y le pasamos el marrón a los jovenes de la logse?

  13. omarlittle

    Yo venía a decir lo mismo que el último comentario. Todo esto que dice S.Auserón es un resumen de lo que más o menos cualquier persona que tiene un mínimo de pensamiento crítico, puede observar.
    El tema es, vale, aceptamos esta tesis, ahora qué.
    Hay opción de luchar contra el sistema? Hay opción de cambiarlo? Está la opción de huir? o de esconderse, quizá… como parece que propone el autor, porque al fin y al cavo, se es joven de espíritu y lo mismo que pide a «los chavales», se debería autoexigir, o nos deberíamos autoexigir todos, aunque pasemos de los 50. Pero claro, es más fácil «emigrar al menos con el pensamiento, quedarse como ausente entre vosotros»…
    Aún así, bonito artículo.

  14. Me interesaría el análisis de la parte que no entiende Nemo

  15. El primer párrafo de Nemo es para enmarcar.

  16. Ronnie

    A Los jovenes de la Logse que no estudien en Cunef y esten dentro de la red de favores del sector asegurado les va a tocar salir echando leches del pais porque aqui son minoria y solo interesan para ser carne de explotacion.

  17. JMLCV

    La esencia de lo que ocurre es muy sencilla, el nivel de Ética es muy bajo. Todo el mundo le echa la culpa al Mundo, inconsciente y cínicamente, porque cada uno somos el mundo, pero como nadie lo asume, esto se pudre. Necesitamos mejor Educación todos. En los colegios se debe enseñar a apreciar la ética personal. Hemos de hacernos responsables de los parados y de los pobres, nos falta la sensibilidad necesaria para ponernos a actuar. Y el sistema de partidos sin consenso, sin democracia interna y con Gobiernos manipuladores de la Administración es triste. Demasiado egoísmo torpe. Solución: Educación, Ética y responsabilidad. Nada nuevo. Los valores de siempre. Humanamente avanzamos poco.

    • Álvarez

      Desde algunos medios de comunicación tildarían tu propuesta como «adoctrinamiento», no sé si me entiendes. No en vano la cuestión educativa ha sido siempre un campo de batalla bastante frecuente. Para que veas hasta que punto el partido de gobierno de turno le da importancia al tema. Además, siendo una solución a la larga, su implantación es muy dificultosa. Quizás «blindándola» por ley (cosa mas imposible aún)… y ni siquiera así.

  18. alvarofcg

    A mí me parece que Nemo es uno de «los otros»; un poco fachilla, votante del PP, y aznarista..

    • Gerardo

      Ejemplificas con este comentario uno de los grandes males de la izquierda del país. Resumiendo: todo el que no piensa como yo es facha, aznarista, votante del PP, etc. etc. (lo cual, de facto, te convierte en aquello que criticas).

      La disección que hace Nemo del artículo me parece magnífica y llena de sensatez. Hay que alejarse de los tópicos e intentar ver la realidad despojados de tabúes, lo cual no es sencillo. Saludos.

      • El que es lo es. Y punto. Y no pasa nada. El que piensa como Nemo es, obviamente, sospechoso de posiciones conservadoras. Su discurso lo delata, lo retrata completamente. Ignoro si el autor, además de un artista singular en su evolución, tiene alguna ideología «de izquierda». Lo parece. La conclusión final de Auserón es más clarificadora :»Esto ya no es un asunto de izquierdas o de derechas».

    • cristina

      Osea que el que dice cosas que no nos gusta es un fachilla? Vaya, vaya.

  19. Alejo Urzass

    Un buen artículo. Asumiendo que «los que pueden no quieren y los que quieren no pueden (cambiar las cosas por el bien común)», el escritor invoca a los chavales, es decir quienes aún no están ni en el poder ni en el querer.

    Esos otros, como más arriba @Nemo y sus corifeos, que parecen ni poder ni querer, son los más peligrosos, porque desde su satisfecha y voluntaria ignorancia repiten su democrático voto de cartón piedra, el de comprar liebre pero comer gato.

