Destinos Ocio y Vicio

Sombras en el neón tailandés

Tailandia - Fotografía de Zigor Aldama (3)
Pattaya es uno de los pocos lugares del mundo en el que a nadie van a mirarle mal por hacerse pasar por Osama Bin Laden, Adolf Hitler o Saddam Hussein.

Muchos llegan al «reino de las sonrisas» atraídos por el desenfreno del país, y algunos terminan derramando muchas lágrimas.

«Ping-pong show? Banana show?». Son pocos los turistas que no escuchan estas propuestas poco después de aterrizar en Bangkok. El joven sonriente que hace de cebo enumera las habilidades vaginales que asombrarán al espectador que siga sus consejos y acuda al antro en el que, «por solo 300 baht (6 euros), incluida una consumición», podrá disfrutar de uno de los espectáculos que ya se han convertido en símbolo de la capital tailandesa. Muchos acceden. Al fin y al cabo, ¿cómo se puede viajar hasta allí y no acercarse hasta una de las representaciones sexuales más conocidas?

Nada más poner un pie en la boca del lobo, el gancho que los ha llevado hasta ella desaparece. Los turistas quedan en manos de varias jóvenes atractivas que los arrastran por el esófago hasta uno de los sofás que rodean la plataforma circular en la que un grupo de chicas desganadas en bikini se contonean sin atisbo de erotismo alguno. Una mujer más mayor, con gesto de jefa, les entrega una carta de cervezas en las que los recién llegados creen escoger su bebida gratuita a la luz de una linterna.

Comienza la performance. Vuelan las escuetas prendas de las chicas del estrado y aparecen todo tipo de objetos con un destino común. Una de las mujeres les va dando uso con su vagina. Con ella se fuma un cigarro, lanza dardos contra unos globos que estallan en carcajadas, y pelotea con miembros del público que devuelven con gesto de asco las bolas de ping-pong. Mientras tanto, un grupo de jóvenes mucho más atractivas que la artista de la tarima, brinda con los asistentes varones a los que desean suerte.

Y la van a necesitar, porque cuando se dispongan a abandonar el lugar se encontrarán con una abultada factura que incluye las bebidas de las chicas y esas cervezas que pensaban que eran gratis. «¿Quién os ha dicho eso?», pregunta la jefa, que ahora muestra otro menú en el que aparecen los precios que no tenía el anterior. Las sonrisas se convierten en ceños fruncidos, y las suaves curvas de las jóvenes tailandesas son ahora bíceps de fornidos matones.

Tailandia - Fotografía de Zigor Aldama (5)
Turistas chinos se fotografían con transexuales en Walking Street, una calle que cobra vida a la noche y en la que reinan el sexo y el alcohol.

Es solo un aviso de lo que espera en la Tailandia extrema, esa a la que se viaja con la excusa de la playa y con el sexo como objetivo. No importa que el país haya tratado de lavar su reputación como uno de los centros neurálgicos del turismo sexual a nivel planetario. Porque solo hace falta dar un garbeo por la calle peatonal de Pattaya, una localidad situada a menos de 150 kilómetros de la capital, para darse cuenta de que la arena es lo que menos importa.

Este Benidorm tailandés, que se ha desarrollado al calor de los soldados de marinas anglosajonas con necesidad de desfogarse, es un cóctel de mafias, prostitutas, traficantes, policías corruptos y turistas sin escrúpulos cuya tasa de mortalidad multiplica varias veces las de otras localidades turísticas del reino asiático. Hay quienes incluso mueren frente a un establecimiento abierto 24 horas y no reciben atención hasta que el rigor mortis comienza a ser más que evidente.

«Hay tantos borrachos que no le dimos mayor importancia», se justificaron el pasado mes de diciembre los responsables de la tienda, en la que se puede adquirir todo el alcohol necesario a precios de risa. Es el paraíso de los occidentales jubilados —muchos de ellos veteranos de guerraen busca de sexo barato, pero también hace las delicias de jóvenes atraídos por la combinación de alcohol, droga, chicas desinhibidas y fiesta hasta bien pasado el amanecer. No en vano, poco más se puede hacer en un lugar que amanece a las seis de la tarde.

