Nació una noche de Navidad, como Cristo y Ava Gardner. Tiene los tres premios de periodismo más importantes de España (Mariano de Cavia, Francisco Cerecedo y González Ruano) y una perra. También el Premio Primavera de Novela por El reclamo. Puso apodo a un presidente, «Bambi», y a un barrio de Madrid, «Costa Fleming». En periodismo ha hecho casi de todo. Alistado como columnista en la tripulación de El Mundo, defiende la trinchera de Umbral donde a veces se pone el viejo traje de reportero. Y le sigue sentando bien.
¿Qué has aprendido del periodismo en todos estos años?
El periodismo sigue siendo mi primer amor. Soy un adolescente, un mitómano. Cuando era un chaval iba al Café Colón para ver cómo las moscas subían por los dedos amarillos de César González Ruano y les decía a los chicos de alrededor con los que jugaba a los dados: «Por favor, no montéis bulla que está escribiendo su artículo el maestro».
¿Por qué la de periodista es la mejor profesión del mundo?
En su libro El escriba, Vázquez Montalbán dijo que el de escritor es el mejor oficio del mundo, igual que lo opina Gabo. Yo también creo que lo es. Para mí lo más importante será lo que aprenda ese día, escriba esa tarde y publique mañana. Hay gente que quiere ser bombero. Yo desde el principio quería ser periodista. Así éramos de gilipollas. Creíamos que el oficio era aún más bonito de lo que es. Primero empezabas a trabajar y luego muchos años después te daban el carné.
¿Qué aprendiste en aquellos años de formación?
Aprendí que el vellocino de oro del periodista es la noticia. Lo demás: contar nuestra gripe, el narcisismo, la autobiografía… son pajas mentales. Hay columnistas que hacen eso y yo lo hago también, pero la búsqueda de oro, la auténtica veta de la mina es la noticia. El columnismo condensa la ira del español sentado. De un predicador. Si la Revolución francesa hubiera tenido lugar en España hubiera sucedido en un café. Los tertulianos son cuchilleros de siglas de partido.
¿Aquel periodismo era mejor que el de ahora?
Aquellas redacciones eran mitológicas. Una mezcla de garito, de catacumba, de casino donde jugábamos al póquer hasta las seis de la mañana… Y allí conocí a los mitos de mi vida. Que te llamaran caballero en aquel ambiente era un insulto. En ellas he sido reportero, cronista de sucesos, corresponsal. Allí conocí a Tico Medina, un tipo que para entrevistar a Indira Ghandi se disfraza de mendigo y hace cola junto a los parias. A Yale, que para hablar con Ironside se vale de una silla de ruedas. A Julio Camarero, que hace una entrevista a Chessman en el corredor de la muerte… A Arturo Pérez-Reverte, a Vicente Talón, a Vicente Romero… En aquellos tiempos la fascinación era ir a las guerras. Yo siempre que empezaba una llegaba dos horas más tarde a trabajar para que no me mandaran. Me daban miedo.
¿Has cubierto alguna guerra?
Nunca he cubierto guerras, pero sí golpes de Estado. Una vez me invitaron a uno. El general Labanca me llamó y me dijo: «Vamos a tomar el poder pasado mañana. Necesito que escribas la crónica y le mandes un mensaje al general Perón». Estuve dos días acojonado en el hotel esperando a que su enviado personal me enviara noticias. Pero la única noticia que llegó de Tucumán es que la asonada había fracasado. Afortunadamente, claro. Luego otros escribían: «Anochece en Saigón mientras las bombas caen cerca de este corresponsal…». Pero el corresponsal estaba en Madrid, claro.
¿Cómo acaba un tipo de una aldea de Cuenca en la capital de la gloria?
Yo nací en un bombardeo, como dicen los de Madrid. Era una aldea de Cuenca en la que había una central eléctrica, cerca de la Ciudad Encantada. Mi familia era de carreteros, obreros, cazadores furtivos… Para mí poder ser periodista y salir de allí era como para un torero hacer una faena en Las Ventas y triunfar. Era el pasaporte a la gloria, el salvoconducto para salir de allí.
¿Cuál fue tu primer trabajo en el oficio?
Fue en Eurofoto con Gianni Ferrari. Umbral me dijo, así con su voz grave, que me iba a dar «Un abrigo, una amante y un trabajo», como decía Baudelaire. Las dos primeras cosas no me las dio, pero el trabajo sí. Trabajaba con paparazzi italianos legendarios como Gigi Corbeta o el propio Ferrari. Mi trabajo consistía en poner pies de foto. Era prensa del corazón y vendíamos reportajes a toda Europa. Recuerdo uno: la reina Fabiola abandona España y deja a sus perros abandonados, y la foto era la de los perros solos en el palacio.
¿Cómo diste el salto a Pueblo?
El primer reportaje que publiqué salió de una conversación con unos tipos de Cuenca que eran poceros y que nos contaron que había una plaga de ratas en el subsuelo de Madrid. Llamé a Pueblo, lo propuse y me metí en las alcantarillas con aquellos tipos y un fotógrafo cojo. Aquel reportaje salió en la portada con el titular: «Madrid, amenazado por 100.000 ratas». Eso fue como torear en Las Ventas. Aquel reportaje lo leyó el célebre José María García, Butanito, y me dijo que tenía que dejar aquel trabajo en Eurofoto e ingresar en Pueblo. Y lo hice.
En tu carrera has visitado decenas de países como enviado especial. ¿Qué experiencia te marcó más?
