La formación Limp Bizkit, los Undrop del rock, pasará a la historia por razones que no tienen mucho que ver con el talento: por ser una de esas bandas cuya única canción decente en su repertorio es una versión de un tema ajeno, el «Faith» de George Michael. Por bautizar un disco con el título más estúpido de la historia: Chocolate starfish and the hot fog flavored water, algo que resultaba doblemente idiota al descubrir que esa «estrella de mar de chocolate» era un sinónimo para la escotilla del recto. Y también porque en su formación milita un guitarrista, Wes Borland, muy aficionado al cosplay sobre el escenario. Limp Bizkit además allanó el patio de recreo para la invasión de los grupos cobijados en la etiqueta de nu metal, otra de esas categorías tontorronas que en el fondo lo que venían eran a decir que se acercaba un pelotón de gente que tocaba la misma mierda con distinta cara. Alguien rebautizó aquello como chandal metal y se escucharon los aplausos en todo el universo.
El caso es que, por alguna razón desconocida, la formación liderada por Fred Durst sigue saliendo de gira, haciendo sus conciertos y sus cosas. Y entre esas cosas a menudo se cuela interpretar en sus directos una versión del «Killing in the name» de Rage Against the Machine. Una canción que el propio Durst introducía en sus actuaciones asegurando que los alegres «Fuck you! I won’t do what you tell me!» de Zach de la Rocha eran los versos que más profundo le han calado en vida. Y mencionando que Rage Against the Machine era la formación de rap-rock que «lo empezó todo».
En septiembre de 2015 Tim Commerford, bajista de Rage Against the Machine, ofrecía una entrevista a Rolling Stone y durante el desarrollo de la misma aprovechaba para exponer de manera clara, concisa y elegante su punto de vista sobre las derivaciones del género del nu metal y el emplazamiento de la figura de Durst en el espectro musical:
Me gustaría pedir disculpas por Limp Bizkit, de verdad. Me sienta bastante mal que nosotros hayamos inspirado esa mierda. Por lo menos ya se han ido. Esa es la parte bonita. Solo queda una en pie y esa es Rage y, en lo que a mí respecta, eso es lo único que importa.
Commerford daba por sentado que Limp Bizkit no seguía en activo, pero aquella era una equivocación que se le perdonaba por un par de motivos: por un lado porque realmente la mayor parte de la humanidad pensaba lo mismo, y por otro lado porque el hombre está como una puta cabra. Y es que estamos hablando de alguien que, durante la misma entrevista, asegura que el ISIS no existe, afirma que los vídeos de terroristas decapitando a gente son montajes cinematográficos elaborados por misteriosos miembros de una conspiración global y está tan convencido de que el aterrizaje en la luna fue un fake descomunal que llegó a echárselo en cara al propio Buzz Aldrin en un evento donde ambos coincidieron. Pero lo importante del asunto, más allá de la enciclopedia conspiranoica que tiene que ser el historial del ordenador de Commerford, era la puñalada gratuita a otra formación musical. Ese noble arte de los músicos de arrojar leña en la hoguera del compañero de profesión.
A quién le importa lo que yo diga
Trent Reznor, a pesar de dar permiso a Limp Bizkit para utilizar la letra de «Closer» en un tema, llamaría idiota a Durst en más de una ocasión y escupiría a la prensa una colorida sentencia de difícil traducción: «Let Fred Durst surf a piece of plywood up my ass». Marilyn Manson apoyaría toda esa orina sobre el nu metal, pero a la larga también acabaría a palos con el líder de Nine Inch Nails. Ambos artistas pasarían de quererse como hermanos a arrojarse mierda a paladas, con Reznor definiendo a Manson como «una persona malvada capaz de pisarle la cara a quien fuese necesario o cruzar cualquier línea de decencia para alcanzar el éxito» y asegurando que el antichrist superstar tenía talento pero tanta droga lo había dejado abollado.
