Odiosa mamada
Sí, es fácil empezar por lo que más llama la atención: hay una escena en Los odiosos ocho (desde aquí un afectuoso saludo al que tiró de Google Translate para localizar el título original The Hateful Eight) donde la atención recae en una felación que polariza las simpatías del público por uno de los protagonistas. Es el momento exacto en el que la audiencia se ve obligada a decidir moralmente si el personaje que narra el acto en cuestión se merece un par de tiros a quemarropa o un aplauso por lo jocoso y asquerosamente vil del suceso. Y es fácil ver que el propio Quentin Tarantino se siente comodísimo con la idea de concebir esa escena en el universo del wéstern cinematográfico, de marcarse ese acto extremo de venganza en forma de chiste gamberro que en principio parece tan fuera de lugar. Porque lo que sorprende es que la propia escena, aun siendo tan de la cosecha del director, no acaba desafinando como una ocurrencia punk pese a parecer blasfema hacia el propio género del film, sino que encaja como algo que quizás podría ocurrir en ese universo cinematográfico de vaqueros, pero que hasta ahora no había ocurrido. Al fin y al cabo toda la representación popular de esa ficción romántica que es el wéstern cinematográfico siempre ha versado sobre animales salvajes que visten sombreros y empuñan pistolas, sobre seres odiosos intentando sobrevivir a un mundo hostil y haciéndose la puñeta. Que Tarantino aún se estará riendo con la salida que se ha marcado con esa mamada, pues también. En el fondo va muy a juego con su sentido del humor.
Odioso internet
Los odiosos ocho casi no llega a ocurrir en su versión cinematográfica. La culpa la tiene la persona que decidió filtrar el guion en internet en una etapa muy temprana del proyecto, logrando caldear hasta la ebullición las pelotas del papá de Pulp Fiction. Durante la preproducción el texto solamente había sido entregado a los actores de confianza del realizador, con lo que las sospechas recayeron sobre personas cercanas, y todo el asunto acabó propiciando que el realizador tanteara la posibilidad de enterrar el libreto o publicarlo únicamente como novela. En 2014 el director dirigiría en el Ace Hotel Los Angeles una lectura, con gran parte del reparto interpretando sus futuros roles, del guion filtrado. En aquel momento todo el mundo creía que aquella sería la única manera de presenciar la obra en algo que no fuese un pdf chusco, y las entradas para asistir al evento se vendieron alegremente a unos hermosísimos doscientos dólares por butaca. Cuando el director cambió de ruta y se animó de nuevo a llevar el libreto a las pantallas de cine las páginas ya habían sufrido algunas reescrituras y contaban con un final diferente al que presentaba la versión filtrada y la recitada en Los Ángeles.
Odiosos 70 mm
Los 70 mm tan canturreados y loados por el realizador en realidad son un formato extinto que solo puede ser disfrutado en salas dotadas de proyectores que hoy en día escasean. Clásicos como 2001: una odisea del espacio se rodaron tirando de celuloide acomodado en esas medidas. Y lo de Tarantino con el formato en la actualidad ni siquiera es un caso aislado: Christopher Nolan sufrió lo suyo para filmar de ese modo Interstellar, un esfuerzo cuyo verdadero resultado solo podría ser contemplado realmente en las escasas once salas de Estados Unidos donde la película se exhibía respetando el formato inicial: salas IMAX dotadas de proyectores de 70 mm con sesiones que suponían un suplicio para los encargados de la proyección por tener que volver a pelearse con esas bobinas que la industria ya había abandonado en un contenedor: este vídeo ofrece una pequeña idea de lo engorroso que resultaba Interstellar en su versión de celuloide en un mundo que hoy en día vive y piensa en modo digital. Paul Thomas Anderson también se apuntaría a la locura en 2012, su The master se estrenaría en dieciséis salas específicas de las Américas con capacidad para lidiar con los 70 mm.
En el caso de Tarantino la opción ha sido filmar en Ultra Panavision 70, al igual que se hizo en su momento con Ben-Hur y El mundo está loco, loco, loco, un formato específico cuyo último antecedente fílmico se remonta unos cincuenta años atrás: la anterior película que llevaba la palabra Ultra Panavision entre sus créditos había sido Kartum en 1966. La locura de desempolvar trastos abandonados para que Los odiosos ocho tuviera lugar conllevó un esfuerzo extra por parte de la productora, ya que con el fin de favorecer la exhibición tal y como tenía planeado el director The Weinstein Company se ha tirado más de un año comprando proyectores y lentes, instalándolos y programando cursillos para dummies de introducción a la vetusta maquinaria a los proyeccionistas. En España parece que los únicos que se atreven a proyectar la cinta de ese modo son los responsables de Phenomena.
A diferencia de Interstellar o The master, el caso de Los odiosos ocho resulta más llamativo por la diferencia en cuanto a favores del estudio y ventaja numérica. Frente a las casi anecdóticas copias de las películas de Nolan y Anderson que llegaban a los cines empaquetadas en esos insignes 70 milímetros, el wéstern de Tarantino contó con noventa y seis salas adaptadas para recibir con los brazos abiertos los rollos de película. Pero lo realmente gracioso de todo esto es la naturaleza de la propia película en contraste con el recurso: esa Ultra Panavision 70 funcionaba estupendamente para retratar y captar la épica de escenarios inmensos y espectaculares. Y en el caso de Los odioso ocho estamos hablando de una película que, quitando las secuencias iniciales y un par de planos fugaces, transcurre casi en su totalidad en el interior de un mismo escenario cerrado. Contemplando dicha puesta en escena las razones de Tarantino para haber optado por la tan adorada Ultra Panavision quedan bastante claras: lo hace porque es un mitómano y porque le sale de los cojones. Tampoco está mal, al fin y al cabo es su película y se lo monta con ella como quiere.
