El retorno al hogar, el amor prohibido, la búsqueda del tesoro, el descenso a los infiernos… prácticamente todas las narraciones podrían clasificarse en unos pocos argumentos universales y solo nos dejaríamos fuera un par de películas de David Lynch, a la espera de que alguien descubra por fin de qué demonios tratan. Los críticos Jordi Balló y Xavier Pérez, por ejemplo, sitúan el número en veintiuno en su libro La semilla inmortal, aunque otros autores reducen aún más las variaciones posibles. Sea cual sea la clasificación, un argumento básico que no puede dejar de mencionarse y que ha dado lugar a grandes películas es el del encierro y fuga. El cautiverio del protagonista nos provoca angustia —que por algo tiene tienen la misma raíz etimológica que angosto— y no podemos quitar ojo de la pantalla deseando que pueda escapar de su particular cárcel, a menudo metafórica y otras veces crudamente literal. Así que aquí van algunos ejemplos de cine especialmente claustrofóbico, voten o añadan su favorita.
(La caja de voto se encuentra al final del artículo)
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Papillon
El subgénero carcelario es por supuesto el que más claramente puede incluirse en esta categoría. Muy a menudo, además, al limitado espacio físico en el que vemos atrapado al protagonista hay que añadirle los abusos de los guardias y de otros reclusos que vuelven más imperiosa la necesidad de escapar cuanto antes, aunque como dice uno de los presos la única salida sea la muerte. Papillon fue una novela presuntamente autobiográfica de Henri Charrière, que en su adaptación contó con Steve McQueen sufriendo toda clase de tormentos que a pesar de todo no lograron arrebatarle la esperanza.
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Alguien voló sobre el nido del cuco
En Latinoamérica se tituló de forma un tanto redundante Atrapados sin salida y podríamos incluirla en el género carcelario sin forzar demasiado la categoría, al fin y al cabo esa pérfida enfermera era al menos igual de severa que cualquiera de los alcaides que estamos acostumbrados a ver. En esta parábola libertaria contra el totalitarismo Milos Forman nos mostró unas instituciones que, no conformes con someter los cuerpos, anhelan también controlar sus espíritus.
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El resplandor
Si los locos anteriores tenían un punto de simpatía que los hacía entrañables, en este caso convivir con el interpretado por Jack Nicholson se hace bastante más incómodo. Especialmente si además el hotel permanece aislado por la nieve y se aparecen por ahí unas gemelas predecesoras de las ya habituales niñas fantasmales asiáticas.
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La cosa
Aquí también permanecen aislados por la nieve, esta vez en una estación de la Antártida, a la que llega un alienígena que se infiltra entre ellos desatando así las suspicacias entre todos los miembros del equipo. Una de las grandes películas de terror de todos los tiempos, que tuvo recientemente una innecesaria precuela.
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Feast
Son innumerables las películas que nos muestran a un pequeño grupo atrincherado frente a un enemigo exterior que los acecha, indecisos entre la huida (generalmente el primero que lo intenta muere) o permanecer a salvo en el interior (el último en quedarse también suele morir, no hay manera de acertar). Aunque a esta producción de serie B no le faltan clichés, se distingue de otras por su alta dosis de humor negro y de gore.
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Calle Cloverfield 10
¿Y si el peligro que acecha ahí fuera es tal vez solo una excusa para mantenernos cautivos? Esa es la duda que corroe en todo momento a la protagonista desde que se despierta confundida en ese lóbrego refugio antinuclear. El comportamiento paranoico y autoritario de su protector/captor tampoco es que inspire mucha confianza, si le añadimos lo tediosa que resulta la vida ahí dentro la tentación de escapar se hace irresistible… y hasta aquí podemos leer, porque el desenlace se las trae.
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Cube
Varias personas sin aparente relación entre sí se despiertan en el interior de un cubo sin saber el motivo. Pronto descubrirán que el cubo está conectado con otros, equipados con diversas trampas.
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Doce hombres sin piedad
Doce hombres encerrados en una habitación que definitivamente se les hace muy pequeña mientras intentan acordar un veredicto. Henry Fonda comienza sintiéndose acorralado pero a base de tesón y elocuencia sortea los mil obstáculos que le ponen delante, decidido a salir de allí no de cualquier manera, sino con la satisfacción de haber hecho justicia.
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Das Boot
En torno a tres cuartas partes de los submarinistas alemanes murieron en combate. Difícilmente podemos imaginar hoy día la angustia y la impotencia que debían de sentir al afrontar un riesgo tan alto sin tener un lugar en el que esconderse, sin posibilidad de huir, solo confiando en la pericia de su capitán y en la buena suerte. De todo ello ya hablamos en este artículo y pudimos verlo también reflejado en esta estupenda adaptación de la novela con tintes autobiográficos de Lothar-Günther Buchheim.
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Repulsión
Este film rodado en 1965 por Roman Polanski, guarda ciertos vínculos con El inquilino y La semilla del diablo, con los que podría considerarse que forma una trilogía.
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La habitación del pánico
Con el rodaje ya iniciado Nicole Kidman tuvo que retirarse debido a una lesión, al igual que Russell Crowe sufrió otra en una película que iba a dirigir Jodie Foster, así que esta quedó libre y sustituyó aquí a Nicole. El resultado fue este eficaz thriller en el que la verdadera protagonista era la habitación del título.