Otros encauzarían el insulto de manera más graciosa; Morrissey diría de Brett Anderson, cantante de Suede, que «nunca perdonará a Dios el no ser Angie Bowie» (Angela fue la primera esposa de David Bowie). Robert Smith declararía el famoso «Si Morrissey dice que no hay que comer carne, yo como carne. Hasta ese punto odio a Morrissey». Elvis Costello lanzaría dardos a la misma diana: «Morrissey escribe unos títulos de canciones maravillosos, pero por desgracia generalmente se olvida de escribir la canción». Y David Lee Roth sentenciaría que «a los periodistas musicales les gusta Elvis Costello porque los periodistas musicales tienen el mismo aspecto que Elvis Costello». Carlos Santana diría de Genne Simmons que «no es un músico, es un entertainer» y Simmons contestaría diciendo «me pone enfermo la gente que como Santana mira a sus propios zapatos y se cree que eso es un concierto de rock ¡Lárgate del escenario!».
A Max Cavalera, de Sepultura, se le ocurriría comentar que «Slayer son un grupo con una pose nazi que no hace más que atraer neonazis a sus conciertos» y Kerry King, de Slayer, le contestaría muy sosegadamente con un «Sepultura son una pandilla de desgraciados chupapollas brasileños». Al Jourgensen, de Ministry, asomaría la cabeza para comentar que Slayer en realidad eran «ruido inescuchable». Paul Weller demostraría lengua afilada al opinar sobre Freddie Mercury: «Dijo que quería acercar el ballet a la clase obrera. Qué gilipollas». Y también dejaría algo de bilis para James Blunt: «Prefiero comer mi propia mierda a hacer un dueto con él».
Lilly Allen deslizó un «quitarte la ropa, hacer bailes sexis y casarte con un futbolista famoso debe de ser tan gratificante. Tu madre estará orgullosa. Puta estúpida» hacia Cheryl Cole. Kurt Cobain diría que Guns N’ Roses eran «unos chicos sin talento que escriben música de mierda» y Dave Grohl llamaría «jodida puta asquerosa» a una Courtney Love que no dejaba de anunciar lo dolido que andaba Grohl porque no le había dejado conquistar sus bragas. Lou Reed diría de Frank Zappa que era «el músico con menos talento» que había escuchado. Nick Cave pronunciaría la legendaria sentencia «Siempre que estoy cerca de un altavoz preguntándome ¿qué coño es esta basura que suena? La respuesta es Red hot chili peppers» que logró hacer llorar a Flea, fan declarado de Cave. Y cuando Def Con Dos molaban, allá por los noventa, sus CD contenían panfletos que lanzaban pedradas contra todo: animaban a atar a Sting a un árbol de la selva amazónica y prender fuego al conjunto, anunciaban el descubrimiento de un pene descomunal en la entrepierna de Lina Morgan o sugerían comprar ropa nueva a Bruce Springsteen.
Ni siquiera todo el asunto del insulto era exclusivo del pop, el rock o el rap. La música clásica no se libraba de pullas y empujones entre sus participantes. Hector Berlioz definiría a Handel como «una bañera llena de cerdo y cerveza». Rossini aseguraría que Wagner «tiene momentos hermosos, pero aburridísimos cuartos de hora». Ígor Stravinski diría de Olivier Messiaen que «todo lo que alguien necesita para escribir como él es un bote de tinta». Benjamin Britten opinó sobre la ópera El progreso del libertino de Stravinski con un «me ha gustado mucho la ópera. Todo menos la música». Serguéi Prokófiev definiría a Stravinski como «Bach en las notas erróneas». Aaron Copland sentenció «escuchar la quinta sinfonía de Ralph Vaughan es como mirar a una vaca fijamente durante cuarenta y cinco minutos». Y Chaikovski llamaría a Brahms «cabrón sin talento».
