Aunque se podría pensar que los términos básicos de las matemáticas son precisos e invariables en sus significados, puesto que seguimos utilizando tal como fueron formulados hace milenios el teorema de Pitágoras o los postulados de Euclides, no siempre es así. De hecho, uno de los aspectos más interesantes e instructivos de la historia de la ciencia es la forma en que se han ido modificando los nombres y/o las definiciones de algunos objetos matemáticos (es muy significativo, en este sentido, que la geometría empezara siendo la «medición de la tierra», como indica su nombre). En palabras de Martin Gardner: «Por lo general, el proceso es el siguiente: se da a los objetos un nombre x y se los define burdamente, de acuerdo con el uso y la intuición. Luego alguien descubre un objeto excepcional que se ajusta a la definición, pero en el que nadie piensa cuando se llama x a un objeto. Entonces se propone una definición nueva y más precisa, que abarque o excluya dicho objeto excepcional. La nueva definición permanece vigente mientras no aparezcan nuevas excepciones, en cuyo caso hay que volver a revisar la definición, y este proceso puede continuar indefinidamente» (Mosaicos de Penrose y escotillas cifradas, 1990).
La revisión y resemantización de términos tan aparentemente claros como «número», «curva» o «conjunto» ha ido acompañada de auténticas batallas campales (no siempre metafóricas: baste recordar los furibundos ataques de Kronecker a Cantor); pero, con el tiempo, siempre se acaba llegando a un consenso —aunque nunca definitivo— unánimemente aceptado por la comunidad científica. Lo cual es relativamente —solo relativamente— sencillo cuando las reglas del juego son establecidas por los propios jugadores, cosa que solo ocurre en el ámbito de las ciencias formales, como las matemáticas. En las ciencias naturales, las reglas las dicta la naturaleza: nuestra función —pasando de autores a lectores, de demiurgos a exégetas— no es establecerlas sino descubrirlas e interpretarlas. Aun así, el consenso se suele alcanzar con rapidez, al menos desde que hemos afinado nuestras técnicas para interrogar a la naturaleza y obtener respuestas precisas (aunque no siempre las entendamos). Una falacia matemática (como las famosas «demostraciones» de que 1 = 2) dura lo que se tarda en analizarla, y una falacia científica, lo que se tarda en contrastarla con los datos objetivos (cosa no siempre fácil pero casi siempre posible).
Pero al pasar de las ciencias formales (matemáticas, lógica, informática) y las ciencias naturales (física, química, astronomía, biología, geología) a las ciencias sociales (antropología, economía, sociología, política, lingüística, psicología…) la cosa se complica extraordinariamente, lo que explica —pero no justifica— la prevención de algunos científicos «duros» hacia las ciencias «blandas», prevención que en ocasiones se convierte en descalificación pura y dura (nunca mejor dicho). No pueden llamarse ciencias, argumentan algunos, disciplinas en las que coexisten visiones contradictorias, en las que las falacias proliferan como hongos y se resisten a ser erradicadas, y donde la ideología prevalece a menudo sobre la razón.
Pero quienes descalifican las ciencias «blandas» por la frecuencia y persistencia de sus falacias incurren, a su vez, en una falacia (o metafalacia, si se prefiere) del tipo de las que, como la falacia ad hominem, confunden la acción con el agente o la causa con el efecto. Y olvidan que una de las principales razones de que las falacias matemáticas sean más fácilmente neutralizables que las falacias retóricas de las ciencias «blandas» (y de la vida real), es que, al contrario que las primeras, las segundas suelen tener la intención de engañar. El verdadero problema no estriba en la economía o en la política, sino en los economistas y en los políticos de oficio y beneficio, y no es casual que el estudio pionero que Aristóteles dedicó a las falacias se titulara Refutaciones sofísticas.
Una falacia formulada con la intención de engañar es, además, y por definición, una mentira, y, como es bien sabido, las mentiras se dividen en perniciosas, oficiosas, jocosas y piadosas. Las primeras, cuyo principal y más maligno exponente son las calumnias, buscan hacer daño; las segundas persiguen un beneficio material o de otro tipo; las terceras solo pretenden provocar la risa; y las cuartas, bienintencionadas pero no siempre eficaces, intentan paliar un sufrimiento. Y, por supuesto, también hay falacias mixtas. Una falacia jocosa puede convertirse en perniciosa cuando su objetivo no es reírse con sino de alguien. Y en el refranero abundan las falacias joco-piadosas, como «El hombre y el oso, cuanto más feo más hermoso» o «La suerte de la fea, la guapa la desea».
Pero hay otro tipo de falacia que riza el rizo del engaño y merecería un capítulo aparte (tal vez se lo dedique), y es la que tramposamente designa como falaz un argumento aceptable. No hay que confundir la falacia ad hominem con el argumento ad hominem, y si esa confusión es deliberada, tenemos un nuevo y retorcido tipo de falacia (o metafalacia). Decir que el político X suele mentir y por tanto hay que dudar de sus palabras es un argumento ad hominem perfectamente válido (en el supuesto de que sea cierto que suele mentir); decir que X es un mentiroso y por tanto lo que ha dicho es falso es una falacia ad hominem (lo que ha dicho X será verdadero o falso según que coincida o no con la realidad, independientemente de quien lo diga); pero si X se defiende de la primera argumentación alegando que es una falacia ad hominem, está dándole otra vuelta de tuerca a la falacia para construir una mentira de segunda generación.
«Me engañaste con la verdad», es la paradójica conclusión de Raimunda en La malquerida, de Jacinto Benavente, al descubrir que su marido y su hija se aman. También se puede engañar, rizando el rizo de la paradoja, con una falsa mentira.
(Continuará)
No he encontrado diferencia entre la falacia ad hominem con el argumento ad hominem.
La de 1=2 sí. x=y; x2=xy; x2-y2=xy-y2; (x+y)(x-y)=y(x-y); x+y=y; y+y=y; 2y=y; 2=1. O también x=0.
Que alguien sea mentiroso, incluso muy mentiroso, no implica que mienta siempre (cosa prácticamente imposible), como afirma san Pablo de los cretenses: podemos -y debemos- desconfiar de él, pero no dar por supuesto que todo lo que dice es falso.
Si asumimos que x=y, entonces x-y =0, y dividir por cero es una operación indefinida en matemáticas, lo que invalida toda la «demostración».
Es una típica falacia matemática, saludos
Por supuesto. Este tipo de falacias entre jocosas y didácticas solo pretenden embromar a los ingenuos y llamar la atención sobre situaciones inoperables, como la división por 0.
