La religión, ese asunto tan “serio” que a menudo los cómicos evitan porque “la gente es muy sensible” es, justamente por eso, uno de los tópicos más apasionantes que pueden tratarse en un monólogo. Como ateo practicante, celebro cada intento de cuestionar la religión de forma seria a través del humor, delatando el fraude de ese invento tan antiguo, que aún tiene fuerza, seguidores y una casilla en la declaración de la renta.
Miles de explicaciones intentan justificar que haya tantas religiones y todas ellas sean respetables: es algo presente en todas las culturas, ayuda a la gente a soportar la dureza de la vida, forma parte de nuestra esencia interior, etc. Cuando uno se atreve a decir que cualquier religión es simplemente un cuento y una invención, algo obvio a poco que uno investigue el origen de todas ellas, parece que está socavando la integridad moral de todos los creyentes. Ser creyente es una especie de carta blanca que te permite no dar explicaciones por las flagrantes estupideces que salen de tus labios, no hacer transfusiones a tu hijo, creer que Dios te regaló un trozo de tierra, amputar el clítoris de tu hija, apedrear a una chica por ir con un tipo en un coche o llamar puta a la vecina del quinto. Ser creyente te permite mirar por encima del hombro a millones de personas que viven en pecado y no van a salvarse, aparte de considerar que el refrito de tus valores morales es mejor que el refrito de cualquier otra persona, especialmente si esa otra persona no cree en ningún dios. Desde los megalómanos faraones de Egipto hasta los zumbados aztecas, pasando por las Cruzadas, el fundamentalismo islámico y una serie casi infinita de religiones, siempre ha habido unos cuantos elegidos que habrían arrasado al resto de la humanidad sin piedad alguna, sabiendo que hacían el Bien. Desde luego, hay pocas que no lo hayan intentado. No hay ningún tipo de ateísmo que tenga la caradura de pedir esos u otros derechos por el hecho de no profesar ninguna creencia, y por supuesto no existe ningún estado con leyes que se lo permita.
Guste o no guste, esto se está terminando. Puede que sea así, en gerundio, es un proceso largo y no podemos permitirnos el lujo del participio, pero la ciencia, las comunicaciones, y el creciente espíritu crítico de una mayoría suficiente de cabezas pensantes acabarán con esta etapa supersticiosa y crédula del ser humano. Quizá no suceda en este siglo ni en el próximo, pero las horas están contadas, y en la parte que concierne a este blog, muchos cómicos, sobre todo americanos, llevan mucho tiempo metiendo el dedo en la llaga.
Justamente en Estados Unidos, ese país repleto de creacionistas afines al Tea Party, de antiabortistas asesinos, de retrasados con estudios que creen que Obama es el Anticristo y donde la frase “In God we trust” corona cada billete de dólar, se produce la mejor comedia antireligiosa del mundo. Para empezar, un “básico” que seguramente ya conozcan pero que no está de más repasar: George Carlin.
Todos tenemos gente conocida, querida, que cree en cosas que nos parecen absurdas. Hay grandes peleas en torno al fútbol, a la política o al modo de alimentarnos. Al menos sabemos que, para bien o para mal, la política, el fútbol y el tofu existen. No ocurre lo mismo con la idea del “Más allá” que cada religión vende a sus fieles. En todo caso, y aceptando lo intangible de su pensamiento y de la irrefutable prueba interior que funda cada fe personal, uno tiene la sensación de que en el fondo del corazón de cada creyente hay una gran duda inasumible. Y a ellos, sobre todo a los más flexibles, a los que critican al Papa pero siguen yendo a misa, a los que detestan la condena del Vaticano al preservativo en África y apuestan por la religión de base y los misioneros, ignorando lo que hacen sus jefes en Roma, y en definitiva, a todos los que modelan una religión a su medida, va dedicado este fragmento de Doug Stanhope.
Siguiendo con el entrañable Doug, añadamos este vídeo de apenas un minuto sobre el Papa, uno de los mejores gags que he escuchado en los últimos meses.
Hace poco se estrenaba The Master, una supuesta recreación de la vida de L. Ron Hubbard, padre de la Cienciología. Aparte de lo que les parezca como película esta historia de Paul Thomas Anderson, que tampoco ha querido hacer un trabajo exhaustivo ni documental sobre el tema, la trama se centra en un aspecto interesante: la creación de una nueva religión es algo muy complicado, que a menudo se confunde con la estafa. La Cienciología, que muchos llaman secta, cuando en el fondo cualquier religión es una secta venida a más, es otro cuentecito más, un nuevo fraude moderno. De ella, del cristianismo, de los mormones, y de muchas más cosas, nos habla Bill Maher, tal vez el cómico y presentador actual más concienciado con el tema religioso al otro lado del Atlántico. Cuando tengan tiempo, busquen su documental Religolous en Youtube. Mientras tanto, disfruten de estos seis minutos y medio de verdades como puños.