No importa que las playas de los alrededores sean, como mucho, ordinarias. Ni que la oferta cultural sea nula. Pattaya, con sus 300.000 habitantes, recibe más de cuatro millones de visitantes al año, y nadie busca templos budistas. No obstante, sin saberlo, se enfrentan a numerosos peligros. Aunque algunos casos acaban en tragedia, la mayoría se solucionan con una dolorosa visita al cajero automático y, en el peor de los casos, algún golpe que otro.

Los engaños más habituales son viejos y están perfectamente documentados, pero siguen funcionando. La estrella es el de la moto acuática: un turista alquila uno de estos aparatos para dar una vuelta frente a la playa, firma un contrato que le obliga a pagar los gastos de cualquier desperfecto que pueda ocasionar, y cuando regresa, una inspección del propietario del chiringuito de playa descubre alguna abolladura, corte, o rotura achacable al uso indebido del cliente. El desperfecto es antiguo y ha sido cubierto con pintura soluble para que no se haga evidente, pero no hay forma de probarlo sin un perito. Y no hay tiempo. Los amistosos tailandeses que hacían risas ya no bromean. De hecho, en esta perfecta coreografía terminan apareciendo una navaja y una barra de hierro.

Tailandia - Fotografía de Zigor Aldama (1)
Una joven extranjera regresa a la playa de Pattaya después de dar una vuelta a lomos de una moto acuática, acompañada por un guía local. Estos servicios son los que más problemas acarrean, porque muchas veces los que alquilan las motos extorsionan a los turistas a quienes acusan de haber provocado daños en el vehículo.

Y un policía que calma la situación. Tras escuchar lo sucedido, recomienda al turista que pague, aunque negocia una suma algo inferior a la que le exigen los mafiosos. Por supuesto, el agente se llevará una suculenta comisión, y aquí no ha pasado nada. Por si fuera poco, voluntarios de la policía turística un cuerpo de extranjeros que trabaja codo con codo con las autoridades para esclarecer casos en los que se ven involucrados turistas, reconocen que la propia policía les pide que se mantengan al margen de estos tejemanejes. «Nuestra labor es asistir a los extranjeros que se meten en peleas o tienen algún otro problema, pero no sustituimos la labor de la policía», comenta un voluntario australiano que prefiere no dar su nombre. «Pattaya es un centro del vicio, del crimen internacional, y de la corrupción policial», aseguraba uno de los cables que publicó Wikileaks, emitido por la Embajada de Estados Unidos en Bangkok.

Nadie duda de que los uniformados se saquen un sabroso sobresueldo con todo tipo de turbios negocios. Fuentes mencionadas en los cables de Wikileaks estiman que los agentes pueden embolsarse entre 3000 y 10.000 baht (de 60 a 200 euros) al mes por cada establecimiento en el que hacen la vista gorda. Y mucho más si participan en engaños como el de la moto acuática, que también se ha trasladado al otro centro turístico por antonomasia: Phuket.

Pero ahí no acaba la historia. Muchos policías también están compinchados para extorsionar a extranjeros que cometen delitos, sobre todo en casos de drogas y de prostitución infantil, e incluso fabricar pruebas incriminatorias allí donde no se ha dado falta alguna. Paco es un valenciano establecido en Tailandia que sigue con mucha atención los patrones en los que se dividen los casos. «Un taxista muy amable te ofrece comprar drogas de su amigo, y te lleva a él. Este te vende drogas a precios fantásticos, pero, mientras tú compras, el taxista llama a su socio policía y le dice tu destino. Una vez dejas el taxi, un policía te para y te pide el pasaporte. Te preguntará si has consumido drogas y te registrará. Una vez encontradas las sustancias, el policía te amenazará con ir a la cárcel. Pero le puedes pagar una cantidad de dinero, normalmente bastante alta, y así quedas libre».

