Octubre de 2011 puede ya ser declarado el mes más funesto para las nuevas tecnologías. El pasado día 8 falleció un hombre que pasará a la historia por crear el Sistema Operativo Unix, y también por desarrollar el lenguaje de programación C.
Con una carrera profesional muy ligada a la empresa Bell Lab’s (donde ya trabajó su padre) y a su compañero Kenneth Thompson, Dennis Ritchie se graduó en Física y en matemática aplicada, aunque según sus propias palabras “mi experiencia durante el graduado me enseñó que no era lo suficientemente inteligente para ser un físico, y que los ordenadores eran bastante geniales”. Así que enseguida se unió a Bell Lab’s, donde trabajó con Thompson en el desarrollo de Unix, el primer software de sistema diseñado para correr en ordenadores de todos los tamaños, cosa que hizo posibles los sistemas abiertos que usamos en la actualidad. Demos las gracias al señor Ritchie por las neveras controlables desde nuestros trabajos y por los móviles con millones de aplicaciones. Según cuenta la leyenda, lo crearon con el objetivo de poder manejar mejor un juego (Space Travel) que Thompson había desarrollado para el sistema operativo en el que habían estado trabajando anteriormente. Si es que son como críos…
También en Bell Lab’s, y en paralelo a su anterior logro, Ritchie desarrolló junto con Brian Kernighan el lenguaje de programación C, evolucionando un lenguaje creado por su amigo Kenny llamado B (Dennis era un genio, pero no estaba especialmente inspirado cuando decidió darle un nuevo nombre a su lenguaje). Gracias a este nuevo lenguaje, Unix pudo ser evolucionado hasta convertirse en un sistema operativo portable, lo que fue clave en su éxito. Muchos de los lenguajes más utilizados hoy en día se basan, o se inspiraron, en C. Gracias también, señor Ritchie, por los punteros.
Estos días leerán un montón de notas en las páginas tecnológicas sobre quién era y lo que nos ha dado y, créanme, se ganó todas las palabras de elogio que puedan ser escritas.
Dennis Ritchie, core dumped at line 70.
Esto sí.
Un grande!
Respeto y admiración.