Lo peor de los Goya es que a medida que se acercan sientes, no se sabe bien por qué, la necesidad de ver algunas de las peliculas nominadas. Este año nuestro cine es poco más que una fosa séptica y, sin embargo, cuanto peores son las películas, mayor es la atención que despiertan los premios. ¿A más premios peor cine y a menos premios mejor cine? No estoy segura, pero para comprobarlo podemos hacer una comparación: veinticinco años con Goyas frente a veinticinco sin ellos. ¿Qué películas habrían ganado los Goya cuando los premios aún no existían? Este es el experimento, he aquí el resultado:
1985: El año anterior a la instauración de los premios de la Academia no fue un año especialmente brillante. De haber habido premios y nominaciones es posible que las cinco nominadas hubieran sido: Sé infiel y no mires con quién de Fernando Trueba, La vaquilla de Berlanga, Extramuros de Miguel Picazo, Stico de Jaime de Armiñán y Luces de Bohemia de Miguel Ángel Díez. Se habrían quedado fuera Los paraísos perdidos de Martín Patino y Padre Nuestro de Francisco Regueiro, que eran las otras dos películas que también sonaban. La academia habría optado por premiar la película más taquillera de todas y probablemente con razón, con lo que el ganador habría sido Berlanga.
1984: La gran favorita para los premios de ese año habría sido Los Santos Inocentes, de Mario Camus, ya que, además, la ceremonia habría tenido lugar pocos días después de que Paco Rabal y Alfredo Landa recogiesen el premio a la mejor interpretación en el Festival de Berlín. Las otras nominadas habrían sido Sesión Continua de Garci, Las bicicletas son para el verano de Jaime Chávarri, La muerte de Mikel de Imanol Uribe y Tasio de Montxo Armendáriz. La controversia habría saltado por el hecho de que Almodóvar se hubiera quedado fuera con Qué he hecho yo para merecer esto. Si exceptuamos la de Garci, cualquiera de las otras cinco le dan mil vueltas a las nominadas de este año. Para mí, no obstante, la gran ausente habría sido Los motivos de Berta. Ya sé que todo esto es ciencia ficción, pero mi ejercicio de imaginación no llega hasta el punto de pensar que alguien pudiese haberse acordado de José Luis Guerín. Sobra decir que el ganador hubiera sido Mario Camus con su maravillosa adaptación de Los Santos inocentes.
1983: Este año el cine español estaría representado en los Oscar con Carmen, de Carlos Saura, lo que la convertiría en una de las películas favoritas. Junto a ella el resto de nominadas serían El Sur de Víctor Erice, Entre tinieblas de Almodóvar, Bearn de Jaime Chávarri y La conquista de Albania de Alfonso Ungría. Habría quien hubiera echado de menos El Pico de Eloy de la Iglesia, pero la academia habría preferido esperar veintitantos años para darle un Goya honorífico. El ganador habría sido El Sur. De no ser así no tendría sentido seguir escribiendo este artículo. El Sur es una película irrepetible. Quizá por eso Víctor Erice lleva décadas en el paro.
1982: En 1982 la Academia habría premiado a José Luis Garci porque no vamos a ser aquí más papistas que el papa y vamos a dejar sin Goya a quien ese mismo año se llevaría un Oscar por Volver a empezar, demostrando que enajenados mentales los hay en todas partes. Contra Garci habrían competido dos adaptaciones literarias: La colmena de Mario Camus y La Plaza del Diamante de Francesc Betriu, Demonios en el Jardín de Manuel Gutiérrez Aragón, que ganaría el premio de la prensa en San Sebastián y Nacional III, porque Berlanga es Berlanga. Se habrían quedado fuera Hablamos esta noche de Pilar Miró, Pares y Nones de José Luis Cuerda y Laberinto de Pasiones de Almodóvar, película que aguantaría años en la cartelera de los Alphaville. Yo, que aún no había nacido, me habría enfadado mucho al comprobar que Mientras el cuerpo aguante, de Fernando Trueba, solamente ganaría el premio a la mejor película documental y sobre todo porque Luis y Virginia, un mediometraje que Jaime Chávarri rodó para Televisión española, había quedado completamente olvidado.
