Yo, que he sido (¡y soy!) antizapaterista acérrimo, me revuelvo ahora cuando Rajoy se escuda en la herencia de ZP. Una herencia nefasta, naturalmente: pero el marrón que nos estamos comiendo contiene ya sustanciosos elementos rajoyanos. Su precipitado de incompetencia y contumacia aroma ya el pastel.
Confieso que me he llevado una sorpresa. Era difícil ser un presidente tan malo como Zapatero, y Rajoy lo ha logrado. Pero lo más alucinante ha sido la velocidad: prueba de que no se ha tratado de un proceso, sino de un simple quedarse en bolas. En cuanto ha tomado los mandos, se ha visto que no sirve. Al menos en una situación tan complicada como la nuestra.
A menudo he pensado que Rajoy hubiera sido un presidente aceptable del país que era España antes de los atentados del 11-M. Hacer política ficción no es serio, pero el pacto con mi lector me permite jugar un poco. Rajoy hubiera sido un buen gestor, un hombre apaciguado en la presidencia, lugar muy satisfactorio para un registrador de la propiedad. Con él, la legislatura 2004-2008 hubiera sido aburrida y feliz. Feliz para la derecha, por supuesto; pero también para la izquierda. En especial para tantos escritores y columnistas, que se habrían mantenido contra el poder, ahorrándose el triste trago de la obediencia cortesana. Y para los actores, que habrían seguido rodando secuelas del Hay motivo, con lo que sube eso el caché, al tiempo que mantenían los bolsillos cosquilleantemente llenos. Zapatero, en fin, habría vuelto a perder las elecciones de 2008 y se habría retirado de la política, tras haber sido un agradable líder de la oposición, un contrapunto de color y lirismo a las grises cuentas de Rajoy. La crisis nos hubiera alcanzado, pero de un modo menos traumático. Y además en 2012 ya no hubiera repetido Rajoy y tendríamos otro presidente, del PP o del PSOE, que sin duda sería mejor.
Hasta aquí el cuento: los cántaros de la lechera saltaron por los aires con las bombas del 11-M. Llegó ZP y comenzó el proceso de descomposición en el que seguimos. Desde la perspectiva actual, ya sabemos que Rajoy formó parte de ese proceso. El zapaterismo fue una danza a dos, que consistía en tener el peor gobierno y la peor oposición posibles. La segunda legislatura de ZP nos la tragamos por la estricta inutilidad de Rajoy, que no supo ganar las elecciones más fáciles que ha habido en Europa (exceptuando las últimas, que venían regaladas). Y durante la sórdida legislatura que siguió, la de 2008-2011, Rajoy ha sido cómplice también del encanallamiento (y encallamiento) general. Su estrategia de dejar que el zapaterismo se pudriera solo fue profundamente antipatriótica. Y fue una negligencia: porque la podredumbre ya no hay quien la pare, y menos alguien que tiene una parte tan principal en ella.
Ahora estamos peor. Con Zapatero quedaba una última esperanza: la de que pudiera haber alguien mejor que Zapatero. Rajoy, en cambio, es ya un cul-de-sac: un callejón sin salida. Aunque no sin bajada.
No han hecho falta ni 6 meses para ver que el de ZP no era el peor gobierno posible. En cuanto a vincular la presidencia de Zapatero a los atentados del 11M es tener poca visión histórica.
Disculpe, Marc, se me pasó su post. Mi «vinculación» de la presidencia de Zapatero con los atentados era solo en cuanto al resultado electoral, nada más. Muchos que no iban a votar a Zapatero lo votaron entonces. Ese hubiera sido mi propio caso, de no haberme encontrado fuera de mi circunscripción electoral. Esta circunstancia me evitó pasarme cuatro años avergonzado.
Se dicen que la grandeza de alguien se mide por la dimensión de sus enemigos. La obsesión que hay en este país con el gremio de los actores raya lo paranoide y enfermizo, y quizás explique la razón (entre otras muchas, obviamente) por la que hemos estado años preocupándonos por chorradas y no por lo importante, lo que, gobiernos incompetentes y casta política y bancos corruptos aparte, explica en gran medida por qué hemos llegado a esta situación.
Yo me remito a pruebas del funcionamiento de uno y otro partido (uno más de centro el otro de extrema-derecha) las comunidades autónomas del PP son las peor gestionadas con diferencia… ahora atrévanse a negarlo…
Con lo de los actores, J, simplemente quise poner una nota de color. Aprovechando que son ellos mismos los que se *significan*.