La ciudad nos hace libres, decían. En mi caso es verdad. Para mí París fue un electroshock, una lengua de fuego. Allí dejé de ser el hombre de Cro-magnon que era. Era sentarte en una mesa de un café y ver a Brigitte Bardot en el Círculo de la Rive Gauche, a Sartre en el Café Floré. Era la gente más bella del planeta, la modernidad, los apóstoles del mundo que estaba por llegar. Aquella época me marcó más que ninguna otra. Trabajaba allí haciendo Radiorama, un programa de Radio Nacional, y vivía en Montparnasse. Dormía en el suelo, en la habitación que tenía Julián Pacheco encima de La Candelaria, donde el pintor trabajaba de lavaplatos. En aquel garito tomaba calvados George Brassens, Paco Ibáñez enseñaba guitarra a Bardot y cantaba Violeta Parra. Aquel París me influyó más que cualquier libro.
¿Y tu peor experiencia?
Donde peor lo he pasado en mi vida fue en Barcelona. Viví allí antes de irme a París con Julián Pacheco, gran pintor y chulo de putas. Yo lo acompañaba como su guardaespaldas. Teníamos peleas con los yanquis de la Sexta Flota, ¡pero peleas de verdad! Ahora me pregunto cómo podía ser tan idiota. Nos pegábamos con las botellas partidas en el Panans.
Eras una de las pocas personas a las que Camilo José Cela apreció de verdad. ¿Cómo era en las distancias cortas?
Una vez le vi bailar fandangos. Cuando un patoso le preguntó si aún follaba, respondió: «¡Soy académico de la lengua!». Le acompañaba cada verano a bautizar burros a Rute, donde según él se le apareció Cristo fumando Ducados. Lo adoré como lo que era: obispo de Iria Flavia. Camilo me quería mucho, no se por qué. Me llamaba a media tarde para que fuera a su casa a tomar el té y yo acudía a sus órdenes. Cuando tenía una tarde lúcida, intimista y simpática era mejor que leerle. Es el último gran clásico. Los escritores están una temporada en el purgatorio pero luego vuelven. Y Camilo volverá.
¿Cómo era irte de farra con Paco Rabal?
Una vez me dijo Paco Rabal, después de varios días seguidos de fiesta, que había un hotel en Roma donde pulsabas el número dos en el teléfono y subía una tía para chupártela. Le dije que eso no podía ser verdad. Pillamos los pasaportes y nos presentamos en Barajas para coger el siguiente avión. Cuando llegamos a aquel hotel de Roma pulsó el dos y subió una tía a chupársela.
Has tenido a muchos directores en tu carrera. Entre todos destaca un nombre: Emilio Romero, timonel de Pueblo.
Emilio Romero era el mejor de su tiempo. Llegaba rodeado de guardaespaldas. Un lobo de mar del periodismo. Fuimos pocos a su entierro. Y él había hecho famosos a toreros, futbolistas, cantaores, actores… fabricó mitos. Fue algo muy ingrato, pero él era el ninot del franquismo al que había que quemar. No lo indultó la democracia. Enseñó a tres generaciones de reporteros. Fue un hombre del régimen pero supo burlar la censura y rasgó las listas negras que le pasaba el almirante Carrero Blanco. Dice José María García que en los tiempos en los que mandaba la censura, cuando las galeradas tenían que ir de madrugada al Ministerio de Información, en esa redacción estaban los mejores periodistas de los frentes de guerra y de la actualidad, Pueblo era un periódico del régimen y de los sindicatos verticales, pero tuvo el acierto de conectar con la sensibilidad de entonces. De allí salió desde Cebrián hasta Arturo Pérez-Reverte. Era «A mí la Legión», una escuela de periodistas. Manolo Alcalá, por ejemplo, apenas sabía escribir y era un reportero legendario. Era un medio de la dictadura, pero abierto al mundo que llegaba: el rock, la moda, el arte, la poesía moderna…
¿Quién es Pedro J. Ramírez?
Junto a Emilio Romero, Pedro J. es el mejor director que he tenido. Su mérito es haber entrado en un lugar inexplorado como eran las cloacas del Estado en los años noventa. El Mundo ha sido capaz de tumbar a un presidente. Ahora no tira a otro porque no quiere irse, pero ha quedado bien claro que ha mentido. Antes decían que era el diario de la derecha. ¿Qué pueden decir ahora? Ahora Pedro J. está más acorralado, pero con todas las contradicciones que pueda tener él y su periódico, ha servido muchas raciones de vellocino de oro, que no es otra cosa que la noticia. Ha desvelado la corrupción, el crimen de Estado, la financiación de los partidos… Ahora sigue vivo, tan vivo como el primer día. A este solo lo sacarán de un periódico el día que se muera, metido en una camisa de pino.
Una de la quejas del periodismo actual es la censura. ¿Cómo era la censura que tú conociste?
La censura es la muerte de la inteligencia. Pero las obras más importantes de la literatura española se escribieron bajo la Inquisición. En España siempre se ha perseguido a los escritores. A Quevedo lo encerraron en la Torre de San Abad, Cervantes murió en Madrid como un perro. Se le vio unos días antes por la calle Huertas, hundido, como un sintecho. Mataron a Lorca y también acabaron con Miguel Hernández. La censura en la época de Franco, que es la que yo conocí, era espantosa. Se hacía periodismo en Barajas, en los hospitales y en las casas de socorro. En política no. Ahí no podías meterte. Era repugnante. Pero había grandes expertos en sortearla.
¿Qué tenían los periodistas de antes que no tenemos los de ahora?
