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Nos hemos acostumbrado a que los grandes tesoros de nuestra cultura estén siempre en su lugar y podamos disfrutar de ellos en cualquier momento. Pero la realidad es que estos bienes que representan la herencia cultural que hemos recibido y que ha sobrevivido muchos siglos es susceptible de desaparecer cuando menos nos lo imaginemos.
El incendio de la catedral de Notre Dame de París el 15 de abril de 2019 no solo representa una tragedia de dimensiones cultural y espiritual, sino que también es un recordatorio de la fragilidad inherente a nuestro patrimonio histórico. La devastación que trajo consigo aquel fuego implacable puso de relieve la importancia capital de la digitalización en la preservación y eventual recuperación de los tesoros culturales. Gracias a los avances en tecnologías de digitalización en 3D, los gemelos digitales y las bases de datos arquitectónicas, hoy contamos con modelos profusamente detallados de la estructura de Notre Dame y de sus elementos más preciados. Estas herramientas han ido más allá del mero apoyo técnico para la restauración, pues han permitido que expertos de todo el mundo colaboren en la reconstrucción de la catedral, asegurando que el edificio no solo recupere su esplendor físico, sino que también se preserve su integridad histórica y artística.
En las páginas que siguen, realizaremos un viaje a través de la historia de este icono indiscutible de Occidente. Exploraremos el uso de las distintas tecnologías que han guiado su restauración como elemento esencial en su recuperación. Asimismo, examinaremos cómo la gamificación y las exposiciones inmersivas han desvelado al mundo los secretos que Notre Dame de París ha custodiado durante siglos. Finalmente, abriremos una ventana hacia el pasado para rememorar las pérdidas patrimoniales sufridas en eventos tan devastadores como las dos guerras mundiales, y reflexionaremos sobre las catástrofes humanas, naturales y accidentales que han provocado la irreparable pérdida de un patrimonio cultural que, en buena medida, pertenece a todos los habitantes de este planeta.
Los verdaderos héroes detrás de la reconstrucción de Notre Dame: la ciencia y la tecnología al servicio del patrimonio cultural
Tras el devastador incendio que consumió gran parte de la catedral de Notre Dame en París en 2019, el mundo entero se volcó en los esfuerzos de reconstrucción de este icónico monumento. En ese momento se evaluó la posibilidad de usar los recursos digitales para ayudar en la restauración. El uso de la tecnología ha sido llevado a cabo por profesionales que, con herramientas científicas y tecnología avanzada, han trabajado incansablemente para devolver a Notre Dame su esplendor original. Por su parte, Ubisoft, los responsables del videojuego Assassin’s Creed Unity, donde aparece una recreación tridimensional de la catedral en la época de la Revolución francesa, no solo donaron una gran suma para la reconstrucción de Notre Dame, sino que pusieron su juego en abierto para contribuir a que todos los ciudadanos del mundo entendieran lo que significaba este edificio y así comprendieran las dimensiones de la tragedia. Más adelante en este dosier, contaremos con el testimonio de Maxime Durand de Ubisoft, donde nos narra el papel de su empresa en este proceso. Así que tanto el uso de la digitalización tanto científica como lúdica han contribuido a que volvamos a ver brillar de nuevo a Nuestra Señora de París.
La restauración de Notre Dame ha involucrado a un equipo multidisciplinar compuesto por arqueólogos, historiadores, ingenieros, arquitectos y científicos de datos, entre otros. Bajo la coordinación del Ministerio de Cultura de Francia, estos expertos han realizado un trabajo minucioso y detallado, utilizando tecnologías de vanguardia para asegurar la precisión y fidelidad histórica de la reconstrucción.
Uno de los pioneros en la digitalización de la catedral fue el profesor Andrew Tallon, de la Universidad de Vassar, quien utilizó escáneres láser para crear un mapa de nube de puntos de la catedral con un margen de error inferior a los cinco milímetros. Esta digitalización, que captura la estructura y los detalles de la catedral con esa precisión, ha sido fundamental para los equipos de restauración. Aunque Tallon falleció antes de que su trabajo pudiera ser completamente integrado en la reconstrucción, sus escaneos representan uno de los recursos más precisos y detallados de los que se han aplicado en la reconstrucción.
