寝心に花を算へる雨夜哉
Mi mente adormecida
Cuenta las flores de los cerezos
Una noche lluviosa
Haiku del maestro Issa Kobayashi dedicado al sakura.
Tokyo es una ciudad que recibe muchos calificativos: fascinante, acelerada, diferente, vertical, abrumadora, agobiante… aunque en general pocas veces se la define como “bonita” o “bella”. Pero como todas las grandes urbes también tiene rincones preciosos y el barrio de Nakameguro durante el sakura es quizás el más bonito de los que he visto en la capital de Japón.
Sakura (桜; en hiragana さくら) es la flor del cerezo japonés y también se usa de manera más amplia para referirse a la época de la floración de dichos cerezos, uno de los grandes acontecimientos anuales para los japoneses. La sakura es uno de los principales símbolos nacionales de Japón y una muestra de ello es que sale en el anverso de las monedas de 100 yenes. Parte de su importancia dentro de la cultura japonesa viene dada por ser una metáfora del ciclo de la vida de acuerdo con el budismo: transformación continua durante su breve periodo de existencia, belleza fugaz y efímera que debemos apreciar y entender en todos sus estados. Desde hace cientos de años y hasta nuestros días es un motivo recurrente en todo tipo de manifestaciones artísticas y culturales clásicas: pintura, poesía, literatura, grabados, decoración, canciones folk tradicionales… pero también en temas actuales como cine, manga, anime o canciones pop.
Las primeras flores se abren en el archipiélago subtropical de Okinawa, en el sur del país, a principios de febrero y el sakura se va trasladando hacia el norte a medida que van pasando los días y llega la primavera. A Tokyo, Kyoto o Nara suele llegar a finales de marzo / principios de abril y la última parada es Hokkaido, la isla más septentrional de Japón, a la que llega ya entrado el mes de mayo. Cada año, cuando se acerca la época del sakura, las televisiones y los periódicos siguen la evolución de la floración difundiendo el Sakura Zensen—frente del sakura—, un mapa mostrando dónde ya han florecido los cerezos y cuándo se espera que lo hagan en otras zonas. Dado lo efímero de la floración —un par de semanas por lo general— es importante una buena planificación para poder disfrutarlo en su esplendor. Aquí está el pronóstico para 2013 (en inglés) y aquí la famosa lista de la Japan Cherry Blossom Association con los 100 mejores sitios para ver el sakura repartidos por todo el país. De entre los que he visto mis tres favoritos son el castillo de Odawara, el parque de Nara y el barrio de Arashiyama en Kyoto.
El hanami (花見) o disfrute de la belleza del sakura—la traducción literal sería “ver flores”— es una costumbre centenaria que se mantiene con fuerza hasta hoy. Se cree que empezó en el Periodo Nara—siglo VIII d.C.— entre las clases altas, extendiéndose al resto de capas de la sociedad al poco tiempo. Al principio era la flor del albaricoque —ume (梅)— el motivo de admiración durante el hanami pero unas décadas más tarde fue sustituida por la sakura y se plantaron cerezos por todo el país como motivo ornamental. Al igual que ocurre desde hace cientos de años los japoneses del siglo XXI esperan el sakura con impaciencia e ilusión y acuden en masa a los parques y templos a comer, beber y pasar el rato bajo los árboles en flor. Durante los fines de semana mucha gente se queda hasta bien entrada la madrugada para disfrutar del yozakura—hanami nocturno— cuando se encienden farolillos de papel colocados expresamente para la ocasión. Prácticamente todos los japoneses que conozco consideran el sakura el momento más bonito del año y el hanami su actividad favorita, aunque alguno se decante por el otoño cuando los árboles se llenan de unos colores increíbles.
Los sitios más populares y habituales para ir a ver el sakura en Tokyo son los parques, especialmente Ueno, Yoyogi o Shinjuku Gyoen, grandes espacios con miles de cerezos que se llenan de puestecillos de comida, bebida y souvenirs y en los que hay un ambiente tremendo. A pesar de que es imposible negar que son muy bonitos yo los encontré demasiado llenos de gente, tanto japoneses como extranjeros. Me resultó bastante más acogedor y agradable cuando fuimos de hanami al parque Kinuta. Había bastante gente pero sin llegar a ser agobiante y prácticamente no había extranjeros, lo que lo hacía más especial. Estando sentados en medio del parque vimos a unos repartidores del Domino’s Pizza y para mi sorpresa podías hacer un pedido allí mismo. Marcaban dónde estabas en un GPS manual que llevaban y te traían la pizza recién hecha a la media hora. Sin duda una idea brillante y exitosa, no daban abasto con los pedidos.