Lo imaginaba Montano, pero los chistes, frivolidades y notas de color (que vienen bien y no son irrelevantes del todo) que elegimos voluntariamente también nos definen.
Desde luego: esas elecciones son sintomáticas. En mi caso, de todas formas, no es obsesión. Más bien fascinación. O debilidad. Pero no me quitan el sueño, vamos. Y si Toledito o Botto hacen una buena película, la veo sin problema.
la verdad es que yo no entiendo ni a unos ni a otros, los curitas contandonos cual es el voto cristiano y los artistas mas de lo mismo ( encima con anuncios publicitarios ), no me cabe en la cabeza que alguien vaya a votar lo que le diga ninguno de estos dos colectivos.
Pues hay que ser corto de miras para llevarse una sorpresa, con lo claro que nos lo puso Rajoy durante los ocho años que fue jefe de la oposición. Una persona que se maneja en el «cuanto peor para él, mejor para mí» no puede ser jamás un buen presidente.
¿Y es ahora que te das cuenta de eso? Vaya…
No, Juan Ignacio: ya critiqué mucho a Rajoy durante sus años de oposición. Pero pensé, francamente, que como presidente lo haría mejor. Por una razón muy sencilla: parecía imposible hacerlo peor que ZP. Algo que, naturalmente, solo puede apreciarse sin sectarismo.
Una persona que se maneja como lo hizo él durante sus años de opositor no puede ser buen presidente. Y no es por defender a Zapatero, que metió la pata en demasiadas ocasiones, pero al menos sí tenía un cierto concepto de cómo debe ser un comportamiento democrático institucional, algo que Rajoy no ha tenido ni antes ni ahora.
Ni después.
Saludos. :)
Tiene usted razón, y en cierto modo lo reconozco retrospectivamente en el artículo: Rajoy dio demasiados malos síntomas como para que estuviéramos ya avisados. En cuanto a ZP, creo que lo mira usted con demasiada benevolencia. Pero dejémoslo ahí.
No creo que Zapatero lo hiciera tan mal la primera legislatura, en parte porque, no nos vamos a engañar, el país iba bien (o eso pensábamos, que de aquellos barros…), no había penurias económicas, y se pudo dedicar a lo social, donde yo creo que se han conseguido avances importantes (quizás Rouco no esté de acuerdo, pero sobre gustos…).
El problema es que, oh sorpresa, ser presidente durante años de (supuesta) bonanza es mucho más fácil que serlo cuando las cosas se ponen feas, es decir, cuando de verdad hace falta un presidente. Y ahí ha sido cuando tanto Zapatero como Rajoy han demostrado que el tema no van con ellos. Por motivos además bastante similares, por mucho que empleen distinto maquillaje para taparlo.
Por supuesto ser un buen presidente (no uno decente) durante los años de bonanza hubiera significado cambiar el modelo productivo, acabar con la especulación cuando todavía daba dinero y prepararnos para lo que venía. Algo de eso hizo Zapatero (dobló el presupuesto en ciencia durante los primeros años… para luego bajarlo hasta casi el nivel inicial en cuanto le vio las orejas al lobo), pero obviamente no lo bastante. Hay que tener en cuenta que uno de los pocos presidentes / primeros ministros que lo hicieron bien a ese respecto fue Bachelet en Chile, a la que querían crucificar antes de la crisis y canonizar después.
Así que no hay que descartar que tengamos lo que nos merecemos…
¿Por qué dejarlo ahí?
Por hastío, amigo Culo. Me he desgañitado ya mucho contra ZP y no tenía ganas de seguir.
Circula por la red este chiste: MARIANO EMPEoRADOR.
Gran chiste!
Bueno, a mí la primera legislatura de Zapatero me pareció un desastre. Y con bastantes elementos de abyección. Sus «medidas sociales» las apruebo y las aplaudo. Pero arruinar el país me parece una mala «medida social».
En efecto: esto parece la entrada al infierno de Dante. «Lasciate ogne speranza, voi ch’entrate.» O, por mejor decirlo, salir de Málaga -y perdón por señalar- para entrar en Malagón. ¡Y encima, con mi voto! Yo sí que pido perdón a todos los españoles.
(Y no como otros.)
¿Y por qué estos dimes y diretes entre Zapatero y Rajoy? Al fin y al cabo, los dos son actores secundarios, cuando no figurantes, de una tragicomedia de la que no conocemos el autor. Eso sí, los dos han interpretado muy la farsa.
Adios, hasta nunca.
los dos han interpretado muy BIEN la farsa, quise decir.