Hola Carlo,
En algún lugar leí que la palabra «ciencia» viene a nosotros del griego, pero derivada del término protoindoeuropeo «skei» que significa «cortar» o «separar». El concepto sería entonces: separar lo que sabemos de lo que no, o la verdad de lo que no lo es. Las ciencias duras tienen «tijeras» (scissors que es de la misma raíz) que afilamos para ello. Pero… las blandas no parecen nada precisas…
Esperando tu segunda parte…
Hubo un tiempo en que las hoy «duras» tampoco fueron precisas (y de hecho siguen sin serlo del todo). Hay que seguir afilando las tijeras, en todos los terrenos, querido pi (casi pi, mejor dicho).
Caro Carlo,
En efecto, prefiero casi Pi para no enfangarme en decimales que prueben mi irracionalidad. Prefiero estar truncado y dejar de ser tan trascendente.
Saludos
Bravo! Jajajaja
Me sabe mal pero cada vez los artículos de jotdown que me salen son peores. Una pena
La pena es que haya lectores que descalifican sin argumentos y sin escrúpulos. Lamento que este artículo no te haya gustado, y estás en tu pleno derecho de decirlo; a lo que no tienes derecho es a decir que los artículos de JD que «te salen» (¿de dónde?) son cada vez peores, a no ser que tengas poderosas razones para descalificar globalmente la trayectoria de la revista.
A mí, los artículos me «salen» cuando accedo al buscador de Google en el teléfono móvil. Otra cosa, mariposa, también se felicita y se da la enhorabuena «sin argumentos y sin escrúpulos» y no pasa nada. Y sí, tiene derecho a decir lo que ha dicho per se, sin que alguien se lo otorgue o sin que alguien se lo niegue: en este caso usted, don Carlo. Entiendo que a usted también le haya sabido mal el comentario, es una pena.
¿Qué pinta ahí la foto de tres asesinos en masa?
Yo diría que tienen bastante que ver con las falacias. Incluso se podría poner sus nombres a algunas.
La búsqueda de la «neutralidad» en las ciencias sociales tiene su historia oscura. De tanto querer preservar el objeto del estudio lo terminaban idealizando. Éso no quiere decir que se falsearan los datos pero sí que no eran completos, o no se tenían en cuenta el contexto donde se daba. Un caso paradigmático es en la etnografía, que empeñada en buscar una pureza irreal se volvía ciega, y desgraciadamente cómplice, del proceso colonial. O en ciencias políticas cuando se pretendía soslayar los problemas raíces de la sociedad occidental, la explotación, mediante formulas matemáticas perdiéndose en las formas para no ver la raíz de los problemas, la desigualdad sistémica y premeditada. La economía académica en muchos aspectos sigue anclada ahí, en esos aspectos llenos de fórmulas y grandes números, pero que pasan por alto que el problema humano no es la formación de capital para unos pocos. Keynes, que fue matemático, no empleaba a penas fórmulas para la mayor parte de sus textos. En ése sentido tenía razón Heidegger, la ciencia, entendida como la técnica al servicio de una ideología, no piensa, o lo que es lo mismo, no hace crítica.
Decía Galbraith que la principal función de los economistas es hacer que los astrólogos parezcan respetables.
Y quien dice que los economistas se dedican a la «formación de capital»?
Los economistas estudian la económia de y entre sociedades e individuos.
La desigualdad es el resultado de estúpidas decisiones políticas, no económicas. Sino estas culpando al físico nuclear por haber diseñado la bomba y no a Truman (presidente democrata) por haberla tirado.
No es tan sencillo: hay muchos economistas y muchos científicos comprados por el poder. Lo cual, por supuesto, no es motivo para descalificarlos como colectivo.
Porque el capitalismo es éso precisamente: formación de capital.
Los economistas no se dedican simplemente a estudiar lo que hay, son los fontaneros de un sistema decidido de antemano, históricamente, en un pacto entre el poder económico y el poder político.
No amigo, el capitalismo no es formación de capital, es un sistema económico basado en la producción de bienes y servicios.
El problema no es formar capital, el problema es creer que lo único que merece la pena explotar son los activos financieros.
Los poderes políticos utilizan las herramientas económicas para explotar a los pueblos. O bien por maldad o bien por ignorancia. Por eso hay que hablar claro, para no confundir. Por eso es especialmente importante el contenido de este artículo.
La definición que das del capitalismo no define nada. El comunismo también es un sistema económico basado en la producción de bienes y servicios. ¿En que se diferencian?. De hecho hasta la esclavitud es un sistema económico basados en la producción de bienes y servicios.
Y claro que el capitalismo está organizado para producir capital a través de la explotación, desde que se manejaban con plantaciones de mano de obra esclava en las colonias en el siglo XVIII, hasta el que explota actualmente en fabricas en Bangladesh, en invernaderos en El Ejido o niños en las minas de Coltán en el Congo. Por no hablar de sus nuevas formas de auto explotación de riders o transportistas.
De otra manera por si no lo ha pillado¿Cuál es la finalidad de una empresa?¿No es el beneficio económico?
Antes de escribir piensa un poco, cuesta más, pero es mejor que ir con el piloto automático.
Bajale la espuma a tu chocolate y aprende a ser mas humilde. No me puedes mandar a leer cuando ni siquiera entiendes que psoe y pp son socialdemócratas.
Es que decir que el PSOE y el PP son socialdemócratas en lo económico es bastante absurdo. ¿Te parecen socialdemócrata la precarización y privatización de la sanidad pública?¿La de la educación pública?¿Los recortes sociales?¿El abaratamiento del despido?¿El impuesto a las renovables?¿La política de encarecimiento de la vivienda?¿La burbuja inmobiliaria? ¿Qué tiene éso de socialdemócrata? Qué el PSOE y el PP tengan ministros intercambiables en lo económico no significa que sean socialdemócratas. Y es que todo tiene una lectura más sencilla y más acorde con el contexto, desde que en el mundo hay un solo bloque como camino a seguir, significa que han aceptado el neoliberalismo desde los años ochenta. El PP porque está en su ADN, es el partido por defecto del poder económico, y el PSOE porque adoptó con entusiasmo el marco ¿O no recordamos las huelgas generales que se le montaron ya a Felipe?
«Una falacia formulada con la intención de engañar es, además, y por definición, una mentira»
Viendo esa foto es imposible no traer a colación la falacia o mentira más famosa de nuestra vida. Es una que reemplaza a otra falacia muy famosa, la de Lee Harvey Oswald y Kennedy. La prensa oficial del mundo entero, a pesar de la pelicula de Zapruder donde se observa sin ningún genero de duda que el 2º disparo que recibe Kennedy llega desde delante y el 1º que le atraviesa el cuello desde detras, jamas ha cuestionado abiertamente que lo de Oswald era una vulgar mentira. Zaprudo estropeó el relato oficial.
Pues bien la mentira más famosa de nuestro tiempo, tambien tiene un Zapruder, que echó a perder el relato oficial. Concretamente el «Zapruder» que nos ocupa se llama WTC7.