Sorprende, aun sabiendo que se trata de una minoría en su país, ver que el público aplaude y vitorea cada crítica a las religiones, cada referencia al sentido común. En España cada vez es más habitual tratar estos temas y sentir que la gente agradece cierta irreverencia, aunque habría que fletar cincuenta autobuses y hacer cinco castings para juntar a mil personas que reaccionaran así. Muy recomendables son también los grandes bloques de Rick Gervais, Bill Hicks, Dara O’Briain, Lewis Black y un largo etcétera de cómicos, sobre todo angloparlantes, que tienen por costumbre destripar las falacias de la religión. Y si reclaman algo más serio, lean Dios no es bueno, de Christopher Hitchens, o El espejismo de Dios de Richard Dawkins, tipos brillantes que no escatiman en sentido del humor. Hitchens, que murió hace poco más de un año, iniciaba una conferencia diciendo: “Ok, no sé si realmente me tomará diez minutos refutar la existencia de Dios”. Dawkins impulsó una célebre campaña a favor del ateísmo, colocando carteles en los autobuses del centro de Londres, con la frase que encabeza esta entrada del blog.
Criticar la religión puede ser incómodo, pero no es gratuito. Si algo ha caracterizado a las religiones a lo largo de la historia, es su odio al sentido del humor. Nunca te matan por llorar por algo, pero sí por reírte de ese algo. Está bien recordar que muchas religiones, cuando podían, cuando eran fuertes, exterminaban a quienes se reían de sus creencias. Y lo siguen haciendo en muchas partes del mundo. El resto viene con la sonrisa amable, con el chupito gratis de la caridad, con el flyer del amor al prójimo y el dos por uno de la Salvación, pero su local sigue lleno de represión, supersticiones y deseo de poder. Aprovechemos que ahora es nuestro turno, y consolémonos con el célebre “quien ríe el último, ríe mejor”.
Pingback: Miguel Iríbar: La religión y otros chistes increíbles
«aunque habría que fletar cincuenta autobuses y hacer cinco castings para juntar a mil personas que reaccionaran así».
Durante años Pepe rubianes representó su monólogo Rubianes, Solamente en el que no decía cosas nada bonitas sobre la religión y lo estuvo representando durante 9 años!!. Yo lo vi 4 veces y toda la gente se escojonaba y vitorieaba los momentos más ácidos del espectáculo.
Yo creo que lo que deberían hacer los monologuistas en España es dejarse de tanto humor costumbrista y blanco y empezar a hacer humor como el de Bill Maher, Bill Hicks o Carlin. No caigas en el error de las televisiones que creen saber lo que la gente puede o no tolerar. Yo ya no soporte ver más monologos de humoristas con talento hablando cómo son sus novias, sus madres o de lo chungo que es viajar en metro.
Veo a estos humoristas americanos que he mencionado, junto con Chris Rock o Chappelle y los comparo con los de aquí y qué quieres que te diga, cada vez me parece más infantil el desarrollo de los monólogos. ellos también tienen sus clichés (racismo, relaciones de pareja, etc.) pero en general son mucho más políticamente incorrectos que los que tengo ocasión de ver por aquí.
Como introducción para entender de qué es El espejismo de Dios de Richard Dawkins podéis ver la charla que dio en TED sobre ateísmo militante:
http://www.ted.com/talks/richard_dawkins_on_militant_atheism.html
Me hacen gracia esas acusaciones generales de en especial el último párrafo: odio al sentido del humor, exterminación… de acuerdo en que en nombre de Dios se han cometido muchas barbaridades, pero también en nombre de la izquierda y de la derecha. ¿Es toda la derecha genocida? ¿Es toda la izquierda esclavista? ¿Lo son sus ideales? ¿y sus militantes? Me parecen argumentos muy pobres para justificar el «reírse de», aparte de que el simple hecho de justificarse es suponer que no es algo de lo que reírse abiertamente… he hablado con ateos más convincentes.
De la religión hay que reírse y mucho porque es como creer en dragones o en hobbits es algo que no soporta la más mínima discusión racional ni la más mínima demostración empírica de nada de lo que predica. De la religión hay que reirse por absurda, sin más.
Ahm, por ejemplo ver monólogos de Bill Maher, siendo yo cristiano sí me ha hecho decir «es cierto, lo que dice es totalmente cierto» o por lo menos en caso de no estar de acuerdo he podido empatizar con sus críticas.
