Google es un buscador que rastrea constantemente todos los contenidos de la Red mediante un sofisticado sistema robots informáticos llamados «arañas», de apariencia menos amenazadora que aquellos que inspeccionaban el submundo de Matrix pero igual de implacables. Toda la ingente información obtenida en ese proceso de actualización constante es minuciosamente clasificada, empleando un complejo algoritmo secreto que permite mostrar al usuario los resultados óptimos para cada búsqueda que haga. Es tan asombrosa la magnitud del conocimiento que esta herramienta nos proporciona a cada uno de nosotros que —sin ápice de exageración— podría definirse como el Aleph borgiano, la Biblioteca Universal, la conciencia colectiva de la humanidad, el monolito de Kubrick, el comienzo de una nueva etapa histórica que los más visionarios autores de ciencia-ficción llaman “Singularidad”… Es decir, para no andarnos con rodeos, la función última de Google es responder a todas y cada una de las gilipolleces y perversiones sexuales por las que uno le pregunte.
Leer las búsquedas que otros han hecho es por tanto algo parecido a estar en el lado divertido del confesionario pero sin sotana, a ser un psicólogo que no está obligado mantener el rictus serio mientras escucha majaderías. A solas frente al ordenador, quien teclea en la cajita del centro de la pantalla no pretende impresionar, como en las preguntas que podamos hacer a profesores o jefes, ni provocar, como con aquellas que se hacen en los foros, ni guardar las apariencias, añadiendo un “eh, que en realidad lo pregunto de broma, ¿eh?”. Simplemente busca una respuesta. Que a algunos de ellos les trae hasta nuestra web, veamos cómo.
Así, cuando alguien busca cadenas de términos como “mi madre es autoritaria y no me deja libertad”, “porque me siento rechazado y me bloqueo”, «como se vive si siempre eres rechazado» o “porque los hombre acostumbran levantar la voz en las discusiones” da la impresión de que más que una mayor comprensión intelectual del asunto buscaba algo de cariño. Un abrazo desde aquí. O los que hagan falta. Lo que no daremos es “motivos para asesinar por amor no correspondido”. No señor, resignación y a por otra. A veces la necesidad es de otro tipo: “muñecas inflaves para follar” o “bocadillo de ternera”. Deseamos que en nuestro contemporary culture mag encontrasen cierto alivio a esa inquietud.
Una búsqueda que nos sorprende por su insistencia es “¿quién dirije jot down?” Buena pregunta. Pero mejor respondemos antes —por el ímpetu con el que parece escrita— a “akeda ala mujer le sale pelo en la bagina preguta”. La respuesta es o bien 4, 8, 15, 16, 23, o incluso 42. También vale para lo de quiénes dirigen esta revista. Más difícil es dar réplica a “no tiene corona y hace pis sentado como las señoras” así que mejor nos remitimos aquí, que es a donde dirige tal cadena.
Tampoco logramos entender qué pretende saber quien busca ”juegos de acecinar con sexo y matary folla”, pero al menos del que escribe “masturbadas a discreción” ya sospechamos qué se trae entre manos. A veces algunos parecen enfrentarse a Google como si fuera una persona que estuviera ahí esperando a dar su opinión, como en “es buen o mal actor bruce willis”. Respuesta que el buscador debería darles: A mí me gusta. Pero claro, yo no soy humano. ¿Y qué contestar a “Decir País Vasco es malo”? Que por supuesto, pero solo si se hace delante del espejo tres veces seguidas. Y es que el mundo de lo misterioso, fantástico y paranormal provoca un gran interés a algunos de nuestros lectores, capaces de preguntarse si: “a un vampiro se le pone dura”.