La versión de 70 mm es además ligeramente más extensa que la normal, incluye una obertura musical, un par de escenas de escasa importancia y una pausa a mitad del film. La obertura funciona como alfombra de bienvenida a una de las colaboraciones destacadas, la del legendario Ennio Morricone, trabajando para Tarantino pese a que había jurado por cosas sagradas que aquello no volvería a ocurrir, con una banda sonora que le acaba de otorgar un Globo de oro y una nominación al Óscar. Por otro lado la pausa intermedia de doce minutos es la única razón para que en la película aparezca un narrador (el propio director) de la nada: sirve tanto para recordar por dónde iba la historia antes de que el descanso tuviese lugar como de herramienta para proponer un nuevo capítulo y justificar su título. Lo realmente extraño será tropezarse con esa voz en off repentina, con ese narrador inesperado, en la versión carente de intermedio.
Odiosos ocho
Los odiosos ocho se sitúa en algún lugar de Wyoming un número indeterminado de años después de la guerra civil estadounidense. Y también está ubicada en el mismo universo alternativo que Django desencadenado, Malditos bastardos o Pulp Fiction porque tanto la presente como todas las anteriores tienen elementos comunes a modo de guiños y pistas típicos del director: el nombre de la marca de tabaco ficticia Red Apple sale de boca de más de uno de los odiosos, certificando que sí, que tanto Vincent Vega como todos los pistoleros de esta película pertenecen a una línea temporal donde Hitler en lugar de suicidarse fue convertido en puré por un grupo de judíos bastados.
Piruetas históricas aparte, el punto de partida del guion de Los ocho odiosos es una ocurrencia fantástica: observar la estructura de ciertos capítulos de las series de wéstern televisivas, concretamente aquellos que acordonaban a los personajes para revelar si militaban en el bando de los héroes o de los villanos a base de desempolvar su pasado, e imitarla pero retorciendo sus leyes establecidas. Porque la idea de Tarantino es básicamente una perversión de ese recurso de series como Bonanza: «¿Qué ocurriría si una película solamente tuviese a ese tipo de personajes. Sin héroes. Sin Michael Landons. Solamente una banda de indeseables en una habitación, todos contando historias que pueden ser o pueden no ser ciertas. Encierra a estos tipos en una sala con una tormenta en el exterior, dales armas y contempla lo que ocurre».
En The Hateful Eight una diligencia donde viaja un cazarrecompensas llamado John Ruth (Kurt Russell) encadenado a su botín —una prisionera de modales cuestionables llamada Daisy Domergue (extraordinaria Jennifer Jason Leigh)— huye de una tormenta de nieve cuando se encuentra en el camino con otro cazarrecompensas, el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), que solicita un hueco en el vehículo para su persona y los tres cadáveres que lleva como equipaje. A partir de este momento una serie bastante llamativa y heterogénea de personajes (interpretados por Walton Goggins, Demián Bichir, Tim Roth, Bruce Dern y Michael Madsen que completan la formación anunciada en el título) comienza a sumarse a la historia para acabar enclaustrados, por culpa de la ventisca, en un mismo refugio en medio de la nada. Y pronto la película se descubre al mutar del cine del Oeste hacia el misterio de un whodunit en el que, en apariencia, aún nadie ha hecho nada pero todos tienen motivos para hacerlo. Lo hace para el resto de personajes en cuanto Ruth deja claro que está convencido de que alguien bajo aquel techo no es lo que parece, aunque las pistas al espectador se le han disparado mucho antes.
La historia está dividida en seis capítulos e implica el riesgo añadido de salir lechoso y fotofóbico del cine, puesto que Tarantino se marca sus buenas tres horas de metraje sin pedir permiso ni preguntar si alguien tiene prisa, aunque hay que reconocer al realizador que si algo ha sabido ser siempre es entretenido de cojones. Porque es realmente difícil que hoy en día alguien se casque casi ciento ochenta minutos de película apoyándose en exclusiva en el discurso de los personajes como medio para que el público se construya, o sospeche de, una posible interpretación de cada uno de ellos. Y es fácil observar en Los odiosos ocho ciertas señas que ya se esperan de alguien que escribe personajes cuyos codos suelen ofrecer monólogos interminables: ese discurso de Tim Roth sobre la justicia es una genialidad que hace preguntarse cuántos guionistas hoy en día saben mantener por completo la atención con tan solo un personaje exponiendo una idea de manera brillante.
Aunque de todos modos los odiosos no se pasan todo el metraje jugando a las tacitas y de cháchara con el meñique levantado: la segunda mitad de la función está centrada casi exclusivamente en las reacciones ante los desparrames sangrientos del reparto sospechoso, pero también es cuando la película aprovecha para marcarse giros inesperados y regatear a la audiencia. Y es donde tiene lugar la revelación de que lo más divertido es contemplar lo inesperado, la sensación de que cualquier cosa que vaya a ocurrir gusta de imaginarse a sí misma impredecible, de que podemos intentar jugar a ir un paso por delante a la hora de resolver el misterio pero aun así la película está constantemente tratando de ir dos por delante de nosotros, incluso cuando el propio misterio puede no resultar tan interesante como todo lo que conlleva hasta él. Y es muy divertido, y de agradecer hoy, sentarse ante una historia en la que es difícil olerse lo que va a ocurrir durante el minuto siguiente, en la que no tienes ni idea de qué rumbo van a tomar las cosas. Pero también hay que saber y aceptar de antemano en qué condiciones ocupamos ese asiento ante la pantalla: es una película de Tarantino, un hombre que últimamente se olvida siempre en casa el recurso de las elipsis y juega a regodearse en sí mismo, alguien que se marca tres horas con un reparto estupendo dentro de cuatro paredes más porque puede que porque debe, alguien que en el fondo se ha emperrado en rodar en un formato muerto algo que ni siquiera lo necesitaba por simple devoción personal. Y es una película que no va a ganarse a los detractores del realizador porque no salva los escollos que aquellos le achacan: excesos, ombliguismo y creerse demasiado listo.
Y si somos capaces de aceptar todo eso nos encontramos ante una cinta de lo más disfrutable, quizás menos interesante que Django desencadenado, aunque esté bastante claro que Los odiosos ocho juega en otra liga completamente diferente a la de aquellas aventuras del héroe en busca de Brunilda: lo del wéstern aquí es una excusa y no el auténtico género, y los roces raciales en este film son parte de la historia pero no la razón principal. En el fondo Los odiosos ocho tiene una naturaleza y un espíritu de obra teatral, de conflicto a pequeña escala entre una banda de cabrones que incidentalmente está situado en el Oeste salvaje. Aquí lo que hay que tener claro es que esto en el fondo es un juego guionizado por Tarantino, que vamos a ser testigos de una función donde lo importante no es tanto descubrir cuál de los personajes está mintiendo sino cuál de ellos es el único que no lo hace, donde incluso la película juega a mentirnos ya desde su propio título. Y que a pesar de sus innecesarias tres horas de duración la obra aún consigue apañárselas para ser entretenida de cojones.