Es un artículo, o una redacción de tema libre de selectividad?…
El artículo es interesante pero discrepo en lo que se menciona sobre España. Creo que en USA ríen tan histéricamente precisamente por lo tabú que resulta, por la enorme importancia que allí tiene la religión. Aquí hacer chistes sobre la religión es algo habitual (y no digamos sobre la iglesia…) pero como apenas el 15% acude a misa semanalmente a diferencia del 40% de norteamericanos que dicen hacerlo, pues para muchos simplemente es un tema más lejano, que puede provocar incluso cierta indiferencia.
Pues no parece que sea tan fácil reírse de la religión ni de la Iglesia en España. ¿O no te acuerdas de la que se armó por el «Salvados por la Iglesia»? ¡Si hasta varios anunciantes retiraron la publicidad del programa!
Y por poner otro ejemplo totalmente distinto, el disco «La voz dormida» de Mago de Oz fue censurado en todas las cadenas, incluyendo Los 40 (de la SER, supuestamente de izquierdas).
creo que este es muy apropiado también:
https://www.youtube.com/watch?v=AXLkC4FoZms
Pues esperaba algo más del artículo que los típicos tópicos del ateo típico.
lo típico y tópico es ser creyente, de cualquier secta/religión
Ni el segundo ni el tercer video están subtitulados como se anuncia!
Pulsa el botón CC abajo a la derecha
Según la describes el socialismo debería estar incluido en la lista. Y no faltan ejemplos en el siglo XX de las muertes provocadas por la razón
«El sueño de la razón produce monstruos»
Los creyentes utilizan a menudo «la razón» para justificar sus creencias y sus atrocidades… aunque sus razonamientos siempre son falaces cuando se los analiza. Ya sean cristianos, marxistas, nacionalistas o liberales.
Goya era un ilustrado, un ferviente adorador de la única herramienta que nos diferencia de los animales y nos protege de la barbarie: la razón, y por eso sorprende ver como ha calado una lectura de su famoso grabado que precisamente aboga por lo contrario.
Cuando Goya dice «el sueño de la razón produce monstruos» está señalando una verdad difícil de rebatir, y es que los monstruos surgen cuando la razón duerme.
Yo no soy religioso, pero me parece curioso cómo este hombre se queja de que «ser creyente te permite mirar por encima del hombro a millones de personas que viven en pecado», y en su texto mira por encima del hombro a millones de personas que creen, a su manera, en algún dios.
Mucho menos peligrosos son los creyentes -creo- que las personas que se creen superiores al resto, sean estas religiosas, nazis o periodistas como el autor de este artículo.
Según las encuentas que he leído, la media normal de ateos en los países desarrollados ronda el 25% de la población, en USA es del 7%. Es una sociedad que tiene a Dios continuamente presente en todo lo que hace, desde el presidente (no veo posibilidad alguna de que se aceptase como tal a un ateo), hasta el último de los bomberos que acude a una catastrofe y que entrevistan en el noticiario.
Ante esa perspectiva tan invasiva, veo normal que en el humor, haya una mayor virulencia en ese tema.
Yo soy ateo (ni acérrimo, ni convencido, ni nada, se es ateo y punto), y me gusta este tipo de humor, pero es mucho más difícil impactar con él por este lado del atlántico, porque no existe el mismo nivel invasivo en lo cotidiano.
Manolito, en los vídeos de youtube, en la barra de abajo, tiene una «tecla» que pone CC, si das en ella puedes configurar los subtítulos y verlos.
Ostras, gracias a este articulo que me trata a mi y a más de la mitad de la población mundial como si fuéramos idiotas he abierto los ojos. Las técnicas de persuasión de determinados ateos demuestran claramente su superioridad intelectual.
Anuncio del Ministerio del Ateismo: Si usted se plantea porqué el ser humano, desde su origen, tiene inquietudes espirituales u otras cuestiones trascendentales sobre el origen de la vida (etc) no se preocupe, su anomalía tiene cura, sólo tiene que repetir 100 veces: soy un gilipollas reprimido al que le han comido el coco de pequeño. De nada.