Los periodistas de antes no eran mejores. Estaban menos formados pero tenían una visión romántica del periodismo que se ha perdido. Estuve unos años haciendo crónica parlamentaria. A todos mis compañeros les sorprendía que Zapatero se parara conmigo y no con ellos. Lo único que hacía es acercarme a él con un bloc de notas y le decía: «Buenos días, presidente». Es así de fácil. No quiero presumir de nada, pero el periodismo sigue siendo eso, parar a alguien en un pasillo, preguntarle y apuntar lo que dice. Hay canuteros que ponen la grabadora y están pensando en salir cuanto antes a tomar cañas. Los becarios de antes querían ser grandes reporteros. Hoy solo quieren ser columnistas, españoles sentados y cabreados con un folio en blanco para predicar y dar la doctrina de los partidos. Entiendo al que quiere ser presentador o presentadora de Telediario, porque esos se hacen famosos y follan más, pero los que quieren ser tertulianos…
¿Un periodista para ser bueno debe ser buena persona?
No me gusta esa frase. He conocido a magníficos periodistas que eran auténticos hijos de puta. Ahora hay muchos que quieren arreglar el mundo. Y eso del contrapoder es una gilipollez. Lo que sí hay que hacer es contar lo que pasa, limpiar los cristales para que la gente vea lo que pasa en palacio. Somos limpiacristales de la libertad.
Háblame de tus columnas sobre el caso Bárcenas. ¿Cómo conseguiste esa información?
Bárcenas habló con cuatro periodistas de otros medios, pero hasta que no habló conmigo y con Pedro J. no quiso que nada se publicara. Tiene que ver con la credibilidad. Otros podrían haberlo contado, pero pocos les habrían creído. Pero cuando lo publicó ese acorazado que es el diario El Mundo, entonces… Yo para escribir de Bárcenas tuve que usar trucos: me inventé la «garganta de seda», que existía con otro nombre, nada menos que Rosalía, la mujer de Bárcenas, a la que yo conocí haciendo reporterismo hace veinte años. Después recurrí al «tercer hombre», que también existe pero que no puedo decir quién es, mi gran filtrador. Luego hablé con Bárcenas y después llegó Pedro J. y pegó el zambombazo con «Cuatro horas con Bárcenas», que ya es un artículo histórico.
¿Por qué la sociedad española entendió pronto que todas esas revelaciones sobre Bárcenas eran ciertas?
En España nadie ha dudado de que hubo dinero negro durante décadas. Durante la dictadura los partidos clandestinos contaban con dinero de Rusia, de Gadafi o de Argentina. La costumbre de repartir maletines está enraizada en la política española y es algo difícil de cambiar. Aquí hay dinero negro en todas partes. En cualquier país a un partido democrático lo pillan con dinero negro y está muerto. Aquí no ha caído porque el PP se esconde en su mayoría. Si Rajoy resiste a eso su figura alcanzará proporciones legendarias. ¡Puede salir hasta reforzado!
¿Por qué nadie levanta un teléfono antes de escribir una columna? ¿Por qué todo se basa en la prosa y en la opinión? ¿No hay nada nuevo que aportar?
En España no existe el columnismo de investigación, sino el literario y costumbrista, pero cuando hay una noticia sí que levanto el teléfono y me convierto en un reportero. Cuando me dijo «garganta de seda»: «Si cae Luis Bárcenas, caerá Rajoy» fui el primero en publicarlo. Como dijo Ben Bradlee: «Cuando me encontré con el asunto del Watergate supe que era la historia de nuestras vidas». Es una exageración, claro, pero este caso tendrá consecuencias graves y es una gran historia periodística. Estuve picando unos días como un minero y al final encontré oro, porque al día siguiente de publicar la columna sobre «El tercer hombre» me llamaron cuatro televisiones y todo el mundo creyó lo que decía en ella.
¿No te parece increíble que tras la publicación de los papeles de Bárcenas Rajoy resista todavía?
Rajoy estuvo dos días muerto, como reconocieron ellos mismos, las cancillerías y los embajadores. Cuando El Mundo publicó los SMS y la nómina de Bárcenas, que probaba las mentiras del PP, el presidente estuvo cuarenta y ocho horas de cuerpo presente. Solo su resistencia y su gran mayoría le salvaron de la caída. Pero ojo, esta partida no ha terminado. Bárcenas grabó en los últimos meses a todo el mundo en pasillos, cafeterías y restaurantes. En esas grabaciones está la voz de algún ministro y Bárcenas puede usar esa información cuando le convenga. Además él ha dicho ya que quiere colaborar con la Justicia. Ya es tarde para el pacto. La información la tienen tres personas muy diferentes y está a buen recaudo.
Caso ERE, Bárcenas, Gürtel, Fabra… ¿Este país está condenado?
Por desgracia la mentira en España es gratis. No tenemos esa mentalidad calvinista o anglosajona por la que el que miente está jodido. España premia a los bandidos, a los delincuentes, a los pícaros. Me dicen los que saben que el déficit publicado no es real, que estamos cerca del 11%, lo que supondría una bancarrota, pero los datos están maquillados para no meter lo que nos costó el rescate bancario. Es la ruina. El paro es difícil que se recupere. Además no creo que se hunda el bipartidismo. Un viernes nadie va a votarles y el domingo en las elecciones todo dios vota a los de siempre. Y eso que creo que la gente ya ha descubierto que los partidos luchan más por sí mismos que por el ciudadano. Como las mafias. Pero el ciudadano tampoco es inocente: siguió votando a un partido que había usado los fondos reservados para enterrar a gente en cal viva. Ahora, según las encuestas, la gente va a seguir votando a otro partido vinculado a una trama de corrupción con millones de euros en Suiza y maletines de dinero negro. El pueblo también tiene responsabilidad en ese estúpido patriotismo de partido.
¿El PSOE de Rubalcaba será capaz de salir de su laberinto?