Jajaja, amigo Protactínico: esto en realidad ha sido un salir de Malagón para entrar en Malagón. Una pesadilla kafkiana, concretamente.
También tiene usted razón, Conistorsis. Al final les hacemos un favor a los presidentes por concederles el protagonismo…
Pingback: José Antonio Montano: Culo de saco
Vaya, Montano. Resulta que es usted casi tan mentiroso como su presidente. En su blog anuncia que va a darle a Rajoy, y aquí (de)muestra una condescendencia lamentable: «…se ha visto que no sirve. Al menos en una situación tan complicada como la nuestra».
Es que, amiro Hervás, creo que sinceramente lo hubiera hecho aceptablemente de haber llegado al poder en 2004. Y nos hubiéramos ahorrado toneladas de abyección, de hunos y de hotros.
(Bueno, dos adverbios en -mente en la misma frase: menos mal que en los comentarios eso no cuenta.)
¿Qué te ha hecho Zapatero para que le tengas tanta inquina? Ahh, ya lo sé NI PUTO CASO
Jajaja, no sería mal motivo. Pero, hablando en serio, el problema no es que no me hiciera ni puto caso a mí: el problema es que no les hizo ni puto caso a los que tenía al lado y sabían.
Me permito hacer una observación. A pesar de que este artículo va *principalmente* contra Rajoy, las únicas críticas que he recibido -tanto aquí como en Twitter- son porque me meto también con ZP. Creo que este dato es un síntoma bastante significativo de lo que nos pasa. Y de por qué hemos llegado aquí.
Creo (firmemente al menos desde el segundo mandato de Aznar) que solo hay dos posiciones principales desde donde votar al PP: la primera es la ignorancia y la segunda es el interés propio. Para votar al Psoe existe, además, una posición distinta, que es la del error.
Jaja, no está mal, amigo Urzass. Aunque para votar a ZP había también otra posición: la poesía. Mucha gente votó a ZP en 2008 por poesía.
Lo que definen claramente ZP y Rajoy es el nivel político de este país, donde priman los compadreos y corruptelas a una autentica cualificación y vocación.
Exacto, Mendruko. El gran Félix Bayón se refería a eso como «selección adversa». En nuestra política copan los primeros puestos los peores; y *gracias* justamente a que son los peores.
No creo que Rajoy lo hubiera mucho mejor en 2004. Quizás nos hubiera arruinado un poco menos (lo que no es difícil), pero no creo que hubiera hecho las reformas necesarias para que, no digo mañana, sino dentro de unos pocos de años, salgamos del agujero.
Para eso haría falta alguien capaz de jugársela, de arriesgarse a estar sólo cuatro años, a ser impopular, a invertir en cosas que no dan beneficio inmediato, a recortar cosas que van a hacer que medio país se enfade y no te vote la próxima vez (aunque quizás, en veinte años, te recuerden como un gran estadista).
El político medio en España, vaya…
Querido Montano
Hace poco en Francia el entonces presidente Sarkozy advertía en su campaña electoral de que no les pasara como aquí con los socialistas… y, efectivamente, el electorado francés se fijó en España y se produjo la alternancia política.
Poco importa lo que haga uno cuando van mal las cosas, pues no se enjuician las acciones sino que se reacciona ante los resultados adversos.
Nuestro problema inmediato se acaba de publicar hoy. La deuda pública se sitúa en 774.549 millones de euros.
A cada español corresponde por este concepto casi 16.000 € y subiendo. Con todos los recortes y subiendo. 16.000 € por barba, mejor dicho con barba o sin barba. Por cada niño, 16.000 €; por cada parado, 16.000 €; un ama de casa, 16.000 €… 16.000 € por persona con independencia de que trabaje o no.
http://www.malagahoy.es/article/economia/1284068/la/deuda/publica/maximos/historicos/primer/trimestre/con/pib.html
Así que cabe preguntarse qué es lo que está haciendo mal Rajoy si excluimos la semántica. ¿Está recortando menos de lo que debería?
Desde la perspectiva actual, la segunda legislatura de Zapatero nos la tragamos, exactamente, porque hubo once millones doscientos ochenta y nueve mil trescientos treinta y cinco ciudadanos profundos que votaron al Partido Socialista Obrero Español después del “desastre” de la primera legislatura, haciendo suyo ese dicho tan conformista del “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”.