¿Entretenida? Un truño infumable que solamente asombra por lo previsible. Parece mentira que el resultado sea ta obvio (es lo que sorprende). Horas de charleta intrascendente con ínfulas (el discurso sobre la justicia es de primaria).
Me alegro mucho de que exista alguien como Tarantino, a quien dejan hacer lo que le dé la gana; y lo disfruto habitualmente. Pero esto no tiene ni pies ni cabeza.
Spoiler de esos: cuando las evidencias le hagan barruntar como es el asunto, sepan que sí, que es así, que no hay nada más, salvo fallos argumentales que hacen imposible lo que debería ser simplemente increíble (esto en cualquiera de Tarantino se perdona, pero en esta no).
Las películas de Tarantino son películas con tarantinadas. Esta son sólo tarantinadas.
Vds perdonen.
Por favor, el mayor delito cometido por el autor de este artículo es decir que esta película es entretenida. A mi me parece que no pretende ser entretenida, sino que quiere calar hondo y marcar a fuego su nombre en la historia del cine. Y si por mi fuera, el cine ya sería el jamón de una vaca con la marca «tarantino» y sus bizarros títulos en cicatriz. Porque esta pelicula marca una manera de hacer cine ya labrada anteriormente pero nunca llevada hasta tal punto. Y es que si después de Shakespeare no se puede inventar nada, depués de Tarantino, menos aún. Desde que vi el primer desparrame de sangre sobre el único suelo no cubierto de nieve que verás en toda la película, recordé los dramas antiheróicos que fueron representados por primera vez en el The glove.
Estoy cansado del sector del público que simplemente busca diversión. Para encontrar diversión en una película uno se pone a ver «fast and furious» en DVD alquilada del vodeoclub de la esquina y no una peli de tarantino. Igual que si quieres pasar el rato no te vas a poner a jugar a «Life is Strange» porque para eso está la NES y el «Metroid», que mola mucho, «que para ver una serie me pongo el waki». Es más, comparar esta obra de teatro renacentista con la comercialísima (y, no lo niego, divertidísima) «Django desencadenado» me parece un tanto delictivo. ¡Es que hace falta darse cuenta de la calidad literaria que tiene este guión!
De hecho me recuerda a un caso ya ocurrido en el cine: el de «Alien: el octavo pasajero». Su estreno, justo después de la exitosa «Las guerras de las galaxias»(película que ha generado una saga que me parece que ha llegado un punto en el que está tremendamente sobrevalorada), hizo que la gente pensara en ella como «otra peli de navecitas y disparos y mostros, más mostros». ¡Pues no! Muchos se perderían la calidad literaria de esta película, más calificable de terror que de ciencia ficción (un terror cósmico y lovecraftiano, pero terror), solo porque había oído que es una copia sin disparos y aburrida de Star Wars.
Recordemos para concluir que el cine, como los videojuegos o la televisión, así como cualquier otra manifestación arrística, no tienen una misión puramente de entretenimiento, sino que muchas veces buscan una reacción intelectual del espectador. Y es ahí se encuentra muchas veces la verdadera diversión.
Recomiendo una película pelín inclasificable también con Kurt Rusell en modo western polvoriento. «The Bone Tomahawk». Impresionante Rusell y resto del reparto.
Y luce un bigotón similar.
¿Recomendable «The bone tomahawk»? La acabo de ver y sinceramente la definiría como algo intermedio entre un ladrillo y un truño, con un final que solo puede ser definido como grotesco y ridículo. Comienza bien, con buenos modos de western, pero empieza a torcerse pronto. Una pena porque prometía más.
Si esta última peli de Tarantino es de calidad similar a «Django desdencadenado», «Malditos Bastardos» o «Kill Bill» (ambas partes) no pienso verla ni cuando la den por la tele. No sin cobrar, al menos.
Tarantino nunca ha sido un director especialmente bueno, pero lo de sus pelis desde «Jackie Brown» es simplemente vergonzoso: películas interminables, sin personajes (sólo caricaturas) y sin las más mínima gracia. Sólo son aburridísimos chistes muy autoconscientes de un señor que se cree muy listo. Sus tres primeras pelis no eran tan buenas como tantos decían, pero al menos entretenían. Las últimas ni eso.
Que Tarantino tenga tanto éxito supongo que sólo puede deberse a la falta de cultura cinematográfica del público. Y a su falta de gusto y de sentido común, por supuesto, como no deja de ser el caso del mismo Tarantino, el orgulloso rey del kitsch.
Es cierto que el cine estadounidense es en general aun peor que el de Tarantino, pero eso no es ni excusa ni consuelo.
Lástima que la industria de hollywood no cuente con un talento como usted para poder deleitarnos con buenas películas o que usted no pueda dedicarse a ir cine por cine dar charlas o los espectadores de su cultura cinematográfica.
Una verdadera pena también que no pueda tomarse un café y hablar con quentin tarantino para explicarle como hacer buen cine.
Un abrazo Luisito
Buena respuesta Iván
Pero si el tarantino t coge y t mata loco
Felicitades Luisito por su tan sorprendente análisis. Calificar el cine de Tarantino de «sin personajes», «infumable», «vergonzoso» está pero que muy bien. Decir que los que disfrutan de él tienen «falta de gusto», «sentido común», «falta de cultura» le coloca en una posición de supremacía a nivel mundial que debe dar hasta vértigo.
Propongo que realice un documental sobre «Como ser Luisito por un día». Yo prometo descargármelo de ThePirateBay.
No te desanimes, Luisito, que tienes razón. El rey está desnudo… aunque se trate del «orgulloso rey del kitsch». Como ves, los tarantinófilos se creen también «muy listos», como su ídolo.