Me estoy refiriendo por supuesto al 11-S.
La mayoría de la gente intuye que algo no cuadra, que faltan piezas en el puzzle y las que hay no casan de ninguna manera, pero lo que se intuye, es tan incomodo, tan desagradable, ofrece tan poco consuelo que la reacción mas lógica, más aceptable y más humana es optar por aquella solución que nos permite seguir viviendo en las mejores condiciones posibles. En una entrevista a Barack Obama se le hizo la siguiente pregunta:
-¿Que le parece la versión oficial del 11-S?
Obama se quedó ligerametne sorprendido, guardó silencio 3-4 segundos y finalmente respondió:
– La verdad, me siento comodo con la versión oficial.
Personalmente le he dedicado tiempo a leer y ver bastante material sobre el 11-s. Articulos de periodicos, libros y quizá los más valioso de todo, videos de gente, trabajadores, bomberos grabados en el momento mientras ocurria el evento del 11-S. Digo que es lo más valioso porque ahi, no había preparación ni guión, era gente normal cubierta de polvo, asustada, contando sin filtro lo que acababa de presenciar y vivir.
Esto da para un articulo muy largo o un libro incluso.
El grueso de la población, no ha ido más allá que la información proporcionada por el Matias Prats de cada pais y esta mayoría, se permite llamar «conspiranoico» a todo aquel que ha estudiado o le ha dedicado tiempo a comprender lo que sucedió durante el evento del 11-S. Y llaman conspiranoicos a todo aquel que haya investigado minimamente lo que ocurrió, porque en cuanto le dedicas al tema 1-2 horas, ya se cae abajo toda la versión oficial. Dicha versión se sostiene, repito, por todos aquello que jamas le dedicaron un minuto mas alla del informativo oficial e turno. Como es imposible convencer o si quiera sembrar la duda a quien no le interesa el tema o no le va a dedicar ni un minuto, intentare hacer unas preguntas que se leen en 30 segundos, por si consiguiese crear la duda a partir de la cual lo demas viene solo como un torrente que se crea cuando se rompe la grieta de una presa.
La mayoría del público desconoce que ese día cayeron 3 torres y no dos. Las torres gemelas y la 3ª torre el WTC7 (World trade center 7) que estaba al lado, de estas y cayó 5 horas despues, sin que le impactase ningun avión. Cayo a velocidad de caida libre,recta sobre su planta sin torcerse y sin ningun retardo. Es decir las 86 columnas que formaban el edificio cedieron a la vez en el mismo segundo o segundo medio como máximo. Si hubiese mas tiempo entre que cedian unas columnas y otras el edificio hubiese caido por partes o hacia un lado. Y como se observa en el video no fue asi (Buscar en youtube: Usa: New York: World Trade 7 Building Collapse) . La pregunta correcta no es ¿que derribó el edificio? eso lo podemos suponer viendo las imagenes, la pregunta pertinente aqui es:
¿Porque la mayoría del publico, no sabe que cayeron 3 torres en vez de 2 ese día?
Sigamos rápido. Ocurre lo mismo con el supuesto avión que impactó en el Pentagono. Hay decenas de camaras en el Pentagono así como en gasolineras circundantes. Para ver el video oficial buscar en youtube : (Security video of plane hitting Pentagon released.)
Este video se hizo publico según la noticia que dio El Pais, el 16 de Mayo de 2006. Todo el mundo puede comprobar que ahi no hay ningun Boeing estrellandose contra el Pentagono, de hecho 5 años despues del atentado solo se ve 1 fotograma del artefacto que impacta, el resto es la bola de fuego. Una vez más la pregunta correcta no es ¿que impacta en el Pentagono?, aqui la pregunta pertinente es:
¿Porque de cientos de camaras, oficialmente solo hay 1 fotograma lejano de lo que impacta en el edificio? La respuesta quizá sea esta foto https://prnt.sc/RkbQmGiFxkY5
Para no hacerlo eterno acabemos con la pregunta mas importante de todas. El Dr Niels Harrit, profesor emerito de ciencias en la universidad de Copenhague, sacó a la luz en el informativo de la noche de la cadena publica danesa, su analisis del polvo de Manhattan recogido en el 11-s. Como explica en el video se encuentran unas particulas, que solo se producen con una reaccion quimica que se da cuando se usa un explosvi militar llamado Thermite o Nanothermite. Buscar en youtube: (TV2 News – Niels Harrit interview). Una vez más la pregunta no es ¿Que derribó las torres gemelas? lo correcto, viendo lo relevante de la informacion que proporciona el Dr Niels Harrit es preguntarse:
¿Porque Ud. jamas ha oido hablar del Dr Niels Harrit ni , ni ha visto las pruebas que presenta con las esferas microspicas del thermite?
Podria seguir mucho más. Solo decir que quienes califican de conspiranoicos a los que se basan en la ciencia, son precisamente los que se basan en rumores y en leyendas y no han dedicado nada tiempo al asunto. Si no te basas en la ciencia pura y dura ¿en que te basas, en la fé, como la religión?
Leeré con calma tu extenso y documentado artículo (ahora no tengo tiempo). Gracias.
Y ponéis la foto del trío de las Azores…
En este sesudo artículo echo de menos el análisis del redactor entre mentir y cambiar de opinión, célebre expresión acuñada por nuestro Presidente. Y fíjese, es de este mismo año! No hace falta retroceder en el tiempo 20 años.
Os lo he puesto en los comentarios de otro artículo: el sesgo zurdo os va a convertir en pasado
Se puede cambiar de opinión sinceramente; la falacia consistiría en llamar «cambio de opinión» a la sustitución de una mentira por otra, o de una media verdad por la otra media. «¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad», escribió Machado. Y, por supuesto, «nuestro Presidente» sirve para ilustrar las falacias políticas tanto como cualquier otro de los últimos ochenta años. Por lo menos.
No entiendo lo del sesgo zurdo.
Yo creo que están en la guerra cultural en la que sí eres de izquierda dices amén a todo lo que haga el PSOE, como si el PSOE fuese un partido de izquierdas.
Psoe y pp son partidos socialdemócratas desde el punto de vista económico. Por eso no hay mucha diferencia entre ellos. A diferencia del pp, Psoe prioriza las politicas públicas, de ahí que la calidad de vida sea algo mejor en epocas del psoe que durante los gobiernos del pp.
¿Socialdemócrata el PP y el PSOE en economía? Alucino.
Sí.
Socialdemócratas al uso actual, o sea neoliberalismo progresista, socioliberales.
Desde luego, socialdemócratas como en los años 45-80, no.
Socialismo es pensar en cubrir las necesidades básicas de todos de vivienda, energía, sanidad, educación, cuidados, entornos seguros y saludables. Lo otro, el neoliberalismo o la tercera vía, es dar pelotazos a base del sufrimiento de muchos.