Desde esa misma perspectiva, la primera legislatura de Rajoy (veremos si última) nos la estamos tragando, exactamente, porque hubo diez millones ochocientos treinta mil seiscientos noventa y tres ciudadanos integrales que votaron al Partido Popular haciendo suyo ese otro resignado dicho que dice “de perdidos, al río”.
Desde mi punto de vista, tienen más pecado los integrales que los profundos, por contumaces.
(No digo nada de los cándidos votantes de la extrema izquierda representada por IU, principalmente, ni de los congénitos que votan cualquier tipo de nacionalismo porque ambos están fuera de categoría).
La inmensa mayoría de ellos, integrales y profundos, cándidos y congénitos, cualificados expertos en “ver la paja en el ojo ajeno”, pero no tanto “la viga en el propio”, son colaboradores necesarios, aunque no suficientes, del cebado de la burbuja inmobiliaria que nos trae por la calle de la amargura hoy en día, reflejo de la catadura moral de este país, cuna de la picaresca, y del que la política y los políticos son, simplemente, su aquilatada quintaesenciación.
Por despejar dudas diré, para terminar, que me cago en el 15M. Copiosamente.
A ver si con esos 100 millardos, o los que vengan, nos mandan también un poco de ejemplaridad, cordura, raciocinio y responsabilidad, que falta nos hace, más si cabe que ese pastizal que cuantifica tan estrepitosamente nuestra desvergüenza como país.
Hasta los ovarios de este país y de su paisanaje.
Irene, muchas de las reivindicaciones que hace el 15M van en la línea de lo que pides en el último párrafo. Hay muchas otras que si que es verdad que están cargadas de ideologías de Izquierdas. Yo personalmente opino que el movimiento que ha surgido es bueno (no al completo pero si en parte), algo hay que hacer contra esta pandereta de políticos que lo único que hacen es «colocar a dedo» a familiares y amigos. Un saludo.
Hombre, querido Bil: esa situación tan grave que usted describe no se la he oído yo a Rajoy. Al contrario: o bien se esconde, o bien aparece para decir las cosas de un modo escurridizo y (como el otro día) alucinantemente eufórico. Las medidas concretas que esté tomando, no sé si funcionarán, ni si podrán funcionar. Pero su figura política es la de un enclenque que no encarna lo que tendría que encarnar en estos momentos. Por lo demás, acepto que se trate, quizá, de una cuestión semántica.
Irene: pues sí. No tengo nada que añadir.
Ffffff
Me parece plausible.
No compartiré tus puntos de vista sobre varios temas, pero debo reconocer que eres un cachondo. Mola.
En realidad, la deriva política nacional viene de mucho antes, de tan pronto como la CT o Cultura de Transición quedó solidamente asentada durante los ’80. Entonces se generalizaron los fraudes y corruptelas, protegidas y amparadas por esos mini-estados feudales ideales para el trapicheo que son las autonomías. El argumento de la «herencia recibida» es poco serio además para todo el que tenga un mínimo de memoria. En los primeros 4 años de Zapaterismo el argumento mediático en su contra era básicamente su conspiracion con la ETA, los moros y los catalanes para la destruccion de España. La economía iba a un desbocado crecimiento del 6% a causa del turbocapitalismo que miren ustedes, iba a convertirnos en Alemania «Bis». El entorno del PP decía entonces que eso no era mérito de Zapatero, que era la herencia que había recibido de Aznar. Pero oiga, nada de mencionar que esa herencia recibida incluia una burbuja inmobiliaria y una economía cada vez más sobrecalentada, escasa siempre de bases sólidas de crecimiento. Quizá el «grandísimo» Aznar tuvo más de efectismo que de realidad, y no desentona con una mediocridad general.
100% de acuerdo. En lo que a mediocridad se refiere no desentona; en lo que sí desentona es en sus delirios de grandeza porque es el caso de megalomanía más acusada que hemos padecido. Todos los políticos tienen algo de Zelig, pero el mimetismo de Aznar con su acento texano debería ser objeto de estudio. A pesar de su gusto por «mear fuera del tiesto» con sus explosivas y altisonantes declaraciones, desde el escándalo Murdoch, le han debido recomendar que no atraiga demasiada atención. Tampoco conviene robársela a la doña ahora que le han regalado la alcaldía de Madrid.
