Manuel Pablo es más rentable que Zidane, porque es más joven que él. Por esa razón, creo que será más caro que el jugador francés. (Lendoiro, 15/07/01)
Feliz 2001. España iba bien, la corrupción no importaba y hasta en el fútbol, con el dinero de la televisión de por medio, parecía que el bipartidismo estaba roto y la clase media podía aspirar a la aristocracia. Nadie aprovechó mejor este contexto que Valencia y Deportivo, dos equipos que ganaron ligas y acecharon la Champions.
Así estábamos cuando Florentino Pérez, tras la llegada de Zidane al Bernabéu por once mil quinientos millones, fue a por Manuel Pablo. Y Lendoiro, que en esos momentos se sentía en igualdad de condiciones con el Madrid, rechazó la oferta de seis mil millones de pesetas —en la que se incluía el traspaso de Molina y la cesión en contrapartida de Casillas por dos años— comparando a su lateral con el Balón de Oro francés, por lo que exigía los quince mil millones de cláusula para cerrar el trato. A pagar en cómodos plazos, eso sí. Las negociaciones se rompieron sin remedio y finalmente el jugador canario se quedó en A Coruña. Dos meses después, el que esos momentos era seguramente el mejor lateral diestro de Europa se rompía la tibia y el peroné en un choque accidental con Giovanella, mediocentro del Celta.
Retrocedamos ahora tres años más atrás, a un viernes de agosto de 1998 en Riazor. Final del Teresa Herrera entre el nuevo Deportivo de Irureta y la Lazio de Nevded, De la Peña y Salas. Tras un partido serio y goles de Djalminha y Flavio, los de casa se hacen con la victoria ante los italianos, que decepcionaron tras la buena imagen mostrada ante el Madrid de Hiddink en las semifinales.
En este partido debutó en A Coruña Manuel Pablo con veintidós años, ante una afición para la que era un completo desconocido. Aterrizaba junto al Turu Flores procedentes ambos de Las Palmas, y mientras que el delantero argentino formaría con Pauleta la eficaz pero efímera delantera «Turuleta», el canario, invisible, apuntaba a suplente del por entonces dueño del carril diestro, Armando.
Así, arranca su andadura de blanquiazul en el banquillo, en una primera parte de la 1998/99 en la que no cuenta casi nada para Jabo, que estaba formando los mimbres de un equipo que quería retomar lo iniciado por el Superdépor. Poco a poco la maquinaria arranca, y con ella Manuel Pablo, que va entrando en el once para sumarse a los Mauro Silva, Fran o Naybet. Para cuando concluyen sextos la competición doméstica, él ya es indiscutible.
De ese estatus no lo moverá nadie. Y es que ese tipo normal, con apariencia de futbolista de otro tiempo, esconde un lateral muy bueno. De perfil ofensivo, conoce el oficio, es solidario y cuenta una excelente punta de velocidad para corregir o doblar al interior y apurar el centro. Con estas credenciales, y aun compartiendo vestuario con ídolos como Mauro Silva, Fran o Makaay, el defensa diestro acaba ocupando portadas en unos años irrepetibles. Tenía un hueco entre los cracks y, mejor aún, un título de liga, un subcampeonato, plaza en la selección de Camacho y a su presidente rechazando ofertas del Madrid o Inter por él.
Hasta Giovanella.
En el fútbol español se recuerdan pocos momentos tan dolorosos como este, que sirve como recordatorio de lo cabrón que puede llegar a ser el deporte. Un tío que acaba de llegar a la cima y que en un encontronazo se destroza la tibia y peroné derechos, y en consecuencia, su carrera. Adiós a las portadas, a la selección, a las ofertas multimillonarias. Manuel Pablo se encuentra ahora con dos años y medio en duermevela, con jugar poco e intentar recuperar sensaciones perdidas, con el anonimato.
Mientras, su puesto lo recogen a medias Scaloni y Héctor, y el Deportivo prosigue el ritmo machacón. Era un equipo muy complicado de doblegar, un bloque muy serio atrás y con la sociedad Valerón-Makaay funcionando a pleno rendimiento. El ya Eurodépor encadena grandes actuaciones continentales —Old Trafford, Olímpico de Munich, Highbury…— con otro subcampeonato y un tercer puesto liguero, e incluso hay tiempo para el «Centenariazo». Días de gloria.