Democracia sería el camino incesante de diluir el poder, y el poder económico es hoy por hoy el poder, y no al revés, creando megarricos que desestabilizan el sistema a su beneficio.
Pensar en cubrir esas necesidades básicas mencionadas es también propio del conservadurismo social y de los democristianos y de los liberales de izquierda.
El propio Marx habla en el Manifiesto Comunista del socialismo burgués.
El Estado del Bienestar típico europeo es hijo tanto de los partidos socialistas (socialdemócratas, laboristas) como de los partidos democristianos.
La democracia no diluye el poder, más bien lo constituye, eso sí, con la participación popular.
El actual pensamiento sistémico es el neoliberalismo, con dos caras o vías más o menos definidas, una moderada o conservadora (que en España sería el PP) y otra progresista (que es el PSOE, Sumar, Podemos).
Hay también preocupación y atención a esas necesidades básicas en el conservadurismo social o en la democracia cristiana. El propio Marx hablaba en el Manifiesto del socialismo burgués.
No es extraño por ello que el Estado del Bienestar posterior a la 2 GM tenga por padres tanto a los partidos socialistas (socialdemócratas, laboristas) como a partidos de derechas (democristianos, conservadores).
El cambio viene con Thatcher y Reagan en los 80. El neoliberalismo es el pensamiento sistémico actual y guarda dos ramas equivalentes y complementarias: una conservadora (en España, el PP) y otra progresista (PSOE, Sumar, Podemos). Así es con sus peculiaridades nacionales en todas partes, identidades y batallas culturales para distinguir una derecha y una izquierda, pero la cosa económica de base no se toca.
La democracia, como forma de organización política, más que diluir el poder lo constituye a partir de la participación popular (al menos, idealmente).
Desde la caida del Muro de Berlín el mundo se ha derechizado tanto en su Ventana de Overton que lo que era una medida sensata en la socialdemocracia de los 50, 60 y 70 como subir el SMI actualmente se ha convertido en una medida radical y peligrosa.
Yo no creo que todos los partidos que has citado sean neoliberales. No todo el capitalismo es neoliberal, el keynesianismo sigue vigente en las medidas, tibias, del PSOE condicionado por su multipacto con la izquierda, y que da la medida de lo que puede permitir Europa, sobre todo el de la primera legislatura con Podemos. Por cierto que te ha faltado Vox, que es neoliberal como el PP pero a lo bruto y que es xenófobo con los pobres pero no con el capital extranjero del Ibex.
Y en cuanto a mí, es que yo soy muy conservador en cuanto a lo antropológico. Quiero conservar los derechos y las libertades, las familias ( en plural), el medio ambiente y la biodiversidad sin el cual es imposible la vida humana, las culturas y las tradiciones que no se constituyan en el daño a los demás. Quiero conservar que las personas desarrollen un proyecto de vida en libertad entendida ésta con relación a los demás y no como una proyección individualista. Quiero conservar los trabajos dignos aunque aumentando los tiempos de ocio y cuidados a los nuestros y a nosotros. Quiero conservar la sanidad universal, la educación universal y las pensiones universales, dignas y públicas. Quiero conservar todo éso, y más cosas, reformando las instituciones y revolucionando la economía para hacerlo posible. Ése fue el proyecto original de Podemos, creo que merece mucho la pena.
Podemos fue un «quítate tú pa ponerme yo», propio de una generación joven, urbana y universitaria que no encontraba su hueco social y económico.
Lo primero que se quitaron de en medio fue a Izquierda Unida que les estorbaba y de paso a la única izquierda articulada que había a nivel nacional.
Dentro de la izquierda española supuso el triunfo de su facción más anarquizante y menos pos-PCE.
A estas alturas Podemos ha sido un ejemplo de cómo dilapidar un capital político notable.
Respecto a Vox. Se sale por la derecha, es ultraliberal y nacionalpopulista, pero acepto la moción, también entra en el marco neoliberal.
Por cierto, Podemos y Vox son dos caras del fenómeno populista y de la política reciente. Por supuesto, no digo que sean lo mismo, son opuestos en muchos puntos. Sin embargo, compruebas cómo responden a un mismo patrón cuando los ves en las batallas culturales, llamando respectivamente fascistas y comunistas a todo quisque que no les guste.
Yo no veo así lo de Podemos. Y no soy el único que piensa, o pensó, que una nueva fuerza política podía empezar a cambiar las cosas. El mismo poder económico y el PP lo vieron, y usaron todos sus medios para atacarlos, inventando pruebas falsas y usando las cloacas del estado, Villarejo, el informe PISA, espionaje, búsqueda exhaustiva de antecedentes de sus dirigentes a través de un uso ilegal de la policía, y sobre todo cacería a base de lawfare, portadas y columnas de medios y tertulias radiofónicas y televisivas haciendo ver corrupción donde no lo había. Tenemos un ministerio del interior en juicio por ello con grabaciones de lo que hicieron, por no hablar de periodistas, hasta de supuesta izquierda, metidos en ello. Una maquinaria de fango con un brazo económico, judicial, mediático, político e institucional muy bien engrasado y que se está usando desde entonces. Es lo que le da vida a un PP indefendible que sigue en una sede pagada con dinero negro, o alentando a una presidenta que sale a defender a delincuentes de manera institucional. Esto se hizo con la aquiescencia y o el silencio del PSOE, que se benefició.
Sin negar que mucho de lo que mencionas es totalmente cierto y por ello reprochable y penalmente perseguible, no se agota ahí.
Podemos fue en parte machacado, pero también ha sido jaleado por el PP como ahora el PSOE hace con Vox y más recientemente con Alvise. Ese es el famoso muro de Sánchez que tanto se esmera en construir y mantener.
Por otra parte, el hundimiento político de Podemos es fruto de sus propias carencias y elecciones. El líder se larga (porque es más cómodo vivir de enfant terrible que gobernar), la organización se dedica a purgar todo lo que se mueve y carece de capilaridad orgánica en los diversos territorios (eso se lo dejaron a IU y los otros partidos periféricos), el discurso se escora a lo identitario y a lo que interesa a las clases medias pijoprogres (no a lo que interesa a las clases trabajadoras y populares). En fin, sin perjuicio de que los hayan «puteado» (que es cierto, repito), el propio partido y sus dirigentes han sido un bluff.
Sobre tu última frase: yo matizaría que esa fue la intención original -e ingenua- de algunas/os de sus miembros; pero el «proyecto» como tal se adaptó rápidamente a las exigencias de la «socialdemocracia» (entre comillas, puesto que ni es social ni democrática).