Otro profesional clave ha sido Jean-Claude Heudin, CEO de la empresa Life3D, que estaba realizando escaneos de Notre Dame como parte de un proyecto de restauración antes del incendio. Heudin y su equipo, trabajando junto a ingenieros y analistas de datos, se centraron en capturar cada detalle de la catedral para así asegurar que cualquier intervención posterior pudiera basarse en datos precisos y científicos, en lugar de interpretaciones artísticas.
El profesor doctor Stephen Albrecht y su equipo también han sido fundamentales en la restauración. Con más de veinte años de estudios sobre Notre Dame, realizaron escaneos 3D detallados de la catedral que han sido utilizados en el proceso de reconstrucción. Estos esfuerzos científicos demuestran la importancia de las técnicas modernas de digitalización en 3D para preservar y restaurar nuestro patrimonio cultural.
La digitalización en 3D se ha convertido en una herramienta indispensable en la preservación y restauración del patrimonio histórico. Esta tecnología permite capturar con precisión la forma, el tamaño y los detalles arquitectónicos de monumentos históricos, lo que resulta esencial en casos donde los edificios han sido dañados o destruidos. Los modelos en 3D no solo sirven como referencia para la reconstrucción, sino que también permiten a los investigadores estudiar las estructuras en profundidad, identificar problemas potenciales y planificar intervenciones futuras.
Además, la creación de modelos digitales en 3D facilita la educación y la divulgación cultural. A través de estas recreaciones, personas de todo el mundo pueden explorar y disfrutar de monumentos históricos, incluso si no pueden visitarlos en persona. Esto contribuye a la conservación y difusión del patrimonio, al fomentar un mayor entendimiento y aprecio por estos tesoros culturales.
Ubisoft y la recreación artística de Notre Dame
En el ámbito de la cultura popular, Ubisoft ha jugado un papel notable al recrear Notre Dame en el videojuego Assassin’s Creed Unity. Esta recreación, aunque artísticamente libre, se trata de una representación impresionante tanto del exterior como del interior de la catedral, permitiendo a los jugadores explorar un monumento de gran relevancia histórica en un entorno virtual. La empresa utilizó planos, fotografías y otras referencias para diseñar la catedral en el juego, asegurándose de que capturara la majestuosidad y la atmósfera del lugar, aunque con ciertas modificaciones necesarias para cumplir con los requisitos de jugabilidad y derechos de autor.
Si bien los modelos de Ubisoft no fueron diseñados con fines científicos ni para la restauración real de Notre Dame, su trabajo ha puesto en valor la catedral al llevarla a una audiencia global. Millones de personas que quizá nunca habrían tenido la oportunidad de visitar Notre Dame ahora pueden experimentar su grandeza a través del videojuego. Además, Ubisoft ha mostrado su compromiso con la preservación del patrimonio cultural al donar 500 000 euros a los esfuerzos de reconstrucción y hacer que Assassin’s Creed Unity fuera gratuito durante una semana después del incendio, en un gesto que buscaba no solo entretener, sino también educar y concienciar sobre la importancia de este monumento.
La reconstrucción digital de Notre Dame en Assassin’s Creed Unity marcó un hito en la relación entre el patrimonio cultural y la tecnología. Ubisoft Montreal, bajo la dirección de Maxime Durand, realizó un trabajo exhaustivo para recrear el icónico monumento parisino, fusionando la historia y la tecnología de una manera que pocos proyectos habían logrado hasta entonces. En una reciente entrevista con Durand, quien fuera el historiador residente de Ubisoft durante el desarrollo del juego, nos habla sobre el proceso y los desafíos de crear un gemelo digital tan fiel a la realidad.