Izquierda Unida es un partido reformista de izquierdas que tiene de extrema izquierda lo que Ana Botella de buena oradora. Tampoco me sorprenden ciertas etiquetas teniendo en cuenta que a pesar de su política económica neoliberal hay quien habla de Zapatero como si fuera Zapata. Podría copiar declaraciones del señor Stewart contra la intervención en Iraq o sobre Afganistán que aquí se considerarían de «extrema izquierda» y se trata de un diputado del Partido Conservador británico, pero la sombra de cuatro décadas de dictadura, desgraciadamente, es muy alargada. Luego está el tema este del «neoliberalismo» que privatiza los beneficios mientras socializa las pérdidas o considera popes del mismo a quienes se dedican en sus mandatos a disparar el gasto público. ¿Cuál es la ciudad más endeudada de España?
Hay mucho conformismo… Nos quedamos con el mal menor, «Zapatero es mejor que Rajoy». Hay que comparar a éstos con un buen político, no sabría decir el nombre de alguno, y ambos pierden.
Dicho ésto, creo que Zapatero fue un buen presidente de 2004 a 2008, más allá de la política ficción, por sus medidas sociales. De 2008 a 2011 fue lamentable. Parece absurdo que el PSOE pida cosas en la oposición que hace cuatro días no hacía estando en el gobierno.
http://planetamancha.blogspot.com.es/2012/05/superavit-de-conformismo.html
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Insisto, Nomeko, en que no se pueden alabar las «medidas sociales» de un presidente que ha arruinado al país y al final de cuya legislatura había gente buscando en la basura y en las colas de los comedores de caridad. El matrimonio gay y la ley de dependencia estuvieron bien, pero no son más que adornos en un contexto de país arruinado. Por otra parte, obsérvese que las (pocas) cosas que ZP hizo bien eran cosas fáciles de hacer, es decir: eran cosas que dependían exclusivamente de un acto de voluntad. «Quiero que haya matrimonio gay», y como consecuencia de su decisión, hay matrimonio gay. Tiene mérito, desde luego, mantener la decisión frente a las críticas, etc., pero también en esa persistencia lo único que cuenta es la voluntad. Ahora bien: en todas aquellas otras políticas que no dependían de un mero acto de voluntad, sino de inteligencia, de conocimiento, de estrategia, de previsión, ZP fracasó estrepitosamente. Mi resumen es que era un patán que, en el ejercicio de su patanismo, acertó en algunas cosas, porque no dio la casualidad que no eran incompatibles con su patanismo.
De todas formas, visto con un poco más de perspectiva, ZP tampoco «creó» ningún problema específico. Como dice Guillermo, muchos son estructurales de nuestro Estado. Lo que sí hizo ZP fue agravar todos y cada uno de los existentes.
Rajoy logró engañarnos a todos (o a casi todos). Pensábamos que iba a ser un señor gris que sería competente, muy competente, en economía y que, con sus medidas de derechas, iba a sacarnos de la crisis.
Ha resutlado ser un señor gris que gobierna golpes de ocurrencias.
Así que ahora tenemos más de los mismo que tuvimos anteriormente.
No olvidemos el refrán: Detrás vendrá quien bueno te hará.
Algo se debe reconocer al final a Zapatero: tenía claro que poner la cara para que te la rompan va con el sueldo de presidente. Su sucesor parece mostrar de momento unas capacidades igual de pobres, pero carece de ese instinto básico de liderazgo. Y está camino de dejarse por el camino uno de los preciados mitos de la derecha, su presunta superioridad como gestora de la economía.
Una prueba sencilla: hace dos años cualquier aparición de Rato en un acto del PP levantaba la expectación de un deseado y los rumores como expresión de un deseo que lo situaban en el centro neurálgico del futuro gobierno, y quién sabe si algo más. Ahora, si Rajoy quiere terminar en el exilio no tiene más que nombrar al mismo Rato como ministro de algo.
No creo que el proceso de descompiosición comenzara en 2004, el encanallamiento político data al menos de 1993 y aquella atroz legislatura donde saltaron todos los pactos y entendimientos, que se inauguró con Gallardón y Arenas lanzando sospechas de pucherazo la noche electoral, continuó con la oposición inaugurando el uso del terrorismo o el bloqueo de las instituciones como causas política y el PSOE vaciado definitivamente de sus señas de identidad, y terminó con un gobierno carcomido por un grado de corrupción que hoy sería anecdótico.
Sí que coincido en que el país de 2004-2008 era como una de nuestras eléctricas: lo podría dirigir cualquiera con una bonita firma.
Coincido con buena parte de lo que dice, Susoman. Es cierto que los últimos meses de ZP sí que tuvieron algo de nobleza; pero en fin, seguía envuelto en tanta ineficacia que apenas quedó como algo estético y sin mucha utilidad… Lo que dice del fin de ese mito como buena gestora de la derecha está bien visto. Ese era uno de sus baluartes, y lo tiene hecho unos zorros.