Al fin, en la 2003/04 Manuel Pablo comienza a salir del túnel. No es el mismo de antes (nunca lo volverá a ser), le falta velocidad y ese punto competitivo/diferencial que se pierde en este tipo de lesiones. Pero al menos, y como si intercediera la justicia poética, el canario que se ha perdido tantas cosas de su equipo podrá vivir en el césped los últimos coletazos del gran Deportivo. Así, contribuye al tercer puesto liguero del equipo y es titular tanto en el 4-0 al Milan como en esa fatídica semifinal ante el Oporto de Mourinho. Fue el canto del cisne de aquel proyecto, y él merecía vivirlo.
A partir de ahí llega la decadencia a Riazor. En la siguiente campaña el equipo se empieza a derrumbar y tras una espantosa actuación en la fase de grupos de la Champions (un punto y cero goles a favor), terminan la Liga octavos, fuera de los puestos europeos por primera vez en seis años. El ciclo se ha terminado. Irureta se marcha, Fran y Mauro Silva cuelgan las botas y llega Caparrós para cambiar la mentalidad del club. Era lo que Lendoiro bautizó como Tercera Lección, que se acabó resumiendo en la necesidad de bajar al barro y practicar la supervivencia a coste cero.
Inmersos en las vacas flacas, el jugador se ve en un nuevo escenario. Tras la marcha de otros veteranos tiene que asumir galones. Como capitán y titular pero sin alzar la voz, se convierte en la referencia ética de un vestuario al que llega algún meritorio —Verdú, Lopo, Filipe Luís, Aranzubia— y bastantes futbolistas que no darán el nivel. Poco a poco, y pese a los desvelos de una afición muy por encima de su directiva, el Deportivo se instala en la mediocridad y finalmente, ya en bancarrota, descenderá por dos veces a Segunda División.
Ahora, a sus 37 años, Manuel Pablo ya no es titular. Poco importa. Tras dieciséis temporadas y más de cuatrocientos partidos en los que ha vivido todo lo que se puede sentir en el césped, el futbolista canario se ha quedado, tras la marcha de su amigo Valerón, como única referencia de la belle époque. Mientras que la hinchada coruñesa sueña con que la cantera reconstruya el camino de vuelta, observarlo a él permite esa melancolía que solo puede proceder del recuerdo de la adolescencia.
Porque a estas generaciones de deportivistas que crecieron entre éxitos en el fondo les dará igual si un día su capitán fue más rentable que Zidane. Lo importante para ellos es que inmersos en este presente tan jodido, Manuel Pablo, como último héroe blanquiazul, es mucho más valioso.
de acuerdo al 100%, lo peor del depor la directiva. Eso y la guerra a muerte entre el depor y el ayuntamiento. Guerra de los tiempos políticos de lendoiro y paco vazquez. Los dos culpables de usar el depor como campo de batallas politicas. Otra pata del desastre la guerra que lendoiro y la voz de galicia viven desde hace años. Guerra en que ninguno gana y el depor pierde. Otro problema el odio que viven la tvg contra el depor. Tiempos pasados el depor era la niña bonita de la telegaita.
Sumas a todo esto que lendoiro se ha rodeado de una directiva de incompetentes vertebrada por la familia de lendoiro que parasita el depor. Son todos los ingredientes para el desastre y así está el equipo
chapó..por tu comentario Nemigo
Lo peor es que la gente aun no hace mucho estaba con la venda puesta en los ojos, y aun seguian defendiendo a lendoiro…
FORZA DEPOR !
Gracias por no poner el encontronazo con Giovanella… solo leerlo me pone los pelos de punta.