En el terreno de las suposiciones se encuentran algunas genialidades. Hay quien atribuye a James Hetfield la afirmación «una vez vimos a un grupo de prostitutas, pero cuando nos acercamos resultó que eran Mötley Crüe». Y quien dice que Lemmy Kilmister, tras ver a Slipknot, comentó: «Yo vengo del rock and roll, pero esta gente con monos de trabajo y caretas deben venir del circo».
Noel Gallagher es directamente uno de los grandes profesionales del insulto con solera, su guerra contra Blur animó la escena britpop noventera con afirmaciones tan sutiles como «espero que pillen sida y se mueran». Pero la verdad es que el que fuese la mitad de Oasis disparaba contra todos:
Jack White parece el Zorro cebado de donuts.
Preferiría beber petróleo directamente de un barril que escuchar completa una entrevista con los Arctic Monkeys.
Eminem es imbécil y 50 Cent la persona más desagradable que he conocido en mi vida.
Paul McCartney lleva fabricando estiércol los últimos veinticinco años.
Kylie Minogue es una pequeña idiota diabólica, y tiene un nombre estúpido, Kylie.
Lo siento por Keane, no importa cuánto lo intenten porque siempre seguirán siendo muy cortitos. Podrían inyectarse heroína en la polla y la gente seguiría diciendo «sí, sí, pero tu padre era un vicario, buenas noches».
Que vendas un montón de discos no significa que seas bueno, mira a Phill Collins.
En 2008 el hombre vendería su casa en Ibiza alegando como excusa que James Blunt tenía otra chabola en las cercanías y era imposible «vivir allí sabiendo que Blunt andaba cerca creando música terrible». Pero la más grande de las batallas siempre la ha librado contra su propio hermano: «Liam es rudo, arrogante, intimidante y vago. Es como un hombre con un tenedor en un mundo de sopa». «Solo tiene dos problemas: todas las putas cosas que dice y todas las putas cosas que hace» y tanta fricción acabó desintegrando la formación tras una acalorada discusión en 2009.
En el fondo Liam Gallagher tenía la misma cómica capacidad para el desprecio que su hermano: cuando Radiohead publicó su The king of limbs el hombre realizó un rápido análisis crítico: «¿Escribir una canción sobre un puto árbol? Dadme un puto respiro ¿un árbol centenario? ¡Anda y que te follen!». También demostraba poseer la misma piedad que su hermano:
Muse me asustan de cojones, son como una mierda espeluznante. Al menos tienen guitarras, pero cuando comienzo a escuchar su voz acabo en plan «ah, que le jodan».
[Robbie Williams] es una puta drama queen.
[Sobre Keith Richards y George Harrison] están celosos y seniles y no consiguen suficientes pasteles de carne.
[Sobre Pete Doherty y Tom Chaplin] los chicos pijos no deberían meterse drogas, son demasiado flacuchos. Una raya y ya están en rehabilitación.
Y por último están los que van a lo salvaje con el cuchillo entre los dientes. Anton Newcombe de The Brian Jonestown Massacre soltó un «la gente habla de Eric Clapton. ¿Qué es lo que ha hecho aparte de tirar a su hijo desde un puto saliente y escribir una canción sobre ello?». Lo cierto es que Newcombe parecía circular por la vida a lo bruto, en la fabulosa película Dig! —documental sobre el amor/odio entre las bandas The Brian Jonestown Massacre y The Dandy Warhols— era posible contemplar como el hombre se apuntaba rápidamente a pelearse contra su propia banda sobre el escenario cuando irónicamente estaban a punto de interpretar una canción titulada «Love». El diálogo que cierra ese momento capturado en vídeo define estupendamente las ínfulas buscabullas de la persona:
—¿Estás bien? ¿Eso es sangre?
—Sí.
—¿De dónde sale?
—De las caras de la gente.