Maxime Durand describe el proceso como un esfuerzo colaborativo que duró aproximadamente catorce meses. «Caroline Miousse, nuestra artista de escenarios, fue la principal encargada de recrear Notre Dame. Fue un trabajo de minuciosa investigación y modelado, tanto del exterior como del interior del monumento, siempre ajustándonos a los estándares visuales y de navegación que necesitaba el juego», explica.
El equipo no utilizó fotogrametría ni escaneo 3D en ese momento, ya que la tecnología aún no era estándar en los videojuegos. Según Durand, «todo lo que ves en la pantalla fue modelado a mano en 3D utilizando software como 3DSMax y Photoshop. La verdadera magia apareció cuando todo se integró en nuestro motor de juego, Anvil, que permitió que las texturas cobraran vida mediante un método innovador de iluminación global. Esto hizo que la luz en el juego rebotara en los edificios y a través de los vitrales creando una atmósfera única».
Uno de los aspectos más sorprendentes de este proceso es que la artista Caroline Miousse no había visitado París hasta después de finalizar el modelado de Notre Dame en el juego. «Cuando finalmente visitó la catedral, sus ojos se llenaron de emoción. Ver cómo su trabajo digital cobraba vida en el mundo real fue increíble», relata Durand.
Al tratarse de un videojuego ambientado en la Revolución francesa, la recreación de Notre Dame debía ser históricamente fiel, pero también debía adaptarse a las necesidades del juego. Durand explica cómo se enfrentaron a este desafío: «Durante la Revolución, Notre Dame pasó de ser una catedral a convertirse en un templo de la razón y, más tarde, en un depósito militar. En el juego, decidimos representar una versión mixta del edificio, combinando su uso como iglesia constitucional y como depósito militar. Esto ayudó a dar una sensación de opresión y decadencia».
Sin embargo, hubo que hacer concesiones para mantener la iconicidad del edificio. «Una de las mayores decisiones fue la aguja de Viollet-le-Duc, que no existía durante la Revolución. Aunque la investigación histórica nos indicaba que debíamos omitirla, nuestras pruebas mostraron que los jugadores franceses no reconocían el monumento sin ella. Por ello, decidimos mantenerla para que el edificio fuera más identificable», explica Durand.
También adaptaron ciertos elementos del edificio para mejorar la jugabilidad. «Añadimos aperturas en las ventanas para que nuestro protagonista pudiera entrar y salir sigilosamente. Algunos objetos y mobiliario también se eliminaron para permitir una mejor navegación dentro del monumento, tanto para el jugador como para las multitudes generadas por la inteligencia artificial», añade.
En aquellos momentos, Durand recuerda la profunda tristeza que sintió al ver las llamas consumir el monumento. «No podía creer lo que estaba ocurriendo. Había sido una parte tan importante de mi vida, tanto profesional como personalmente. Me sorprendió que muchos jugadores regresaran al juego para ver el monumento virtualmente, ya que la situación del real era tan incierta», comenta.
Aunque el modelo 3D del videojuego no fue utilizado directamente para la reconstrucción del monumento, Ubisoft contribuyó a la preservación de su memoria de otras maneras. «Ubisoft ofreció una versión en realidad virtual del monumento para el museo de Notre Dame en la cripta, y también donó una cantidad significativa de dinero para los esfuerzos de reconstrucción», nos comenta.
En 2022, Ubisoft lanzó la experiencia de realidad virtual Notre Dame Brûle VR, basada en la película homónima de Jean-Jacques Annaud. Esta experiencia permitió a los jugadores revivir la historia de los bomberos que salvaron innumerables artefactos durante el incendio, mostrando cómo la tecnología puede ayudar a preservar la historia y la memoria cultural.
Durand también reflexionó sobre la importancia del patrimonio digital en la preservación cultural. «Creo que el patrimonio digital puede jugar un papel crucial en preservar la historia. Hacer accesible el patrimonio a las masas crea un vínculo más fuerte con la historia, y puede incentivar a las personas a visitar sitios históricos o museos en la vida real. En un mundo donde el patrimonio a veces es destruido por conflictos o por falta de interés, los modelos 3D pueden ayudar a preservar la memoria de estos monumentos», concluye.