Al parecer no es eso, se trata de que los ateos por lo visto son más listos, más graciosos y, visto el artículo, cultivan un envidiable espíritu crítico carente de prejuicios
El ser humano sigue cuestionándose aún hoy día el origen de la vida y de la humanidad. Y para eso investiga y experimenta. Lo mismo que se lleva haciendo desde que el hombre es hombre. Simplemente, hace tres mil años no existían ni los conocimientos ni las herramientas actuales, y cada «sabio» podía interpretarlo como quisiera, de ahí nacieron las primeras religiones, basadas en creencias y supersticiones… Que una parte cada vez más importante y cultivada de la población prefiera agarrarse a elementos tangibles y comprobables solo demuestra que la evolución sigue su curso. Que gente como tú prefiráis seguir siendo «idiotas» (te cito)y actuando como tales no frenará dicha evolución, todo sigue su curso. El catolicismo, el judaismo, el islamismo y todas los demás cultos acabarán algún día, como lo hizo el culto a Horus o a Júpiter, ley de vida…
Este artículo me parece el más deleznable que haya podido leer en Jot Down.
Las posiciones progres pseudoateas son sólo la otra cara de la moneda, tanto más insultantes que las que defienden el rezo cinco veces al día.
En primer lugar, diría que el autor de este berrinche posmoderno debería darse un baño de humildad y conocimiento antes de hablar. Existe una diferenciación fundamental entre religioso y sagrado, y le podría decir que puede presumir de ser tan ateo como le plazca, pero de lo sagrado no se libra. Y lo sagrado puede ser tan peligroso como todos los escasos dioses que pueda llegar a conocer.
La ciencia de la que tanto se presume es un valor sagrado e incuestionable. Las bases económicas neoliberales se cumplen sin rechistar. La esencia demócrata de las constituciones son intocables. Y así hasta el infinito. Y ahora, partiendo de esta realidad, que venga quien pueda a decir que lo suyo es mejor y está por encima de cualquier individuo que crea en un Más Allá, cuando la ciencia fabrica armas y destruye sociedades enteras, los valores neoliberales están condenando a la muerte más lenta y dolorosa a millones de personas, el capitalismo sume en la pobreza a gentes de nuestro propio país y por salvar la constitución y defender la democracia estamos tragándonos la crisis que nos tragamos.
No quisiera extenderme porque imagino que el señor Iríbar, tan moderno como se puede atisbar en este artículo, no va a cambiar de opinión y seguirá defendiendo el país que con valores «seculares» se está cargando Oriente. Sólo diré que tanto un extremo como otro tiene sus propias luces y sus propias sombras, y que no por pensar que nos vamos a pudrir en el subsuelo somos mejores que nadie. Existen otras muchas razones para pensar que necesitamos un infierno más que aquellos que rezan por su salvación.
1) La ciencia no es sagrada, está sujeta a cambios, de eso se trata: Hacerse las preguntas pertinentes e intentar resolverlas con la experimentación.
2) La ciencia no fabrica nada ni destruye nada, eso corresponde a la sociedad, que aplica los conocimientos adquiridos por medio de esta según le parece.
3) Nadie te está obligando a ser ateo, sólo se están riendo de tu religión, puedes seguir rezando para que tu dios castigue a los progres pseudoateos.
Bueno, pues no es que yo defienda la «agresión» contra la religión. Me parece totalmente respetable en el ámbito privado de cada uno. Pero los que aquí se quejan de la supuesta «superioridad moral» que dicen destila el artículo, deberían preguntarse lo que sienten sus no coreligionarios cuando escuchan sus prédicas. No conozco ninguna religión que no divida el mundo entre buenos y malos, basándose únicamente en si son creyentes o no (a salvo el budismo original no teísta). Los ateos somos atacados continuamente por los religiosos, y no precisamente en tono humorístico. Hay países confesionales donde expresamentes están permitidas todas las religiones, pero prohibido el ateísmo. Así que los creyentes que se sienten atacados por este artículo (que están su derecho), podrían aplicarse el cuento, y considerando el mismo un templo del ateísmo, autoexpulsarse (digo lo de auto, porque normalmente ningún ateo es tendente a expulsar a nadie de ningún sitio por su fé o falta de la misma).
No creo que ningún ateo hiciese chistes, comentarios hirientes o crítica alguna a la religión, si no fuese por la continua agresión que la religión representa en la vida de muchas personas. De hecho, como ya he indicado en el anterior comentario, en los lugares con sentido religioso menos exacerbado, este humor no tiene tanto predicamento (que bien traída la palabra).
Así que…, al principio fue el verbo…, y después todo lo demás.
Y no olvidemos el clásico argumento de los creyentes: que no haya pruebas de que exista no significa que no exista.
Por supuesto, en cuanto uno les hace el clásico dragón en el garaje, dicen que «no es lo mismo».
¡Bloqueo tu dragón en el garaje con mi patada de la grulla!
Me parece divertida tu manera de concebir las discusiones sobre religión como una pelea de artes marciales…
¿Pero cuándo dejarás de prepararte los argumentos para tus propios contrargumentos? ¿Cuando tengas el cinturón amarillo?