1981: Los nominados a mejor película del año habrían sido El crack, de José Luis Garci, El crimen de Cuenca de Pilar Miró, Bodas de sangre de Carlos Saura, La fuga de Segovia de Imanol Uribe y una representante de lo que se llamaba la comedia madrileña, Vecinos de Alberto Bermejo. La ganadora debería haber sido Pilar Miró y como soy yo quien decido así habría sido. Entre los nominados al mejor documental habrían estado Atado y bien atado y No se os puede dejar solos, ambos de Cecilia Bartolomé, porque hubo una época en la que sí se podía hablar de la memoria histórica. Ah, y a todo esto, Tejero entrando en el Congreso.
1980: En 1980 el ganador al inexistente Goya a la mejor película habría sido un joven estrábico llamado Fernando Trueba con su película Ópera prima. En el cine español se respiraba aire fresco y también habría sido nominado un rarito llamado Pedro Almodóvar por su película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, en la que se podía ver cómo alguien se excitaba mientras le meaban encima. Eso no es todo, el tercer nominado habría sido el politoxicómano Iván Zulueta por la que sería su película de culto, Arrebato. Al lado de ellos Deprisa deprisa de Carlos Saura, El proceso de Burgos de Imanol Uribe y Operación Ogro, en la que Gillo Pontecorvo contaba cómo habían hecho saltar por los aires a Carrero Blanco, no eran más que cuentos infantiles. Alguien de entre el público presente en la sala también se habría acordado de Mater amatísima, una arriesgadísima película de José Antonio Salgot sobre un niño autista. El mejor documental habría ido a parar a Dolores, de José Luis García Sánchez. Un año movidito y maravilloso desde el punto de vista creativo en el que, además, Elías Querejeta produjo Los primeros metros, una película que codirigieron, entre otros, el hijo de Carlos Saura y Javier Anastasio (que años más tarde pasaría de dirigir a protagonizar el Crimen de los marqueses de Urquijo). Ahora confórmense con No habrá paz para los malvados.
1979: Este año Rafaela Aparicio habría subido a recoger el Goya a la mejor película junto a Carlos Saura y Elías Querejeta por Mamá cumple cien años. Con cara de póker se habría quedado Juan Antonio Bardem por Siete días de enero, Antonio Drove por La verdad sobre el caso Savolta, José Luis Garci y sus verdes praderas y un jovencito llamado Juan José Bigas Luna por Caniche. El mejor documental habría sido para Numax presenta, de Joaquín Jordá, y la mejor película de animación para El desván de la fantasía de José Ramón Sánchez, padre oscuro casi primo de Daniel Sánchez Arévalo. Sin ser un año deslumbrante 1979 fue, también, mucho mejor que 2012.
1978: En 1978, los académicos se deberían haber puesto de rodillas para recibir a Luis Buñuel. Ese oscuro objeto de deseo estaba lejos de ser su mejor película, pero el cine se inventó para que personas como Buñuel contaran historias. Las palabras de Max de Emilio Martínez Lázaro, Las truchas de José Luis García Sánchez, Solos en la madrugada de Garci y Con uñas y dientes de Paulino Viota (esto es una licencia) habrían sido las otras nominadas. Entre los asistentes a la gala habríamos visto a Joseph Losey que ese año realizó, con producción española, Las rutas del sur.
1977: Después de años rodando productos alimenticios, en 1977, Juan Antonio Bardem se reencontró a sí mismo con El puente. Se reencontró él pero no le reencontraron los demás. Fue nominado pero, afortunadamente, no ganó. El premio a la mejor película se lo llevó más que merecidamente su ex compañero Luis García Berlanga, que rodó una de sus mejores películas: Tamaño natural. También pudieron estar nominadas, si todo esto no fuera ficción, A un Dios desconocido de Jaime Chávarri, Tigres de papel de Fernando Colomo y Camada negra de Manuel Gutiérrez Aragón. Caudillo, de Martín Patino, fue la mejor película documental.
1976: En 1976 se enfrentaban dos estilos muy distintos de entender el cine, el de Chicho Ibáñez Serrador con ¿Quién puede matar a un niño? y el de Carlos Saura con Cría cuervos. Personalmente me encanta Cría Cuervos, pero el premio se lo doy a Jaime Chávarri por El desencanto. Sería la primera vez que un documental se habría llevado el premio a mejor película, pero no estamos hablando de un documental cualquiera, sino del daguerrotipo de la España del franquismo visto a través de la familia Panero. Además habrían estado nominados Ricardo Franco por Pascual Duarte y Las largas vacaciones del 36 de Jaime Camino. Casi nada.