Sin problema. Deja que las veamos los demás. Las 4 que comentas a mí me encantan. Esta última es más floja pero también se deja ver.
jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
Pues si según usted, que debe ser un gran intelectual consagrado, tarantino es un mal cineasta que gusta a unos ignorantes sin cultura, entre los que me encuentro, pues debería dirigir usted películas y salvarnos de tanta incultura. Es muy fácil escribir críticas y derrumbar el trabajo de los demás, tarántino es un tipo con mucha inventiva y que ha supuesto un soplo r aire fresco a las mediocres producciones de usa y si usted no.lo ve quizá sea el que carece de cultura cinematográfica.
El formato utilizado por Tarantino también se justifica dentro del interior en que ocurren todas las geniales lindezas, y no enumeraré las escenas en que cobra vital importancia (porque el autor la ha visto, está claro), por lo demás, se pueden hacer primeros planos realmente interesantes, o si no recuerden los planos de Jennifer Jason Leigh ensangrentada. Ojalá el celuloide vuelva con más fuerza de la que estos simplistas digitales señalan. Tarantino ha demostrado ser más que un mitómano o lo que sea: el tipo sabe hacer cine, sabe pensar la imagen. En fin, te felicito, has hecho que mi desayuno se alargara al doble.
LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ es de 1939 así que lo de 70mm imposible…
¡Buenas PabloHH!
Se re-estrenó en el 67 en 70 mm con la distribuidora asegurando que una imagen tan amplia era la idea inicial y algo que no pudo representarse en pantalla en el momento del rodaje.
Pero revisando el asunto por tus sospechas veo que sí, que aquello era un engañabobos y una tomadura de pelo importante:
https://www.youtube.com/watch?v=VdOPzQt-jHI
Lo que hicieron fue recortar la imagen considerablemente para hacer que todo pareciese más grande y encajado en la panorámica, una cosa cutrísima. No existe ningún tipo de magia negra que les hiciese rodarla en 70 mm y no poder exhibirla, ahí me colado yo y voy a cambiar la mención en el texto.
¡Gracias por el apunte!
Se rodó en 35 y luego se «hinchó» el negativo a 70.
Precisamente… Lo que el viento se llevó se gravo en celuloide 70 mm porque era el mejor formato que habia por aquel entonces (la mayoria son de 35 mm) a partir de los 90 el cine pasa a digitalizarse. La única diferencia entre 35 i 70 es el tamaño del fotograma que se proyecta sobre la pantalla. Si no se ha utilizado más es por el elevado coste que tiene su revelado. Antes de opinar informate, aprovecharás tu tiempo y así yo no desperdiciaré el mio en instruirte. Gracias.
Creo que no es correcto. Gone with the wind se filmó en 35mm con cámara Mitchell en Technicolor. Se usó el sistema 3 strip con tres negativos en blanco y negro con filtros para cada color. Las copias se realizaron mediante el proceso de Technicolor con tintas. La primera copia en 70mm de esta película se realizó en 1967, hinchándola y recortándola pues no eran formatos compatibles. Se lo comento porque uno de mis profesores de cinematografía en Estados Unidos fue técnico de cámara en dicha película y nos mostró el tipo de cámaras usadas. Por cierto, soy Director de Fotografía.
De prepotentes sin sustancia, Uri, el mundo anda sobrado. Creo que Panch ya te ha instruído convenientemente.
Una curiosidad: es la segunda vez que leo que «Los odiosos ocho» es una pésima traducción pero nadie explica porqué ni aporta una posible alternativa mas correcta. ¿alguien se anima? Gracias por adelantado.
Voy a intentarlo.
Creo que es muy literal, por dos motivos:
1. En castellano el adjetivo suele ir detrás del sustantivo. Por lo tanto sería mejor «Los ocho odiosos». Tal y como reza el título se puede entender que tienes cierta manía a los 8.
2. Un adjetivo aquí como «odioso» creo que no le va tanto a un western. «Malnacidos/despreciables» puede que tuviera mas fuerza. O dejar el título original. Entiendo que la traducción no es una ciencia y que hay marketing de por medio.
No soy traductor ni filológo,ojalá, me gusta el inglés, solamente eso. Mi oficio es servir copas, ruego encarecidamente que me disculpen de antemano el gremio de profesionales, es solo una opinión subjetiva y para nada profesional.
Saludos
*Perdón. En mi nota 1, quise decir que en todo caso «Los ocho odiosos» sería mejor en todo caso que «Los odiosos ocho» que suena a cierta manía por el número ocho.
¿»Los odiables ocho», quizás…?
Simplemente suena bastante raro y «Los ocho odiosos» no tanto.
Se podía haber llamado Gran hermano con armas. Es lo mismo, un grupo de gente odiosa encerrada en una casa, pero con un final más satisfactorio.
Vaya chasco de película.
Ahí va mi alternativa: «The Hateful Eight»
Al contrario que en inglés, en castellano el adjetivo va después del sustantivo: «Los ocho odiosos».
No sabría decir porqué salvo que no suena bien. En latinoamérica la titularon «Los ocho más odiados», que para mí suena mejor.
Probablemente porque contiene la letra «o» seis veces y es casi la única vocal (salvo una solitaria «i»). Es tam chusco como los osos amorosos».
Yo estoy con espanis en que probablemente «Los ocho odiosos» sea más apropiado, aunque en castellano también puede ir el adjetivo antes del sustantivo con cambio de matiz. Pero la cuestión es que se traduce tan mal (todavía me chirría en la memoria lo de «Salvar al soldado Ryan») que huele demasiado a que no se han molestado en pensar cuál sería la traducción más correcta, o lo que es lo mismo, que a estas distribuidoras la corrección gramatical se la trae floja.
Salvar al soldado Ryan es perfecto. Lo erróneo hubiera sido traducirlo como Salvando al soldado Ryan. La forma en -ing muchas veces equivale al infinitivo español (Eating vegetables is good for your health se traduciría Comer vegetales, no Comiendo vegetales). De hecho lo que a mi me chirría, en la memoria y en las mismas mandíbulas corporales, es la frecuente traducción de formas inglesas en -ing por gerundios españoles.
Los ocho haters.
jajajajaja bravo
«Odioso» y «ocho» son adjetivos, que se pueden sustantivar: «lo odioso», «el ocho».