Otra versión muy extendida cambia al taxista por una prostituta que, tras cumplir con su servicio en la habitación del turista, aprovecha algún descuido para introducir sustancias ilegales en el equipaje del cliente. Tras la despedida, no pasa mucho tiempo hasta que aparece la policía para llevar a cabo un registro y exigir su tajada a cambio de la libertad.

Porque con las drogas no se juega en Tailandia. En todas las fronteras queda bien claro que su posesión se pena con muchos años de cárcel e incluso con la pena capital. Sin embargo, en la meca del «mochileo» más cutre, hay quienes se arriesgan y caen en la trampa. Porque, a pesar de que historias parecidas han dado pie a grandes blockbusters de Hollywood, y aunque muchas embajadas advierten sobre sus consecuencias, todavía hay gente dispuesta a transportar misteriosos paquetes por astronómicas sumas de dinero que, finalmente, serán las que ellos tengan que pagar a los compinches con gorras de plato que los atraparán con las manos en la masa. «A veces ni siquiera es droga, pero no hay forma de saberlo porque está empaquetada», explica uno de los voluntarios extranjeros de la policía turística.

Uno de los casos recientes más llamativos se produjo el pasado verano, cuando cuatro turistas cayeron a la vez. La policía encontró casi dos kilos de metanfetamina en sus equipajes en el principal aeropuerto de Bangkok. Aunque ellos aseguran que ni siquiera se conocían, la policía considera que trabajan para un cártel que opera en Pattaya y Phuket, así que ya han pasado a engrosar la población de la cárcel más famosa del país, rebautizada como Bangkok Hilton. Por lo visto, se negaron a pagar por un delito que aseguraban no haber cometido. Nadie quiere acabar entre rejas. Tailandia es el paraíso en la tierra, pero sus cárceles son un infierno. Y se estima que en ellas se pudren más de 2500 extranjeros que han sucumbido al lado más oscuro de la Tailandia más extrema.

Tailandia - Fotografía de Zigor Aldama (11)
Interior de uno de los muchos clubes de ‘striptease’ y de espectáculos sexuales en los alrededores del mercado de Patpong, en Bangkok.

Fotografía: Zigor Aldama

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28 Comentarios

  1. Pingback: Sombras en el neón tailandés

  2. Coño!Por ser la última noche que paso en Phuket,me habéis acojonado,cabrones!!!:))

  3. Pingback: Bitacoras.com

  4. Me resulta un poco exagerado, que no irreal,la visión que dais de Tailandia. Recorrí gran parte del país y es cierto que hay que evitar determinados destinos y que te intentan engañar a la mínima con el cambio, los taxis o las vueltas pero como les sucede a los guiris en España. Fuera de todo esto y con precaución, merece la pena conocer el budismo desde sus entrañas y disfrutar de sus gastronomías y playas.

  5. El verano pasado estuve allí… Chiang Mai, Chang Rai, Bangkok, Pattaya, Phuket (donde un amigo estaba de curso de buceo). La primera noche en Bangkok, me perdí yo sólo. Al día siguiente bromeaba con mis amigos: «Imagina q uevolvemos y nos pregunta tu familia: Bangkok lo ha reclamado para sí».

    Irrepetible.

  6. Te lees este artículo (¿un tanto sensacionalista o solo me lo parece a mi?) y no es que no vayas a Tailandia…es que no sales de casa en 3 meses!! jeje.

    No creo que todos los turistas en Tailandia sean puteros, drogadictos, pedófilos, o exmilitares buscando travestis (yo mismo voy con mi novia en un par de meses).

    Quedan pocos países en el mundo en los que te puedas dejar la cartera abierta en la calle y no te la quiten, pero eso no justifica un descuartizamiento tan brutal de la población tailandesa asemejándola prácticamente a animales debora-turistas.