Saldrá. Todo eso de que el bipartidismo se está hundiendo es un cuento. Peor estaba el PSOE en los años noventa acusado de corrupción y crímenes de Estado y salió a flote. Lo del 15M era una amenaza para el sistema degradado, pero se dejaron infiltrar y cuando estaban en el Palacio de Invierno de San Jerónimo decidieron irse a los barrios, en una ingenuidad de anarcos naif que todo lo acordaban en asambleas repletas de topos, pero no de topos de Marx sino de los servicios secretos. Lo partidos turnistas y dinásticos sobreviven a pesar de su decadencia. Y creo que Rubalcaba es el dirigente más capaz y más inteligente del PSOE.
Hace muchos años fuiste un comunista convencido. ¿Qué queda de aquel Raúl del Pozo que creía en las utopías y leía L’Humanité?
Soy la síntesis de todas mis edades y contradicciones. Tuve mi época rosso. Como dijo Henry Levy, con la muerte del comunismo no va a nacer nada nuevo. Ahora está surgiendo un mundo viejo: el feudalismo del siglo XXI, democracia sin Estado de bienestar.
Eres tertuliano en televisión y lo has sido en la radio. ¿Crees que las tertulias han hecho un gran daño al periodismo?
Sí, le han hecho daño. El de tertuliano es un oficio muy español, como la zarzuela y la Guardia Civil. A mí las tertulias no me gustan. Voy a la de Susanna Griso porque es un arcángel de la información. No me quiero meter con los compañeros ni conmigo mismo, que hemos ganado mucho dinero gracias a ellas. Ahora no. Ahora vamos a predicar y no sacamos ni para el taxi. Pero mi verdadero oficio es escribir.
¿Cómo es ser periodista en un diario como El Mundo?
Ir en los años noventa a hacer información parlamentaria para El Mundo era escuchar cuchicheos a tu alrededor en el Congreso. Ahora también. A mí estuvieron a punto de lincharme en la puerta de la cárcel de Guadalajara cuando encerraron a Barrionuevo y Vera. Hijo de puta, fascista y traidor es lo más bonito que me dijeron.
¿Se mueren los periódicos o el periodismo?
Me di cuenta hace años de que el papel publicaba cosas que estaban muertas, mientras que la radio daba esas noticias en directo. La civilización del papel ha muerto. Ahora puedes ver en elmundo.es el gol de Iniesta minutos después de marcarse, el atentado de Irak o el discurso de Obama. Publicar eso veinticuatro horas después en el papel ya no tiene mucho sentido. Además la gente de menos de treinta y cinco años no compra un puto periódico. Pero eso no significa que sea el fin del periodismo, ni mucho menos. Solo es una transformación.
¿Qué aportan las redes sociales al periodismo?
Tienen mucho morbo. A veces te destrozan, pero si no tienes «odiadores» es que no eres nadie, aunque hay algunos que dan paseíllos en Twitter. Uno puede imaginarse cómo eran los paseíllos de la Guerra Civil leyendo en las redes sociales. He visto linchar estos últimos días a varias personas y he pensado: «¿Estos tipos son de nuestra misma raza?». Creo que los que más se meten con los periodistas también son periodistas.
¿Por qué la generación de la Transición se resiste a dejar el poder?
Porque los jóvenes no apretáis. Teníais que habernos echado a patadas. Es culpa vuestra. Lo que no entiendo es por qué los jóvenes se dejan avasallar.
¿Es el ego el peor cáncer de la profesión?
La vanidad y el narcisismo son la arteriosclerosis del periodismo. Es algo repugnante. Esta es una profesión donde el talento es sospechoso. Hay que ser discreto hasta con la imaginación.
¿Es noticia que Obama espíe a todo Cristo? ¿La noticia no sería que no lo hiciera?
No sé si el universo es un holograma, parecido a una infinita tarjeta de crédito, pero de lo que estoy seguro es de que es una gigantesca comisaría con las huellas digitales de todos. Me dice un viejo espía de la CIA que Madrid, como Cascais durante la Segunda Guerra Mundial, es un casino donde apuestan los agentes de todas las potencias. Se dio el caso de que, en el Hotel Meliá de Madrid, dos espías en habitaciones contiguas se estaban grabando sus propios polvos. También me han contado que Manning y Snowden son solo dos topos menores: «Unos merluzos a los que han pescado». El primero es un cabo y el segundo un subcontratado. No hay peces gordos, se tapará todo con la complicidad de los líderes europeos. Me han avisado: si tienes el ordenador conectado al móvil pueden grabar todos tus movimientos, conversaciones y correos. Todo eso de las llamadas a los embajadores es puro teatro. Los americanos y sus primos ingleses han entrado en las bases de datos de todos los servicios secretos y los demás han hecho lo mismo.
¿Existe el periodismo cultural?
No existe. Es mera propaganda de las editoriales. Y los peores son los críticos literarios, los guardianes del cementerio. No hay cosa peor que un crítico literario, un árbitro de fútbol y un enterrador.
Has escrito varias novelas negras, como Los reyes de la ciudad, No es elegante matar a una mujer descalza o Noche de tahúres. ¿Qué tiene la novela negra que tanto te gusta?
Cuenta la verdad oculta, que el poder es el asesinato, que los políticos y los gánsteres se parecen mucho. Es un género de izquierdas por lo que tiene de realismo sucio. Estoy contento de cómo me ha ido con la novela. No he sido un crack, pero todas se han vendido bien. Tampoco he escrito para vender o ganar dinero, sino como una forma de vida.
¿Es cierto que la noche de Madrid está en decadencia?