Qué tío tan inteligente y qué bien que piense por muchos de nosotros y nos ayude a salir del oscurantismo en el que nos encontramos. Se nota además que el caballero en cuestión es un tío moderado, ecuánime, ponderado, respetuoso, tolerante, comprensivo, en fin, todo un dechado de virtudes.
De todos modos, como las horas están contadas para esta etapa supersticiosa y crédula (aunque nuestro pitoniso crea que quizás no sea en este siglo ni en el próximo cuando el derrumbe tenga lugar, parece que como pronto ocurrirá en el siglo XXIII), igual hasta todo este discurso resultaba ocioso, no sé…
En fin, como creyente no me identifico en absoluto con el muñeco fabricado por el ilustre autor para arrear una buena tunda a todos los que profesan una religión. Sí veo en cambio en esa caricatura rasgos de muchos ateos que a lo largo de la historia y hasta hoy han justificado, si no cometido, crímenes horrendos contra los creyentes.
Solo espero que en la vida real de los hechos, no la de las palabras, se comporte sin violencia y con educación: si es así, estoy seguro de que podríamos hasta departir amistosa y risueñamente sobre todas las cosas, sobre lo divino y sobre lo humano.
Un saludo cariñoso.
«La religión, ese asunto tan “serio” que a menudo los cómicos evitan porque “la gente es muy sensible”». Los comentarios de algunos de los creyentes parecen dar la razón al articulista.
Igual que hay que respetar las supersticiones de cada hijo de vecino, es muy sano poder reirse de ellas. Yo es que es imaginarme la zarza ardiendo, y descojonarme.
«Cuando uno se atreve a decir que cualquier religión es simplemente un cuento y una invención, algo obvio a poco que uno investigue el origen de todas ellas…».
Perdónanos, Miguel, por no tener la clarividencia y penetración intelectual de la que tú fuiste dotado. Algunas personas, entre las que me cuento, vivimos todavía con la incógnita de si existe Dios o no, y no porque no tratemos de ahondar en el tema -llevo más de 10 años investigando al respecto-, sino porque es algo complicado. Y desde luego respetable. Así que no hables de ello con tanto desparpajo o, mejor, con tanta condescencia infantil y jodidamente inmadura.
Disculpa, lo «jodidamente inmaduro» es pensar en señores celestiales que te vigilan durante toda tu vida. Yo tampoco sé si existe o no un más allá, igual nos llevamos una sorpresa, pero me parece obvio que no es el que nos venden las religiones. No hacen falta diez años de investigación ni ser clarividentes para darse cuenta. Por otro lado, una persona me puede parecer respetable sin que algunas de sus ideas me lo parezcan.
Incógnita de si existe? jajajajajajajajaj
Me parece que el único que mira por encima del hombro a todas las personas creyentes eres tú,no generalices y respeta otras opciones que no sean las tuyas.
Humor se ha hecho siempre con todo y sobre todo con temas de alcance social (religión, sexismo, etc) no descubres nada nuevo…
Miguel, yo soy católico prácticante y me parece fantástico que la peña se ría del Papa o de mis creencias. ¡Solo faltaría! Prefiero que lo hagan con ingenio, pero la libertad de expresión no es una cuestión de calidad, cierto. El que me sienta o no ofendido es problema mío. Por eso no termino de entender esa frase victimista y tenebrosa del inicio de su texto, la de que si uno se atreve a decir que las religiones son un cuento está socavando la integridad moral de no sé quién. No. En España, en la esfera pública, desde luego que no es así.
Al contrario, hay peña en periódicos de primera que ridiculiza a los católicos y al Papa sin problema y no veo yo que ardan embajadas ni nada por el estilo. ¿Que hay católicos que se quejan? Sí, lógico, pero para eso estamos en una democracia, para ofendernos y quejarnos los unos de los otros. Pruebe usted mismo a escribir un «me cagüen Dios» y verá cómo el mundo hispano sigue girando sin problema; ahora bien, cagarse en algunas otras cosas (algún otro Dios, algunas minorías) le supondrían más inconvenientes. Haga la prueba en uno de sus monólogos. O proponga aquí una serie como alguna de las dos últimas de Ricky Gervais (‘Life’s Too Short’ o ‘Derek’) y veamos cómo son recibidas por el establishment. Sin embargo, es habitual encontrarse en series o pelis españolas curas y monjas a caballo entre el facherío, la idiotez y la mirada viciosa… y todavía no ha llegado el apocalipsis vengativo y censor que sugiere al final de su texto. Almodóvar, por ejemplo, practicó dicha crítica en 1983 con «Entre Tinieblas» y su carrera siempre ha ido como un tiro.
