Sueño
No recuerdo si lo soñé o alguien me relató la historia de un caballo que galopa por una vereda. Mira al horizonte del camino y orienta su movimiento hacia la visión lejana que tiene ante sí.
Su atención se mueve entre la confianza que siente en su resistencia muscular y en su determinación para resistir la realidad tozuda que le dificulta el avance y que le cansa cada vez más. Siente satisfacción por su capacidad para continuar y olvidarse de sí mismo.
Desde su esfuerzo observa otro caballo que está pastando en un gran prado a su izquierda. Lo percibe relajado, comiendo y abstraído, en contacto con lo que hace.
Por un momento, llega a percibir el mundo como él y después piensa:
—Seguiré caminado.
El caballo del prado está concentrado en lo que come. Nota la frescura del pasto y la brisa que le eriza el pelo del lomo. Siente la musculatura de sus patas que le mantienen en un inestable equilibrio. Se siente bien oscilando en ese momento de descanso.
En un instante concreto levanta la cabeza y mira al caballo que galopa por la vereda. Lo percibe potente y sincronizado, capaz de largas travesías.
Llega a identificarse totalmente con él y a continuación piensa:
—Seguiré comiendo.
(Bernardo Ortín. L ‘Eliana, ebrero el corto, 2009)
Percepción de la realidad desde múltiples perspectivas
Cuando acudimos al teatro vivimos una experiencia más o menos inconsciente que consiste en depositar alternativamente nuestra atención en distintos elementos del escenario. De este modo, la atención flota de un objeto que hay en escena, a una actriz, a una luz del fondo, a otro actor… y así sucesivamente hasta completar el conjunto escénico y lo que significa para nosotros. Esta travesía de la atención tiene relación directa con la experimentación de la satisfacción.
Algo similar ocurre cuando vemos una película, o leemos un relato, u observamos una obra pictórica.
El cambio permanente de la atención a las distintas perspectivas de un discurso nos permite una construcción de sentido más completo que la atención a un único narrador.
Cambiamos de posición perceptiva a menudo y eso completa la descripción de la realidad de un modo más competente.
Si mantenemos la atención en un único punto de vista, la percepción del mundo se estrecha. Visión en túnel que nos genera mayor inquietud e incluso ansiedad. La palabra angustia viene de pasar por pasos o lugares angostos. La estrategia curativa consiste en ampliar el foco de atención.
Relato: Las múltiples realidades
Dos amigos se van de viaje, salen temprano y empiezan a caminar. Cansados llegan a un río y en la ribera se sientan a comer y descansar. Uno se duerme y abre la boca, de la que sale una mariposa.
La mariposa sale volando y va remontando el río, se encuentra con otra mariposa y llegan a una curva del río en donde hay un animal grande y muerto; en estado de descomposición. Bajo la osamenta hay un mundo de insectos y bichitos.
El hombre despierto, sin saber por qué, lanza una piedra hacia las mariposas, se estrella en el agua y a la primera mariposa le cae una gota. La mariposa se tambalea y se dirige hacia el suelo. No puede volar. Vuelve a intentarlo y puede remontar el vuelo y vuelve a la boca del hombre dormido. Antes de llegar. El otro hombre pone una hoja de árbol en la boca del compañero. La mariposa cae al chocar con la hoja, remonta el vuelo y vuelve a entrar en la boca; lo consigue.
El hombre dormido se despierta y le cuenta a su amigo que ha tenido un sueño tremendo: Quiso salir de su pueblo y comenzó a volar, salió de su tierra y encontró a una pareja. Llegaron a una nueva tierra. Después se puso a llover tremendamente y en la tormenta se cargó de agua y no pudo volar. Tras intentarlo varias veces vuelve a remontar el vuelo y decide regresar a casa. Cuando llega a la costa de su ciudad, despierta.
En síntesis, hay muchas realidades:
La de los amigos viajeros
La de la mariposa
La del lanzador de la piedra
La del hombre volador
(Y muchas más…)
Patrón hipnótico: ¿puedes atender a dos pensamientos al mismo tiempo?
(Inspirado en textos de Gregory Bateson)
¿Puedes tener dos pensamientos al mismo tiempo? Por ejemplo: es de noche… es de día (a la vez)
¿O quizá tienes un pensamiento que presta atención a dos cosas a la vez?
O tienes los tres primeros pensamientos a la vez: es de día, es de noche y el pensamiento que los piensa a los dos a la vez.
O este último los contiene a los tres…
Seguramente tenemos un pensamiento único con muchas ramificaciones.
¿Y cómo sabes que estás en cada una de las ramas? ¿Por el tono muscular? ¿Porque se ubica en alguna parte del cuerpo?… ¿Qué cambia en tu cuerpo cuando cambias de pensamiento?
Puedes calibrar cómo afecta a tu cuerpo cada uno de tus pensamientos. Probar con cada uno de ellos. De este modo podrías hacer flotar tu atención en estos tres focos:
-En tu pensamiento primero.
-En el segundo.
En el que enfoca a los dos.
De modo que podrías también prestarme atención mientras atiendes ese problema que te preocupa.
Del mismo modo que mientras atiendes tu dolor, puedes atender otro punto de satisfacción en tu cuerpo.
Y después puedes elegir el que te causa más inquietud y dificultad…
Y también puedes elegir el que te va bien…
Te pediré algo más:
¿Puedes elegir el pensamiento que te va bien con el tono corporal que te va mal?
Y lo contrario: ¿pensar lo que te va mal con el tono corporal que te va bien?
¿Estás suficientemente confundido?
Estoy seguro de que tu inconsciente encontrará la manera de unir todos estos aprendizajes en una única experiencia…
Ahora toma un poco de aire y abre los ojos.
El cambio de enfoque de la atención nos garantiza el acceso a un aprendizaje profundo. A una ampliación de la conciencia que nos permite una visión más cercana a la realidad.