Supongo que los tiempos electorales, los contextos, la inexperiencia y los errores, el acoso y la basura que le lanzaron y el deseo de convertir el proyecto en un medio real de gobierno (su pacto con el PSOE) trajo esa consecuencia de aceptación sabiendo que era un pacto con el diablo. El bipartidismo lleva décadas de ventaja y el poder económico ni te cuento. También es verdad que la fuerza para imponer tu programa político está en los votos, y que buena parte de los cinco millones que los votaron estaba hastiada del bipartidismo cuando lo hizo. Pero también hay que pedir responsabilidad al votante, para formarse, para que no caiga en lugares comunes que le interesan a la derecha. Cosas como que «todos los políticos son iguales» o «la política no sirve de nada» solo beneficia al otro poder real, al económico y ése ya sabemos donde se sitúa.
Dices que
Pero también hay que pedir responsabilidad al votante, para formarse, para que no caiga en lugares comunes que le interesan a la derecha.
De aquí se deduce que
a) en la medida en que un votante está formado es de izquierdas
b) y también que si un votante está formado y vota a la derecha, entonces debe ser perverso o ilógico.
Yo creo que en la vida social si hay un momento de igualdad es en el voto y cada uno vota lo que le parece más conveniente para sus intereses y sus ideas; esto depende a su vez de lo que se le ofrece. La gente tenía a Podemos para votar, si no lo ha hecho, es que Podemos no lo ha hecho bien. La gente puede votar a Junts o a ERC lo mismo que antes, sin embargo, cada vez lo hace menos. Bildu y BNG crecen elección tras elección.
En resumen, con los mimbres que hay unos partidos los aprovechan mejor y otros peor. Lo que no compro es que los votantes sean listos/responsables/decentes en función de que voten la opción de mi preferencia.
No, lo que digo es lo que he querido decir. Votar a la derecha siendo trabajador asalariado, o parado, o autónomo o pensionista en un buen porcentaje me parece un tiro en el pie y es votar contra sus intereses. La derecha ve la sanidad, la de los demás, como otra posibilidad de hacer negocio porque su sanidad, con la que no va jugar, la tiene garantizada en cuanto a que es y representa al votante que se la puede pagar. Y lo mismo con la vivienda, con la educación, con la energía, el agua y los alimentos. La derecha es liberal para lo económico y ve los fines de los demás como medios. La libertad entendida por la derecha es la del que se lo puede permitir, para ése el paraíso a costa del infierno de los demás. Qué haya un fifty /fifty en España, y en el mundo que llamamos desarrollado solo evidencia que el clima de voto se forma en la cultura de masas, en los medios de producción cultural, controlados mayoritariamente por la derecha.
Yo he dicho que de lo que tú has dicho (que no he modificado, sino citado) se deduce lo que yo señalo.
Me encanta la democracia en la que la calidad moral e intelectual de los ciudadanos depende de que ganen los de mi cuerda.
No falla, si gana la derecha, es que los medios de comunicación manipulan a las masas. A la siguiente ronda, cuando ganan las izquierdas, la carcundia clama contra la gentuza ignorante («que disfruten lo votado»).
Decir esto no es neutralidad ni equidistancia. Ya me gustaría que la izquierda no llevara treinta años cogiendo uvas. Eso sí, lo que tengo seguro es que no le van a regalar nada y si la gente no la apoya, es problema de la izquierda, no de la gente.
El asunto es que tú deducción parte de una interpretación errónea, (mea culpa por no explicarlo), de lo que he querido decir: cuando hablo de formarse me refiero a una conciencia de clase. No me refería al conocimiento genérico en sí. (Uno se puede formar siendo arquitecto o licenciado en derecho y ser un auténtico alienado, y de hecho éso es lo normal, porque se nos enseña solo a producir, no a formarnos como ciudadanos en el más amplio aspecto del ideal republicano). Y discrepo una vez más, el problema lo tendrá la gente por no entender lo que se juega. Uno no es de izquierdas seducido por un producto de marketing sino por necesidades de supervivencia y de entendimiento básico de como funcionan las cosas economicamente. Sin conciencia de clase mal vamos.
Creo que te entiendo bien, pero no lo comparto. De lo que dices (que lo dices claramente) yo deduzco que (según tú) la gente que no es (o vota a) de izquierda es responsable (o deficiente moralmente) por no tener la capacidad de entender lo que necesita o cuál es el orden económico.
No es cuestión de marketing, es cuestión de correcta práctica política de las organizaciones. La izquierda lleva treinta años dando palos de ciego, estando más por otras cuestiones que por la distribución de la riqueza. No es la gente la que falla. Fallan quienes debieran ofrecer alternativas políticas y están en otras cosas. La gente con vivir tiene bastante.
Hay dos cosas que envidio profundamente de las sociedades sin estado que precedieron a la «civilización», y una de ellas es el preclaro mecanismo social que impedía la acumulación del poder por parte de los individuos, ya fuera riéndose de las pretensiones de los que se querían imponer, ya fuera menospreciando los méritos del que quería a acumular, ya fuera razonando de que sin la ayuda de los demás no somos nada. A éso me refiero con lo de diluir el poder en la democracia, el no permitir que reyes, sacerdotes o jefes nos den órdenes por la simple no aceptación de la jerarquía.
Lo del sesgo zurdo supongo-opino-juzgo-creo que es por complejo de culpa. Aquello de la superioridad moral de la izquierda es que tenía y tiene sentido, y lo saben.
Otra cosa es que la izquierda necesita un poco despabilarse, contrarrestar los discursos verdaderamente fachas y no caer en el enredo del eterno debate.
Así nadie podrá calificarnos de melancólicos.
Entiendo que el sesgo diestro de otros artículos publicados aquí no te molesta tanto, no? A lo mejor, al contrario que otras publicaciones, en Jotdown respetan la libertad de ideología, y simplemente hay que acostumbrarse a ello y leer aquello que no te moleste leer.
Me gustó el artículo. Ahora, me parece que se equivoca el autor al creer que se puede ser falaz en el lenguaje de dios: la matemática.
La falacia, ignorancia o equivocacion está en la interpretación del hombre sobre los números, no de los números en sí.
Por supuesto, y la propia definición de falacia así lo expresa: un razonamiento que parece correcto pero no lo es, y esa falsa apariencia tiene que ver con un observador que, momentánea o permanentemente, se deja engañar.
1.- La foto esa es un reclamo y en tanto que reclamo, falaz. Promete lo que después no se encuentra. Falta un cuarto tonino, por cierto.
2.- Una falacia no es mala en sí misma. En cuanto que responde a algo, desvela algo cierto. En el peor de los casos, su falsedad. En la lengua de Spinoza: «ninguna idea es falsa».