Madrid es mi patria, mi estilo, un turbión de palabras, se juntan todos los argots en Cibeles, que es nuestra Estatua de la Libertad. Dijo Borges que Madrid es una ciudad provinciana y la Gran Vía es más o menos un sainete. Sería entonces, hoy es una ciudad modernísima, abierta, neoyorquina. Han intentado hacer de el Foro la representación del mal, pero no podrán destruir ese mito universal. No sé si la noche de Madrid está en decadencia porque ya no salgo, pero me la he bebido entera y me la he jodido. Madrid ha sido y es la mejor ciudad del mundo. Salías a la una de la madrugada de casa y podías terminar acostado con un japonés muerto. Madrid era Sodoma, Gomorra, Babilonia, Berlín y San Francisco, todo mezclado.
Como antiguo jugador de ruleta, ¿qué te parece el proyecto Eurovegas para Madrid?
Me encanta que otra vez sea la ciudad más burlanga del mundo, como ya lo fue en el Barroco, cuando había más leoneras que iglesias y los pícaros pasaban el orinal a los jugadores para que no se tuvieran que levantar a orinar. Insisto en el tópico: la pasión del juego solo es comparable a la del amor. Fui ludópata, pero gracias a ello escribí Noche de tahúres.
El ABC ha intentado ficharte varias veces. ¿Te ves escribiendo en otro periódico que no sea El Mundo?
Cuando llegué a Madrid en los años sesenta soñé con poner el paño negro a una ruleta y escribir en ABC. Ninguno de esos sueños se hicieron realidad. Claro que me veo escribiendo en otro periódico que no sea El Mundo, el problema es si sobrevive la galaxia del papel. Soy galeote de una civilización y una travesía que se extingue.
Fotografía: Guadalupe de la Vallina
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Nunca te acostarás sin saber una cosa más:
-Ni se te ocurra preguntar a un academico de la lengua si folla a riesgo de ser patoso
-La noticia es «el vellocino de oro»
-Este buen hombre fue ludópata y se ha jodido a la noche Madrileña
-Otro señor de Cuenca de nombre Julián era proxeneta y encima se zumbaba con la sexta flota
-Susana Griso es «el arcangel de la información»
-Último y lo más importante, por mucho que pulse el número 2 de mi teléfono no pasa nada…
Camilo José Cela es el responsable de que aborreciese la lectura para siempre. En el colegio nos obligaban a leer esos tochos infumables que escribía, ¡y madre mía!, no sé como no nos ha salido una generación de españoles tarados por culpa de este hombre. Me alegro de que la historia de la literatura le haya colocado en el lugar que le corresponde: el olvido más absoluto.
Tuyo es el problema si eres incapaz de disfrutar a Cela. Y no, olvidado sólo por algunos. Otros lo tendremos siempre como uno de los grandes.
No digo que esté en contra, pero, ¿sabremos un día, exactamente, por qué Pedro Jota ha decidido acabar con Rajoy?
Pues, sí. Porque para Pedro J y buena parte de la derecha, Rajoy es un timorato (fíjate) y no está haciendo lo que debería hacer. Esa derecha, que sueña aún con Esperanza Aguirre en la presidencia de España, es a Rajoy lo que el Tea Party al partido republicano en los USA. ¿Te vas haciendo una idea? Más derecha, más derecha, más derecha aún. Eso sí que da miedo, y no la noche de Halloween.
¿Quiere esto decir entonces que Esperanza Aguirre es la version hispana de Sarah Palin? Porque si es así, que Dios -o el Diablo- nos cojan confesados…
Usted mismo. Compárelas y verá cómo le salen las cuentas. Aparte del rollo ultra-religioso (¿o también?), las dos representan al neoliberalismo radical versión S.XXI de la Tatcher y, en consecuencia, a ambas el derechismo moderado les viene mal, haciendo la puñeta a su partido para ponerse a la cabeza.Solo que la Espe es más mayor, y puede que le quede menos tiempo para hacer carrera. Dependerá de las siguientes elecciones. El tiempo apremia. Y a los demás, como usted dice, solo nos queda rezar.
Esperanza Aguirre, además de contar con una maquinaria mediática envidiable, es infinitamente más lista y peligrosa que Sarah Palin. No tiene escrúpulos ni reparos a la hora de mentir o morir matando.
¿Miedo? No exagere, hombre… Risa, como los treinta sumisos firmantes que se ofrecen a la Conferencia política del PSOE: «losers» descabalgados de IU tratando de dar pena a un partido de «losers»…
Hombre, ya salió el que faltaba. «Tonto tú. No, tonto tú más»
Qué pesaditos con el miedo a la derecha. ¿Te ha ocurrido algo durante los años de democracia que ha gobernado el PP? ¿Han ido los grises a tu casa a darte un paseo? Algunos sólo sabéis vivir del rencor a un pasado que ni siquiera conocisteis
¿Qué si me ha ocurrido? Usted verá. Era Aznar: guerra de Irak, implantación de la ley del suelo que nos condujo a la crisis actual, despilfarrando fondos europeos a espuertas con la misma visión de futuro que un cangrejo, Prestige, y en lo regional, primeros coletazos de la privatización de la sanidad pública, corrupción… Era Rajoy: más privatización de la sanidad, más corrupción (se gestó en la anterior, siguió con Zapatero y estalló en esta; y sigue, porque no han hecho nada) rescate a la banca, desmantelamiento de la educación pública primaria, secundaria y universitaria, caída estrepitosa del poder adquisitivo de los ciudadanos, bajada exponencial de los salarios, cierres de miles de empresas, sin visos de una recuperación a medio ni largo plazo, crecimiento imparable de la brecha entre clases sociales, derrumbamiento de las ayudas a la dependencia, comedores de auxilio social… ¡Casi nada! Y con la Espe, peor, porque estos de ahora, encima, aún hay que agradecer que para algunos se muestren muy mojigatos, porque si no, ¡madre mía!
Pero vamos, lo dicho arriba. Me remito a lo contestado a Benvolio. Quizá sea usted el que tiene algún problema maníaco-obsesivo.