En cuanto al encanallamiento previo, yo creo que las culpas están más repartidas. Si se fija usted, las oposiciones aquí han tenido como parte de su discurso la negación de la legitimidad del otro. Estuvo lo de Arenas y el pucherazo, por un lado; pero no olvidemos que antes también estuvo González sacando el dóberman. Es el reverso del abyecto sectarismo de nuestra vida político-periodística: al otro se le trata de restar legitimidad, acusándosele siempre de «antidemocrático». Una irresponsabilidad. Y un coñazo.
Mi recuerdo de los primeros 90 puede estar deformado por el paso de los años, pero lo recuerdo como un tiempo asfixiante, un afán de desalojar del poder al felipismo por lo civil, lo criminal o lo conspiratorio Ansón mediante, y un socialismo gastado que no atinaba a achicar balones y al que le crecían los enanos.
Que el PSOE entrara luego en esa dinámica, no se lo discuto, aunque siempre me ha parecido una actitud algo impostada, no les acaba se salir la aguantan mucho tiempo porque no está en su ADN, mientras que el PP a partir del 93 se confía sinceramente a las ideas de Arriola y su táctica de la tierra quemada, y a partir de 1996 ya está en el recetario como procedimiento estandar de alcanzar el poder. Otra cosa es que para echarse al monte hay que tener temperamento de partisano, y Rajoy es otra cosa.
Forma parte del mismo juego (sórdido) que digo. El «sindicato» aquel de Ansón le negaba legitimidad democrática a González. Y González, sacando al dóberman, le negaba legitimidad democrática al hipotético triunfo (entonces) de la derecha. Tras las elecciones del 14-M de 2004 pasó lo mismo. La derecha con las sospechas por un lado; y la izquierda acusando de «facha» (es decir, de antidemocrático) a cualquiera que la criticaba. Un lodazal bastante incómodo y asfixiante.
Esto es ¡de enero de 2008!:
ZAPATERO LLAMA «ANTIPATRIOTAS» A LOS QUE ALERTAN DE UNA CRISIS QUE YA VE MEDIO MUNDO
http://www.libertaddigital.com/economia/zapatero-llama-antipatriotas-a-los-que-alertan-de-una-crisis-economica-que-ya-ve-medio-mundo-1276320984/
Esto de que un articulista responda a los comentarios de los lectores me recuerda a cuando el Papa se presentó en la tele para participar en un programa del tipo «Tengo una pregunta para usted». No, no, no. Eso anula el aura, el prestigio que debe tener todo articulista. Hay que devolver el arte a su pedestal. No responda, Montano, a los chicos de la grada. (Bueno, a mí sí.)
Saludos
Jajaja, Malaquías: tiene usted toda la razón. Mi *problema* como articulista es que me gusta más escribir comentarios que escribir artículos. En cualquier caso, en los próximos creo que participaré menos, porque me aguardan meses de mucho trabajo y poco tiempo. Gracias y saludos!
De acierdo en casi todo pero decir que el inicio de la crisis no hubiera alcanzado de un modo menos traumatico con el PP en el poder es tan necio y antipatriota como la actutud de gobierno y oposicion durante la legislatura 2008-2011.
Antes de acusar de necio al personal, Sr. Zigor, lea bien. Le copio de mi artículo: «La crisis nos hubiera alcanzado, pero de un modo menos traumático».
[Disculpe: he sido yo el que no leí bien su post. Pero necio será su padre.]
[[Echaba de menos ponerme un poco pendenciero!]]
Hay una cosa que de tanto repetirla no acaba por ser verdad. Los atentados del 11M no cambiaron nada. Léanse las encuestas previas al atentado y el PSOE ya lideraba todas ellas. Incluso hasta Zapatero dijo que si no tenía mayoría de votos no iba a gobernar, así que no nos cuenten milongas. El PP ya se había encargado él solito de perder las elecciones.
Y no, el Señor Rajoy no es un téntele ni un incompetente. Es myu bueno en lo suyo. Ha venido a privatizar y a quitar derechos sociales, vamos lo que esperaba de él los votantes de la derecha. Eso si, ha conseguido que gracias a la crisis todos veamos el eterno sueño de la derecha como algo totalmente inevitable.
Luego no, el Señor Rajoy está haciendo muy bien lo que siempre han querido sus votantes, recortar y recortar a los que menos tienen, ergo para ellos ha de ser un buen gobernante.