3.- El pensamiento científico no proscribe las falacias, sino un determinado uso social de las mismas. No me refiero a Leibniz, quien estaba convencido de la posibilidad alquímica de trasmutar cualquier metal en oro (perdió una buena cantidad en eso), sino en su empecinamiento en subordinar el razonamiento a lo empírico y ponerse las anteojeras a propósito de cuál es su papel en la destrucción de la naturaleza y el dominio de los seres humanos. Rorty se apercibió de que el positivismo y, más aún, el neopositivismo, que constituyen básicamente la ideología del quehacer científico, endosan una “ética” disfrazada de epistemología. Para falaz, el blanqueamiento que los científicos realizan por sistema de sus especialidades. En esto, su fe es religiosa.
4.- Las “Refutaciones Sofisticas” son el apéndice a los “Tópicos”. Contienen el catálogo de razonamientos erísticos que convence los estúpidos. Habla de aquellos cuyo CI los convierte fácilmente en antivacunas, terraplanistas y espectadores de Friker Jiménez. Los “Tópicos” contienen bastantes más falacias, aunque, eso sí, orientadas hacia personas inteligentes con ánimo de que puedan salir triunfantes o al menos no demasiado dañados en un debate o ante un tribunal. Espero que tu intención a propósito de las “RS” no haya sido falaz.
5.- Una falacia es una forma prejuiciosa de pensar, pero el prejuicio, aparte de implicar un cliché o estereotipo, responde a algo. Es un pre-juicio. Y el caso es que antes de conocer ya conocemos. Al menos el lenguaje. Para comprender tu artículo es precisa cierta competencia lingüística que, en efecto, es pre-juiciosa y en cuanto a tal, falaz.
6.- Mi impresión personal es que llevas un tiempo a la defensiva tratando de demarcar como sea el pensamiento científico y o bien se te cuela de rondón la religión en general y el catolicismo en particular (cosa que el político que sueña en ti rechaza) o la ciencia termina adoptando la figura monstruosa que de hecho tiene (y esto el matemático que vive en ti rechaza). Todo este artículo a propósito de las falacias tienen como objeto la búsqueda de una justificación de la ciencia que no hallado previamente, más que en los que viven de ese tema. Eso sí, sigo con expectación esa dialéctica tuya entre el político y el matemático.
Es urgente. Este joven necesita mucho cariño.
Que se le arrime alguno o alguna y se frote bien porque, si no, me temo que va a seguir dándole la brasa a Frabetti (y al resto).
Sacarino, campeón del desatino… Sigo con expectación la evolución de tus alias.
«El horror, el horror» El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad
Llevo días desarrollando la teoría paranoico-crítica de que los trols que invaden a Carlo (tales que los javis, mac naughty, el botones sacarino y otros) son en realidad avatares de Hipólito Ledesma que intenta penosamente incrementar el tráfico de la página porque todavía no ha terminado de pagar la hipoteca. ¿Qué opinan? ¿Estoy loco yo también? Otra posibilidad sería que al susodicho Hipólito no le dejaban ver La bola de cristal de pequeño lo que explicaría su obsesión frabettiana.
¿No serás tú, jopé, un avatar de Hipólito Ledesma? Por cierto, yo no llamaría trols a los que mencionas. Un tanto exaltados, tal vez, pero a menudo dicen cosas interesantes.
¿Existe Hipólito Ledesma? He llegado a pensar que es un seudónimo empleado por distintos autores, así como lo era Roy Rockwood, el supuesto autor de bomba.
@jopé
Quien es Hipolito Ledesma?
Yo paso por aqui poco
Los trolls son los articulistas
Chauvinismo, neoescolasticismo y maguferia
Relaciones publicas de la patria, las ciencias y cosmopolitismo unesco
Salvo MacNaughton y algun ironista, basura
En Espana, la posmodernidad, tambien en vano
Heidegger en vano
Wittgenstein en vano
Dewey en vano
Derrida en vano
Habermas en vano
Rorty en vano
Putnam en vano
Ricoeur en vano
…
Un «periodista» que escribe aquí del que no hay nada en internet excepto sus artículos en Jot Down:
https://www.jotdown.es/autores/hipolito-ledesma/
Hombre, últimamente sí que se está pasando, rajando a todas horas y yendo de malhuele.
Como ya han pasado varios días me voy a atrever a señalar, aún a riesgo de despertar a alguna fiera, el tal vez «no tan sorprendente» hecho de que «absolutamente nadie» haya entrado al trapo del comentarista que sabe «toda la verdad» del 11s. Por lo visto, a ninguno nos interesa y como Obama, estamos cómodos con la versión oficial, o peor aún, a lo mejor resulta que la versión oficial es cierta, lo cual que es muy aburrido. Por cierto y diga lo que diga, «todo el mundo» sabe que se cayó un tercer edificio, lo que pasa es que tampoco nos importa. Esto me lleva a una pregunta. Una mentira que todos aceptamos por comodidad, ¿se convierte en verdad?.
Una mentira que todos aceptamos por comodidad se convierte en una vileza colectiva y en un grave obstáculo para nuestra evolución intelectual y ética.
Buena respuesta Carlo, pero tal vez un poco ¿cómoda?. La verdad siempre es buena. La mentira siempre es mala. Entonces, ¿porqué preferimos (todos) la mentira tan a menudo?. El profe me tiene manía, el árbitro robó el partido, mi mujer no me comprende (te comprende muy bien, por eso te dejó). ¿Es el ser humano un adicto patológico a la mentira? ¿Está en el adn? ¿Tal vez concede ventajas evolutivas y por eso perdura con tanta fuerza en nosotros? Borges, en «Funes el memorioso» demostró (creo) que no se puede vivir sin olvidar (otra forma de la mentira) y en «Tema del traidor y del héroe» que la mentira, a veces es mejor que la verdad. ¿Sería posible un Funes el «verdadoso», que dijera, siempre, siempre, siempre la verdad y no muriera en el intento?. ¿O parafraseando a J.Nicholson «el ser humano no puede encajar la verdad» porque esta es demasiado a menudo, imposible de soportar, áspera, cruel, ingrata y dura, mientras que la mentira puede ser dulce como la miel, como el olvido, como la flor de los lotófagos?. Espero que no me haya quedado demasiado «culturista» (acabo de leer este dislate en otro sitio y no me he resistido a copiarlo) Un saludo.
«La verdad es lo más valioso que tenemos. Ahorrémosla», decía Mark Twain. Por supuesto, se puede hacer un mal uso de la verdad, y también se puede hacer un buen uso de la mentira. Pero tras una mentira aceptada colectivamente por comodidad (o cobardía, o interés) suele haber una gran injusticia.
Otrosí: el olvido no es una forma de mentira; el recuerdo sí.