Volvamos a Nakameguro. Nakame, como es conocido entre los tokiotas, es un tranquilo barrio residencial de la capital que se ha convertido en uno de los sitios de moda al que ir de hanami sobre todo entre gente alrededor de la treintena. Su momento de gloria ocurre durante la parte final del sakura —llamada chirisakura— cuando los pétalos de las flores empiezan a caer. Lo que lo hace tan especial es el paso del rio Meguro por la calle principal. El cauce está confinado en un estrecho canal delimitado por altas paredes de cemento, rematadas por una barandilla metálica desde la que se deslizan enredaderas hasta tocar el rio. A ambos lados del canal hay decenas de robustos cerezos que se inclinan como si quisieran asomarse a ver el agua. Las ramas de los árboles de ambas orillas se entrecruzan en el aire formando una especie de túnel natural bajo el que discurre el rio. Cuando llega el sakura, en las hasta entonces desnudas ramas se produce una explosión de vida y los cerezos casi parecen doblarse para poder aguantar el peso de los miles de frágiles pétalos. Pero el espectáculo inolvidable es descubrir que el agua del Meguro ha desaparecido casi por completo, tapada por una alfombra móvil de pétalos blancos y rosáceos que se desplaza perezosamente corriente abajo.
Cuando llega una ráfaga de viento el aire se inunda de pétalos y todo se vuelve blanco como en una nevada siberiana, lo que suele provocar amplias sonrisas y hasta gritos de júbilo de las japonesas —sugoi! sugoi!—. La estrecha calle peatonal está llena de restaurantes de todo tipo, desde pequeñas izakayas (tabernas de estilo japonés) hasta italianos o franceses. En algunos de ellos hay mesas con vistas al rio pero se reservan con hasta seis o siete meses de antelación. Los restaurantes aprovechan la marea de gente que viene con el chirisakura para poner puestecillos y mesas en la calle dándole aún más vida y ambiente. A última hora de la tarde cuando se pone el sol y se encienden los farolillos es el momento más romántico. Si viajas a Tokyo y ya ha pasado el sakura, Nakameguro te da una segunda oportunidad: siguiendo el curso del rio unos cientos de metros hay una zona con las llamadas yae-zakura, flores de color rosa oscuro que se abren un par de semanas más tarde que las tradicionales.
Fotografía: Ignacio Morejón y Aiko Yokozuka
*Gracias a Aiko Yokozuka por cederme una de sus fotos y a Naomi Hatta por su ayuda.
Un pequeño apunte: aunque lo más común es hablar de 花見, en algunos textos puede aparecer la similar forma お花見 (con honorífico), que concreta aún más que se trata de los cerezos (de hecho, es la única forma en que he leído sobre el お花見スポット. Tal vez porque existan distintas variedades; no lo sé).
Me ha gustado mucho.
Hola Warumono, gracias por el apunte.
Como comentas se puede usar お花見 (ohanami) con el honorífico como muestra de mayor formalidad. Mi mujer es japonesa y como ella siempre usa hanami pues a esa forma me he acostumbrado. Sus amigas y familia usan uno u otro indistintamente, dependiendo de la persona. A mí también me llamó la atención cuando les oí hablar.
Le he preguntado a mi mujer por お花見スポット(ohanami spotto) y me ha dicho que se usa para referirse a un lugar concreto y específico donde ir de hanami, como un rincón dentro de un jardín.
Un saludo
Muy ilustrativo y didactico. Una delicia de articulo!
Debido al frío invierno de 2010 no pude asistir al sakura en todo su esplendor. Aún así, pasear por los jardines de Hama y observar los primeros brotes, fue una experiencia inolvidable.
Algún día volveré…
Pingback: Japón: Tokyo: Nakameguro durante el Sakura | Dokodemo Door
Me ha gustado mucho el artículo. No he vivido en directo lo que plasmas en tu artículo, pero el texto me ha trasladado un poco hasta Japón en ese tiempo, así que enhorabuena.
@Jitxo y Maria del Mar: muchas gracias, me alegro de que os haya gustado
@Toi Brownstone: Las fotos del artículo son precisamente de 2010. Creo recordar que fue un sakura un poco extraño porque se puso a hacer frio justo después de la primera semana de la floración y quedó un poco como a medias. A ver si puedes volver pronto.
Me han comentado que el sakura ha empezado pronto este año debido a que el buen tiempo ha llegado antes de lo habitual.
Pingback: Tokyo: Nakameguro during the Sakura | Dokodemo Door
Estuve ahí ayer! No lo pillé en su máximo esplendor por un pelo, lástima. Pero gracias igualmente por la recomendación! Allá van unas fotos:
http://lamarmotaphil.com/2013/04/05/tokio-cerezos-en-flor-en-nakameguro/
Pingback: Tokio: cerezos en flor en Nakameguro | La Marmota Phil
En cambio el pasado fin de semana en Kioto sí que estaba en el momento álgido. Allá van unas fotos:
http://lamarmotaphil.com/2013/04/05/hanami-en-kioto/
Your article Jot Down Cultural Magazine | Tokyo: Nakameguro durante el sakura write very well, thank you share!