1975: José Luis Borau es un señor mayor que de vez en cuando se pasa por la Academia pero es, además, el director de Furtivos, y eso son palabras mayores. El Goya, sin ningún género de dudas, habría sido para él. ¿Cuántos años hace que no se ve una película como Furtivos en el cine español? ¿Cuántos tendrán que pasar para que veamos algo parecido? Otros nominados de ese años habrían sido Jo papá de Jaime de Armiñán, por aquello de que sale Ana Belén en tetas, Pim pam pum fuego de Pedro Olea, Los pájaros de Baden Baden de Mario Camus y Las bodas de Blanca de Francisco Regueiro.
1974: Este año sí, Carlos Saura habría ganado con La prima Angélica después de haberse llevado el premio del jurado en el Festival de Cannes. Fernando Fernán Gómez, que había dirigido a Manolo Summers en Yo la vi primero, habría aplaudido la decisión de la Academia. El amor del capitán Brando de Jaime de Armiñán, La regenta de Gonzalo Suárez y Hay que matar a B, de José Luis Borau, serían las otras nominadas. En el patio de butacas todas las luces se habrían dirigido hacia Amparo Muñoz, Miss Universo y una de las protagonistas de Tocata y Fuga de Lolita, de Antonio Drove, que se habría quedado fuera de los premios.
1973: Ese año no hubo ceremonia porque solo hubo una película. La película que toda una generación de estudiantes de cine habrían deseado rodar: El espíritu de la colmena, de Víctor Erice. Si alguien de quienes están leyendo este artículo no la ha visto debería dejar de perder el tiempo e írsela a comprar a la FNAC ahora mismo. No digo más. Junto a Erice podrían haber hecho bulto Habla mudita de Gutiérrez Aragón, La campana del infierno de Claudio Guerin Hill, La isla misteriosa de un Juan Antonio Bardem que habría utilizado sus contactos para salir nominado una vez más y Vera un cuento cruel de Josefina Molina, Goya honorífico del próximo domingo.
1972: 1972 es lo más parecido al 2012 en este repaso por el cine español. Un año que pudo no haber existido. Los nominados habrían sido Morbo de Gonzalo Suárez, con Víctor Manuel intentando arrimar cebolleta a Ana Belén, La novia ensangrentada de Vicente Aranda, Carta de amor de un asesino de Francisco Regueiro, Marco Antonio y Cleopatra de Charlton Heston, que intentaba hacer lo mismo que Víctor Manuel pero, en este caso, con Carmen Sevilla, y La balada del pequeño soñador, de Antonio Giménez Rico. El premio se lo llevó Francisco Regueiro porque en el país de los ciegos el tuerto es el rey.
1971: Los lunes por la noche algunos se sientan a ver en la tele Españoles por el mundo. Pues eso, en 1971, se llamaba Españolas en París. Era parte de lo que se conocía como la tercera vía, esto es, un cine que no era casposo ni abiertamente combativo: lo ejecutaban principalmente el padre de la ex ministra de cultura, José María González Sinde, y Roberto Bodegas. Junto a ellos ese año también habría sido nominado Manolo Summers por Adiós Cigüeña, Jaime de Armiñán por Mi querida señorita, Pedro Lazaga por Vente a Alemania, Pepe y Alfonso Ungría por El hombre oculto, donde se narraba la historia de un tipo que permaneció escondido en un armario de su casa casi cuarenta años esperando que arreciara esa tormenta llamada franquismo. Casualmente, este año (2012) opta a mejor documental una película que cuenta la misma historia que El hombre oculto y que Mambrú se fue a la guerra. Está claro que nos sobran las ideas, igual que le sobraban a Juan Antonio Bardem cuando rodó Varietés, con Sara Montiel, en lo que era un remake de Cómicos (película que él mismo había dirigido a mediados de los cincuenta). El premio fue para Mi querida señorita y López Vázquez ganó el goya al mejor actor y mejor actriz simultáneamente.