Quizás, solo quizás, es que en este país ya tuvimos bastante morralla conspiranica con nuestro propio atentado yihadista del 11 M, que algunos machaconamente intentaron hacer pasar por ETA, cuando la única conspiración chapucera que hubo fue la de la cúpula de Aznar para intentar engañarnos de nuevo a todos, (tras empeñarse en apoyar una guerra que nadie quiso, con falsas armas de destrucción masiva, y de la que aún se pagan terribles consecuencias). Las mentiras gordas de Jiménez Losantos, El Mundo o Luis del Pino, fueron el inicio de un ciclo de postverdad. Y lo peor es que salieron indemnes cuando por esas mentiras hasta se llegó a la tragedia del suicidio por parte de la mujer de un policía, acusado de sustraer pruebas y linchado mediáticamente por los susodichos. Hoy las mentiras siguen en forma de bulo contra los migrantes como las de García Albiol, Cuca Gamarra, Tellado, Alvise y una caterva de racistas en redes sociales que quieren lo mismo que ha pasado en Gran Bretaña. ¡Ascazo que dan!.
Además, que no hay nada más aburrido que intentar razonar con un conspiranoico. USA no necesita «false flags» para iniciar una intervención en el exterior, tiene más de 500 en su historia desde su fundación (normal teniendo un entramado de bases militares por todo el mundo), en un país con una falsa fama de no intervención, pero del que la doctrina Monroe nos debería dar una pista.
«Una mentira que todos aceptamos por comodidad se convierte en una vileza colectiva y en un grave obstáculo para nuestra evolución intelectual y ética».
La verdad es la verdad y la mentira no es la verdad. Es un grave error del posmodernismo pensar que la mentira puede ser verdad.
@Joseph
Yo creo qué tocamos un problema de fondo que está muy extendido de entender la política como la cosa que hacen los políticos, en otra esfera en la que delegamos todo y sólo tenemos que esperar resultados. En una especie de minoría de edad perpetua en la que los políticos deben pensar por nosotros que bastante tenemos con vivir. Eso también es parte de la alienación en la que la única dimensión permitida es la del consumidor/productor, muy propia de la postmodernidad y el neoliberalismo donde lo mismo da a quien se vote: hoy derecha, mañana izquierda y el próximo día un populista a ver qué sale. Alienados y unidimensionales como dijo Marcuse, y muy prontos a caer en pensamientos facilones de «sentido común» que tanto abundan en los fascismos. Muy conforme a la idea de Franco cuando le aconsejaba a un ministro decepcionado de su reunión en el consejo de Ministros: «Haga como yo, y no se meta en política».
Hace falta sacudir y entender que la política es casi todo.
Equilicuá, pero cómo lo hacemos?
No hay una fórmula, no hay una estrategia que sirva en todo momento y en todas partes, como pretenden algunos «grandes relatos» totalizadores (que a menudo acaban siendo totalitarios). Parte de la lucha por cambiar el mundo consiste precisamente en determinar en cada situación lo que hay y lo que no hay que hacer. En ese sentido, la aventura política se parece a la aventura científica.
Hola a tod@s:
Estoy hartísimo de esa supuesta “superioridad” y dificultad de las ciencias duras sobre las sociales y sobre las humanidades. Basta ya. No sólo no es cierta, sino que es falsa.
1. El que no vale, a sociales: mentira, de hecho es al revés. En general, las mates y los experimentos en laboratorio proporcionan certeza al investigador, va con “red”. El problema puede ser difícil, o imposible, pero no hay dudas, complejidades analíticas de base. Pero en ciencias sociales o humanidades, te enfrentas a dificultades añadidas, ante las que la mentalidad científica o ingenieril dura suele fracasar de la manera más vergonzosa. En CSI o en House, estamos hartos de ver cómo el secundario (el tonto) es el que aplica los protocolos y no ve más allá, hasta que llega el prota y empieza a hablar con la gente, ponerse en sus zapatos y a base de empatía e imaginación resuelve el caso. Estamos de acuerdo, ¿verdad? Trasladadlo a la vida diaria, si os digo que doy testimonio de directivos que han aprobado en la carrera integrales dobles y triples y geometría diferencial, y que han hecho perder una pasta indecente a una empresa por no saber interpretar lo que dice la gente en unas míseras tablas cruzadas de una encuesta, o que han contratado a auténticos inútiles malinterpretando los puntajes de tests de personalidad, seguro que no os suena tan extraño. ¿Superioridad…?
2. A un científico de verdad no le atraen las humanidades, son un divertimento: mentira. Keynes, el gran economista, era un superdotado matemático. Sus profesores de Exactas en Cambridge le estaban esperando y era la gran esperanza británica. Pero escogió la economía, porque era un reto a su altura, que realmente le estimulaba. En una época en que la economía era toda teoría, el escogió hacerla operativa y aplicada. Bertrand Russell saltaba de la filosofía analítica a la lógica matemática y a la ética, y lo aplicaba prácticamente en campos tan diversos como el sufragismo o la teoría de la relatividad. Wittgenstein antes de dedicarse a la filósofía estudió ingeniería aeronáutica y hasta patentó un motor. Et cetera.
3. En general, los sociales son unos happyflowers fiesteros, sospechosos de currar poco y de ocurrencias felices. A ver… ¿alguien se ha leído el librito de Einstein de 1916 en el que intenta explicar la relatividad a los profanos? Un piedro absoluto, no lo intentéis… y eso que Einstein era mucho más que un científico, era un sabio ¿sí? Pero no sabe explicar, de humanidad mucho, pero de humanidades cero. Hasta para eso hay que saber. Pero además, ¿habéis leído a Marx, Schumpeter, el propio Keynes, Heidegger, Habermas, Bourdieu…? Tan piedros o más que Einstein… Os aseguro que, sus fallos tendrán, pero en sus tratados el rigor es máximo, o no serían tops de sus campos. Sus colegas y las Unis se juegan el ridículo universal.
4. Ah, pero es que todo eso no tiene que ver, igualmente las sociales son blandas por buenos que sean los científicos: trolazo. El mito de la precisiòn y la potencia analítica de la ciencia dura. La psicología y la historia son una filfa ¿no? Pues perdonad pero en 100 años no hay físico que entienda el mundo cuántico, por mucho que seamos capaces de describirlo y manejarlo. Vamos, que tenemos transistores chips ordenadores y en el fondo no sabemos porqué. Vaya superioridad, a la altura del descubrimiento del inconsciente, o de los psicofármacos… ¿Hablamos de los ataques de Kronecker a Cantor, del suicidio de Boltzmann, de lord Kelvin proclamando que la física estaba “prácticamente cerrada”…? No hace falta seguir, creo.
Las sociales y las humanidades, de nivel, son muy muy difíciles. Y me he limitado a argumentos muy básicos. Para ir a fondo de verdad, tendríamos que hablar de la epistemología en ciencias sociales, tema sobado, cansino, que se puede encontrar en cualquier manual de primero de carrera de las respectivas disciplinas desde los años 50. Además imagino que Carlo en breve lo hará con su maestría habitual.
Disculpas por la extensión, pero es un tema que me sulfura.