Un compañero suyo de Jotdown, Cristian Campos, explicaba muy bien cómo lo complicado para los monologuistas no es reírse de los sospechosos habituales (la religión, la derecha, Israel) sino de otros espacios que ahora resultan mucho más sensibles para la opinión pública.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elmundopordentro/2010/12/26/10-monologos-irreverentes.html
Ricky Gervais da ejemplo de incorrección política total, desde luego. Y la polémica que abanderó Rowan Atkinson en defensa de la libertad de expresión (y de mofa) en Gran Bretaña también va por el mismo camino: no son celosas organizaciones religiosas las únicas que ponen trabas al humor, también muchos otros colectivos
http://www.telegraph.co.uk/news/politics/1568694/New-law-could-make-gay-jokes-illegal.html
En todo caso, lo que me parece bastante deshonesto de su artículo, intelectualmente hablando, es el segundo párrafo. La equiparación del fanatismo religioso con cualquier religión de la actualidad. Eso, simplemente, no es cierto. Ese «ser creyente» que va enumerando mientras cita lo peor de cada casa (así, sin discriminar ni épocas ni geografías ni religiones) resulta bastante desafortunado y, por desgracia, tanto trazo grueso le resta valor a la idea de fondo de su texto. Como si, según la implicación del último párrafo, aquí en España fueran acribillando a los monologuistas que se ríen del Papa…
Como dicen por arriba, con esta forma de argumentar tan torticera se puede derribar cualquier idea: ser de izquierdas es una especie de carta blanca que te hace amar el Gulag soviético, claro. Ser liberal es una especie de carta blanca que te habilita para aplaudir a aquellos empresarios del XIX que tenían a niños trabajando 12 horas; ser conservador es una especie de carta blanca para echar de menos a Franco, faltaría más; y así con todo.
Jo, como quien nos tenga que rescatar de estos cuentos religiosos sean «narradores» con semejante alergia por los hechos, la realidad y el método científico… me parece que tendremos religión para rato.
Hola, Alberto, gracias por el tono del comentario, es más correcto que muchos de los anteriores y se agradece. No tengo problema alguno con los creyentes de base, por mucho que pueda pensar que las religiones sean una invención y que creer en zarzas ardiendo me parezca equivalente a decir que la Tierra no gira alrededor del Sol. Cuando enumero esos datos de esa forma tan «torticera», me limito a decir cosas que hoy en día son legales en distintos puntos del mundo actual, y lógicamente no equiparo al cristianismo de ahora con el de la Inquisición, y mucho menos a los cristianos, por mucho que luego hable de faraones o aztecas. Si al leerlo tantas personas han pensado (o querido pensar) que así es, es probable que no lo haya expresado de la mejor manera, pero no se corresponde con la realidad. Tampoco creo que no deban comentarse las atrocidades con base religiosa porque «atrocidades hay en todas partes», ni que deba deducirse que me dan igual los excesos de la derecha, de la izquierda, del capitalistmo o de la razón. Solo quería introducir los monólogos de esos grandes cómicos que cuestionan de forma mordaz y cruel las bases de la religión. En cualquier caso, es una entrada de un blog personal, sin ambición de ser un tratado científico ni un artículo especializado en el asunto, para eso hay otros foros y una espléndida bibliografía que ataca mucho más que yo las creencias de gran parte de la Humanidad. En cuanto al primer párrafo, me refería sobre todo a la sensación, basada en hechos reales, de que cuando subes a un escenario de un local cualquiera, el público no reacciona tan bien el humor sobre religión, y los cómicos acaban decantándose por otros temas que no «corten el rollo». En el caso de Rubianes, como señalan en un comentario previo, la gente ha pagado para ver al personaje irreverente que les gusta, algo que no suele ocurrir en el circuito de comedia en el que la mayoría de los monologuistas nos movemos por tierras españolas. Saludos
«Creer en zarzas ardiendo…»
¡Qué fácil es aferrarse a la literalidad de un texto venerable escrito hace cientos de años para tergiversar las creencias…
A mí no me enseñaron a creer en zarzas ardiendo ni conozco a nadie que lo haga, sin perjuicio de que el Antiguo Testamento narre con esa belleza plástica, de manera simbólica, una manifestación divina.
Me parece bien creer y no creer y reírse de (casi) todo, y digo casi todo porque hay límites, como es limitada la vida misma: la dignidad y el respeto a las personas, desde luego, es el principal de esos límites. ¿Qué entra en lo que sea la dignidad de la persona? Pues seguramente Ahí ya no hay unanimidad.