Según el orden elegido en la traducción se debería escribir «Los odiosos ochos», porque en español el adjetivo debe ir en concordancia con el sustantivo al que califica.
Dado que «Los odiosos ochos» no tiene sentido en el caso que nos ocupa, la única opción posible (que además es la natural en castellano) sería «Los ocho odiosos». «Ocho» es, claro, un adjetivo numérico.
No sé quién hizo esta traducción, pero teniendo en cuenta que es para el título de una película de primera fila, es simplemente lastimosa.
Las peliculas de Tarantino son el rey desnudo del cine.
Más tarde o más temprano pasará por delante del niño que gritará lo que nadie se atreve a decir.
A mí me enseñaron en el colegio que ese uso del infinitivo al comienzo de la frase es incorrecto, además de ser un estilo lamentable. En este caso el gerundio, como lo tradujeron en América Latina, es bastante más correcto. Por lo menos la frase tendría algún sentido, aunque lo ideal hubiese sido el uso del imperativo.
El uso del infinitvo a comienzo de frase es incorrecto según el caso. Por ejemplo: «Decirle que por ahora no tenemos disponibilidad». Es un uso que empezó a dar ya a finales de los sesenta y que ahora resulta realmente molesto.
El uso del gerundio en «Salvando al soldado Ryan» es incorrecto, pues no se ajusta a los usos que recoge la RAE. Saludos.
Gocé del mejor Tarantino durante los noventa, y me sorprendió gratamente su Death Proof. Fuera de eso poco cine de voltaje espectral, buen cine a ratos, poco más. La veré cuando me la presten, un domingo de resaca.
Muy buena… Pocas críticas puedo buscarle a la película. Y las que se me ocurren, se excusan considerando todos los demás aciertos (en las interpretaciones, guion, ritmo, detalles de humor…) existentes en comparación. Para muchos otros, sin embargo, los fallos o aspectos más discutibles resultarán imperdonables (cuestión de valoraciones).
En mi opinión, el título más natural en español hubiese sido «Los ocho odiosos». Situar el adjetivo en primer lugar resulta similar a traducir «The red coat» como «El rojo abrigo».
Ocho malnacidos
Según el traductor de google:) seria el odioso ocho y realmente si nos atenemos al final de la película le va que ni pintado ese titulo.Para mi humilde opinión le sobra metraje.
Un error garrafal de la historia : ¿como es que los que llegan en la segunda diligencia no se preguntan donde estan los conductores de la primera?
Bien traído.
Por lo demás, me parece que solo las primeras pelis de Tarantino tenían una continuidad y todo en ellas tenía sentido, no sobraba nada (maravillas como Jackie Brown). Eso no ha vuelto a pasar. Cosas como «Malditos bastardos» salvo el excepcional comienzo bordean en exceso el ridículo. En estas últimas parece haberse centrado algo más aunque sigue sin llegar a crear algo redondo, hay momentos de cierto aburrimiento, pero en general resultan muy entretenidas y eso es lo que se le pide al cine. Y «Los 8» son entretenimiento y encima de aire teatral con tonos Agatha Cristie y Leone, pastiche de palomitas en el buen sentido.
Creo que no prestaste atención, es lo primero que preguntan al bajar de la diligencia.
Creo recordar que preguntan por él y dicen que se fue a ver a una chica y pasar un buen rato o algo similar.
Efectivamente, preguntan por él y les responden que el cochero se fue a resguardar de la tormenta junto a una chica …
Sin embargo SI que hay un GRAN ERROR GARRAFAL que ( si alguien se fijara en detalles ) podría desmontar completamente el sentido del guión del rescate en la posada y es precisamente lo primero que le dice el cochero al mexicano que les recibe: algo asi como «No solemos utilizar esta ruta pero nos hemos desviado por la ventisca» …!!! ( Y lo increible es que, por si no lo hemos oido la primera vez, nos vuelven a poner el mismo «audio» nuevamente casi al final de la pelicula! )
Asi que, de ser cierto eso, a cuento de que entonces ya sabian los «rescatadores» ese dia por la mañana ( soleada y sin un solo viso de tormenta! ) que la diligencia que llevaba a su querida compinche pararía en esa posada por la tarde?? Montar todo ese sirio solo POR SI hay tormenta?? Hmmm … no se Uds. pero yo me pase dos horas y media … esperando una respuesta … que nunca llego!
Solo corregir al autor del artículo: no es cierto cuando dice, hablando de la felación, que es la primera vez que ocurre en el universo de los vaqueros. Ya Jim Jarmusch incluía una felación en «Dead Man», 1995.
Que la escena de la mamada no desafina??
Es una parida gratuita en una película llena de momentos perfectamente prescindibles. Me gusta Tarantino pero esta película es un truño insufrible, una auto-parodia de todos las cosas que definen su cine. Si Tarantino decía que iba a hacer sólo 10 películas porque tenía miedo de acabar desbarrando ya puede quitarse los miedos porque a la octava ya lo ha conseguido.
De hecho, la parte final de Django ya es una bobada ridícula.
Hay varios patrones en la spelis de Tarantino que se repiten, las fantasías de vengaza es un tema recurrente, los finales gore tambien, los diálogos inetrminables tambien, una fórmula que a veces le ha dado resultados brillantes, pero en este caso es un absoluto fracaso. Debería de cambiarse esos amigos que dice que le dan tan buenas odeas para los guiones.
Son los mismos que, según Arturo Fernández, aconsejan el vestuario a Bertín Osborne…
«Lo realmente extraño será tropezarse con esa voz en off repentina, con ese narrador inesperado, en la versión carente de intermedio.»
Es realmente extraño y un completo sinsentido hasta ahora que conozco el motivo.
Señor Diego Cuevas, por sus comentarios parece que en el antiguo far west no había mamadas ¿es correcto?
Impecable!!! Volví al Tarantino de Reservoir Dogs… He disfrutado una barbaridad!!! Samuel se sale. Sin duda cuando Quentin escribe los papeles que va a representar Samuel se sabe que está pensando en él, su voz, su mirada. Genial! Necesito una película sobre un día cualquiera en la Mercería de Minnie. De lo más auténtica! Lo único que hubiera eliminado era a la vieja de atrás leyendo en alto cada título…Grrrr!