El sueño de la derecha recortar y privatizar y… ¡¡¡encima justificado!!!
Ah, los buenos y los malos, Sr. Florete. ¡Así cualquiera! ¡Qué gran descanso (mental)!
No hay ni buenos ni malos, sino idearios y los de unos y otros están (estaban) claros, pero por favor, ¿me podrías rebatir en algún momento que en todas las encuestas antes del 11M daban a ZP mayoría?
Como evidentemente no puedes, es que estás manipulando la información.
Gracias
Claro está que no me va a rebatir lo de las encuestas previas al 11M porque no le interesa.
Evidentemente en todas ellas (ABC incluida) daban ganador ya a ZP.
Parece claro que con esos datos tergiversados por ustes y que bien conoce está tratando de falsear la verdad, con lo cual no me interesan sus «lapsus».
Y si, una mentira repetida mil veces no deja de ser una mentira, se vea como se vea.
Un saludo Mr. manipulador
Da pereza, pero en fin: http://www.libertaddigital.com/suplementos/elecciones2004/encuestas.html
Pues me va a tocar envainármela. Mis mas sinceras disculpas
Bueno, pensé que estaba usted intentando provocar sin más. Si usted sinceramente lo creía, no pasa nada. Lo de las encuestas, en cualquier caso, no es una ciencia. Muchas veces se equivocan, etc. Pero en el *ambiente* de aquellas elecciones podía percibirse claramente el cambio. Este consistió ante todo, me parece, no tanto en que los votantes del PP cambiaran de voto, como en que muchos que no iban a votar, lo hiciesen debido a las circunstancias. En mi propio entorno ocurrió: varios amigos que no iban a votar, votaron al PSOE. Y yo mismo estaba en esa situación, solo que (como dije al principio) no voté porque me encontraba fuera de mi circunscripción. Para mí tanto el PP como el PSOE se comportaron patéticamente aquellos días; pero *dadas las circunstancias*, consideraba que al país le vendría bien la catarsis del cambio de Gobierno: por la mera cosa mecánica del cambio. Con perspectiva ya sé que aquel cambio fue peor, así que me alegré retrospectivamente de no haber podido votar.
Lo que influyó no fue el atentado en sí sino la lamentable gestión del mismo que hizo el gobierno del Partido Popular. Tergiversó la realidad y mintió sin ningún rubor para tratar de adecuarla a sus intereses. Algo muy similar está sucediendo con la actual «línea de crédito abierta». Bastaba con leer la prensa internacional de toda ideología (tanto entonces como ahora), para ser consciente de la bochornosa imagen que esta/ba transmitiendo España al mundo. En la era de la globalización no se puede mentir de manera tan descarada como si estuviéramos viviendo todavía en la España autárquica de la dictadura franquista. Es tomar a la ciudadanía por tontos cuando los que quedan como tontos son los que pretenden engañarla de forma tan burda.
No, Mnur: aquello no tampoco fue una historia de buenos y malos, sino en este caso solo de malos. Cada uno hizo, exactamente, aquello que le convenía electoralmente. Desde el minuto 1 se pusieron a *rentabilizar* la masacre con fines electorales. El PP hizo lo que usted dice; aunque se retractó a tiempo, es decir, antes de las elecciones. Por su parte el PSOE, además de agitar el cotarro, violó sagrada la jornada de reflexión. Sobre aquello escribí un texto en mi blog, que tuvo el efecto de que se me echaran encima los hunos y los hotros. Lo enlazo aquí, para que lo sigan haciendo:
ASIMETRÍAS Y SIMETRÍAS DEL 11-M http://joseantoniomontano.blogspot.com.es/2009/06/asimetrias-y-simetrias-del-11-m.html
No soy votante del PSOE ni tengo intención de serlo, así que difícilmente los veré nunca como los «buenos».
La jornada de reflexión es una chorrada monumental que tuvo su sentido recién parida la democracia española, pero que a día de hoy es de un paternalismo hiriente para un país que ya lleva unas cuantas décadas de democracia. Por otro lado, de «sagrada» no tiene absolutamente nada. Es permanentemente violada y utilizada su «violación» como una parte más del juego de los políticos. Tuvo su gracia que a la misma persona (un tal Rajoy) que clamaba al cielo por los «antidemocráticos actos de presión», sus «democráticos actos» le permitieran aparecer el día de reflexión en una entrevista en «El Mundo» pidiendo la mayoría absoluta para su partido, algo que casualmente también violaba la sagrada jornada.