1970: Competían Vivan los novios de Berlanga, Las secretas intenciones de Antonio Eceiza, El bosque del lobo de Pedro Olea, El jardín de las delicias de Carlos Saura y Tristana de Luis Buñuel. El premio fue, y siempre lo será, para Buñuel. En el patio de butacas había un grupito de catalanes conocidos como “los de la Escuela de Barcelona” defendiendo una película llamada Liberxina 90 que no había quien entendiese, pero en el fondo habían ido a ver de cerca a Catherine Deneuve, protagonista de Tristana.
1969: Después de que Massiel ganase el festival de eurovisión se pensó que estaría bien hacer películas con cantantes. Este año competían dos: Palabras de amor, de Antoni Ribas y protagonizada por Joan Manuel Serrat y La vida sigue igual de Eugenio Martín, que contaba la vida de Julio Iglesias. Además estaban nominadas una rareza de Gonzalo Suárez llamada Ditirambo, Fortunata y Jacinta de Angelino Fons y La residencia, que suponía el debut cinematográfico de Chicho Ibáñez Serrador. Elías Querejeta paseó Los desafíos sin demasiado éxito y Martín Patino hizo lo propio con Del amor y otras soledades. El goya se lo llevó Eugenio Martín pero la decisión fue recurrida por un tipo llamado sentido común y se espera que una de estas semanas el juez dicte sentencia. Annus horribilis. De todos modos, visto con perspectiva, creo que deberían haber premiado a Iván Zulueta por Un dos tres al escondite inglés.
1968: Antonio Giménez Rico hizo en 1968 su mejor película. Podría no haber hecho más y no habría pasado nada. Se llamaba El hueso y era heredera de la mejor tradición berlanguiana. Ganó el goya de ese año imponiéndose precisamente a Berlanga, que presentó La boutique. También compitieron Si volvemos a vernos, de Francisco Regueiro, El paseíllo de Ana Mariscal y Una historia inmortal, dirigida por Orson Welles, a quien se le quedó la misma cara que se le va a quedar a Woody Allen cuando el domingo se quede sin el goya al mejor guión.
1967: En 1967 se enfrentaban dos de los pesos pesados de los alumnos de la Escuela Oficial de Cinematografía: Manuel Summers con Juguetes rotos, un atrevido documental sobre ídolos caídos, y Angelino Fons con una adaptación de La busca, de Pío Baroja. Ambas películas forman merecidamente parte de la historia del cine español. Pero también estaban nominados Basilio Martín Patino por Nueve cartas a Berta, Vicente Aranda por Fata Morgana y Antonio Eceiza por De cuerpo presente. El premio fue a parar a las manos de Angelino Fons, quien cuando subió a recogerlo pidió que hicieran lo mismo Martín Patino y Summers en señal de reconocimiento. Fue un gran año.
1966: Al igual que sucedería en la edición del siguiente año, el cine español se encontró en 1966 con dos obras maestras: La caza, de Carlos Saura, y El extraño viaje de Fernando Fernán Gómez. Abochornan las comparaciones con la situación actual. Ganaron ambos dando lugar a una situación que no se ha vuelto a repetir. Desgraciadamente. Los otros nominados eran Sergio Leone por La muerte tenía un precio, el propio Fernando Fernán Gómez por Mayores con reparos y Mario Camus por La visita que no toco el timbre.
1965: Las nominadas en 1965 fueron Historias de la televisión, posiblemente la mejor película de Sáenz de Heredia, Amador de Francisco Regueiro, Campanadas a medianoche de Orson Welles, Por un puñado de dólares de Sergio Leone y El Momento de la verdad de Francesco Rosi. ¿De verdad eran los Goya? Pues sí. Se daba la paradoja de que competían un franquista reconocido con la mitad del partido comunista que estaba en la clandestinidad. Sáenz de Heredia, primo de José Antonio, contra Ricardo Muñoz Suay y Pere Portabella. Ganó el primero —de no haber sido así a alguien le hubiera dado un soponcio en El Pardo—, pero cinematográficamente hablando el año no estuvo mal. Orson Welles se rió mucho.
