A pesar de mi poco pelo no viví en primera persona aquellos años de salas de fiestas llenas de paisanos viendo las piernas a las vedettes, edad de oro del «landismo» y del destape (dos términos gloriosos) —aunque ahora, cuarenta años después, descubramos gracias al mundo paralelo progre que los cabarés en realidad estaban vacíos y todo el mundo estaba o corriendo detrás de los grises, o era gris—. Hoy, por culpa de, no sé, la MTV, los 40 y demás caprabos mediáticos, el muslamen ha vuelto a nuestras vidas. ¡Larga vida a las pezoneras!
Ahora estos medios de comunicación le colocan la etiqueta de glamourosa o de diva a cualquier penca de extrarradio, ya sea una vedette-cantante como Rihanna, o una vedette-vedette como esa cosa llamada Dita Von Teese, que es al glamour lo que la Pajín a las buenas maneras y que para encubrir su verdadero trabajo, los loros de las revistas dicen a los españolitos que hace burlesque en vez usar su nombre en castellano, esto es, revista. Sí, Norma Duval o Lina Morgan hacían burlesque. Hemos vuelto a los setenta. Nada ha cambiado. Que digan que gallinas como Marta Sánchez o Sarah-Jessica Parker tienen glamour es pecado mortal. Si Santa Carole Lombard levantara la cabeza…
Las cantantes actuales son vedettes que han cambiado Pigalle por estadios de fútbol. ¿Qué es un concierto de Kylie Minogue más que un show de plumas y lentejuelas con canciones picantes en play back y dos mil bailarines en taparrabos detrás de la solista? Ya es imposible que salga una cantante fea y, si lo es, como el zeppelín gritón de Beth Ditto, enseña toda la carne que pueda, que es mucha. Y todas se apuntan al carro. ¿Quién convenció a Shakira para arrastrarse en el fango de esa manera? ¿Qué ha quedado de la dulzura de canciones como Antología y otras pequeñas joyitas de soft-pop de sus primeras grabaciones? ¿Fue al conocer a Beyoncé, cuyo proceso de emputecimiento se estudiará en las autoescuelas? Vale que esta última siempre ha ido en paños menores, pero al principio —con bestiadas como Crazy In Love— por lo menos en los vídeos no salía (tan) vestida de putón como en los últimos, donde lo más fino que hace es salir contoneándose (aka frotándose) con un rifle que lleva entre las piernas. ¿Por qué modositas como Nelly Furtado —grande, muy grande su pilinguismo en el rompepistas Maneater— o la Maricruz Soriano estadounidense, Alicia Keys, se han apretado y encuerado y se han vuelto tan chonis que parecen concursantes, es decir, analfabetas, de algún programa de LaSexta o Tele5? ¿En qué tienda se pueden comprar los vestidos de zorrón en tallas para niñas de doce años que se embute Mariah Carey?
Hoy, todo este movimiento de guarrillas, encabezado por petardas años noventa como Britney Spears (cuya cumbre del puterío es irónicamente el sudoroso y jadeante vídeo de su mejor canción, I’m ASlave 4 U —siempre tras la obra maestra del estercolero que es su primer disco …Baby One More Time) o Christina Aguilera de la que no se salva ni una sola nota de una sola canción, ha sido superado por la llegada de la hasta-en-la-sopa Lady Gaga; pija neoyorquina que una vez vio mientras esperaba en la peluquería un vídeo de Blondie y desde entonces se cree rompedora. Y eso no sería problema, creerse rompedora —también se creía juez el juez Garzón—, si no hubiera convencido a todo el mundo que lo es. La basura ochentera que publica puesta en imágenes de la manera más soez posible, más Ricchi e Poveri de lo que pensamos, quizá escandalizara a nuestras madres cuando merendaban tortitas antes de irnos a buscar al tuto pero, hoy en día, cuando la única manera de llegar al éxito que tiene un artista es meterse con los católicos o los judíos y en el que las obras de arte más complejas estructuralmente y más perturbadoras son los peinados de Gadafi, ¿a quién quiere engañar?
Tampoco me gustaría que todas las cantantes fueran como Mama Cass o cualquiera de las de Mocedades, no es eso. Ahí sigue en activo la mejor y más bella cantante de pop del mundo, Susana Hoffs, y no necesita salir desnuda para triunfar, si es que alguna vez ha triunfado. Pero ella siempre fue un poco different drum, a Dios gracias. Lo que sería interesante es que alguna cantante no tuviera que disfrazarse de putón verbenero para triunfar.
Ya lo escribió alguien hace años en Fotogramas: para que Jessica Alba tuviera más éxito tenía que emputecerse un poco. Y todas las cantantes del mundo han hecho caso a la Biblia del cine, tiempo ha experta en destape y cochinerías varias.
«Christina Aguilera de la que no se salva ni una sola nota de una sola canción»
Beautiful me gusta.
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Enhorabuena. Y gracias ademas. Hacía tiempo que no leía nada tan brillante y tan divertido. Y eso que no has entrado en el filón de las Hanna Montana, la novia de Bieber etc… Aunque a lo mejor es Madonna la madre de todas las batallas.
Mi frase «¿Fue al conocer a Beyoncé, cuyo proceso de emputecimiento se estudiará en las autoescuelas? «
Que alguien vea este video entero y me cuente:
http://goo.gl/SNckd
Es todo lo que debería ser una puta de lujo.
