Jot Down para Martini
Las ilustraciones de María Hesse aferran la mirada del público con sus grandes ojos y sus colores intensos. Hay una mezcla de dolor y placer muy humana en cada una de sus figuras, que componen un resultado tan redondo como universal. Y esa es una característica que tiene en común con el modo de elaborar Martini. Por eso la marca pensó que poner en conexión esos dos mundos, el gráfico y el del arte de elaborar vermut, podía producir un resultado único. Para conseguirlo se invitó al bartender profesional Robert Morata a crear un cóctel para ella inspirado en su obra. Y a fin de que la experiencia fuera completa, incluyó un viaje hasta Pessione, donde el maestro herborista de Martini, Ivano Tonutti, continúa seleccionando especias fiel a la fórmula original. Ambos coincidieron en que el Rosso, con su mezcla de amargura y dulzor, tenía un paralelismo con las figuras de la ilustradora. Y que ciertos aromas, como el del clavo o el tomillo, podían acabar de componer los cuerpos humanos que ella dibuja. El resultado final fue el «Lemon Twist», un cóctel con un toque cítrico, que unido al Martini Rosso arrancó al probarlo dos palabras a Hesse. «Me encanta».
Tu biografía de Frida Kahlo lleva quince ediciones en doce países. ¿Condiciona tu trabajo saber que ahora ilustras para todo el planeta?
No lo condiciona. Si fuera así el trabajo no sería honesto y, por un lado, a mí me dejaría de mover por dentro. Por otro dejaría de tener interés para el público. Yo creo que la gente se da cuenta cuando tu trabajo se ha convertido en una imposición.
Corazones que germinan brotando de pechos abiertos. ¿De dónde nace ese icono tan Hesse?
Nació sin darme cuenta. En un momento de mi vida en el que estaba creciendo en muchos aspectos, la forma que tuve de reflejarlo fue a través de una chica a quien su corazón le estaba floreciendo. Esto fue evolucionando y llenándose de matices. Empezó acompañando pequeños microuniversos que hablaban de emociones. No solo cuentan crecimiento. A veces nos insinúa miedo, dolor, tristeza, inquietud, amor…
Te pedimos tres ingredientes para un cóctel con tu nombre. Artista que más te ha influido, lugar del mundo al que te irías a dibujar, y una mujer a la que te gustaría dedicar un próximo libro.
Rebecca Dautremer, fue quien me redescrubrió los álbumes ilustrados. México, ya estuve allí y sentí una conexión brutal. Volvería a empaparme de su gente, su cultura, sus colores… Patti Smith. Moriría por hacer su biografía escrita por ella. Aunque el siguiente libro se lo dedicaré a mi madre, mi hermana y mi abuela, las mujeres de mi vida.
Las mujeres tienen un papel protagonista en tu obra. Si tuvieras que escoger a una definida por el «Lemon Twist» que te preparó Robert Morata, ¿cuál sería el tuyo?
Jane Birkin. La imagino bebiendo ese cóctel en una terraza de París leyendo un libro.
Tu técnica es mixta, con gouache y tinta china. ¿Eso es porque de mezclar es de donde salen las impresiones más intensas?
Esa es la técnica que el cuerpo me ha pedido hasta ahora, pero me gustaría experimentar cosas nuevas. La técnica es solo una parte más del dibujo.
¿Alguna vez le has contado un secreto inconfesable a un bartender?
Demasiados, pero son secretos.
Cuéntanos uno a nosotros. ¿En qué estás trabajando ahora?
Creo que ya me dejan contarlo. Estoy trabajando en mi proyecto más importante. Un libro que habla de la sexualidad en la mujer. Es un trabajo muy personal y que tenía muchas ganas de hacer.