En otras ocasiones la inquietud alcanza niveles casi metafísicos y solipsistas, como en “a veces me asombra como la gente se olvida de”. No faltan las indagaciones sobre neurociencias… o algo: «como es la mente invadida de pornografia» y «el dolor en que sensacion esta». También se dan curiosas mezclas de carnalidad e idealismo «como follar imaginariamente» (¿Usando la imaginación?), de vil materialismo y espiritualidad religiosa: » como me saco un premio de loteria con la ayudad de dios». Aunque tal cosa quizá sea más adecuado preguntársela a Dios y no a Google, que son entes distintos. En fin, hay gente que duda sobre si estamos solos en el universo y otros lo tienen muy claro y solo les falta saber «donde se encuentran en este momento los extraterrestre y como nos estan amenazando?».
Pero ante cualquier cosa que uno quiera saber, es importante tener en cuenta que Google no es un enanito escondido dentro del ordenador, alguien al que inquirir “me enseñas el perrito de agatha ruiz de la prada”. El buscador tendría que haberle respondido «¡No, no quiero enseñártelo mientras no me lo pidas por favor!» Pero en su defecto le llevó a nuestro sitio. Bien, de acuerdo, pues este es. Otra duda que es algo más difícil de resolver «ahi un cantante q tiene las uñas pintadas de negro y es pelon canta musica como gotica alguien me puede decir quien es». Pues eso, a ver si alguien le puede decir quién es. Esta es más fácil: «que opina la iglesia catolica sobre la literatura erotica«. No es partidaria.
Y finalmente, respecto a las siguientes búsquedas que han traído a nuestra web: “bideos de messi quuando ase el sexo”, «como mas viejo soy mas ganas de follar tengo» y “como poner una webcam en la habitacion para ver desnuda a mi madre” tenemos una respuesta clara y contundente para todas ellas: ¡Guarros! Eso es lo que sois desde el primero al último, queridos lectores de Jot Down. Si no, no estaríais aquí.
¡Grandioso!
Super fan de los textos de Javier Bilbao.
jajajajja muy bueno!!!
esto ya es viejo pero mira que curioso lo que pone el autocompletar del google cuando ponéis:
tengo XX años y
ves sustituyendo XX por números ejejejeje… por lo menos hasta el 40 las primeras son iguales :P
Jejeje lo que me he reído y todavía sin dormir siendo las 9:05.
Dudo entre qué parte tiene «más mérito». Si la meramente cognitiva, el hecho de llegar a hacerse tales preguntas, o la lingüistica.
Referente a este último punto, peronalmente creo que tiene que existir un componente deliberado. Me niego a admitir que si alguien realmente carece de los más básicos conocimientos gramaticales tenga la osadía de demostrarlo abiertamente en público.
jajaja, por favor, que alguien le diga que en esa persona gótica xD que no puede vivir sin saberlo LoL LoL
Desde luego consultando las búsquedas de google siempre te llevas más de una sorpresa.
Cuando descubres un acceso a tu blog a través de “voi donde la vecina y me la follo”, no puedes evitar pensar: que he escrito yo para mercer esto…
pero de los bideos de mesi asiendo seso ¿no hay nada? mielda de guugle
Supongo que es gracias a artículos como éste que DuckDuckGo.com está triplicando su tráfico mes a mes.
Es muy gracioso el temita, pero no deja de ser una invasión a la privacidad aunque sea de personas anónimas… sin olvidar que, si quisiérais, a partir de ese momento podríais trazar cualquier visita de vuelta de los destinatarios de vuestras burlas y cachondearos de ellos en vivo.
http://duckduckgo.com/privacy.html
Search leakage:
When you search for something private, you are sharing that private search not only with your search engine, but also with all the sites that you clicked on (for that search).
¿Cómo se viola la privacidad de un ente anónimo? Espera, que lo voya a buscar en google…
Al final el chaval descubrió como poner la webcam en el cuarto de su madre o no? Es para un amigo.
jajajaja
Sublime! Sublime!
Una amiga tiene la misma duda.
¿Nadie va a decir nada de los Tags?
Tremendo! :-)
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