Sueño: viaje en el aire
Voy volando con mi mujer a cien metros de altura sobre el mar, curiosamente vamos de pie y no acostados boca abajo como lo haría un pájaro o Superman.
Observamos desde arriba a varios demonios de Tasmania, que son como ratas gigantes y agresivas que nadan sobre el mar comportándose como delfines, saltan y se hunden sobre la superficie del mar, persiguiendo a otros peces para comérselos.
Y mientras tanto, nosotros permanecemos indiferentes a todo esto. En realidad, nuestra actitud muestra que… nos da igual.
Integración de polaridades
Los sueños reflejan los aspectos contradictorios que nos presenta la vida, las paradojas. Vivir consiste en eso, en integrar estos elementos. Cualquier decisión o aspecto de la existencia tiene que ver con factores a favor o en contra de nuestro deseo.
En cualquier proyecto, decisión o calibración de la realidad que tenemos que hacer aparece lo deseable y lo que queremos evitar.
El encuentro con estos aspectos puede paralizarnos porque nos autoobligamos a elegir. Y simplemente, lo que ocurre es que la existencia muestra todas las posibles opciones y lo que las convierte en contradictorias es nuestra costumbre de clasificarlas en positivas y negativas.
Todo comportamiento tiene una intención beneficiosa. Esta es una de las enseñanzas más valiosas de la Teoría de los sistemas. Es necesario identificarla para darle una alternativa más útil en nuestra vida.
El miedo nos ayuda a calibrar amenazas, la rabia nos induce a defendernos o salir corriendo ante un enemigo demasiado poderoso.
Lo importante de esto es poder mantener un porcentaje razonable que lo convierta en un recurso. Demasiado miedo puede convertirse en un terror paralizante y por el contrario, nada de miedo puede llevarnos a una insensatez peligrosa. Por otro lado, la rabia excesiva se convierte en violencia indeseable, pero su ausencia nos debilitaría ante la necesidad de defendernos legítimamente.
En los cuentos de hadas suele haber al principio de la historia un ogro o una fiera que amenaza al protagonista de los peligros que encontrará en la aventura. Y si el personaje del cuento es inteligente, supera el miedo que le produce este mensaje y establece progresivamente una relación con el ogro que acaba convirtiéndolo en un aliado.
El veneno no es la sustancia, sino la dosis
(Paracelso)
Patrón hipnótico: integración de polaridades contrarias (Michael Yapko)
Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración sin cambiarla.
Aprovecha ahora para soltar la tensión muscular de las distintas partes de tu cuerpo.
Y ahora…
Piensa en algunas reglas que han sido buenas para ti.
Algunas reglas que nos enseñan son buenas. La conformidad no es algo malo, pero puede serlo: detenerse en un semáforo rojo es bueno.
Circular por la derecha en la carretera es sensato.
Puedes pensar en cosas buenas que has aprendido…
Piensa en ello durante unos instantes…
Sin embargo, puedes identificar reglas que has roto y que te ayudaron a ser más fuerte, eficaz…
Cuando empecé a estudiar hipnosis seguía reglas muy concretas. Después empecé a romperlas, a hacer hipnosis conversacional y sentí deslealtad a mis primeros profesores. Pero luego me alegré al descubrir que no es la técnica lo bueno o malo, sino si funciona o no.
Romper las reglas aporta vitalidad.
Aprender, revisar, a saltar normas puede ser interesante.
Piensa en reglas que rompiste y te fue bien hacerlo. Puedes recordar las veces que has saltado las reglas que te enseñaron y lo que sentiste en esos momentos. Ahora estaré un minuto en silencio y es posible que recuerdes los momentos de tu infancia en los que rompiste las reglas y exploraste la vida por ti misma/o.
Piensa en ello…
Discernir cuándo es bueno y malo seguir o romper las reglas
Y sobre todo, qué bueno disponer de un sistema de discriminación para saber cuándo es bueno seguir o romper las reglas.
Piensa en ello…
Asociar las nuevas posibilidades. ¿Qué se puede hacer diferente en las nuevas situaciones? Para experimentar y hacer algo diferente.
Y ahora tómate tu tiempo para reorientar tu atención a esta sala.
Pensar en algo, en lo contrario y en ambas cosas al mismo tiempo es un recurso hipnótico recurrente que nos permite visitar situaciones o pensamientos que inicialmente clasificamos como contradictorios.
Relato: camino hacia el oeste
Esta es la historia de un vaquero que caminaba hacia el oeste, buscando una utopía que no sabía formular. En su viaje se encontraba con un sinfín de propuestas de felicidad y satisfacción que muchas personas le proponían. Y cuanto más le interesaban, al final contestaba:
—No puedo quedarme, debo seguir mi camino, a buscar mi destino y mi felicidad.
Dejó en su viaje varios amores, distintos proyectos comunales interesantes y vitales y cuando le preguntaban adónde se dirigía, él siempre contestaba:
—Al oeste.
Finalmente, conoció el amor. Alguien que solo le hacía propuestas bonitas y gracias a su gran capacidad de intuir su utopía del oeste, logró reconocerla en las propuestas que le hacía su persona amada. De modo que fundaron una granja juntos y de vez en cuando viajaban juntos al oeste.
En el libro titulado Más allá del oeste, que es un compendio de frases dichas en films del estilo wéstern, se repite esta historia. El camino al oeste era una travesía metafórica hacia la libertad. Un oeste del que no podíamos ver la frontera porque simbolizaba la travesía a la utopía de una nueva y mejor vida.
Sin embargo, no hay nada más aburrido que una historia o un personaje que no cambia durante el relato. El concepto técnico que se utiliza en este sentido en cinematografía se refiere a la Evolución del arco dramático. Una prescripción técnica que nos indica la importancia de que la historia fílmica haga cambios en los personajes.
No hay nada más aburrido que una historia en la que los protagonistas se aman durante todo el transcurso sin que aparezca el más mínimo conflicto entre ellos. Por el contrario, cuando el malo de la película se comporta como tal todo el tiempo, sin dar el menor destello de humanidad también nos aburre.
Lo que nos seduce de una historia es la integración de polaridades aparentemente contrarias.
Reunir lo que estaba separado (Sim bollein: Símbolo). En lugar de fragmentar lo que estaba reunido (Dia bollein: Diablo).