ACTO I
El historiador
Timothy Snyder es probablemente el más calificado científico historiador de Europa del Este en general y de Ucrania en particular en relación con la era moderna.
Su erudición y su capacidad para difundir sus conocimientos son universalmente reconocidas.
Y el impacto de su actividad de divulgación a escala mundial es considerable.
ACTO II
El protagonista
Stepan Bandera es un personaje relevante de la historia moderna de Ucrania.
Fue precursor, en los años 30 y 40 del siglo pasado de la promoción nacional y estatal ex novo de una Ucrania independiente que se materializaría varias décadas más tarde, en 1991, con la creación de la República.
Dieciocho años después fue honrado con el título de «Héroe Nacional» de Ucrania y aclamado en múltiples manifestaciones masivas.
Habiendo sido uno de los principales impulsores del movimiento independentista ucraniano, Bandera fue al propio tiempo varias otras cosas menos edificantes: notorio fascista (según él mismo), colaborador de los nazis en la invasión de las tierras de Ucrania e instigador de la represión y de la limpieza étnica violenta de polacos y judíos.
Y en la posguerra, colaborador desde Múnich, de los servicios especiales británicos y estadounidenses (hasta que la KGB lo asesinó en 1959).
Bandera constituye, desde la perspectiva histórica, un fenómeno sobresaliente que resulta ser a la vez extremo (por su radicalismo) y central (por su contribución singularísima al impulso de la causa nacionalista ucraniana) tal como sus experiencias política y vital demuestran.
Bandera es así un personaje problemático pero de primera línea en el dramatis personae de la tragedia histórica ucraniana y en consecuencia se convierte en alguien insoslayable en cualquier descripción e interpretación, que pretenda ser honesta y rigurosa, de la historia reciente del país (siglos XX y XXI).
ACTO III
El artículo
Snyder publicó el 24 de febrero de 2010 un interesante artículo en la New York Review of Books bajo el título «A fascist hero in democratic Kiev», que demuestra su inevitable conocimiento del héroe fascista Stepan Bandera.
ACTO IV
La extracción
El último libro de Snyder publicado en 2018 en el que se trata, entre otras, de cuestiones ucranianas, es The Road to Unfreedom, tiene 358 páginas y su índice onomástico aproximadamente 500 entradas, de las que 30 empiezan por la letra B.
Su anterior gran obra es Black Earth. The Holocaust as History and Warning, en la que trató entre otras, de cuestiones ucranianas, publicada en 2015, tiene 462 páginas y su índice onomástico aproximadamente 700 entradas de las que 68 corresponden a la letra B.
Bloodlands. Europe Between Hitler and Stalin, publicada en 2010 tiene 547 páginas, su índice aproximadamente 700 nombres, de los cuales 41 que empiezan por la letra B.
En 2008 Snyder publicó The Red Prince. The Fall of a Dynasty and the Rise of Modern Europe, que en una parte importante está dedicado, a través de la vida de Guillermo de Habsburgo, a la historia de Ucrania en la primera mitad del s. XX. Tiene 344 páginas, un índice onomástico de unos 250 nombres, de los que 31 empiezan por B.
La gran ópera prima de análisis histórico de Snyder dedicada a Europa Oriental es The Reconstruction of Nations: Poland, Ukraine, Lithuania, Belarus 1569-1999, la que le acreditó como historiador de alto nivel. Publicada en 1999, tiene 367 páginas, con in índice de nombres de aproximadamente 430, de los cuales 41 empiezan por B.
¡La gran cuestión es que, en estas 30+68+41+31+41=211 veces que se mencionan en los índices nombres que empiezan por B, ni una sola vez se incluye el de Bandera!
Solamente en su libro Sketches from a Secret War: A Polish Artist’s Mission to Liberate Soviet Ukraine, publicado en 2005, con 347 páginas, con índice onomástico de aproximadamente 400 nombres, únicamente en sus páginas 186 y 187 (Yale University Press) menciona una vez (en cada página) a S.B.
¡Bandera no existe en el panorama histórico «reconstruido» y por otra parte relatado tan detallada y minuciosamente por el erudito Snyder en sus obras principales!
ACTO V
El desasosiego
Timothy Snyder más que «banderista» o «anti banderista» ha dado prueba de ser alérgico a la idea de la existencia (y al reconocimiento histórico de la existencia) de Stepan Bandera.
En cualquier caso la figura de Bandera perturbaría la «especial» presentación de la historia de Ucrania que viene promoviendo Snyder en sus libros desde mediados de 2010.
Y esa es la causa más probable de la «desaparición» (la segunda muerte) de este destacado nacionalista radical de ese «nuevo» escenario, ya casi oficial, que nutre la versión hoy dominante en Occidente de la historia de Ucrania.
ACTO VI
Lo menos casual
Esta carencia de cualquier mención en tantas obras relacionadas con el tema no puede obedecer ni al desconocimiento por un erudito como Snyder, ni a la casualidad, ni a una serie concatenada de accidentes editoriales, ni a la dificultad para un gran maestro como él de abordar el tema Bandera, ni a ningún tipo de intervención externa al escritor.