Tienes mucha razón. Y añadiría que una cosa es la precisión y otra distinta el rigor, y que la verdad preside cualquier investigación científica pero que las ciencias «duras» no pueden abordar ése concepto con sus métodos precisos. El cientificista radical diría que sí no se puede abordar con preguntas contestables por el método entonces la pregunta no procede por no tener sentido. Pero ahí está, presidiendo su investigación.
Gracias, Robert, por tu oportuna aportación. Intentaré abordar la delicada cuestión de la epistemología en las ciencias «blandas». Hace unos años Judith Miller y yo quisimos organizar un encuentro sobre el tema, pero desgraciadamente ella falleció antes de que pudiéramos llevarlo a cabo.
¿Podría indicar algún libro de epistemología de las ciencias sociales? Tengo como referente a Mario Bunge, pero imagino que lo considerará demasiado apegado a la perspectiva de las ciencias naturales
Tampoco hace falta desacreditar a las ciencias «duras» para dar valor a las ciencias «blandas», basta decir que «todas las ciencias son duras» y punto.
Hola Iván:
No pretendo desacreditar per se, sino bajar los humos, la arrogancia subyacente en una creencia muy arraigada en la mayoría de la población y que tiene consecuencias prácticas nefastas, como la titulitis que mencioné en mi aportación de ayer (por despiste la coloqué en la posición inferior), y que me afecta personalmente. Pero hay más derivadas en los ámbitos laboral, político, educativo… Gracias por leerme.
Heidegger no es un piedro. Es claro que no lo has leído en tu vida.
Hola javibaz, gracias por contestar. Cierto, piedro es una metáfora demasiado expresiva y no muy afortunada, no significa tostón, eso son valoraciones subjetivas, sino rigor extremo y sin concesiones. En el contexto de mi aportación es un punto más que positivo, o eso es lo que he intentado :)
Pues ojalá lo hagas Carlo, será muy interesante conocer tus aportaciones. Y gracias a ti y a Arryn por leeros todo el rollo. Cada curso veo alumnos que toman decisiones desastrosas sobre su futuro profesional escogiendo títulos “duros”, y me duele. No es una mera discusión académica el tema que abordamos.
¿Por qué considera «desastrosas» esas decisiones? Creo que está de acuerdo en que la posibilidad de conseguir empleo es mayor en esos títulos «duros».
Por si no te contesta Robert, te diré que creo, por sus comentarios, que considera desastrosa la decisión de escoger títulos «duros» sin verdadera vocación, movido solo por esa mayor posibilidad de conseguir empleo que señalas. En mis tiempos universitarios, ocurría eso con las ingenierías: he conocido -y dado clase- a muchos estudiantes sin ningún interés (ni facilidad) por las matemáticas y la física que querían ser ingenieros por el estatus social que suponía y los empleos bien remunerados a los que daba acceso. Y lo peor es que algunos lo conseguían.
¿Era peor que lo consiguieran? ¿Porque causarían problemas? Si es peor porque trabajaban en algo sin vocación… la mayoría trabajamos sin vocación, en lo que podemos.
Hay profesiones, como médico, docente o ingeniero, que ejercidas por alguien poco capacitado son un peligro. Podría citar algunos casos concretos muy sonados de ingenieros y arquitectos ineptos.
Es convincente, sí.
Por cierto, parece que no ha visto mi comentario un poco más arriba preguntando por un libro sobre epistemología de las ciencias sociales para alguien que prácticamente solo ha leído a Bunge y teme estar demasiado influenciado por si acercamiento desde las ciencias naturales.
Gracias por contestar
Disculpa, se me había pasado. A bote pronto, te recomendaría La lógica de las ciencias sociales, de Habermas, y Explicar y comprender, de Ricoeur.
Disculpa la turra ¿Qué opinas del hilorrealismo de Bunge? Suponiendo que le hayas leído…
Nada de turra, todo lo contrario, gracias por tus comentarios. Conozco bien a Bunge, estábamos juntos en el consejo editorial de Materia (que se convertiría en el suplemento de ciencias de El País). Su realismo radical implica, en última instancia, un acto de fe. Acto de fe que todos, en la práctica, asumimos al dar por supuesto que el mundo no es una mera representación mental, cosa que, en última instancia, es indemostrable.
Jose B. disculpas por el retraso en leerte. Carlo, muchísimas gracias por responder, muy amable.
Sí, Jose, en esencia es lo que dice Carlo, aunque bien explicado es largo, y no es el caso extenderse, pero te explico un caso real de tantos y juzga tú mismo. Hace unos veinte años que lo vivo cada curso en FP superior de informática, aunque en menor medida también lo he vivido en la Uni. Estudiantes cuyo perfil claramente no es informático pero se ciegan por el título, o como dice Carlo, no tienen vocación y van por el supuesto dinero, me los encuento a los 30 años pidiendo orientación profesional porque han “fracasado” en un sector laboralmente muy degradado, darwinista en su cultura sectorial, etc… Y entonces cuando los veo con la autoestima hundida y algunos con síntomas de depre, decirles aquello de “¿has pensado en cambiar de profesión?”, pues imagínate que trago.
Cuando lo trágico es que años antes les has aconsejado: haz electromecánica. Ganarás mucho más, trabajo seguro, sector con convenios y sindicatos potentes, y lo mejor de todo: ¡es en un 70% trabajo informático! ¡Es la industria 2.0, con IA y todo el futuro por delante, nada de tuercas y grasa! Y si te gusta y vales después igualmente puedes hacer la carrera de ingeniería informática desde una posición laboral segura.
La respuesta: como me dijo un padre “vale, pero la informática siempre hace falta y ahí se gana dinero”. Si les digo de hacer empresa o una cosa más blanda ni te cuento, mi credibilidad por los suelos, no me quieren volver a ver en la vida…
Gracias por la contestación. Claro, si no se tienen las capacidades adecuadas, imagino que mejor no seguir por ese camino.
Otro asunto es no tener vocación, creo. Ya sabemos que aun teniendo inicialmente vocación, hay quien aborrece lo elegido. Creo que Warren Buffet quiso ser filósofo, pero parece que se le da bien lo que hace, a pesar de no tener «vocación».
Pingback: Falacias (2) - Jot Down Cultural Magazine
Hola a tod@s, aunque el hilo esté inactivo no me resisto a colgar esta entrevista aparecida hoy:
https://www.lavanguardia.com/internacional/20240927/9947373/jeffrey-sachs-rusia-entrevista-guerra-fria.html
Aunque es de pago no dudo que encontraréis la manera de leerlo.
Aquí se puede entrar sin pagar:
https://piensachile.com/2024/05/29/jeffrey-sachs-como-occidente-provoco-la-guerra-en-ucrania-y-el-camino-a-la-paz/
Gracias, Robert.