1964: Los nominados fueron Young Sánchez de Mario Camus, El espontáneo de Jorge Grau, Tiempo de amor de Julio Diamante, El verdugo de Luis García Berlanga y La tía Tula de Miguel Picazo. Fueron cinco las nominadas pero podían haber sido hasta diez, ya que se quedaron fuera películas de la talla de El próximo otoño, Los felices sesenta, La niña de luto, Llanto por un bandido y Brillante porvenir. El ganador fue El verdugo de Berlanga, pero La tía Tula es una película casi tan buena como la ganadora. Sí, hablamos de cine español.
1963: Año del debut de Manolo Summers, que nos debería pedir perdón por algunas de sus películas de los setenta pero al que siempre agradeceremos algunas de sus películas de los sesenta. Fue nominado por Del rosa al amarillo, pero no ganó. Tampoco se lo llevó Leopoldo Torres Nilsson por La mano en la trampa, una coproducción hispano argentina. Ni Noche de verano, de Jorge Grau. Ni Las cuatro verdades, una película de episodios con la participación de Berlanga. La película ganadora fue Los Tarantos, de Rovira Beleta, que además fue candidata al Oscar a la mejor película extranjera cuando eso no era nada habitual en el cine español.
1962: En 1962 solo hubo cuatro nominadas. El año no dio para más. Fueron La gran familia de Pedro Masó, Atraco a las tres de José María Forqué, La reina del Chantecler, un bodrio de Rafael Gil para lucimiento de Sarita Montiel y La alegre juventud de Mariano Ozores. Ganó Atraco a las tres, pero este fue uno de esos años en los que rebuscan los de cine de barrio para elegir su programación. Terrorífico.
1961: Faltan veinticinco años para que la Academia de Cine instaure los premios Goya. De haber existido, ese año habrían competido por el premio a la mejor película Los golfos de Carlos Saura, Plácido de Berlanga, Diferente de Luis María Delgado —porque me apetece, porque fue la primera película española de temática gay cuando los gays no eran más que maricones—, Usted puede ser un asesino de José María Forqué y… Viridiana, de Buñuel.
La piel que habito, Blackthorn, No habrá paz para los malvados y La voz dormida. Lo dicho, una fosa séptica.
Erice no está en el paro. Cobra un pastón realizando anuncios.
Hace anuncios, por eso, en el paro.
Gran artículo, me lo apunto. Ahora falta otro con los cincuenta años anteriores y ya tengo completa la lista de películas básicas del cine español que andaba buscando.
Como buen artículo sobre los Goya acumula multitud de olvidos tirando a imperdonables. Solo algunos: La Venganza de Don Mendo, El mundo sigue y Ninette y un señor de Murcia (¿Te cae mal Fernán Gómez?); de Saura Ana y los lobos, de Berlanga La Escopeta Nacional, de Armiñán El Nido… Así en un primer vistazo.
Tengo que decir que «El espíritu de la colmena» es una de las películas más sobrevaloradas de la historia del cine español. Su presunta poesía encierra menos contenido del que solemos vender. Los análisis de la película en Filmaffinity hacen salir el poeta que todo crítico lleva dentro, pero la realidad es que es sin poesía ni lirismo UN TOSTÓN COMO LA COPA DE UN PINO.
Me ha encantado el artículo igualmente.
Pingback: Los Goya que nunca fueron
¿Por qué tanta inquina de la articulista a Bardem?
Cara de Patata, en los cincuenta hay algo (Bardem&Berlanga, Edgar Neville, y poca cosa más), en los cuarenta el más absoluto desierto y en los treinta habas contadas. Pero me apunto la sugerencia.
Jerónimo, ¿manía a Fernán Gómez? Fernán Gómez hizo muchas pelis alimentícias que no tienen demasiado valor e hizo obras maestras como El extraño viaje, a la que doy el Goya. Y tiene otras que no están mal como las que mencionas, pero que no son lo mejor de su producción. Si hago la lista que pide Cara de Patata seguro que aparecerá más. Saura es de los más nombrados en el artículo y a Armiñán también le doy un Goya. Gracias por dar tu opinión.
J, a mí me parece una película impresionante. Es una lástima que no te guste. Yo en tu caso intentaría volver a verla, verás como al final te gusta :)
Alfonso, el Bardem de estos años es una parodia (lamentablemente). Bardem se acabó en Nunca pasa nada (película a la que Truffaut masacró con una crítica pero que a mí me gusta). En los cincuenta fue de un atrevimiento brillante pero en los sesenta se echó a perder. No es nada raro, ser genial siempre es imposible.