    Quien sabe con que asemejan los ingleses o americanos a los españoles… ;)

    • Pedro PIco

      Siempre igual… Nadie ha dicho en este artículo que sean TODOS los turistas, ni tampoco UNO, ni DOS. De la misma manera seguro que no TODOS los policías sean corruptos, ni todas las putas unas timadoras además de prostitutas. Qué ganas tenemos de hacernos nos suspicaces, los analíticos y los remilgaos. Mejor leemos el Marca o el Pronto. Y cuando digo »leemos» no me refiero ni a uno, ni dos ni tres tan sólo para quien lo quiera coger.
      Salud

      • keysersoze

        Este artículo está reflejando algo que no tiene nada que ver con la realidad de Tailandia en base a 2 o 3 anécdotas que el autor ha encontrado por internet. Es un artículo muy poco honesto de alguien que no ha estado en su vida allí.

  7. Uno en Asia

    A ver, decir que hay otra Tailandia de templos budistas es algo tan obvio… Pero esta del artículo también existe, no me parece en absoluto sensacionalista. He estado varias veces en Pattaya y es la meca de la depravación. Guiris pasados de vueltas mil veces, putas que sacan todo lo que pueden, y mucha mafia dentro y fuera de la policía. Es fácil no verlo, basta con no ir, pero está ahí. Como las fiestas de la luna llena de Ko Phangan. Esas también se merecen un reportaje con todos los adolescentes en el hospital por sobredosis.

  8. Para mi eso es el sensacionalismo, enseñar solo parte de algo y alegar que es el todo.

    En españa tambien tenemos a adolescentes que matan y entierran a adolescentes, o padres que queman a sus hijos..pero a nadie le cabria en la cabeza que un ingles escribiera un articulo «definiendo» a españa solo por eso.

    Estados unidos no es un reducto de criminales ni inglaterra de borrachos…bajo mi punto de vista no hay que abarcar la idea de que «todo el mundo es malo por naturaleza» por un puñado de malas experiencias personales.

    Repito que respeto al autor y su trabajo, es sólo que hoy me he levantado conteston, jeje.

  9. Uno en Asia

    Hombre Eric, ya te entiendo. Pero sólo habla de Bangkok y de Pattaya. Me parece que no vendría a cuento meter el bungi-jumping de Chiang Mai o el submarinismo de Koh Tao ¿No te parece?

  10. Ya te decia que estaba conteston..jeje..entiendo el trasfondo de la cuestión y en parte lo comparto ;)

    Gran web y geniales articulos! Seguid asi!

  11. Demagogia y mas demagogia…vende periodicos.

    Tema manoseado y explotado ad nauseam.

    Articulo barato y super repetido.

    Es lo mejor que puede hacer ese reportero??

    Tamos frescos

    Sawasdiii!!!

  12. Bueno… no hay duda de que eso existe, pero vamos, que si lo que buscas son putas y drogas, en cualquier lugar en el que lo encuentres tendrás que andarte con ojo… En Thailandia y en todas partes. Allí más de lo normal, estoy de acuerdo.
    Pero creo que Thailandia es un pais grande en el que puedes pasar largas temporadas sin encontrarte con eso… y encontrar en cambio muchas cosas maravillosas, al menos esa es mi experiencia.

  13. El peor artículo que leo por aquí en mucho tiempo, puro sensacionalismo. Solo falta la versión leída por Pedro Piqueras…

  14. Pues a mí me ha encantado, y creo que servirá para que muchos vayan con más ojito. Lo de criticar el sensacionalismo me recuerda a lo que algunos de la derecha más rancia dijeron de las fotos de España que publicó Samuel Aranda en el NYT. No todo es así, pero existe.