¿Podrias hacer lo mismo con las eras socialistas? Por curiosidad a ver que te sale
Claro, ningún problema (aunque debería hacerlo usted, que tanto le pica, pero veo que quiere ponerme a prueba). Era González: entrada en la OTAN, GAL, también corrupción política (caso Guerra, entre otros), entrada en la UE (aunque esto depende de cómo lo vea cada cual, para unos es un avance, para otros, ahora, un retroceso), desmantelamiento de empresas públicas y sector industrial, perpetuación de los privilegios de las clases altas y de la iglesia… Era Zapatero: tampoco hace nada por pararle los pies a las clases altas ni a la iglesia, entre otras cosas, pero sobre todo, la era Zapatero se puede resumir en una sola cosa; reformas sociales, sí (matrimonio gay, etc. justo es reconocerlo), pero una incapacidad absoluta para llevar al país a buen puerto, falto de ideas, dejó que esto languideciera sin hacer nada de nada (lo cual ya es bastante pecado), o derrochando lo que quedaba, y como colofón la clavada de la reforma constitucional con lo del déficit cero. ¿Suficiente? No se apure, me siento de izquierdas, pero no me cuesta reconocer las cagadas de los supuestos representantes de ese lado ideológico (y, léalo otra vez, supuestos). No pasa nada, ¿ve? A Dios lo que es de Dios y al Cesar, lo que es del Cesar. ¿O por qué cree que el PSOE se hundió en las últimas elecciones? Haga usted ahora examen de contrición. Si la cosa está clara, hombre, ¿o es que aún no se ha dado cuenta? Entre una izquierda zángana que no hace lo que debe y una derecha que sí hace lo que quiere, estamos todos jodidos. Pero, hombre, ¡no seamos masoquistas! Si no hay alternativas, quedémonos con los demonios, ¡no convoquemos al diablo!
No se sienta, razone… Parece mentira que un tipo tan «productivo» en sus respuestas siga aferrado al concepto unidimensional de las «izquierdas/derechas». Ni siquiera ha llegado a planteárselo como un eje de abscisas y ordenadas…
Pero, claro, eso de reconocer que «se siente», justifica toda esa terminología religiosa que utiliza.
Sobre la ley del suelo de Aznar:
Sentencia 164/2001 del Tribunal Constitucional
Artículo principal: Sentencia 164/2001 del Tribunal Constitucional de España.
Deroga parte de la Ley del Suelo del 98, por invadir parte de las competencias de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos.7 Entre otros, se interpretaron los artículos relativos a la calificación de suelo como urbanizable (arts. 9 a 11) de tal forma que permitía un amplio margen de actuación en este ámbito a los entes territoriales, lo que en la práctica anuló muchos de los efectos liberalizadores que se atribuían a la ley. 8 La sentencia contó con un Voto particular disidente de Manuel Jiménez de Parga.
Por lo tanto, en este aspecto búsquese usted otro culpable.
¿A sí? Además de copiar usted directamente de la Wikipedia, lo hace mal (pero ¡qué morro que tiene usted! http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_del_Suelo_de_España)
Veamos, la ley suelo de la que hablo es, efectivamente del 98, como bien dice (no, usted, no; qué era la Wikipedia) ¿Y quién gobernaba entonces? ¡AZNAR! Esa ley, vigente hasta ¡2007!, permitió la conversión indiscriminada de suelo no urbanizable en urbanizable lo que provocó la orgía constructora y de especulación inmobiliaria que se vivió en este país desde entonces (entre otras cosas, porque a las comunidades autónomas esto le vino de perlas, una fuente de financiación sin fin, que es lo que ya no tienen ahora, pero añoran), lo que se conocería después como “cultura del ladrillo” o el famoso milagro español del que se enorgullecía ese mismo tipejo que lo impulsó. Pero es que además, ya que estamos con El Mundo, me he encontrado esto: un editorial de El Mundo del 27 de marzo de 1998. Se lo pongo entero para que lo tenga y le pongo en mayúsculas lo interesante, para que no se pierda. Además le añado un enlace a un editorial más reciente de El País donde también se habla de esto (http://elpais.com/elpais/2013/05/10/opinion/1368191938_096530.html).
Pero, ¡qué listo es usted!
Ahí va el editorial. Se titula: “Suelo Barato”.
“Por fin. Tras su debate en el Senado, el Congreso de Diputados aprobó ayer la Ley del Suelo, que entrará en vigor dentro de pocos días. La tramitación del proyecto ha sido especialmente laboriosa, ya que el Gobierno tuvo que adaptar el texto a una sentencia del Tribunal Constitucional, que, en marzo del año pasado, invalidó más de 200 artículos de la anterior ley, una norma refundida de 1992. El régimen del suelo, durante la etapa socialista, estaba sometido a una estricta regulación administrativa, en la que se establecía el número de metros cuadrados que se podía edificar en función de la demanda previsible (suelo urbanizable programado).
La nueva Ley simplifica los tipos de suelo y los reduce a tres: urbano, urbanizable y no urbanizable. Salvo que esté expresamente prohibido por una disposición jurídica, todo suelo es, a partir de ahora, urbanizable. Y lo es mediante un procedimiento administrativo que agiliza notablemente el actual sistema de licencias y permisos. El Gobierno espera conseguir, con ello, un drástico aumento de la oferta de suelo, lo que, según aseguró ayer el ministro Arias-Salgado, se debería traducir a medio plazo en una reducción del precio del suelo y, por tanto, de la vivienda. Téngase en cuenta que el suelo representa ahora más del 40% del coste de una vivienda, una cifra que se ha duplicado desde 1982, el año en que llegaron al poder los socialistas. La nueva ley reduce además del 15% a un máximo del 10% el coeficiente de cesión obligatoria de los promotores privados a los ayuntamientos. La federación española de municipios había pedido al gobierno que no se rebajara este porcentaje, ya que los ayuntamientos obtienen importantes ingresos de él. Con buen criterio, la nueva Ley lo disminuye, ya que no parece lógico que las corporaciones municipales hagan negocio de la construcción de viviendas.