En la época del Súper Depor, yo vivía en Vilaboa y mi colegio estaba justo al lado de donde entrenaban (creo que se llamaba La Laboral, pero no estoy segura). Recuerdo pasar los recreos con los demás niños viendo los entrenamientos y gritándoles a los jugadores (a Manuel Pablo, Mauro Silva, Songo’o, etc.) para que nos saludaran, cosa que siempre hacían. No había cámaras, así que podían ser bordes o ignorarnos y nadie lo iba a saber. Recuerdo haber visto la lesión de Manuel Pablo en directo (de esas que te duelen como si fueran propias), el odio generalizado a Giovanella en el colegio y pensar que nunca volvería a jugar. Me alegro de que pudiera jugar de nuevo, aunque no volviera a ser el que fue. Gracias por el chute nostálgico. :)
Cuantos buenos años nos hizo pasar Lendoiro. Pero cuantas barbaridades hizo. Negarse a vender a un lateral derecho por 6000 millones… que barbaridad (aunque nadie quería que lo vendieran. Todos ciegos). Y ahora se aferra al cargo cuando el Depor necesita renovarse por completo (cantera y nueva directiva de mundo, joven y con ganas. No Conchado ni Zas precisamente).
Yo siempre le estaré agradecido, pero al presentarse a las elecciones demuestra no estar a la altura de la afición y de las necesidades del club. Se ha labrado tantos enemigos, que mientras este señor siga ahí nadie nos va a dar crédito ni aflojar la soga del cuello.
Forza Depor
En el artículo hay una errata, Manuel Pablo debuta en la selección absoluta con Camacho, no con Clemente. Mil disculpas.
Ayer Manuel Pablo fue titular e hizo un partidazo.
Es el último recuerdo que nos queda.
Aquellos tiempos huelen a reveldía en el fútbol nacional…
Y el aroma es lejano pero exquisito.
Pequeño fallo de documentación. La última temporada 2004/05 en Champions del Deportivo acaba con dos puntos y no uno. Por el resto, fenomenal artículo.
A Manuel Pablo todos le tenemos cariño en Riazor pero su venta por ese dinero hubiese sido uno de los mayores timos de la historia y el mejor negocio en la historia del club. En mi opinión era un lateral limitado,que tuvo su momento por un físico de atleta olímpico pero torpe con el balón,incapaz de centrar y con tendencia a perder el sitio. Creció gracias a lo bien acompañado que estaba.
Conociendo a Lendoiro,no sé si esa oferta llegaría a ser verdad.
Zidane se fue más joven y aún con fútbol en las botas. También hay que tener dignidad y marcharte antes de arrastrarte
Tristísimo encontronazo, también para Giovanella (dio la sensación de que fue totalmente fortuito, y el propio Giovanella lo pasó muy mal por saber lo que -involuntariamente- había causado). Shit happens!
Fantástico reportaje que habla de una época pasada muy gloriosa y que tuve el privilegio de vivir en Riazor. Es en esa época, tal vez un poco antes, cuando se incubó el papanatismo de una buena parte de la afición deportivista. Un sector importante del deportivismo que que sostiene y justifica a un personaje deleznable como Lendoiro del mismo modo que los franquistas hacen apología de la dictadura o los habitantes de Marbella lo hacían de Gil….
Los dicho, un buen reportaje, muy redactado y con el aliciente de que tiene una extensión moderada, cosa que no es para nada frecuente en Jot Down donde artículos buenísmos son lastrados con miles de caracteres innecesarios. Felicidades!!!
Lo que no comenta nadie, por no interesarles , es como llega el Coruña a fichar a tantos y tan caros jugadores como Bebeto, Mauro Silva, Donato, etc. sin tener un duro y después de 18-19 temporadas , seguidas en segunda, y, creo, en tercera ¿ Fue casualidad que, en esos años, Lendoiro I el pirata, fuese , a la vez, presidente del Coruña y presidente de la Diputación de la Coruña? ¿ Se desviaría dinero, milagrosamente, claro, de la diputación (un saco sin fondo) al club del Coruña ? Viendo la honestidad y claridad de la gestión posterior del tal Lendoiro I el pirata, parece lo más lógico, o no ? Posteriormente, ganaron un liga y algo más. ¿casualidad, trampas?
Es de necios pensar que el Deportivo (Deportivo si, no Coruña) empleó fondos públicos.
Es fácil ver de donde salieron las tan excelsas y caras plantillas de la época gloriosa del club: créditos de los bancos (todavía queda a devolver 20 millones de € a NCG y otros 10 mill. € a Banco Gallego), y los ingresos por Champions ascendían a más de 20 mill. de € al año, y los de televisión en torno a los 15 millones.
A diferencia de otros, que se endeudaron para no ganar ningún título y acabaron con plantillas millonarias en la segunda división, el Deportivo al menos pudo celebrar algún entorchado.