A mí no me importa que se rían de la religión que profeso, hay un viejo refrán que dice que no ofende quien quiere sino quien puede. Pero me incomoda la crítica facilona e indiscriminada y, sobre todo, me perturban los modales y maneras zafios y groseros, lo chusco.
Modestamente, creo que hay mucho de chusco y de basto en el artículo en cuestión. Pero, claro, tampoco hay que pedir al autor que sea un Habermas capaz de dialogar desde el ateísmo con el Papa, como hizo el filósofo alemán. El autor es un humorista que hace sus pinitos en el mundo del ensayo. Seguro que la próxima vez le sale mucho mejor.
¡Ánimo!, otro saludo cariñoso.
Reírse de la religión es faltar al respeto a estas creencias.
Por eso es tan importante hacerlo, ya que las religiones gozan de un respeto que no merecen pero que les resulta imprescindible para sobrevivir.
Una religión a la que se le haya perdido el respeto, esta acabada.
Todas las creencias religiosas son ridiculas, absurdas y evidentemente falsas… solo se pueden mantener si la gente renuncia a cuestionarlas. Es decir, las respeta.
El respeto a las ideas, creencias, ideologías, opiniones , etc es algo sumamente nefasto contra lo que se debe luchar.
Solo son las personas las que merecen respeto, no sus ideas.
Yo solo quiero hacer notar que se ha olvidado aquí (o quizá mi lectura diagonal lo ha excluído) al cómico-cantante australiano Tim Minchin!!!
Que, de hecho, canta una canción en la que habla realmente bien del espíritu navideño (White wine in the sun), aunque para reírse, nada como ‘The Good Book’.
Pufff…. a ver…empezado a leer tú artículo gracias a un retweet que he visto, y la verdad es que he empezado a leer interesado por intentar comprender tu punto de vista….pero de verdad, tanta ignorancia, tantos tópicos, tanta cosa fácil me han hecho parar y dejar de perder el tiempo.
Gente como tú que promulga a los cuatro vientos valores como tolerancia, respeto, valors, y humildat, son los que vienen a tachar de loco, de soñador, de lunático, o de imbécil a las personas que creemos en Dios, simplemente por hacerlo???
Me parece genial que tú no creas en mis creencias, pero no veo por que te crees con la mínima autoridad, o superioridad mental, para decir tan confiado, y tan ignorante y como ya he dicho, tan tópico-típico las cosas que vas diciendo. Por que se verdad que si re crees superior mentalmente a mí, por que yo creo en algo que no veo, te diré que Lo vas seguro es que yo sea mucho más inteligente que tú, y no lo digo por que crea en unas cosas o deje de hacerlo, simplemente, por que tengo más capacidad intelectual que tú, y además esa capacidad la ejercito..así que menos tachar de tontos y más aplicarte el cuento. Besis.
Son los religiosos y las religiones los que dividen el mundo en bandos, no el autor de este artículo. Son los religiosos los que siempre tienen que decir algo sobre la frágil moralidad de los demás. Los que constituyen un lobbie que quiere decidir sobre el derecho a abortar de las mujeres, sobre el derecho a casarse de los homosexuales, sobre el programa escolar de los alumnos………, son los religiosos. Y encima os enfadáis porque de vez en cuando alguno os haga protagonistas de algún chiste.
Te reconozco infinitamente más listo que yo, y más preparado; el problema radica en que has decidido defender una idea estúpida: que existe un Dios todopoderoso y omnipresente que no tiene otra cosa que hacer que arreglar los «asuntillos» de unos mindundis como nosotros. Vamos que no hay trabajo en el universo. Emulando a un aspirante a la vicepresidencia de los EEUU, y como tal muy religioso (ningún ateo puede aspirar en esa nación a aspirar a nada, no ya a llegar), te contesto: «Si el autor ha ofendido a las personas religiosas, es porque Dios lo ha querido así».
Si uno quiere dejar su escala de valores, religión, creencias…, dentro de su casa, todo está bien; pero si la sacas fuera y encima intentas evangelizar a los demás, te arriesgas a que te confronten.
¿En serio os lo tomáis tan a pecho? En este artículo no se está faltando el respeto de nadie noto la arrogancia. Es una opinión, de hecho está en la sección de «Opinión» (si hubiera estado en «Vicio» otro gallo cantaría). Pero ese tono tan a la defensiva que les veo a algunos da la razón al susodicho artículo, no se pueden tomar nada a broma.
Discúlpenlo, porque no sabe lo que hace. :-)
El ateísmo es el mismo error que la creencia; afirmar que dios no existe es dar por hecho algo que no está a tu alcance, lo mires como lo mires.