Y es que la recreación de Notre Dame en Assassin’s Creed Unity es un testimonio del poder de la tecnología para preservar y difundir el patrimonio cultural. Aunque concebido como un videojuego, el nivel de detalle y autenticidad alcanzado por el equipo de Ubisoft ha convertido a esta versión digital en un referente tanto para los jugadores como para los historiadores. A través de su trabajo, Ubisoft ha demostrado cómo los videojuegos pueden convertirse en plataformas para la educación y la preservación del patrimonio, asegurando que monumentos como Notre Dame sigan siendo recordados, tanto en el mundo real como en el digital.
(Continuará)
Cronología de Notre Dame
1160: El sueño de un constructor
- Maurice de Sully, obispo de París, concibe la idea de construir la catedral de Notre Dame. Como un visionario y gran administrador, organiza el nacimiento de esta monumental obra gótica.
1165: La primera piedra
- Comienza la construcción de la catedral en la Île de la Cité. Se utilizan miles de toneladas de piedra y madera. Se excavan cimientos a diez metros de profundidad para erigir las columnas y los muros. Los canteros, considerados los genios de la obra, juegan un papel esencial.
1225: El bosque
- La catedral recibe un nuevo tejado, conocido como «el bosque», construido con entre mil y dos mil robles, después de que un incendio destruyera el armazón original.
1239: El rosetón occidental
- Se completa el más antiguo de los tres rosetones de la catedral, que explora el tema de la encarnación de Cristo y despliega una reflexión sobre el lugar eminente que Dios concede a la humanidad en la Creación.
1241: Las sagradas reliquias
- El rey san Luis y sus hermanos llevan a la catedral las sagradas reliquias de la corona de espinas y la cruz de Cristo, que son depositadas allí.
1600: El corazón de la ciudad
- Notre Dame se convierte en el epicentro de un complejo urbano que incluye el Hôtel-Dieu, el palacio episcopal, el barrio canónico y varias iglesias parroquiales, formando una pequeña ciudad dentro de París.
1645: Promesa real
- La reina de Francia explica al joven Luis XIV el juramento de su padre: si los ejércitos franceses vencen a España, se compromete a reconstruir el coro de Notre Dame.
1793: La Revolución francesa
- Durante la Revolución francesa, la catedral es saqueada. La fachada, famosa en todo el mundo, es despojada de sus estatuas y ornamentos centenarios.
1804: La coronación imperial
- Napoleón Bonaparte celebra su coronación en la catedral, marcando un retorno a la tradición monárquica mientras avanza hacia la modernidad postrevolucionaria.
1840-1865: Un genio arquitectónico
- Eugène Viollet-le-Duc, arquitecto y restaurador, devuelve la gloria a la catedral que había caído en dilapidación. Durante este periodo, se crea la famosa quimera que se convierte en un símbolo icónico de Notre Dame.
1857: La aguja
- Se construye la aguja diseñada por Viollet-le-Duc, que se erige como un símbolo destacado de la catedral hasta su destrucción en el incendio de 2019.
15 de abril de 2019: El incendio
- Un devastador incendio consume la estructura del techo y la aguja de la catedral. Durante siete largas horas, los bomberos de París luchan para salvar la catedral de la destrucción total.
2019-2021: Asegurando el monumento
- Se inician los trabajos para asegurar la catedral. Entre las operaciones realizadas están el refuerzo de los frontones, la instalación de soportes de madera para los contrafuertes volados, el desmontaje del andamiaje carbonizado, y la retirada del gran órgano, entre otros.
2021-2024: La restauración
- La catedral entra en una fase de restauración completa. Las operaciones incluyen la restauración de las bóvedas, la reconstrucción del armazón, la limpieza y restauración del gran órgano, y el trabajo detallado de restauradores de pintura, esculturas y vidrieras.
8 de diciembre de 2024: La reapertura
- Notre Dame de París, después de cinco años, abre de nuevo sus puertas a todo el mundo. Una joya de nuestra cultura se ha salvado y ha recuperado su fisonomía. En buena parte gracias a su digitalización.