El texto aprobado, siguiendo la doctrina establecida por el Constitucional, cede a las comunidades autónomas las competencias en materia de planificación del suelo y ordenación urbanística. El Estado se reserva el régimen jurídico de la propiedad, el de valoración y las expropiaciones de interés público. LA OPOSICIÓN DE IZQUIERDAS, PSOE E IU, NO HA ACOGIDO CON ENTUSIASMO LA NUEVA LEY DEL SUELO, QUE, SEGÚN SU PARECER, PODRÍA FAVORECER LA ESPECULACIÓN INMOBILIARIA. TAL VEZ. EXISTE ESE RIESGO. PERO DE LO QUE NO HAY DUDA ES DE QUE EL VIGENTE RÉGIMEN DE FILOSOFÍA INTERVENCIONISTA HA PROVOCADO DURANTE LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS UN ASTRONÓMICO INCREMENTO DEL PRECIO DEL TERRENO PARA EDIFICAR.
Cuando la posibilidad de construir una urbanización depende de una licencia municipal arbitraria o de una recalificación de terrenos, hay serias posibilidades de corrupción a lo largo del proceso. Simplificar y hacer más transparente el uso del suelo no es ningún despropósito, aunque se echa en falta en la Ley una apuesta por la figura del promotor de suelo urbanizable.
Habrá que dar tiempo al tiempo hasta que esta iniciativa pueda dar sus frutos. Sólo entonces podremos hacer un juicio definitivo.”
Fin del editorial.
Y sí, le dimos tiempo al tiempo… y nos jodieron.
Señor «Hastaelgorro», como dirían los franceses: «chapeau».
Claro, diáfano, y directo.
¿Solución? con palmeros como los que lidiamos por estos foros, complicado… pero aunque no sirva de consuelo, somos muchos los que estamos hasta el gorro (el resto vive en una realidad paralela).
Un saludo.
Pues sí, señor Neófito, así es. Qué le vamos a hacer (suspiro). En todo caso, gracias por su comentario. Está bien saber que uno no está solo. Aquí tiene un cómplice, un amigo. ;)
Muchas gracias Hastaelgorro, ha sido muy clarividente, pero el problema radica en q los domingos electorales la gente de este país sigue yendo a votar…..
Un placer leerle
ah,bueno…si no han pasado los grises por mi casa a fusilar a alguien me puedo dar por contento
Gracias por hacerme ver la luz…iluminado
Yo me imagino que para vender más ejemplares de su periódico, aunque no sé si le ha salido muy bien la jugada
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¿Qué ministro, D. Raul?
¿Por qué tantos periodistas se limitan a amagar y no dar?¿Por qué el entrevistador no le ha hecho esa misma pregunta?
¿Qué estrategias comerciales defienden con ese racionamiento tan burdo de la información?
Ya lo sabemos. Pedro J. tiene su musa, que lleva años tomando carrerilla. A Esperanza Aguirre, la gran reina del tráfico de influencias, la aupan a los altares Losantos, Vargas Llosa y el susodicho. El golpe de gracia a Rajoy es un cambio de especie en ese nido de víboras que es el Partido Popular.
No comento nada de la entrevista porque no me ha dado tiempo a leerla entera. En realidad, me interesa más por el entrevistador que por el entrevistado.
A mí me ocurre lo contrario. Me interesa más el entrevistado que el entrevistador. Raúl del Pozo cumple esa máxima que recomendaba Chesterton de escribir lo que no esperase la línea editorial del periódico que te publique. Por eso Raúl del Pozo, que es de izquierdas, escribe en El Mundo, y cuando era aún más rojo su ambición era escribir en ABC. De igual manera que un periodista o escritor de derechas tendría que ambicionar que le publique El País o Público.
Hombre, Raúl del Pozo no ha dicho nada que la línea editorial de «El mundo» no esperase. No es el único periodista «de izquierdas» que escribe o ha escrito en dicho diario, que no suele tener problema en contratar periodistas que pertenecen a un variado espectro ideológico.
Pedro J. es un mercenario de los de toda la vida. Si en su día, Felipe González le hubiera bailado el agua, se hubiera hecho afín al PSOE sin problema. Al final, fue el PP y especialmente la señora Aguirre, que es la que mejor ha jugado sus cartas. Las cabeceras españolas no me interesan, sigo a determinados periodistas independientemente de donde escriban.
Ya era hora de que Jot Down entrevistara a un periodista.
No he leído sus novelas, como articulista lo encuentro mediocre, sin más. A pesar de los esfuerzos.
Como la entrevista. Y como el periodismo patrio.
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¿Es JotDown una revista periodística autofelatoria o autoflagelatoria? que no me queda claro. El tema recurrente eterno del periodismo romántico. Parece que no hay otra cosa. Y luego están esos egos…
Totalmente de acuerdo con Benvolio. La respuesta del entrevistado obliga a una pregunta obvia. No entiendo porqué no se la hace. Yo, desde aquí, soy capaz de afirmar, con la condición de que nadie me pregunte, que un contacto que tengo en la CIA me ha asegurado que Bárcenas posee documentos, guardados en un Banco Suizo, que demuestran la autoria de los atentados del 11M. Y como esa, mil noticias más. Total, son gratis.
una entrevista magnífica, real y, probablemente, cierta.
me alegra esta entrevista, brillante a mi juicio.
el periodista genial, y el entrevistado, también.
me gusta, además, que el periodismo haga eso: de periodista, no de sabelotodo, como se acostumbra en estos lares…
Garganta de seda, el tercer hombre… y Exuperancia qué, ¿eh?