Let the bodies hit the floor
Un insólito caso de cuñadismo y galletas lo protagonizaron Solange y Jay-Z. Las pintas de mole del segundo no evitaron que en el interior de un ascensor la hermana de Beyoncé, y por extensión cuñada del rapero, decidiera discutir con el hombre utilizando patadas para enfatizar sus sentimientos sin saber que una cámara lo estaba grabando todo. Jack White le partió la cara al líder de The Von Bondies cuando este lo ignoró en un evento público. Sting y Stewart Copeland se zurraban tanto en The Police que hasta cuando lo hacían de broma acababan haciéndose daño. Luke Pritchard explicaría el sabor a suela que tuvo el primer encontronazo de su banda, The Kooks, con los Arctic Monkeys: «Hemos tenido una relación extraña desde que nos conocimos. Yo tuve que pegarle una patada en la cara a Alex porque estaba intentando desenchufar los pedales de mi guitarra mientras estábamos sobre el escenario». Ja Rule aseguraría haberle partido la jeta a 50 Cent con un bate de béisbol y con una muleta entre otras cosas. Los chicos de Third Eye Blind rompieron una botella sobre la cabeza del bajista de Green Day, Mike Dirnt, fracturándole la mismísima calavera. Billy Corgan y Bret McCraken intercambiaron zancadillas y patadas después de que tras una actuación McCraken animase al público a llenar el escenario de mierda antes de que Corgan lo invadiese.
Una de las tundas más justificadas tuvo lugar en 1991. A Poison le tocaba actuar en los MTV Video Music Awards, pero a la hora de salir a escena C. C. Deville y Bret Michaels iban tan hasta arriba de drogas que cuando el show comenzó cada uno de ellos se dedicó a interpretar una canción diferente. La actuación fue un auténtico desastre y los dos implicados resolvieron el asunto abanicando sus enojos como auténticos caballeros: partiéndose la cara nada más bajarse del escenario.
I will always love you
Tupac Shakur escribió «Hit’ em up» para cagarse en todos los raperos de la costa este y de paso aprovechar para comentarle a Notorius B.I.G. que se había tirado a su nena. Aquel corte arrancaba con un bastante directo «I ain’t got no motherfucking friends / That’s why I fucked your bitch / You fat motherfucker». En los 2007 MTV Video Music Awards Alicia Keys canturreaba sobre el escenario cuando un sopapo retumbó en el teatro. Entre la audiencia Kid Rock estaba comentándole a Tommy Lee que le guardaba un poquito de rencor por haberse rozado de nuevo con Pamela Anderson, exmujer de ambos, en el único lenguaje más físico que el de los sordomudos: el de las hostias. Mientras el público los separaba Jamie Foxx, presentador en ese momento, se dedicaba a llamar al orden: «Vamos a ver si podemos detener todo este delito de blanco contra blanco».
La pareja imposible la componen Eminem y Mariah Carey, dos seres que alargaron un violento los-que-se-pelean-se-desean durante años. En 2001 el rapero aseguró haber frecuentado las sábanas de la chica con la gorra de Vitalicio seguros, y, sin citar nombres, contó sus cabalgadas en el tema «Superman». Carey lo tachó de mentiroso y contraatacó con la canción «Clown» («You should’ve never intimated / We were lovers / When you know very well / We never even touched each other»). Eminen se pasó la siguiente gira reproduciendo en sus directos mensajes de voz grabados donde Carey lloriqueaba por verle mientras el rapero simulaba arcadas. Años después Eminem le cantaría al marido de Carey, Nick Cannon, que ya tocaba devolverle a la chavala («Bagpipes for Baghdad»).
Tras esto la cantante se presentaría con una nueva canción («Obsessed») y un videoclip bastante vergonzoso donde se interpretaba a sí misma y también a un rapero acosador que la perseguía incansable para acabar siendo arrollado por un autobús. Eminem decidió que no podía permitir que la diva absorbiese toda la vergüenza ajena del panorama musical y respondió con «The warning», una canción que hablaba directamente de todo el enfrentamiento, llamaba puta a la cantante, marica a su marido, describía gráficamente un polvo cerdo entre Eminem y Carey y tenía estrofas al nivel de «You made to my house when you was wild’n out before Nick / When you was on my dick and give you somethin to smile about». Lo que se dice una joya de single.