  15. Jot Down cae cada vez más bajo. Lo siguiente será poner tías en pelotas.

  16. Es como si se dijera «en España no hay un político que no se lleve un extra a casa a costa del contribuyente»

  17. Esto es Jot Down Down Down…. Vaya artículo….

  18. Vivo en Suecia y acabo de regresar de Tailandia con unos amigos. En Pattaya no hemos estado pero si en Phuket y el Phi Phi que tienen mejor reputación. Pero es alucinante lo que hemos visto. A los que nos quieren vender que hay una Tailandia diferentes les diría que se pasen de vez en cuando por las fiestas que se corren allí algunos y me digan si no es verdad lo del putiferio, las drogas, los engaños, las peleas y demás. En la playa de Patong no te puedes fiar de nadie. Te dicen que 200 baths y luego te quieren clavar 1000 y con muy malas maneras. Si no lo queréis ver pues vale.

  19. Y que tiene q ver Benidorm con todo esto ¡Incluso aparece en las etiquetas! Vale q es un modelo del turismo industrial pero aquí no pasan estas cosas. Cómo todos critican Benidorm vamos a tirarle más basura q es gratis, es cómo insultar al más abusado de la clase, difícilmente se vengará porque todos le insultan.

  20. He estado recorriendo Tailandia y he pisado esos bares, si dices NO… ni te hacen pagar más ni te llevan a dnd no quieres. No todos los turistas somos tontos.

  21. Tópicos, tópicos everywhere…

  22. Al autor del artículo le fue mal en Tailandia.

  23. Que hay que ser prudente es algo evidente, pero acabo de venir de pasar un mes recorriendo Tailandia y mi experiencia no coincide para nada con lo que describes en el artículo.

  24. Émilio Bellon

    Después de casi 15 años viviendo en Tailandia, puedo asegurar que este articulo es tan real como que todos los españoles somos toreros.

    A ver cuando los «periodistas» encuentran algún tema diferente y dejan de explotar el consabido tópico de la prostitución.

  25. keysersoze

    La persona que ha escrito este artículo no ha estado en Tailandia en su vida. Tópicos que ha encontrado googleando ny que no tienen nada que ver con Tailandia. Si vas a Patpong, donde se pueden dar los timos del ping pong show, muy tonto tienes que ser para que te pase, a poco que te informes sabes lo que no tienes que hacer. En Nana o Soi Cowboy no hay timos de este tipo, Prostitución, si, son barrios rojos, pero que no tienen ningún peligro, salvo que un farang acabe enamorándose de una thai.

    Pattaya es una ciudad que es un centro turístico realmente enorme, no es sólo un sitio dedicado al vicio, hay muchas familias que pasan allí sus vacaciones, hay parques de atracciones, islas, etc… Nadie va a negar las zonas de prostitución, están a la vista: Soi 6, Walking Street, Soi LK Metro, todos los centros de masaje, etc… también es cierto que es un sitio donde se juntan miles de jubilados al calor de las thais y que tradicionalmente ha sido lugar de escondite de delincuentes (sobre todo anglosajones): traficantes, hooligans, etc… pero de nuevo, muy imprudente o tonto tienes que ser para que te pase lo que dice el artículo. Allí la gente está haciendo negocios y la inmensa mayoría viven del turismo. Es mucho más rentable para ellos no timar al farang y que vuelva a timarle y que no vuelva. Yo también he escuchado y he leído el timo de las motos de agua y de la prostituta que te deja droga en la habitación (en foros de internet, donde ha debido de leerlo el autor también), puede que haya ocurrido alguna vez, pero no es algo que suceda habitualmente. A mi Pattaya no me gusta, pero no es peligrosa para nada, salvo que vayas tan borracho que te atropelle un coche.

    Seguro que hay timos, como en todos los países, incluido España. He viajado por muchos países y en muchos me han intentado timar, también en Tailandia, es cuestión de ser precavido.

    Tailandia es un país al que van mochileros, puteros, jubilados, ex delincuentes pero también parejas, familias, grupos de amigos, buceadores, amantes de la naturaleza, etc… es uno de los países más seguros que he visitado y su principal entrada de dividas es el turismo, lo que describe este artículo son topicazos y no tienen nada que ver con la realidad de Tailandia.

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