Una conversación con el director José Ortuño y la guionista Nuria V. Martín, y el actor Raúl Prieto, sobre su última película, Normas para una página de sucesos, la actualidad y DIVERGENTE, la plataforma en la que se va a emitir.
Vivir en una población (o isla) tranquila puede ser una buena noticia, aunque no tanto si tu profesión es la de redactor y no tengas nada interesante que contar. Esto es lo que le ocurre a Leo Leiva (Raúl Prieto), el protagonista de Normas para una página de sucesos al menos hasta que, por casualidad, es atracado en plena calle. El incidente se resuelve con la muerte accidental del atracador, y Raúl, lejos de limitarse a llamar a la policía, decide antes de nada fotografiar el cadáver de su asaltante. Al publicar esta noticia (con foto incluida), se da cuenta de que solo las crónicas de hechos violentos consiguen muchas visitas y, entonces, empieza a maquinar la posibilidad de cometer delitos para poder tener noticias como material gráfico que publicar.
La guionista, Nuria V. Martín, que fue premiada con el galardón Break on Time 59’ por este guion, declara que la idea surgió tras una larga conversación con una amiga sobre el asesinato de la presidenta de la Diputación Provincial ocurrido en León en mayo del 2014. Nuria, que en aquel entonces era, como el protagonista, redactora en un medio, pensó que una noticia como esa era una bendición para la profesión, y no por ello dejaba de ser un acto reprobable. También contó que esa conversación, que duró mucho más que los cincuenta y nueve minutos de la película, acabó desembocando en que ambas se preguntaran si serían capaces o no de matar. De ahí extrajo la inspiración tanto de la historia como del personaje, que, como ella en aquel entonces, agradece la noticia truculenta con la que se topa, pero que después de haber saboreado el éxito de ser el escritor de una noticia muy sonada será capaz de dar el salto y convertirse él en el creador de las noticias que por sí mismas no se dan en la tranquila isla en la que vive.
Con una duración más parecida al capítulo de una serie, pero con el cierre autoconclusivo de una película (sin segundas partes), Normas para una página de sucesos se estrena en la plataforma de nueva creación DIVERGENTE. Este nuevo servicio de streaming (gratuito y con anuncios) está orientado a la exhibición de obras españolas y de una duración inferior a una hora. Sobre los cincuenta y nueve minutos que dura la película, la guionista señala que tiene más ventajas que desventajas, porque aunque haya que condensar en un menor minutaje una trama completa, esta resulta más sintetizada, lo que favorece el segundo visionado en el que descubrir nuevas capas y matices. Raúl Prieto, el actor protagonista al que conocemos por su participación en series como Sin identidad y 4 estrellas, añade que, si una película consigue cumplir con una narración completa, el hecho de ser breve es una gran ventaja
Normas para una página de sucesos lanza una pregunta pero, en palabras del director, José Ortuño (Ánimas y Nacido en Siria), no da ninguna respuesta. De hecho, ni siquiera él quiere dar su propia opinión sobre qué posición debería tomarse ante una mayor solicitud por parte de los lectores de una mayor tasa de violencia. El debate, que puede extrapolarse a los espectadores del thriller, el género por excelencia de la crónica de sucesos en la que se enmarca la propia película, es lo que el director desea que se genere, pero no quiere ser él quien dé una respuesta. Esa es la razón, en palabras de Ortuño, por la que el personaje de Leo se enfrenta al de su editora (Yanely Hernández): el primero abraza la violencia si con ello se consigue una mayor repercusión, mientras que la segunda prefiere mantener una línea editorial menos llamativa pero más sólida. Dice el director que este debate se da actualmente en los medios, por eso ante la misma noticia se pueden ver enfoques muy diferentes en las diversas publicaciones. Pero, a pesar de que el director no quiera dar su opinión, lo cierto es que la película sí que tiene imágenes de la violencia. En planos mucho más cortos y en un montaje más segmentado, Ortuño inserta imágenes de los cuerpos fallecidos, al igual que Leo adjunta las fotos de los crímenes en su portal de noticias.
La trama, el tono y el personaje recuerdan inevitablemente a Nightcrawler, de Dan Gilroy. Tanto el Leo Leiva interpretado por Raúl Prieto como el Lou Bloom interpretado por Jake Gyllenhaal en la película estadounidense descubrirán que esta nueva «profesión» es verdaderamente su talento oculto y aquello en lo que despuntan. Así, ambas películas son anticlimáticas, puesto que aquello que descubren sus personajes y que, por fin, los hace sentirse felices (o al menos realizados) es aquello que deberían aborrecer. En ambos casos, las películas no llegan a juzgar a sus personajes, sino que los muestran para que sea el espectador quien tenga su opinión.
Normas para una página de sucesos es hija de su tiempo y como película de 2024 quiere acercarse a algunos temas actuales. Además de retratar las actitudes machistas que pueblan nuestras noticias reales, la película incluye un personaje que es Buddy, la inteligencia artificial de la que se vale Leo cuando necesita ayuda o buscar algo. Ortuño, que lleva una camiseta con el símbolo de IA, dice que le gusta pensar que esta película es una buddy film en la que uno de los dos es el propio Buddy. A diferencia de lo que ocurre en otras películas, algunas muy conocidas, en las que la inteligencia artificial tiene un papel relevante, en esta lo cierto es que no es retratada como un enemigo. Con una aproximación más cercana a la que, probablemente, la mayoría de usuarios tiene, Buddy es un asistente que únicamente responde a las dudas (e impulsos delictivos) del protagonista. Es interesante que la IA no responde directamente a las preguntas sobre cómo cometer crímenes (se entiende que está programada para no hacerlo), pero que, si se le pregunta en el marco de la escritura de una película, no tiene problemas en dar todo tipo de detalles de cómo se debería cometer un delito para no ser capturado por la justicia. Quizás esto puede considerarse como un reflejo, voluntario o no, de los espectadores de thrillers. Los espectadores los consideran «lugares seguros» en los que ver actos violentos y perversos que probablemente no querrían pensar, pero si es en el marco de una ficción (o de una docuficción) sí que los aceptan.
Normas para una página de sucesos propone un thriller, con muchos de los mimbres del género, en una duración poco habitual. Se estrena con la plataforma que pretende satisfacer las necesidades del público que ansíe obras de una duración más breve, ya sea para consumir varias unidades seguidas (como las series) como para hacerlo de una sola cosa. Esta novedosa propuesta de un catálogo en función de la duración de su contenido está disponible en España desde el 9 de diciembre de 2024.