Brava ! !
No se engañen, amigos lectores. El espíritu de la colmena duerme a las ovejas. Es un hecho científico, no una opinión.
Totalmente de acuerdo, H.
El espíritu de la colmena es una película sobrevalorada, no hay más. Gracias Beta por recomendarla, porque de verdad que me ha encantado tu artículo. Pero esa peli no hay por donde cogerla.
Típico español tratando de analizar aquello que no entiende. «No hay más». No, claro que no hay más. Así estamos, y eso que aquí entran los que acabaron el BUP.
Y la muchacha…con sombrero, como un cuadro del viejo Chagal. Ha intrigado a Miguel con su referencia a «los contactos de Juan Antonio Bardem», que como todos sabemos se paseaba por los despachos de las principales productoras, luciendo su condición de militante comunista español en los años 40. Bardem vio como su carrera languidecía a causa de su militancia, mientras que sus viejos compañeros del IIEC siguen rodando plácidamente, a lo Mayor Oreja. Los contactos de Bardem fueron muy conocidos en la DGS, para los neonatos, la dirección general de seguridad y represión fascista, lugar que el cineasta frecuentó para ver si le echaban una mano con un guión, o le conseguían a la estrella del momento.
En fin, todos podemos decir tonterías, la clave está en dosificarlas. Otra cosa es la intoxicación, pero no creo que la muchacha con sombrero pretenda tal cosa. Además, sólo por nominar a mi maestro Paulino Viota, merece honores y reconocimiento. Pues demuestra que no se alimenta únicamente de Fotogramas y Pumares. Ya es mucho.
Aunque sea offtopic (perdón por el barbarismo), no entiendo esa manía que tienen algunos a menospreciar a la gente que no ha estudiado BUP (y así, de paso, desprestigiar a la LOGSE).
Señor iskander: la cultura, el afán de aprender o el gusto por el arte no vienen dadas por un diploma colgado en la pared. Intervienen muchos más factores.
El problema de la LOGSE no fue la propia ley (que tuvo sus aciertos, pese a la propaganda conservadora), fue que se gastaron el dinero en hacer la ley y luego quisieron ahorrárselo en todo lo demás.
Y por cierto, no es Chagal, es Chagall.
Saludos de un ignorante de la LOGSE.
En las elecciones se puede discutir y debatir hasta el infinito, pero el artículo me parece cojonudo en su concepto y desarrollo.
Muy buen estreno en JD, Beta.
Hola Beta, he leído tu articulo y me parece que haces un juego estupendo, pero tiene demasiada mala leche, aunque cada uno….
Cuando te metes con alguna película o Director no lo razonas con argumentos que se puedan discutir, vamos que es como » me gusta…. no me gusta». Coincido contigo en bastantes premios , pero hay algunos que….
Por otro lado creo que te dejas muchas películas fuera de tu divertida y endiosada propuesta de enjuiciar y criticar (no una película, o un autor, sino a varios cientos) quien debería tener un premio y quien no.
Una cosa mas: dado que los muertos no pueden hacer preguntas, me gustaría saber a que te refieres con esto: «Juan Antonio Bardem que habría utilizado sus contactos para salir nominado una vez más»
Iskander, te doy la razón en lo que dices y me alegra que conozcas a Paulino Viota. Respecto a Bardem también tienes razón y reconozco que he sido injusta. Con él tengo una relación de amor/odio y los años que van del 63 hasta el final de su carrera son los del odio (salvo por 7 días de enero, que sí me parece una peli salvable). Odio más que nada por la decepción que me produce ver sus películas de esos años, decepción parecida a la que me provocan las últimas películas de Berlanga, por ejemplo. Decepción por lo que fue y dejó de ser. No obstante es de justicia reconocer que se jugó el tipo cuando no era fácil hacerlo. Un saludo.
Miguel, en realidad no critico demasiado, más bien al contrario, recojo un puñado de directores y películas que me interesan. Es un repaso esquemático, sí. Respecto a Bardem me remito a lo dicho unas líneas arriba y ya que estamos, y a modo de recompensa, hay que recordar que Viridiana, pelí ante la que me arrodillo, fue producida por UNINCI, la productora del PCE que dirigían Bardem y Ricardo Muñóz Suay. Solamente por haber producido Viridiana Bardem merecería un lugar en la historia del cine español. Saludos
Ehhhh, supongo que «no habrá paz para los malvados» te parece mala. Me dices por qué? Aunque a mí, la elección de Eva H para presentar la gala ya me anima a dedicar esa noche a emparejar calcetines o cualquier otra cosa detestable.