La película va de menos a más, pero eso no justifica la primera hora y media, insufrible y que no aporta nada. La película se puede empezar a ver en el minuto 90. Tarantino se gusta demasiado a sí mismo.
Infumable, insoportable, inacabable, ridicula, espantosa, pesada, plomiza, exagerada, sin guion que justifique tres horas de aburrimiento, con el solo fin de que el sr. Tarantino se luzca. Y eso que soy fan de tarantino y disfruté con Django y Malditos bastardos por nombras las últimas. A pesar de la magnifica actuacion de casi todos (magnifico Tim Roth sobre todo, y excelente Kurt Russell) y a pesar de la estupenda banda sonora del veterano Morricone, la pelicula (por llamarle algo) es mala, peor, pesima. Una de las pocas veces que me he salido del cine a falta de los ultimos dos o tres minutos (justo despues del ahorcamiento) porque el aburrimiento me ha podido.
Con Pulp Fiction parecía que iba a ser alguien mucho más interesante.
Por lo menos más que alguien que piensa que un tiro en los huevos o una mamada es la cumbre del humor.
A mí me parece una gran película aunque Django para mi es junto con Pulp Fiction lo mejor. Creo que se permite hacer lo que le gusta porque con el cine actual siempre destaca y aporta.
Sólo tengo una duda, la escena, que a mí me repele un poco, la de Samuel L. Jackson contando la felación, realmente lo cuenta porque fue así o es un recurso para hacer como en Malditos Bastardos Christoph Waltz, presionar en el agujero de la herida?? Quizá sea muy naïf la pregunta pero quizá es que no acabo de aceptar lo odiosos que eran todos.
Gracias.
No me gusta ir al cine. Para ser más exactos, no me gusta ESTAR en una sala de cine. No soporto que me pateen el respaldo, que mastiquen palomitas de maíz en mi oreja, que comenten la escena y que no se pueda fumar. Por eso es que, las pocas veces que VEO cine, lo hago en un autocine, en uno de los últimos que quedan. El problema es que, entre gasolina, entradas (2 personas y un vehículo) me soplan 30 euros.
Y por todo eso es que no veré la última de Tarantino. No quiero que me vuelva a pasar lo mismo que con Kill Bill, Death Proof, Django o Malditos Bastardos: salir con la sensación de que se han burlado de mí. Y encima conducir una hora de regreso a casa, pasada la medianoche….
WIillie, vuelve a encerrarte en la habitación, y no salgas, no sea que te molestemos con nuestra presencia en algún momento. Madre mía, lo que hay que leer…
Por otra parte, aún no he visto la pelicula, pero Tarantino ha hecho muy buenas películas aunque yo lo veo como un gran creador de escenas de tensión. En «Malditos Bastardos», la primera escena en la granja francesa, es de una maestría total, igual que en la escena del sótano del bar, dónde la tensión se podía cortar con un cuchillo. En «Django también hay escenas memorables, como la de cuando DiCaprio vuelve a la mesa sabiendo la «estafa» que quieren perpretar. Es cierto que las pelis en global flojean siempre en algo, por eso yo me quedo con los mejores momentos.
Alejandro: Es muy probable que tengas razón. Con mi actitud, más me vale quedarme encerrado en casa. Lamentablemente, eso no quita que las últimas 4 películas de Tarantino sean una verdadera tomadura de pelo.
Mola. Mi madre se bebió las 3 horas de metraje a las 22:00 de la noche teniendo que trabajar al día siguiente, así que confirmo que es entretenida de cojones. Mi humilde crítica sobre la peli la podéis leer en mi blog: https://elmurodedocsportello.wordpress.com/2016/01/19/the-hateful-eight/
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Interesante ver cómo hay mucha gente que presume de crítico cinematográfico, permitiéndose decirle a Tarantino cómo se hacen las películas y cuántos metros le sobran a esta. Divertido ver a esa gente presumir aquí de cultura cinematográfica.
Pero ninguno de ellos (incluido el autor de esta crítica) se ha enterado de que el título de Tarantino es un (muy evidente y descarado) guiño a «The Magnificent Seven» de John Sturges, basada a su vez en «Los siete samuráis» de Kurosawa, película sobre la cual Tarantino ha expresado obsesivamente su fanatismo. Los guiños a Sturges y Kurosawa son constantes en «The Hateful Eight». Lo que pasa que no están explicados y la gente con taaaaanta cultura cinematográfica parece que se los ha perdido.
Por cierto: en efecto, la traducción correcta es «Los ocho odiosos», tal como se hizo correctamente con «Los siete magníficos».
La peli que mas me ha gustado de Tarantino desde «Pulp Fiction»,osea, desde que hacia peliculas «serias», basicamente las 3 primeras, despues desbarro.
«Django» me aburrio soberanamente y «Malditos bastardos» estaba bien, pero tampoco era para tanto, tenia sus momentos. Aqui ya ha tirado todas las cartas sobre la mesa, sin tapujos, con algunos excesos :SPOILER: La escena de la mamada (no me la creo, se quedaria sin polla, jaja!, vease «Cadena Perpetua»), la excesiva sangre en el envenenamiento (que esto no es Kill Bill) o cabezas explotando al mas puro estilo Evil Dead. Aun asi, un divertimento genial de un director unico e irrepetible, y sabiendo que no hay que tomarse demasiado en serio sus pelis de ahora. Esta si me parece redonda al contrario que las ultimas que ha dirigido y que en mi opinion estan sobrevaloradas sin dejar de ser por ello buenas. Incluso me ha recordado en algun momento a «Reservoir dogs» en la parte final ( manos ensangrentadas, gente por el suelo a punto de morir), su obra cumbre para quien esto escribe.
Madre mía, con las ganas que tenía de verla y lo cabreada que he salido. Soy tarantiniana hasta la médula y aquí no he visto nada, na-da, nuevo. Le sobran 175 minutos. Solo se salva la bella escena metafórica del caballo blanco/caballo negro. La próxima, de marcianos, por favor.
Gracias por el artículo, Diego Cuevas: es el más interesante con diferencia que he encontrado de momento por la red.
Para mi es un peliculón y Tarantino un artista.