Por eso elegí, hace mucho tiempo, el agnosticismo. ¿Dios existe? Ni lo sé ni me importa. Nadie puede saberlo, pues tal y como está planteado es algo que no está a nuestro alcance saberlo, ni en un sentido ni en otro. Y en tanto que no damos con la solución del acertijo, todas las mañanas sale el sol, y nace y muere gente, y tenemos que alimentarnos y evacuar, y buscar la manera de seguir adelante con lo que sea… luego es evidente que podemos vivir sin conocer la respuesta a la pregunta, porque así llevamos miles de años. ¿Qué es lo mejor, entonces? Prescindir de la pregunta.
Lo dicho, ¿existe dios? Ni lo sé ni me importa.
Pues para mí el agnosticismo es una actitud cobarde. Si fuésemos agnósticos para todo nunca hubiésemos descubierto nada. Es negar la curiosidad humana. Decir soy agnóstico, es decir «no me pronuncio, no vaya a ser que me equivoque, con lo que eso significaría para mi ego».
Dios no existe, porque es indemostrable su existencia, al igual que mantengo que los dragones no existen, que los unicornios no existen, que las hadas no existen….
¿Que pasa, que a Dios le tienes miedo?.
El agnóstico es un ateo temeroso de equivocarse (algunos lo llamarán prudente). La existencia de Dios es una apuesta tan grande que uno no puede «pasar», siendo honesto.
Que conste que lo escribo en tono de humor, entiendo perfectamente que la existencia de Dios te la traiga al pairo.
¿Cúal es la diferencia entre creer en Dios o creer en Papá Noel? ¿O en el ratoncito Pérez? ¿ O en las Hadas ? Lo de que el ser humano se ha cuestionado siempre su existencia y su origen es una obviedad, pero justificar con ese argumento la autenticidad de la religión me parece increíble. Fueron los primeros ateos convencidos los que se inventaron la religión como medio de control a través del miedo, desde el uso que hacían de ésta los sacerdotes mayas hasta lo que hoy en día hacen, por ejemplo, la curia vaticana, o los mismos musulmanes que envían a otros a inmolarse ya que su presencia aquí es necesaria para que el Islam siga fuerte. Creo que típicos tópicos son los argumentos de los creyentes, gente que juega con red ya que contra su fe no hay argumentos, o se tiene o no se tiene. Y la argumentación contra la simpleza del artículo no hace más que remarcar la simpleza de dichos comentarios, ya que para los que quieran leer argumentaciones más elaboradas están los libros de Dawnkins, Hitchens, Russell, etc.; libros que no interesarán a la mayoría de creyentes, porque supongo que si el miedo a morir y que la fiesta continúe sin ellos les ha hecho agarrarse a un sinsentido como la religión, el hecho de descubrir la farsa y enfrentarse a la realidad sería un golpe demasiado duro.Si al final, la fe es lo que es, no querer saber la verdad.
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Como bien escribes a principio es un tema delicado de tratarse, pero creo que sin dogmatismos por ninguna parte podemos reirnos un rato sin faltar con el respeto con las creencias de cada uno
¿acaso alguna vez has visto el viento?
no, pero todos lo hemos sentido
quiero aclarar que yo no pertenezco a ninguna religión, y tampoco lo pretendo
pero definitivamente creo en dios.. leo la biblia y la interpreto a mi manera.
* si observamos a nuestro alrededor veremos muchas cosas maravillosas, por ejemplo las plantas, animales u otras personas, etc. absolutamente todo esta diseñado de una manera perfecta, cada célula, cada tejido, cada órgano, esto no es casualidad, o realmente piensas que existimos solo por que si, sea o no sea real la teoría del origen del universo, eso no se dio por si solo.
*el mundo en el que vivimos no es gobernado por dios, si no por nosotros mismos, es por eso que hay tanto sufrimiento en el, jehova nos dio libre albedrío y nosotros decidimos nuestro destino…. ejemplo; digo tener fe en dios , y que el me ayudara y bla bla bla, creo en el, y voy y me siento en las vías del tren cuando este va a pasar, y me mata …. ¿De quien sera la culpa? ¿De dios.. por no haberme salvado? obvio noo.. sera mía. a lo que quiero llegar es que las personas no nos hacemos responsables de nuestros actos y de todo lo que sucede lo culpamos a el.
*mi forma de ver las religiones es simple. no creo en ellas, para mi la vida es como un examen
(ejemplo)… un examen donde ninguno de los presentes conoce las respuestas realmente… así que prefiero escribir mis propias tonterías, a escribir las tonterías de alguien mas.
Los ateos me aburren siempre están hablando de Dios.