Sigues sin contestar la pregunta: “Juan Antonio Bardem que habría utilizado sus contactos para salir nominado una vez más” ¿Que quieres decir?
Faltan algunas importantes, y hay algunas que sobran, pero vaya, el artículo es la prueba del nueve. Parece que cada vez es peor… y cada vez titnen más subvención… no sé, no sé.
A mí No habrá paz para los malvados me parece una película cojonuda. Urbizu me parece un tipo honesto, un artesano, que no va de artista por la vida y eso se ve en su cine.
Yo estoy de acuerdo, lo que pasa es que como la autora afirma que la mayoría de pelis que se presentan este año son malas me gustaría saber su opinión.
Al final de No habrá paz Coronado muere. Vaya, he reventado el final. Bueno,da igual. Por lo menos a Urbizu le da igual. Da igual si muere y porqué muere. Da igual si mata y porqué lo hace.Todo da igual, a fin de cuentas tenemos terroristas islámicos, policías que se beben cubatas como si llevaran una semana sin ingerir líquido alguno, tenemos coca, caballo, y hemos conseguido reunir de nuevo a Javi y a Pancho de Verano azul. ¿Qué más queremos? Ah, que no era Pancho, que hemos dicho que era Coronado. No habra paz es tan mediocre como toda la carrera de Urbizu y loterrible es que, es posible, que sea de lo mejorcito de este año. Puajjjjj
El chiste de Verano azul ya cansa, a mi esta gente que desparrama tanto y en plan faltón ya me cansa, y para hablar de Boyero antes lávate la boca que todavía te falta. Pues nada rica, ponte tú a hacer películas a ver con que puñetas nos deleitas.
Qué difícil es encontrar un dealer con sentido del humor
¿Cuestionas mi sentido del humor porque no me haces gracia? Esta si que es buena.
Lo de la fosa séptica no es faltón, es super gracioso..
Eso sí, Urbizu es un tipo honesto, buen padre de familia y amigo de sus amigos. De sus amigos como Boyero, por ejemplo.
Beta, respetando por supuesto toda opinión, «El mundo sigue» ¿no está mal? Es considerada junto a «El extraño viaje» la mejor película de Fernán Gómez, y es una de las obras más duras de la historia del cine español. Respecto a «El Nido» me llamó la atención la ausencia de una película candidata al Oscar, y «Ana y los Lobos» por el nivel de 1972. Unn saludo.
Y una cosilla más: Sí, en los cincuenta hay algo, como un señor húngaro llamado Ladislao Vajda autor de «Marcelino pan y vino», «Mi tío Jacinto», «El cebo» y «Carne de horca», en mi humilde opinión, superior a Neville y ahí ahí con Bardem.
Jerónimo, a mí «El mundo sigue» me parece que está lejos de «El extraño viaje» pero para gustos los colores y es evidente que Fernán Gómez es uno de los grandes. Vajda no está entre mis directores favoritos y antes pondría algunas pelis de Nieves Conde, de Mur Oti o de la propia Ana Mariscal. De cualquier modo los cincuenta son mucho peores que los sesenta (aunque mejores que los cuarenta). Pero, como he dicho, cada uno tiene sus gustos.
Joder, tienes muchos conociemientos de cine y se vé que te gusta, pero ni puta idea de arte (y de arte cinematográfico). Es entrenido leerte.
B, ¿arte cinematográfico? Mete alguna peli en la lista por su versión artística.
pobre garci! pero qué os ha hecho? ya sé que está más demodé que la palabra demodé, pero las pelis de los 70 se suponía que estaban bien. y coño, ganó un oscar y … y… y, demonios, me da rabia que siempre le arreen al mismo!
me asombra tu conocimiento del cine español, de verdad que has visto todas esas pelis o te echas un farol?
en fin, acabo de releerme la autobiografía de alfredo landa y tengo un mono de españoladas y de pelis españolas en general que tumba!
tan malo es el cine español de ahora? coño, a mí no me lo parece, veo de todo, como siempre. supongo que lo que antes no había era tantas ínfulas que echan a perder a mariano barroso y al de «nadiehablaradenosotrasytalytal», pero qué vamos a hacer, siempre nos quedará, eh, estoooo, no sé: ¿qué sara montiel se follaba a gary cooper?
j
Para Beta: decir que en los años 50 hay «algo» y los 40 son un desierto no me parece apropiado. Por ceñirme a los años 50, además de Bardem, Bardem y Neville (autores, los tres, de películas excelentes), hacen gran cine Mur Oti (Cielo Negro, Condenados) o Nieves Conde (Los peces rojos, Surcos).
