2024 ha sido un año intenso y agridulce para la música valenciana. La disolución de dos de sus grupos más icónicos, Zoo y Pupil·les, ha dejado un vacío difícil de llenar. Sin embargo, la música tiene esa increíble capacidad de reinventarse, y de los restos de esos proyectos surge una nueva formación: malifeta, creada por Mireia Matoses, del dúo Pupil·les, y Arnau Giménez, el cantante divertido de Zoo —lo siento Panxo, eres muy soso—. Como un ave fénix que se levanta de las cenizas, malifeta representa ese espíritu combativo y trol que caracteriza a la escena musical valenciana. Los fans, huérfanos por la despedida de sus bandas favoritas y atemorizados por el regreso de La raíz, encuentran en este nuevo proyecto una luz que promete encender el futuro — y las ganas de sexo— con temas como «La cançó de l’estiu».
Mientras el pop y el rap valenciano se reconfiguran y tras el adiós Pupil·les otros dúos femeninos en la escena musical española e internacional continúan redefiniendo géneros, estilos y mensajes, creando universos sonoros que se alejan de las etiquetas convencionales. Con propuestas musicales que aportan algo distinto surge el «rock visceral» de Repion, el «urbano auténtico» de Marlena, y el pop melancólico y casi surrealista de Maustetytöt.
Repion, el dúo de las hermanas Teresa y Marina Iñesta, recoge la esencia del rock alternativo con una intensidad que evoca la crudeza de bandas noventeras como Dover. Desde su origen en Santander, han forjado un sonido caracterizado por guitarras potentes y una energía visceral que se siente tanto en sus grabaciones como en sus actuaciones en directo. Su música es un canal directo para transmitir experiencias personales, explorando temas como la nostalgia, la rabia y los altibajos de la vida. Las letras, cargadas de emotividad, nacen de la honestidad y de una fuerza telúrica sin adornos. Esta forma de crear y expresar les permite conectar con un público que busca algo más que simples estribillos.
Repion logra mezclar elementos del grunge y el rock con un toque único, siempre desde una perspectiva genuina y rebelde. Para las Iñesta, la música es una herramienta de expresión sin contención, un espacio donde las emociones se despliegan con total libertad. En sus canciones, los paisajes emocionales se despliegan sin rodeos, atravesando desde los momentos más melancólicos en la piscina municipal del «barrio Somovilla» hasta estallidos de furia contenida «en todo momento». En cada concierto, su energía se transmite al público, generando una atmósfera intensa y casi ritual, que refleja la fuerza de su propuesta artística. Han construido una conexión especial con los oyentes, quienes encuentran en su música no solo un refugio, sino un espejo de sus propias experiencias. Repion surge como una voz potente y auténtica en el rock alternativo, un grito visceral que llega directo al alma y queda resonando.
En un registro muy diferente se encuentra Marlena, un dúo que se ha hecho un hueco en la escena del pop español con un estilo que ellas mismas definen como «urbano auténtico». Ana Legazpi y Carolina Moyano han creado un proyecto que desafía los estereotipos de lo que se espera de un dúo femenino. Su música se mueve entre el pop y los sonidos urbanos, con toques electrónicos y letras cargadas de sinceridad. Marlena huye de las expectativas y las etiquetas, reivindicando su espacio en un mundo donde la imagen y el sonido femenino suelen estar muy estandarizados. Con su actitud y estilo propio, Marlena se ha ganado una audiencia que ha sobrepasado sus primeros fans del colectivo LGTBIQ+. Han expresado en entrevistas su deseo de ser un referente para las nuevas generaciones, demostrando que hay múltiples formas de ser mujer en la música. No buscan ser abanderadas de ninguna causa de forma premeditada; su activismo es natural, surgido de la sinceridad con la que viven y crean.
Sus canciones, como «Amor de verano» o «Te vas a inventar» , no responden a clichés eurovisivos, sino que representan historias reales, cercanas y profundamente humanas —eso sí, mejor que los vídeos se los encarguen a El hombre viento—. Para Marlena, la clave está en crear música con la que el público pueda conectar de manera auténtica, más allá de las etiquetas y las expectativas. La propuesta de este dúo femenino se caracteriza por un sonido contemporáneo y adherente que, sin embargo, no sacrifica la profundidad en sus letras. Con cifras imparables en las plataformas de streaming, se han posicionado como uno de los dúos más prometedores de la escena pop actual, reivindicando la importancia de la naturalidad y la honestidad en un mundo cada vez más orientado al espectáculo y la imagen.
Más allá de las fronteras españolas, nos encontramos con el cachondísimo dúo finlandés Maustetytöt, cuyo estilo se define como un «pop triste» que es a la vez dulce y oscuro. Formado por las hermanas Anna y Kaisa Karjalainen, Maustetytöt nos sumerge en un universo sonoro que mezcla sintetizadores de los 80 con ritmos electrónicos minimalistas y letras cargadas de ironía. Su música retrata la vida cotidiana desde una perspectiva melancólica y surrealista, abordando temas como la soledad, los vicios modernos y las noches interminables. Aunque cantan en finlandés, sus melodías y el espíritu de sus canciones han conseguido traspasar fronteras y conectar con oyentes que encuentran belleza en su propuesta.
El pop de Maustetytöt más conocido en España tras aparecer en la película Fallen Leaves es un cóctel sonoro que resulta adictivo precisamente por esa mezcla de tristeza resignada y melodías pegajosas. Sus canciones crean un contraste encantador entre la dulzura de la melodía y la crudeza de las letras, generando una atmósfera entre nihilista y psicodélica. En su música hay un guiño constante a la estética retro, pero con una visión contemporánea que las hace únicas. En el panorama actual, donde la alegría forzada y la perfección suelen dominar, Maustetytöt nos recuerda que la melancolía también tiene su lugar y puede ser igual de hipnótica.
Madre mía, no conozco ni uno solo de los grupos de los que habla Ledesma. Si no fuera porque están los vídeos pensaría que es un artículo de coña. Y lo peor es que soy valenciano.
No te preocupes que nunca es tarde. Maustetytöt está muy bien, las busqué tras Fallen Leaves y me tienen enganchado….me encanta el finés!
Zoo fue bastante conocido. En valenciano tienes también La fúmiga. No me gustan ni unos ni otros ni los que han puesto, pero porque el rap trompetero y sonido charanganero que se llevan estos grupos me interesa muy poco. (Panxo me cae muy bien porque es del Levante, eso sí). El rollo politiquero que se llevan tampoco me interesa nada, como el de la Gossa Sorda ni el de Pep el Butifarra. Pero bueno, sigue habiendo música en valenciano.
zoo fueron bastante reconocidos
Oigan, soy un abuelo de 75 tacos y estos chavales me han encantado.
Unas propuestas musicales muy válidas, nada que ver con lo que ha surgido del Benidorm Fest.
Post Data: estoy en Alacant.
La verdad es que no entiendo ni papa de todo esto, ni me gusta ni interesa gran cosa, pero oír cantar en un idioma que no sea el inglés es una delicia. Por cierto, ¿se han dado cuenta de lo mucho que se parece el finés al japonés?