Inevitablemente se trata de un acto deliberado de omisión en las publicaciones dedicadas al gran público con la idea de informar de la historia moderna de Ucrania. No cabe tampoco la hipótesis del «lapsus», dada la densidad propia del tema y que se trata de un vacío importante idénticamente repetido a lo largo de muchas obras diferentes del autor que tratan de Ucrania.
ACTO VII
«A forteriori»
El biógrafo de Bandera, Grzegorz Rossoliński-Liebe, del Friedrich Meinecke Institut de la Universidad Libre de Berlín (The Life and Afterlife of a Ukrainian Nationalist. Fascism, Genocide and Cult, Stuttgart 2014) indica que Snyder pronunció unas palabras conmemorativas, así como lo hicieron otros expertos, en el centenario del nacimiento de Bandera, en ocasión de la «première» de la película referente The Price of Freedom.
También se hace eco del artículo del historiador en la New York Review of Books (mencionado en el ACTO III) y reproduce frases de Snyder en el mismo.
Finalmente, traslada literalmente una opinión del experto ucraniano Anatoliy Rusnachenko quien dice: «Snyder no quiere admitir que Bandera fue y sigue siendo simplemente un símbolo del movimiento y una personificación de la idea de lucha sin cuartel contra los enemigos de Ucrania y de la ucraniedad».
ACTO VIII
La sombra alargada
En efecto la sombra de Bandera es alargada y llega a menudo hasta la actualidad.
Y detrás de la suya se proyectan las sombras, también alargadas, de la OUN-B (Organización de Nacionalistas Ucranios – Bandera), la de su rama miliciana UPA (Ejército Insurgente de Ucrania) y de la derivada policial de ésta, la UDP (Ukrainska Dopomizhna Politsiya, Policía Auxiliar Ucraniana), encuadrada en la «Ordnungspolizei» del «ReichsKommissariat Ukraine» y responsable de las «limpiezas».
Como señala acertadamente el propio Snyder («What we need to know about the Holocaust», en la New York Review of Books 30 septiembre de 2010), estos asesinos activistas radicales habrían cometido las mismas atrocidades pro-ucranianas, anti-polacas y anti-judías, si en determinadas circunstancias hubieran quedado al servicio de las salvajes depuraciones soviéticas (y en algunos casos una misma persona encarnó los dos lados oscuros de esta trágica historia). Y estas sombras alargadas ahí siguen.
En efecto precisamente estos días la derecha ucraniana está presionando al Presidente Zelensky, a quien acusa de debilidad ante la agresión rusa.
El Presidente ha reaccionado poniendo en práctica una depuración de altos cargos (Fiscal General, Jefe de los Servicios de Seguridad y cinco embajadores en capitales importantes).
Desde el Oeste es difícil saber a ciencia cierta quién, entre estos cesados, ha sido destituido por ser halcón (ucranista radical) o bien paloma, o incluso por ser simpatizante de Moscú o, directamente, por ser traidor.
El caso que sí es claro, según la noticia en El País de 19 de julio 2022 (Anexo 3), es el del embajador de Ucrania en Berlín, Andrij Melnyk, que había criticado la tibieza de Alemania en cuanto a su apoyo a Ucrania y que fue inmediatamente destituido cuando se extralimitó al encomiar en público la figura de Stepan Bandera presentándola como ejemplo de líder patriota.
Es decir que hasta a Zelensky le incomoda, como a nuestro observado y habilidoso historiador, la mención de ese nombre tan maldito (pero tan trascendente para el análisis histórico de ese periodo).
Todas estas son pruebas adicionales del gran conocimiento que Snyder tiene de la trascendencia política de Stepan Bandera (cuya existencia consigue prácticamente ocultar en sus libros) para la historia moderna de Ucrania.
ACTO IX
«Believe in truth»
Estos hechos evocan la contundente frase escrita por Timothy Snyder en el inicio del capítulo 10 «Believe in truth» de su obra (2017) On Tyranny. Twenty Lessons from the Twentieth Century, que dice así:
«To abandon facts is to abandon freedom»
La situación hasta aquí descrita plantea dos cuestiones serias:
Una fundamentada duda sobre la profesionalidad del gran conocedor Timothy Snyder, en tanto que historiador y relator riguroso y ecuánime.
Y otra más interesante que la anterior ¿cuál puede ser la razón que haya impulsado a este renombrado erudito a incurrir en un falseamiento por omisión de este calibre y elaborarlo así, tan groseramente?
CODA
Vivimos un proceso de invención y de apropiación del pasado. Lo llaman historia, memoria, pero en realidad es una batalla en torno a qué versión de los hechos debería prevalecer. Y para elaborarla y difundirla puede recurrirse tanto al recuerdo como a la omisión, la distorsión o el falseamiento. Es la confrontación entre la investigación histórica, las memorias enfrentadas y las posiciones ideológicas que alimentan pasiones y mentiras.
Julián Casanova, en «Mitos y verdades de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco». 22 julio 2022 (página 11, El País).
(En el artículo arriba mencionado, a pesar de esta bella introducción, este autor procede sin embargo, acto seguido, a ofrecer «su» visión —ciertamente no ecuánime— de la 2ª República Española, la guerra civil y el periodo de Franco).