En un local del SoHo de Manhattan Chris Brown invitó a Drake a una botella de dos mil pavos, pero el segundo rechazó la oferta con sorna y se acercó a hablar con Brown sobre una ex que ambos tenían en común: Rihanna. El intercambio de opiniones no fue del todo fluido y ambos raperos acabaron partiéndose la cara, arrojándose la vajilla del local desde la distancia y convirtiéndolo todo en escenario de una batalla campal de la que bastante gente salió perdiendo algo de sangre. Drake no era el único que quería plantarle una bota en el culo a Brown: medio planeta le tiene ganas desde que el hombre se destapó como una mierda humana al someter a Rihanna a una brutal paliza cuando era su pareja. Y la otra mitad del globo le prohíbe visitar sus países legalmente por ser un maltratador asqueroso.
I predict a riot
El Tim Commerford que inauguraba este texto llamando mierda a Limp Bizkit ya tenía antecedentes televisivos contra la banda: durante el año 2000 en los MTV Video Music Awards (sí, por alguna razón misteriosa y arcana TODO ocurre en esta gala), mientras Durst y su formación agradecían un premio recibido, Commerford saltaba al escenario, trepaba por una horrible estructura del decorado hasta una altura considerable e intentaba tirar abajo la hortera estatua de atrezo zarandeándola a lo bruto. La tontería logró su objetivo, nadie se estaba fijando en los chandalmetaleros y todos estaban pendientes del cafre que estaba en plena oposición para el premio Darwin del año.
Kanye West decidió depurar la invasión del momento de gloria ajeno y convertir otra MTV Video Music Awards en su twitter particular. En 2009, mientras Taylor Swift recogía el premio al mejor vídeo femenino, West se plantaría en el escenario sin ser invitado para quitarle el micrófono a la cantante, apuntar a la audiencia que Beyoncé había estrenado ese año un videoclip cojonudo y largarse. Unos cuantos años después, en 2015, West amagaría al insinuar un nuevo asalto al plató durante la entrega de un Grammy a Beck.
Quizá el acto de asedio televisivo más hermoso entre estrellas de la música haya sido el protagonizado por el líder de Pulp, Jarvis Cocker, en 1996. En los Brit Awards de aquel año a Michael Jackson le había tocado interpretar «Earth song» y el despliegue del número conllevaba un escenario repleto de niños y una grúa. Cuando Jacko se encontraba en plena faena, Cocker y otro miembro de su grupo, Peter Mansell, saltaron a escena y comenzaron a hacer el cabra de un lado a otro mientras figurantes y operarios intentaban darles caza. Posteriormente Cocker aclaró el incidente: «Mis acciones eran un modo de protesta por la forma en la que Michael Jackson se ve a sí mismo como una especie de Jesucristo con poderes curativos. Yo solo correteé por la escena, según recuerdo no llegue a tener contacto con nadie».
En este caso concreto Noel Gallagher también tendría una opinión que escupir: «Jarvis Cocker es una estrella, deberían de concederle la Orden del Imperio Británico».
Buen artículo, hacía tiempo que no leía nada sobre guerras entre bandas jeje
Por cierto, el de Sepultura no era CaValera? :)
Lo es, lo es, de los Cavalera de toda la vida.
Arreglado ¡gracias por el apunte!
Falta la polla y eskorbuto
Pingback: Guerra de bandas
Y yo que pensaba que los peores insultos del mundo eran los que me vienen a mí a la mente cuando veo a J. M. Aznar !!!
Te has flipado un poco echando mierda sobre Limp Bizkit, y en especial sobre Wes Borland; supongo que tocarás la guitarra mejor que él.
Y te has olvidado de Jane’s Addiction y Red Hot peleándose en pleno concierto.