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Enterrado
Antes de lograr ese estratosférico éxito de taquilla que ha sido Deadpool, Ryan Reynolds estuvo vagando por producciones de menor presupuesto e incluso ínfimo. Es el caso de esta película española que desde luego no tiró la casa por la ventana en decorados y efectos especiales. Pero a pesar de su extrema austeridad logra mantener el interés, quizá por reflejar ese temor tan recurrente de ser enterrados en vida. Quienes recuerden aquellos años en que las telenovelas venezolanas tenían audiencias millonarias en España tal vez se les venga a la mente Abigail, ese culebrón que precisamente terminó con la protagonista gritando inútilmente dentro de su ataúd. Por arpía.
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La escafandra y la mariposa
Al igual que en la cinta que abría la lista esta también alude en su título a una mariposa (papillon) como símbolo de un espíritu libre frente a una realidad opresiva. En este caso la cárcel es el propio cuerpo del protagonista, a quien tras haber sufrido una embolia se le diagnostica síndrome de enclaustramiento, una rara afección que lo mantiene consciente aunque completamente incomunicado con el exterior. Se trata de una adaptación de la autobiografía de Jean-Dominique Bauby, que finalmente logró aprender a comunicarse mediante parpadeos. Una historia que nos remite a otras de ficción como el memorable episodio «Angustia» de Alfred Hitchcock presenta, a Johnny cogió su fusil y al reciente biopic La teoría del todo. Otro caso particularmente estremecedor que de momento no ha tenido adaptación cinematográfica es el de Martin Pistorius, que permaneció varios años paralizado sin que nadie supiera que estaba consciente.
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El show de Truman
La lectura más inmediata que se hizo de la película en el momento de su estreno fue la de una crítica a los reality shows que empezaban a proliferar, aunque a la vista de lo que nos ha propinado la televisión desde entonces como advertencia se quedó muy corta… En realidad tiene mucho más interés por sus connotaciones filosóficas: Truman Burbank podría ser cualquiera de nosotros, alguien atrapado en la inercia de una vida que no está seguro de haber escogido, dudando entre permanecer cómodamente en la jaula de oro que ya nos tienen preparada o lanzarnos a la incertidumbre de la libertad. Algo en lo que incidiría un año después American Beauty y que en su vertiente más vinculada a la ciencia ficción sobre realidades virtuales ya vimos previamente en Desafío total, ese mismo año en Dark City y un poco más adelante en Matrix y Destino oculto.
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Me falta Room
¡Cabeza borradora!
Falta la cabina
el Expreso de Medianoche con diferencia. y añádele Funny Games.
‘Un dios salvaje’ (‘Carnage’), de R. Polanski.
No se si ‘Alien’ podrían incluírse en la lista, pero es la película con la que más angustia he pasado.
Falta Misery de Rob Reiner
Ni El Ángel Exterminador ni La Cabina. Taluego.
Si nos atendemos al término estricto de claustrofobia como pánico a los lugares cerrados, la película que mejor encaja sin duda es Crawl or Die, porque básicamente es eso, pasar angustia de estar en túneles cada vez más estrechos. Aunque si se pide una peli con un mínimo de calidad no entra ni de coña porque es cutre de narices.
Cutre en el peor sentido, claro.
¿Y cuál es el mejor sentido para «cutre»?
Echo de menos «The Hateful Eight» («Los odiosos ocho»), la última de Tarantino. Casi una hora en un coche y dos en una casa la convierten en una película bastante claustrofóbica.
¡Una hora en coche, vaya exageración! Y la habitación de la casa era grande de la hostia, todo diáfano…
El Angel Exterminador, de Buñuel
Falta «La evasión» de Jacques Becker («Le Trou» 1960)
Ya lo han dicho otros, pero tiene MUCHO delito no incluir El ángel exterminador. También faltan Saló o Tras el cristal. Váis de mal en peor, chavales.
The Descent (2005) sin duda…
Ahí me falta Johnny cogió su fusil, nada hay más claustrofóbico que estar atrapado en el mismo cuerpo.
Esta, más que claustrofóbica, es que no hay dios que la aguante.
Hombre solo 2 líneas dedicadas a la Deneuve? Que más claustrofobia que estar encerrada en su propia mente? Un Tertuliano mencionó ‘The Descent’ , si es la de los Orcos, apoyo la moción.
¿Dónde está ‘Alien’?
Johnny cogió su fusil.
Y 127 horas?
Agregaría Lebanon de Samuel Maoz y El quimérico inquilino de Polanski, una claustrofobia que se muerde la cola.
Mar adentro.
Locke
Polanski tiene varias, es un maestro del «genero». La muerte y la doncella, por ejemplo.
Los odiosos ocho de Tarantino entraria de lleno en la categoria. De la cual sacaria La escafandra y la mariposa.
Y desde luego entre las que no se cita Funny games, por claustrofobica en primer lugar, y desasosegante en segundo.
Y alguna mas que me dejo, obviamente.
Dogville?
¿Y el Ángel Exterminador?