Es cierto que la última de Tarantino es entretenida y que las tres horas no se hacen necesariamente largas pero sí innecesarias. En mi opinión, hasta el capítulo 4 (incluido) la película es bastante redonda, con el único lunar de la explicación por parte del narrador de lo que pasa con el café (tranquilos no quiero hacer un spoiler), creo que con un simple movimiento de cámara en algún momento se podría haber explicado, pero es que el capítulo 5 es completamente superfluo ¿a santo de que explicarnos durante más de 20 minutos lo que había pasado antes? Consigue desconectar al espectador de la tensión anterior y después ya no vuelve a recuperar el tono. De hecho el último capítulo es una infumable mezcla casi de gore y conversaciones, en muchos casos insustanciales ¿para qué si todos son conscientes de que todos mienten?. Ese sigue siendo, creo yo, el problema de Tarantino, con frecuencia pierde el control de lo que narra y se diluye en excesos y digresiones. Parece mentira que después de 8 películas sea incapaz de controlar su egomanía y centrarse en narrar con coherencia interna. Pero me parece que es un mal del cine norteamericano contemporáneo que parece que no es capaz de darse cuenta que el espectador está suficientemente preparado para comprender las elipsis y los sobreentendidos. Hasta ese capítulo 5 uno veía la película con mucho interés e incluso me hacia la «trascendente» pregunta de rigor ¿no parece una metáfora sobre EEUU? Un lugar aislado del resto del mundo, unas personas de origen distinto (negros mejicanos, británicos…) todos se odian entre sí (blancos contra negros y viceversa, negros contra mejicanos…), la violencia y el dinero como centro de todo… Por cierto, un fallo del guión: ¿porqué nadie se pregunta por los conductores de la diligencia que ha llegado antes ?
Tal cual
Si, si que se preguntan! Se ve que te has saltado justo los comentarios que precisamente mencionan la misma duda aquí más arriba. Puedes ver las respuestas a partir del comentario de FELIPE del 17 de enero ,-)
Sin embargo, personalmente creo que SI hay un error garrafal de dialogo en un fragmento del guión y como su incongruencia nunca se me aclaró hasta el final de la película, pues se me ha ocurrido plantearlo aquí para ver si alguien más se fijó en el “detalle” que ( si nos fijáramos en ellos ) podría desmontar completamente el sentido del guión de la película desde el mismo momento en que nos enteramos del rescate!
El error de dialogo al que me refiero está en POR QUE lo primero que le dice el cochero al mexicano que les recibe, al llegar a la «Mercería de Minnie», es algo así como – “No solemos utilizar ésta ruta pero nos hemos desviado por la ventisca” – ( … !!!???) Y lo + increíble es que, por si no lo habíamos oído la primera vez, más adelante en la película nos vuelven a poner el mismo audio mientras nos enseñan el “flash back” del momento de la llegada … esta vez solo oído desde el interior de la posada!
Asi que, de ser cierto que la diligencia no solía utilizar esa ruta … a cuento de que entonces se organiza lo que se organiza en la “mercería”??? y COMO con tanta anticipación?? Que por la mañana no nevaba y brillaba el sol!!!
Resumiendo: montar todo ese sirio SOLAMENTE POR SI hay tormenta?? Hmmm … no se Uds. pero yo me pasé dos horas y media … esperando una respuesta que nunca llegó ;-(
Salu2
Coño Pepe, tú también te has saltado algún comentario del hilo.
Pues coño Fulgencio, te agradezco que me hayas avisado… pero para la próxima haz como yo y dale una pista al «despistado» ;-) para que no tenga que revisar toooooodos los comentarios en busca de algo … inexistente!
Es decir que te hice caso y, aún sabiendo que NO me había saltado ninguno porque los sigo desde el primero ( que casualmente es el tuyo ,-) los volví a revisar TODOS … ya que no me dejaste el dato de cual me había saltado, según tu. Obviamente para nada ya que, salvo que te refirieras al tuyo propio ( en el cual, efectivamente, mencionas fallos argumentales … pero no específicas ninguno! ) no di con ningún otro que pudiera responder a mi «descubrimiento» ;-(
En todo caso gracias por tomarte la molestia de escribirme. Un saludo.
Pues igual es que es un comentario también tuyo y no me había dado cuenta de que sois el mismo Pepe.
Es una respuesta de Pepe a una respuesta de Gonzalo al comentario de Felipe que tú mismo señalas.
Lo siento si es también tuyo.
Si!! Jajajaja! Lo siento entonces yo también… porque luego pensé que a lo mejor te referías a ese … pero ya le había dado al «Submit»! ;-)
Lo que pasó con la primera entrada que escribí sobre el mismo tema fue que me di cuenta que no debería haberla escrito dentro de una «respuesta a una respuesta» … Así que como el tiempo me dio la razón ( vamos, que nadie comentó nada al respecto ,-) pues pensé que a lo mejor era porque se encontraba en un sitio equivocado … y decidí volver a escribirlo como un comentario nuevo! ( ya sabes, por si así tenía más visibilidad ,-)
Y es que, la verdad, me interesaría mucho oír algún comentario de gente que también se haya fijado en ese «detalle» para que me explique COMO es posible que una cosa tan tonta se le pueda pasar, no solo a un guionista que supongo gana MILLONES ( y seguro que es asi! ) por escribir los diálogos de una «megaproducción»como esa, si no también a TODO EL MUNDO que participó durante meses en la realización de tamaña empresa! Si son CIENTOS por dios! Cientos de personas pagadas para controlar todos los detalles y cuidar precisamente que no pasen cosas como esa!!!
Soy un simple aficionado amante del 7º arte y sinceramente no se casi nada de hacer películas, pero el simple sentido común me dice que, independientemente de que se puedan colar un gazapo o diez, se supone que al final del proceso tiene que haber un mínimo «control de calidad» ANTES de dar el visto bueno al producto final. No? Pues parece que con ésta frase se columpiaron muchos de esos «filtros de calidad» … porque si resulta que en la V.O. el texto de ese dialogo es el mismo que el de la V. Es. entonces si que TODO el guión de la película pierde completamente el sentido. Y eso me parece simplemente increíble!
Salu2
Pepe, te confieso que yo también había visto en el cine ese error, y de hecho se lo comente a la santa. Me pareció escandaloso, pero como la película me resultó un horror, pues no le di más importancia dentro del despropósito.
