Has escuchado hablar del perro de Paulov y de que con la psicología inversa puedes hacer que otros hagan lo que tú quieres. No eres psiquiatra, ni psicólogo, ni tan siquiera terapeuta pero eso no impide que aconsejes a los demás sobre emociones o comportamiento. ¿Te atreves a poner a prueba tus conocimientos de psicología? Adelante…
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mmm…¿no es con tilde «hipocondría»?
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