Por otro lado, y ya para finalizar, los ciclos se terminan y, el de Lendoiro, después de 25 años, está más que caduco.
Si, pero cuando el Coruña (no Deportivo,eso será para ti o los aficionados a ese club, ya que hay varios equipos en España que empiezan por Deportivo) fichó a los mencionados jugadores (un pastón) no habia esas barbaridades de ingresos de las televisiones ( creo recordar de canal plus España) el Coruña aún no había estado etc. A un entrenador juvenil de la selección gallega lo censuraron y creo que cesaron por comentar lo que yo en este foro. En cualquier caso ….»nada es verda, nada es mentira cada uno.etc….sin acrityd. Un saludo
El coste de Bebeto fue de 1,4 millones de Euros. Mauro Silva costó 0.6 millones de Euros. Donato vino prácticamente gratis del Atlético.
Costes perfectamente asumibles para un equipo de primera división humilde. El primer Superdépor se forjó a golpe de descartes de otros equipos y, en menor medida, cantera.
El título del artículo ilustra alguna de las milongas que los presidentes de clubes venden a su afición: Manuel Pablo debe ser más caro que Zidane. Y la clá aplaudiendo.
En eso de vender milongas, Lendoiro es el puto amo. Tanto, que así tiene el club. Y es sintomático que se mencione al otro club que ha acabado convertido en un zombie, el Valencia, por hacer pareceidas prácticas. Pues nada, a seguir aplaudiendo, pagándole 600.000 pavos al año y riéndole las gracias, que al parecer se vuelve a presentar.
Ahora me he despegado del Depor y futbolísticamente tiendo a ser tan sólo antiflorentino, pero me ha entrado gran nostalgia al leer sobre Manuel Pablo e Irureta, que casi me engancharon más al Depor, que ese buen hombre que era Arsenio. Quizás porque, como dice Mark Rowlands, somos criaturas del tiempo:
http://www.elpisapapeles.com/cultura/ciencia/criaturas-del-momento-canidos-perros.php
Turco, que te pasa hombre? pareces un poco amargado…no seras de las rias baixas? hay cuanta envidia, a ver si desaparecemos y nos refundamos en 100 añitos hombre, ya que como sabes, es IMPOSIBLE que alcancéis ni tan solo parte de nuestro excelso CV. No lo entiendes? es IMPOSIBLE, repito, IMPOSIBLE!! que JAMÁS, y vuelvo a repetir, JAMÁS!, el Cerda de Virgo gane la LIGA…ni otra competición lo dudo…pero la Liga? JAMÁS IMPOSIBLE JAMÁS IMPOSIBLE ….y ahora rómpete la cabeza para pensar como hicimos y tal y tumba en aras de intentar (no lo logras) despretigiar tamañas hazañas deportivas. Apertas desde el norteeeeee!!! disfrutad en medio de vuestra…vulgaridad? color gris? club anodino? nadie se fija en vosotros…sois no se, como la típica vecina feucha que nadie la mira…algo así, la tipica acomplejad@ del colegio que no LIGA ni a las 5 la mañana…Repito JAMAS IMPOSIBLE JAMAS IMPOSIBLE JAMAAAAAAAAAAAAAAASSSSS!!!!
Estáis en segunda división.
Lamentablemente ya apareció un llamado troll…y además fanático de un equipo de fútbol (del que sea). Que espanto. No deberían de dejar publicar semejantes barbaridades…que ademas están en segunda.
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Troity, si quieres ejercer de forofazo vete a comentar las «noticias» que publican ciertos diarios deportivos.
Allí seguro que encontrarás amiguitos con los que jugar.
En cuanto al artículo, espero que el autor nos siga deleitando con más historias de fútbol tan bien escritas. Enhorabuena
Una historia muy bien escrita. Recuerdo con nostalgia a Irureta, Manuel Pablo, Songo´o…
¿Y se acuerdan cuando Mourinho era rentable? No hace tanto tiempo. Diego Torres lo desenmascara:
http://www.elpisapapeles.com/entrevistas/la-actualidad-con/diegotorres-mourinho-realmadrid-florentinoperez-elpais-ancelotti-cristianoronaldo-isco-higuain.php
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