Entre tanto macho eché en falta el puñetazo de Courtney Love a Kathleen Hanna!
Un mánager de los Doors les espetó que el «LA Woman» sonaba a música para la hora del coctel. Lou Reed y Jagger tuvieron bastantes intercambios a cual más, ingenioso.
Lo que dijeron esa banda desconocida de Eric Clapton, es totalmente una bajeza de lo peor. Que clase de persona hace sangre de eso?
Lo de Lou Reed debe ser bastante curioso, ya que en el año 1995 Lou introdujo a Frank Zappa en el Salón de la Fama del Rock and Roll, es más, le dio el premio a su hija, Moon Zappa, bien sonriente. Y otra de las peleas que no debemos olvidar es la de Neil Young con los miembros de Lynyrd Skynyrd, indirectamente, eso sí, ya que Young se refierió a Texas(creo) como un Estado Fascista/machista, a lo que Lynyrd Skynyrd contestó con la hoy mítica canción »Sweet Home Alabama»
Lynyrd escribieron Sweet Home Alabama en respuesta a las canciones de Young: Southern Man y Alabama, y en las que Young tocaba los temas de racismo y segregación en el sur de EEUU. Realmente los Skynyrd solo pretendían decir «no te metas con los del sur», ellos admiraban el trabajo de Young y viceversa. Pero al fin sureños, no les gustaba hablar de esos temas tabú. Saludos.
Ah, yo había escuchado otra cosa entonces, aunque la historia es bastante parecida a decir verdad. Gracias por la corrección. Saludos también.
Bueno, lo de Def Con Dos tiene un episodio glorioso con Loquillo. Se metían con él en una canción y el muy imbécil se presentó en las pruebas de sonido de Def Con Dos en Zeleste, en Barcelona.
El gilipollas se presentó con un séquito de moteros Centuriones amenazándoles con pegarles una paliza si volvían a meterse con él «en su ciudad».
Los tíos no sólo lo hicieron sino que lo contaron en la radio y le dijeron de fascista para arriba a Loquillo.
Buen artículo! Otro momento inolvidable: Courtney Love interrumpiendo una entrevista de Madonna en los Mtv VMA de 1995, maravilloso.
Diego tio. Esta bien que escribas y eso. Lo haces muy bien de hecho. Pero es tremendamente innecesario que digas «unica canciòn decente» y » estupido titulo». No te ganas a nadie y igual pierdes a alguno.
«Ya me dirás tú lo que tendrá que decir de alguien como yo, algo parecido a una col caducada como Elvis Costello» Esto lo podía haber dicho Morrissey pero lo digo yo. ¿Pasa algo…?
Una vez leí que en una fiesta Jim Morrison le dijo a Janis Joplin (irían los dos hasta arriba) que su música le aburría. Janis, sin mediar palabra, le partió una botella de Jack Daniels en la cabeza a Morrison. Grande Janis!
Como Piter y Alvaro, creo que al principio del artículo te has dejado llevar un poco por el tema del artículo y te sobran un par de frases hacia Fred Durst y su grupo… Además de que te equivocas al decir que es una banda con un sólo éxito (y nombrar faith), cuando comercialmente su segundo álbum tuvo mucho más éxito y fue una banda decisiva a finales de los 90 y principio del nuevo siglo en acercar el metal (o alguna de sus variantes) a un público mucho más numeroso, a la MTV, a las radios,… al mainstream en definitiva.
Por lo demás ha estado gracioso el artículo, hubiera estado bien desarrollar un poco más la historia de cada pela/insulto si es que hay algo más, pero bien.
Metallica vs megadeth
Motley crue vs dave mustane
Axl rose vs nikki sixx
Axl rose vs sus propios fans/integrantes del grupo
bueno, no es pelea, pero es curioso que Sid Viciuos(si,el de Sex Pistols) corrió como poseso detrás de Abba en el aeropuerto de Paris para pedirles un autógrafo… era fan de este grupo.
https://www.youtube.com/watch?v=mb3H85f-GJ8
(Take a chance on me – Sid Vicious live)
Yo incluyo la afirmación de James Hetfield: «una vez vimos a un grupo de prostitutas, pero cuando nos acercamos resultó que eran Mötley Crüe».