¿El País es un periódico de izquierdas?. Primeras noticias…
Se nota que el sr. del Pozo no sale por Madrid… por lo menos desde hace veinte años, que son los que lleva esta bendita ciudad más muerta que viva.
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Viendo algunos comentarios que hay por aquí, no me extraña que la juventud actual no haya echado a patadas aún a la generación de la transición. Se la comen bien y desde que nacieron no han hecho otra cosa. A algunos ha llegado a gustarle y hasta pretenden medrar o erigirse como árbitros de los comep…
Hace bien Raúl del Pozo en echar la culpa a la juventud por no echar a patadas a la generación de la transición, pero omite las causas: una juventud anestesiada, aborregada, esclerotizada con el pan y circo, crédula con una propaganda machacona que durante 35 años ensalzó la Transición como si fuera Eldorado, crédula con la anatemización sistemática de la derecha y la idealización de una izquierda que parece inmaculada, una juventud bobalicona que presume de ser antisistema y, siendo incapaz de leer un maldito libro, se pasan el día pegada al móvil para wassapear, una juventud dizque antiyankee pero que consume reiteradamente productos americanos, una España moralmente enferma que prefiere leer el Marca y «pasar de los políticos» antes que echarse a la calle y pedir cuentas a los responsables de todo este desastre. Y así nos va.
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de la cama de Ava Gadner (vellocino de grafito, que no de oro), salió Dominguín a contarlo (eso es periodismo, señor Del Pozo)… identificar la voz de un ministro en una grabación comprometedora y no contarlo, es conspiración señor Del Pozo, que denigra a una profesión a la que usted dice pertenecer
«Somos la generación testosterona, lo hemos hecho todo con dos cojones, nadie nos va a echar a patadas así como así.
«Nosotros luchamos en su momento contra la gerontocracia, no como las nenazas de hoy en día. No conseguimos muchos resultados, eso sí. El viejo murió en la cama y hasta que no le sucedió un tío joven y éste nombró a otro tío joven como primer ministro, no logramos ocupar los puestos que merecíamos.
«Además, España estaba por construir, por crecer, y no tuvimos problema para acceder a todo tipo de trabajos e ir ganando dinerito. Qué decir, el dinerito que hemos ganado nos ha dado para comprar un par de casas al menos. Algún cabroncete por ahí tiene hasta cinco, con dos cojones. También hay alguno que ha picado con lo de las preferentes. Mi generación es la hostia.
«Me lo he follado todo y me lo he bebido todo en Madrid. De acuerdo al 100% con el Garci: Madrid es como Nueva York, pero más canalla. Es una ciudad dura, aquí no queremos nenazas, ni críos, ni bicicletas, ¡qué mariconada! Que se vayan al campo, no te jode.
«Yo, con mi libreta, soy el puto amo del hemiciclo. La tecnología es para los jovenzuelos. Yo saco mi libreta y se me acerca hasta el mierdas de Zapatero -otra nenaza, por cierto-.
«Con la edad se me irá bajando la testosterona, soy consciente. Eso lo sabía hasta Buñuel. Pero me niego a abandonar el barco para que entre un gilipollas imberbe. No tanto porque me considere imprescindible, que también, sino porque la gente joven no tiene ni puta idea sobre la vida. Yo sí.
«Ah, por cierto, Pedro J es DIOS.
Amén.
jaja, vellocino de oro a este comentario
Vellocino de oro.
El único comentario decente a esta noticia.
Vellocino de oro.
lo has clavao, especialmente lo de la bicicleta, gran mariconada!!
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Y ustedes vosotros que tantísimo sabeis, ¿sabeis quién y por qué precisamente ahora y desde hace un tiempo se quiere cargar a la familia real, cuando hacen lo que han hecho toida la vida?
mandeee????
Sííííí???? ¡Que se ponga!
Parece que Bárcenas tiene papeles, grabaciones y hasta huellas dactilares en sobres con dinero pero hasta ahora nada de nada. Todavía nos están haciendo creer que va a pasar algo, que se van a destapar todas las mentiras del partido del aguilucho disfrazado y que vamos a volver a empezar. Y en realidad de aquí a un año Bárcenas será una pesadilla pasada para algunos y de aquí a dos años los mentirosos sin pruebas volverán a ganar unas elecciones porque a los españolitos les importa más el dinero en su propio bolsillo que la honradez de los que se supone tienen que dirigir el país. O lo que es lo mismo, mientras haya pan y circo en la mesa puedes robarme lo que te de la gana.
Y encima tener que soportar a estos periodistas que quieren ser ellos más noticia que la propia noticia. Que tiene bemoles que el señor del Pozo diga que hay periodistas ególatras cuando él mismo es uno de ellos con su tercer hombre y demás. Y encima nos hace creer que su periódico es la hostia porque destruyó un gobierno cuando ese mismo periódico lleva ya casi 10 años intentando inventar historias conspiranoicas sobre el 11M para vender su basura a sus parroquianos.
Pues a mí lo que más me ha gustado es lo del teléfono del hotel de Roma. ¿Cual será? Porque el resto, pues en su papel, como siempre.
Es gracioso todo este asunto. ¿No?
Por suerte las cosas estan cambiando y empieza a haber un relevo generacional de la transicion: estan poniendo a sus hijos…
«Voy a la (tertulia) de Susanna Griso porque es un arcángel de la información. »
Madre mía, qué nivel, ahí dejé de leer.
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Una muy buena entrevista… Un fulano muy interesante.
Lástima que, en lo que al titular se refiere hayas sido víctima del periodismo más comercial.
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