No sé qué ofende más, si el mero hecho de que exista todavía, que se clame contra su incumplimiento mientras se incumple o que la propia ciudadanía se haga eco de un juego tan evidente. No tuvimos Ilustración, pero a estas alturas creo no es necesario tratar a los españoles como si tuviéramos cuatro años y nos pudieran afectar las manifestaciones políticas que se produzcan el día antes de unas elecciones. En el Reino Unido se tronchan con esto de la llamada «jornada de reflexión» y no me extraña.
El gobierno del PP se vio obligado a retractarse cuando toda la comunidad internacional desechaba al unísono su teoría de la autoría y el ridículo era tan flagrante que no les quedó otro remedio que recular. No me cabe ni la más mínima duda de que, de no ser por esa presión mundial, hubieran mantenido la autoría del atentado que más les convenía. Solo así se explican declaraciones como las de Ana Palacio o Ángel Acebes diciendo que era «absolutely crystal clear» quién era el responsable del atentado o atribuyendo «sin ninguna duda» esa autoría a otra banda y llamando «miserables» a quienes se atrevieran a cuestionarlo.
Bastaba con echar una ojeada a esa prensa internacional para saber que lo que se estaba cuestionando era la actuación del gobierno tras los atentados y no la de la oposición. Como muestra, dejo un botón del «Financial Times», un diario conservador, bastante elitista y nada sospechoso de polanquismo ni antippeismo.
LEADER: Spain gives us a lesson in democracy
Mar 16, 2004
The Spanish people, struck by the horror of last Thursday’s train bombings in Madrid that killed 200 and wounded more than 1,400, have responded with an exemplary display of democratic conviction.
The election upset on Sunday, with the Socialists toppling a centre-right government previously ahead in the polls, may look on the face of it like a victory for al-Qaeda. If indeed it were proved that a Morocco-based member of Osama bin Laden’s global terror network carried out last week’s atrocity, it might plausibly be portrayed as a spectacularly gruesome political success for the Islamist terrorists in Europe.
But that description of what has happened is not on the whole convincing. There are no grounds for concluding that Spain flinched when confronted with terror on this scale.
Spaniards have nurtured their post-Franco democracy with courage and relief, imagination and enthusiasm and great civic pride. They have also set their face against terrorism, including in the Basque country, where Eta is regarded as a politically illiterate, lumpen rump of an organisation that once enjoyed certain legitimacy as a national resistance to dictatorship.
There can be no doubt where Spaniards stand, after an estimated 12m of them turned out on Friday to repudiate the bombers. No less impressive as an act of democratic defiance of the terrorists was the electoral turnout on Sunday, nearly 10 percentage points up on the 2000 polls, at more than 76 per cent.
The election result seems to have sprung from indignation at how the government of José María Aznar, the outgoing prime minister, handled the crisis. In particular Mr Aznar was blamed for his ostensible certainty that the carnage was the work of Eta, a stance that appeared to validate his government’s hard line on the Basque question. Madrid even managed to persuade the United Nations Security Council to state Eta’s responsibility in its resolution of condemnation.
Animosity towards Mr Aznar for supporting George W. Bush’s and Tony Blair’s Iraq war was also a factor. About 90 per cent of Spaniards opposed the war. Their views counted for nought then, and some critics feel Spain is paying the price for the vanity of a prime minister who, visiting the US no less than 15 times, pretended to a top-table international role. But none of this need have proved fatal to his party had it not been perceived to be manipulating the aftermath of the bombings. For that the government alone is responsible.
All that said, the Madrid bombings highlight the urgent need for closer security and intelligence co-operation – within Europe, between Europeans and Americans and, crucially, with Arab and Islamic countries. The forthcoming emergency meeting of European Union interior ministers could mark an important first step. Nor should the controversy over whether it was right to target Iraq – a strategy that has done nothing to check and may have encouraged proliferation of al-Qaeda – stand in the way of intensified transatlantic co-operation.
Another important lesson from Spain’s trial by terror is that political leaders need more than conviction in dealing with a crisis of this magnitude. They need to enjoy an exceptional level of trust from their people. Of course the bombings influenced the outcome of Sunday’s elections. But, arguably, the more important factor was that Mr Aznar – perceived as concealing or downplaying clues that pointed to Islamist rather than Basque perpetrators – forfeited that trust.
FINANCIAL TIMES
Usted mismo, Mnur. No tengo más que decir.
He descubierto una virtud hasta ahora escondida en tu personalidad twittera: la paciencia.