Me pasó también con la última de Woody Allen, aunque esa sí que me gustó más, sin llegar a considerarla de las buenas. Tiene también un fallo argumental de bulto que me dejó una mala sensación tremenda.
Me alegra saber (por fin!) que no me lo había inventado! ;-) Gracias Fulgencio por confirmar mi observación ya que, sinceramente, llegué a pensar que quizás no había entendido algo o que me había saltado algún momento de la película en el que ese tremendo error se había solventado… y por ende dejado de serlo!
La verdad no se si alegrarme por la «victoria» de mi perspicaz observación o deprimirme aun más por la confirmación de que efectivamente hay gente por ahí cobrando millonadas por un trabajo sin rematar! Y es que no se trata de un cortometraje de autor hecho con un video casero y mínimo o ningún presupuesto. Aquí hablamos de un director (ya) de culto que hace películas, prácticamente, sin limite de presupuesto para millones de espectadores que le veneran en todo el mundo.
Por lo tanto, lo mínimo que se puede esperar de alguien así es que antes de entregar su trabajo a la posteridad compruebe, minuciosamente, si encajan correctamente todas las piezas de su creación! Aunque sea por simple amor propio … y no digamos ya por respeto a esos millones que le veneran y a otros «tantos que no tanto» pero que igual se gastan su tiempo y dinero en el cine para que él continúe aumentando su fortuna … y su ego!
Dicho esto ( y principalmente por llevarle la contraria a aquellos que no les interesan las opiniones y los gustos de los demás ;-)) quiero decir que a mi la película SI me ha gustado. No tanto como las primeras, que para mi fueron una enorme bocanada de aire fresco, pero si que me entretuvo ( casi ) todo el tiempo gracias al excelente trabajo interpretativo, la extraordinaria fotografía, los ya habituales giros inesperados ( marca de la Casa Tarantino) y la lograda tensión que tan eficazmente sabe mantener en todas sus películas ( en ésta aun más debido al predominante matiz «Agatha Christie» ) el afamado director al que, como se puede ver, únicamente no le puedo perdonar la falta de rigor en parte del dialogo.
Si no fuera por eso y un final taaaaan aburrido ( comprendo perfectamente al Sr. Juan Antonio que comentó hace unos días que había abandonado la sala unos pocos minutos antes del final! ) valoraría humildemente esta película como una más de las BUENAS de Tarantino!
Salu2
Qué manía con dar la opinión o expresar el gusto!!! Que nos da igual!! A mí Qué me importa si ha gustado la peli. Este foro debe ser para comentar cuestiones técnicas, dar referencias, etc… como hace alguno al comentar lo de los 7 Sakurai. La democracia moderna tiene eso, supongo. Yo voto, pues yo expreso mi gusto, como si eso aportara algo. El que no sepa de la blaxplotation ni se haya empapado de cine de los 70 y música post crisis del 73, que deje espacio y tiempo. Malditos comedores de palomitas…
7 samurai, perdón (autocorrector del móvil)
Perdona In dubio, pero creo que te pasaste «varios pueblos» con tu comentario. Si estás en contra de algo critícalo libremente (vamos, despotrica lo que quieras sobre las opiniones de los demás, si eso te hace feliz! ) pero NO tienes ningún derecho a intervenir en un post ajeno a dar ordenes de lo que se tiene o no tiene que hacer o decir aquí!
Queda clarísima tu postura sobre la democracia, a secas, porque tu soberbia es más típica de una «democracia» rancia que de la que tu denominas «moderna»… y a la que, por cierto, deberías dar gracias por existir ya que de lo contrario el amable autor de este sitio ya te habría borrado & bloqueado por «enaltecimiento de la intolerancia», o sea, por MAL ROLLO! Reconozco que yo lo habría hecho… no por tus opiniones si no por tus formas, por llamarlas de alguna manera.
No me despido porque tengo la boca llena de palomitas …
Si no dejaba entrar mexicanos porque lo dejo entrar Minnie?
Eso, eso… La ví ayer pirateada con horribles subtítulos de alguien que evidentemente no está familiarizado con el idioma original ni con el castellano. Pero el caso es que ya la he visto y he de decir que, por primerísima vez desde que sigo a Tarantino… ¡durante unos minutos, algo sospechosamente parecido al aburrimiento estuvo rondándome! El inicio del film me pareció impecable, la estética, la fotografía, la forma de situar las cámaras, la luz, ¡la música de Morricone que ya me había olvidado que era de él y yo pensaba: «Coño, me gusta esta música, ¿ de quién será…? Los que tenemos costumbre de visionar ciertas secuencias como si fueran ilustraciones de Moebius-Giraud podemos pasarlo muy bien con esta peli. Cada dos por tres me parecía estar asistiendo a una estampa de Frederick Remington o James Bama.
Para abreviar, he disfrutado la película en su vertiente estética pero considero que se están dando pasos atrás en lo tocante a ideas (guión) e incluso diálogos. ¡Estoy hasta los cojones de Samuel Jackson! Madsen, con el buen personaje que incorporaba en «Kill Bill», aquí es poco menos que un gilipollas desaprovechado. Goggings, al que al final van a convencer de que solo puede incorporar a paletos sureños, está sobreactuadísimo, igual que Roth, ambos exagerando sus acentos respectivos hasta el paroxismo aunque esto no es culpa de ellos -muy buenos actores- sino del director. Me han gustado mucho Russell, que está encontrando una época de oro, insospechada quizá a su edad y Jason Leigh que aunque no sea alguien particularmente grato para mí, está estupenda como tarada asesina. Demian Bichir que me encanta, está tan desaprovechado como Madsen o quizá más,” tal ves por ser mexicano, cuate”. De Bruce Dern que está muy bien, no sabía si hablar porque su intervención es casi un suspiro. La mamada y los tiros en lo huevos son metralla que sale sobrando aunque esto último, como se lo hacen a Samuel Jackson, me parece hasta bien. Y después de todo, estamos ante un producto de la factoría Tarantino, señor que al parecer, no sabe escribir un guión sin poner morcillas como estas.
Creo que le conviene llamar a guionistas mejores que él para cerrar con broche de oro sus dos últimas películas.
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