Observe esta fotografía. ¿Qué ve en ella? Si simplemente ve a un «entrañable abuelete» no se preocupe, está usted a salvo. Si reconoce a un «entrañable abuelete algo freak» es posible que esté usted en peligro, porque cualquier día se le puede despertar el interés por saber algo más de él. Si sabe perfectamente quién es y lo identifica como un «entrañable abuelete algo freak» y se atreve a calificarlo, además, como «un genio de la Literatura contemporánea», sepa que ya ha sobrepasado usted el punto de no retorno, está en caída libre, y sólo una velocidad lectora comparable a la de un ciego en un universo donde aún no se haya inventado el Braille puede salvarle. Si usted es uno de esos a los que al ver la imagen se le disparan las pulsaciones, le bulle la sangre y ve a un «entrañable abuelete algo freak», al que se atreve a calificar como un «genio de la Literatura contemporánea» y, además, como un «gandul irredento al que le gustaría estrangular con sus propias manos pero, al mismo tiempo, no quiere hacerlo porque eso significaría que nunca más vuelva a escribir», bienvenido al club: es usted un yonki de Hielo y Fuego.
Este entrañable abuelete (en eso estamos todos de acuerdo, profanos y yonkis) es George R. R. Martin, escritor de novelas fantásticas. El buen hombre no pasaría de esa categoría si un buen día, en los noventa, no hubiera escrito Juego de tronos, el primer libro de Canción de Hielo y Fuego, obra que está pensada para ser constituida por siete entregas. Situada en un lugar imaginario, en una época imaginaria (pero con muchas similitudes con la Edad Media) es lo que se ha dado en llamar una novela-río; esto es, en la que muchas tramas inconexas se van entremezclando. Actualmente millones de fans en todo el mundo están enganchados. Eso, a priori, parece algo bueno para todos: el autor, porque obtiene unas ventas extraordinarias; y los lectores, porque leen ávidamente una historia que les cautiva. El problema es que hasta el momento el bueno de George sólo ha escrito cuatro de los siete libros. Recientemente se anunció la publicación del quinto libro para el mes de julio de este año, pero ya pocos se lo creen. Si esto hubiera sucedido hace 20 años nadie estaría excesivamente preocupado, porque los que ya han devorado el cuarto pensarían que se está documentando exhaustivamente para el quinto libro y que, quizá, esté escribiendo los tres que faltan al mismo tiempo. Pero lo malo es que, hoy en día, existe internet. Y George R.R. Martin tiene una web propia, así como un blog. Y es a través de ese blog donde los yonkis de Hielo y Fuego, que ya han leído el cuarto libro y esperan con avidez la siguiente entrega para saber cómo continúa la historia, ven que, en lugar de dedicarse a escribir, el entrañable abuelete se dedica a ver partidos de fútbol americano, asistir a convenciones, celebrar su propia boda (con una ambientación, cómo no, similar a la de su célebre novela), ocuparse del guión de la adaptación del primer libro a la televisión (serie que ha sido recientemente estrenada, quizá el lector haya oído hablar)… es decir: a cualquier cosa menos a escribir. Entonces es cuando acuden a la mente de esos yonkis inquietantes pensamientos del tipo: «ya es muy mayor…», «está demasiado gordo…», «quién sabe cuántos años le quedan…» para acabar concluyendo que, si se muere antes de acabar de escribir los siete libros, será un cabrón.
Así que, desde este humilde rincón te lo pido: George, necesitamos nuestra droga, no nos seas cabrón.
¡Cuánta razón!
Yo también soy un yonki de Hielo y Fuego.
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El amigo George es una mezcla entre Santiago Segura y José Luis Cuerda…
Cuando piensan traducir «dance with dragons» ¡por el amor de dios! Estoy que no puedo más, ahora vivo en inglaterra y lo he intentado leer en ingles, pero no me entero de nada U.U … Solo pienso, por favor, que no se muera antes de acabar todos los libros…
Grave error. La quinta entrega, ‘A Dance With Dragons’, lleva un tiempo escrita, aunque no ha sido traducida oficialmente. Está escribiendo el sexto volumen.
Hola Ramón,
Lo que pasa es que el artículo se publicó en mayo de 2011.
Un saludo.
Eso es lo que pasa por no fechar los artículos, que si que es un grave error.
En parte estoy de acuerdo contigo pero, si te fijas, en el link aparecen el mes y año de publicación (aunque reconozco que no es la mejor manera de mostrarlo).
es definitivo, soy una yonki, a mi lado, Mark Renton es una persona saludable ;)
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