Fernán Gómez no sólo hizo la extraordinaria El extraño Viaje ya en los sesenta: está la divertidísima El malvado Carabel o Solo para Hombres, entre otras. Está Buñuel, por supuesto (que es un director español, aunque trabajase fuera).
Está Ignacio F. Iquino (Brigada criminal). Está Orduña, que además de algunos bodrios hizo grandes películas (la intensa Cañas y Barro). Está Forqué (El diablo toca la flauta, Atraco a las tres, etc.). Está Lazaga (La Patrulla). Están las maravillosas Mi tío Jacinto y El Cebo, de Vajda. La hilarante Bombas para la Paz (Román). Y está Ferreri y El Cochecito, claro.
Tampoco estoy de acuerdo sobre No habrá paz para los malvados, un grandísimo thriller con ecos del cine seco, violento y lacónico de Siegel, Aldrich, Fuller y Melville. Una película con muchos niveles dramáticos y narrativos y que, en su estrato más sociopolítico, podría incluso verse como una obra sobre el declive del estado de bienestar.
En todo caso, un artículo estimulante, gracias.
Luis S.
http://www.elcineenquevivimos.es
Luis, he mencionado a Mur Oti y a Nieves Conde en un comentario anterior así que coincidimos. Respecto a Fernán Gómez no creo que lo mejor de su producción se encuentre en esa década pero, Fernán Gómez es digno incluso en sus épocas más alimenticias. Mi amor hacia Buñuel ya ha quedado demostrado en todo el post y creo que, en su caso, sí son los cincuenta su mejor época. Al menos para mí, el mejor Buñuel es el Buñuel mexicano, que es de donde son sus películas. Si meto a Welles, o a Francesco Rosi en la lista no es porque sean españoles sino porque algunas de sus pelis si eran producciones españolas así que, por ese mismo criterio no creo que Buñuel forme parte del cine español de los cincuenta. Ferreri/Azcona son maravillosos y no haberlos mencionado en contestaciones anteriores es un imperdonable olvido pero ni Vajda ni Iquino me dicen nada y creo que están a años luz de todos los mencionados.
Respecto a No habrá paz… me parece demencial, básicamente por su demencial guión aunque la Academia ya se ha encargado de dejarme bien claro que su guión es mejor que el de Woody Allen, que el pobre se ha tenido que conformar con un Oscar por Midnight in Paris. Urbizu me cae bien pero que su película sea la mejor del año es buena muestra de dónde estamos.
En eso estamos de acuerdo, Beta: hay razones objetivas para vituperar el cine español actual, que no está pasando por una grandísima época, que digamos. Aunque algunos consideren que Guerín, A. Serra o I. Lacuesta son grandísimos directores. Yo creo que, al menos los dos últimos, están aún «en construcción».
También de acuerdo en que los sesenta, en el cine español, son mejores que los cincuenta. Pero yo diría que en los cincuenta hay tantas películas grandes como en los últimos veinte años.
Saludos.
Para mí «El mundo sigue» tiene que estar en una relación tan extensiva de títulos. Es un películón tragicómico con toda la mala leche de Fernán-Gómez y detalles de mucha audacia en la puesta en escena.
Luego, así a vuelapluma, hay alguna errata, como poner a «Tamaño natural» en el año 1977: si es por producción, la película es de 1974; si es por estreno en España, habría que encuadrarla en 1978. También llama la atención situar los premios a la interpretación por «Los santos inocentes» en el Festival de Berlín, dada la notoriedad de su triunfo en Cannes.
En fin, muy interesante de todas maneras. Y estoy bastante de acuerdo en que el cine español actual premiable en los Goya es en general muy discreto.