  20. camboyano

    Hay que observar que aquí nadie se quejaba de nada hasta que ha empezado a faltar «gasolina». El diagnóstico era el mismo, el cuerpo político igual, pero los agujeros se tapaban con dinero/consumo. Ahora todo se ha derrumbado, pero es que no había nada en pie. No había alma.

    • El garrulo atómico

      Y cuando vuelva el dinero/consumo las quejas volverán a desaparecer.

      • Poppeé

        Eso si es que vuelve… que algunos os pensáis que dentro de cuatro o cinco años se inventan una nueva burbuja y aquí no ha pasado nada. Ay, ilusos.

  21. Pingback: argumentos % attac BOLETIN Nº 74 | attac jerez

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  23. Javier

    Yo tengo la solución para este país: eduquemos a nuestros hijos inculcándoles valores de respeto al planeta, sí, y todo lo que éste alberga, desde una simple planta hasta el mismo ser humano. De esta forma deberemos enseñarles la belleza de la naturaleza y la belleza de muchas creaciones humanas. Sólo así desarrollarán la sensibilidad necesaria para llegar a ser seres humanos íntegros y , así, contribuir a la realización de una sociedad mejor. Esta es la revolución cultural que necesitamos para desterrar definitivamente al ser humano materialista, y consumista, creado por el capitalismo reaccionario más ferviente de los últimos 40 años.

  24. Manuel

    bla bla bla bla……de esto ya nos hemos dado cuenta en nuestras propias carnes. Dame soluciones y no me lo expliquen más por favor.

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  27. LUDOVICO AZATSOM

    Para decir que el país padece de una efermedad sistémica no hace falta tanto bla-bla-bla. Nadie aboga por regenerar el sistema sino por desacer un país cuasi milenario, a-co-jo-nan-te.
    Independencia del poder judicial.
    Sistema de enseñanaza igual y único para todo el pias, con la excepcionalidad de lo particular.
    Sanidad idéntica para cualquier ciudadano.
    Un español un voto, nazca donde nazca y vote el partido que vote.
    Eliminación al 99.9% del aforamiento de poñiticos y ciertos cargos institucionales.
    Reglas de juego claras para las autonomías y penas clara para quienes las incumplan.
    Todo lo demás es bla-bla-bla

  28. Ana Esquerrel

    Respecto a eso de los jueces que plantan cara a la corrupción que se ven apartados de sus funciones: ¿por qué no se sentó Botín en el banquillo para responder de las cesiones de crédito?… y no, no sé pueden poner escuchas indiscriminada a los abogados con sus clientes. Unos tienen la fama y otros cardan la lana

  29. Parece claro que la clase política-económica estaba muy cómoda alternando en el poder los mismos de siempre, no queriendo cambiar las cosas que nombró Ludovico ( las comparto completamente , sobre todo fundamental una educación que tienda al humanismo como dijo Javier ) para así seguir manteniendo el control. Los nuevos partidos ojalá no terminen corruptos por el poder ( político y económico ) como los que ya están en él, si es que ya no lo están…. Los cambios nunca son fáciles o sencillos sobre todo porque hay que cambiar una estructura de formación de personas que afectará luego a todo ámbito humano y costará ponerse de acuerdo, pero hay que intentarlo.
    Lo que sí creo necesario es que la mayoría que no estamos en el poder luchemos por cambiar este status quo de gobiernos acomodados en su situación, que cambien al menos, para que se tome la política como un trabajo más, exigirles cumplir objetivos de mejoramiento de la calidad de vida y que se formulen leyes tendientes a eso, que trabajen buscando soluciones y no se dediquen a culparse mutuamente. Estoy harto de ver cómo se hacen oposiciones para médicos, enfermería, profesores, jueces, etc. y los políticos que formación tienen? que se les exige ? les damos tiempo para que aprendan a robar y auto enriquecerse en el poder…

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