¡JAJAJAJAJA! ¡Vale ya, tío!
Entiendo que no estén todos los incidentes de la historia de la música ya que la lista sería interminable, de todas formas, y a título personal, yo hubiera añadido el incidente entre Faith No More y Poison durante el Monsters of Rock celebrado en Bolonia en agosto de 1990. Poison al parecer estaban viendo desde un lado del escenario la actuación de Faith No More cuando Mike Patton, cantante de estos últimos, le pregunto al público que cuál de los miembros de la banda angelina podía chuparse su propia polla. Los organizadores echaron a FNM del cartel y no subieron al escenario en los siguientes conciertos del Monsters of Rock a pesar de las disculpas de Patton antes de tocar en Francia (donde iba a tener lugar el próximo concierto del festival). También añadiría otro incidente que también tiene de protagonista a Faith No More; en este caso la disputa se produjo con los Chili Peppers ya que estos declararon (concretamente creo recordar que fue Kiedis) que Mike Patton copiaba los movimientos en el escenario del propio Kiedis y Chad Smith amenazó a Patton con cortarle la melena que llevaba por aquel entonces durante sus primeros años con FNM.
Y como ya me he lanzado a escribir voy a añadir otras dos anécdotas: la primera cuando Axl Rose pegó a David Bowie debido a que el Duque al parecer trato de ligar con la novia de Axl, Erin Everly si no me falla la memoría, de todas formas semanas después el asunto quedó arreglado entre ambos cantantes. El segundo tuvo lugar cuando Izzy Stradlin (guitarrista rítmico de los GN’R) llamó puta a la novia de Vince Neill, cantante de Motley Crue y este le respondió dandole de hostias. Axl un hombre bien conocido por su personalidad tranquila y pacífica salió en defensa de su amigo de la infancia y reto a Vince y a Tommy Lee que también se metió en el meollo, a una pelea añadiendo que ellos podían elegir las armas con las que pelearse: puños, cuchillos, pistolas… Axl también tuvo un encontronazo con Ted Nugent y lo más cachondo de la historia fue que
Por cierto, el nombre del cantante de RATM es Zack de la Rocha, no Zach.
Saludos & God Save Rock’n’Roll!!
Otro de los dramas de Patton con RHCP se dio cuando el primero, estaba a punto de sacar el disco California de Mr.Bungle que en realidad se iba a llamar Californication. Los RHCP presionaron a la discográfica para que ese disco de Bungle no saliera con el nombre de Californication. En Youtube hay un vídeo donde Bungle irónicamente hace unos covers de los RHCP. Saludos!
(Continuación del primer mensaje)
…. Fue que Sammy Hagar, Eddie Van Halen y Alice Cooper declararon que estaban dispuestos a pagar por ver la pelea y propusieron que se celebrara en el Madison Square Garden poniendo ellos mismos el dinero, todo esto tras las declaraciones en las que el loco de Detroit insultaba a W.A.R. en la prensa.
Ah y como me gusta predicar con lo que digo, se me coló una «L» de más en el nombre del cantante de los Crue.
La de Axl Rose con Courtney Love en unos MTV Music Awards en el que le preguntó si el niño que acababa de tener era de Kurt Cobain… aunque no sé si es realmente cierta…
El autor también pudiera haber agregado las contestaciones en canciones que se dieron entre los miembros de N.W.A y no podemos tampoco olvidar la tensión que se desato entre Cypress Hill Vs Ice Cube. Igualmente es un Muy Buen Articulo..! Exitos
Estamos encarando el final del 2019 y sigo llorando de la puñetera risa desde que lo leí hace cuatro años. Gracias por este artículo.