Hace mucho que no voy a puticlubs pero calculo que el material debe andar ahí, ahí. Voy a volver a Susanna Hoffs, necesito algo de savoir faire tras la indigestión.
No sé, yo a Shakira cada vez la veo menos de lujo y más barata. Es como de baile de barra de club de extrarradio.
Si hay algo peor que un moderno es un facha disfrazado de moderno. :D
Chico parece uno que está en Intereconomía.
José! Al fin has logrado el reconocimiento que buscabas! Facha disfrazado de moderno! Enhorabuena, tío!
¡Prueba superada! Moderno disfrazado de facha, me gusta.
Christina Rosenvinge de nuestro lado en Rolling Stone:
“Toda esta estirpe, este concurso de zorras, Lady Gaga, etcétera, que han ido surgiendo, pues no sé qué decirte… La música femenina se ha convertido en un concurso de zorras”
http://www.rollingstone.es/noticias/view/christina-rosenvinge-la-musica-femenina-se-ha-convertido-en-un-concurso-de-zorras
Qué razón tienes con Susanna Hoffs. Maldita la falta que le hace desnudarse con ese morbazo: http://bit.ly/wfdVRh
Jajaja, me he descojonado con el artículo, muy bueno. A Shakira le ha pasado lo que a todas: el puterío vende y es más rentable ser una rubia chocholoco con coreografías de stripper que una hippilonga colombiana que tal vez no se haya afeitado los sobacos.
Y no conocía a la tal Susana Hoffs, me la apunto. Y tiene un azote.
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Fervoroso aplauso.
Eso sí: que un diablo priápico de 5000 vergas le sodomice por toda la eternidad por la imagen mental esa de la Pajín enseñando muslamen mientras canta el Porrompompero.
Hay cosas que existen en universos paralelos al nuestro y que es mejor no mentar, por si acaso acceden a nuestra realidad a través de nuestra boca. ¿O es que no ha leído usted a Lovecraft?
No es que tenga mayor ánimo de defender a estas putillas, aunque lo voy a hacer, porque muchas de ellas cuidan muchísimo el producto, con los mejores productores, coreógrafos, videoclips de gran factura, muchas veces con buenas voces, etc. Me viene a la cabeza este vídeo, que vi el otro día: http://www.youtube.com/watch?v=2XY3AvVgDns&ob=av2e
Lo importante es no tomárselas demasiado en serio y a la vez reconocer la calidad cuando la hay. Y qué coño, alegrarse un poco la vista. En este sentido te falta mencionar a Katy Perry, una de las reinas indiscutibles del porno-pop.
Quiero decir con esto, que esa saña al criticarlas me hace pensar que el puritanismo cristiano y el progre están de enhorabuena, ya que han encontrado un enemigo común. Si al menos hubieras recordado que Beyoncé, Mariah Carey y alguna otra tiene la fea costumbre de dar conciertos privados para dictadores o proyectos de dictadores, estaría más de acuerdo con su perniciosa influencia sobre nuestra juventud.
Por otro lado, cuando Christina Rosenvinge aparque ese irritante mezcla de intensidad y malditismo impostado de TODAS sus putas canciones, quizá esté en condiciones de manifestar públicamente su superioridad sobre Lady Gaga.
Por último, una duda: La foto de Alicia Keys es falsa, ¿no? Yo a esta sí la tenía por una buena cristiana.
Estoy de acuerdo al 100% con Felipe Larrea. Especialmente por lo que respecta a Katy Perry, una versión perversamente choni (y por lo tanto evolutivamente superior) de la desaboría de Zooey Deschanel.
En cuanto a Lady Gaga, prosigue lenta pero segura hacia su objetivo final: ocupa el trono de la Virgen de la Macarena durante la próxima Semana Santa.
Es raro que no haya aparecido Madonna por aquí.
Bien por Felipe. Entre tanta zorrilla escritora con deseo de epatar y hacerse ultramoderna, el sentido común.
Unas se travisten de guarrillas y otros de modernetes cool que están de vuelta de todo. Pero sobre todo a estos les vemos las enaguas, y huelen a vieja, a ego y a ganas de ser. Por eso resulta divertido leerlos. Este Jot se ha convertido en una reserva espiritual de esta especie que con esto de los blogs no está precisamente en extinción. Véase el comecocos.
Madonna es una vieja pelleja.
No es cuestión de ‘modosismo’ a todos nos gustan, como decía mi tío abuelo ‘las titis medio en bolas’, la crítica (que comparto al 100%) va dirigida a que realmente no es necesario tanto ‘puterismo’. Personalmente me resulta de verdadero mal gusto, y no me tomen por mojigato, pero no le veo la gracia. Si, de acuerdo, la testosterona sale sola, pero aún así, considero que la verdadera belleza femenina va siempre de la mano de un aura de sofisticación que evidentemente no transmiten estas señoritas.
Y aún aceptando que este tipo de música guarda cierta calidad visual o incluso musical en ocasiones, lo siento pero no paso ese nuevo ‘rollo’ que se lleva ahora de tomar el electro-pop de esta gente como música de calidad. Como música cuasi-culta. No puedo con esa gente que se les llena la boca hablando de esta música como si fueran agentes de Los Ángeles, tratando de venderte la moto de que es calidad sonora. Está bien para bailar, y para grabar fiestas de peli americana y punto.
¡BUFFF..! Se nota que esto es de hace siete u ocho años porque ahora dudo muchísimo que les publicaran a ustedes estos comentarios tan «incorrectos». De hecho, a mí me censuran más de lo que se pueda creer…