El pasado domingo, en nuestra cabecera deportiva Jot Down Sport, publicamos una entrevista exclusiva con Miguel de las Cuevas, una labor periodística que nos costó tiempo, esfuerzo y recursos considerables. Sin embargo, apenas un día después, La Voz de Asturias publicó un artículo que no solo mencionaba extensamente la entrevista, sino que también extrajo doce «citas» de nuestra publicación, redactadas una tras otra sin un solo comentario al respecto intercalado entre las mismas. ¡Doce! una tras otra, casi 600 palabras de un total de 800. El colaborador de La Voz no tenía muchas ganas de currar así que se marca un copypaste del 75% en su «artículo». ¡Vivan las comillas desplagiadoras! Y esto no es lo peor, es que rizando el rizo, lo entrecomillado no es exactamente lo que nosotros publicamos, o sea, no son las palabras del entrevistado sino que es un remix chatgepetiano. ¡¿Para qué entrecomilla entonces?!
Para los medios pequeños como Jot Down, la creación de contenido original y de calidad es esencial para nuestra supervivencia y relevancia. Estos esfuerzos, que tanto nos cuesta producir, son frecuentemente menospreciados por medios más grandes que, con mayor capacidad de difusión y recursos, se apropian de nuestro trabajo sin el menor reconocimiento. Esta práctica no solo es éticamente reprobable, sino que también pone en riesgo la credibilidad y el sustento económico de los medios independientes. Esta no es la primera vez que nos pasa, ni siquiera la mas descarada, no llevamos la cuenta de las veces que los medios deportivos nos han fusilados nuestras entrevistas.
Ahora que los políticos están con la definición de «pseudomedio» para quitarles ingresos a quienes no les conviene que se lea, escuche o vea, no podemos perder la oportunidad de señalarles a los legisladores que también podrían quitarle la publicidad institucional a quien roba descaradamente contenidos. Le tienen echado el ojo a esas plataformas que, bajo la apariencia de medios de comunicación (sic), operan con escasa rigurosidad periodística, reciclando contenido de otros sin realizar aportes propios. Según el PSOE estos «pseudomedios» inundan el espacio mediático con información de segunda mano y sin verificar, perjudicando gravemente la integridad del periodismo. Bien, como se puede comprobar, si a quien recicla o directamente copia, como es este caso, se define como «pseudomedio» no sé quién va a quedar libre de la definición, al menos en los deportivos.
Pedro Sánchez está empeñado en impulsar leyes para limitar la publicidad institucional a estos «pseudomedios». La intención es asegurar que los fondos públicos destinados a publicidad no financien plataformas que no contribuyen con contenido original y de calidad. Es esencial que cualquier legislación en este ámbito no solo se enfoque en los medios que difunden fake news, sino que también aborde la deslealtad de medios más grandes que explotan el trabajo de medios independientes. Se vuelve imperativo que las leyes se apliquen de manera justa y equitativa, protegiendo a los medios que realmente contribuyen al enriquecimiento del espacio informativo. La práctica del refrito debe ser condenada y sancionada con la misma ligereza o severidad que la desinformación. De lo contrario, seguiremos viendo cómo el esfuerzo y la dedicación de periodistas de medios pequeños son menospreciados y su trabajo es aprovechado por aquellos con mayor influencia.
Artículo actualizado por el editor el 03/07/24 a las 6:30am por las pertinentes observaciones de los lectores.
Nota del editor. La Voz de Asturias ha retirado el artículo, lo cual se agradece. (Actualización 08/07/24)
Más que un pseudo medio es un cutre-medio. Poco más que una hoja parroquial. Como no pueden ni soñar en acercarse a De las Cuevas (que se parece más a un prejubilado que a Mbappe, para qué nos vamos a engañar), os fusilan la entrevista.
Por cierto y ya que lo mencionáis, como sancionen al que publique bulos, de los medios deportivos no queda uno abierto. No publican más que rumores y morralla.
La Voz de Asturias, cuando era un medio escrito, en sus últimos días, era una especie de «Pravda» o «Gramma» y por eso se fue al garete, y ahora es una mierda hablando claro. Os fusilan a vosotros y a todos pero no os preocupéis que sera uno de los medios amnistiados.
Otra manera de diferenciarse de esos pseudomedios es revisar la ortografía y la concordancia sintáctica antes de darle al botón de publicar.
Ahora que los políticos están con la definición de «pseudomedio» para quitarles ingresos a quienes no les conviene que se lea, escuche o vea.
Esta definicion es simplemente mentira. Lo que si es verdad, es que hay medios que no lee ni dios y se llevan cuantiosas subvenciones, sobre todo a un lado del espectro politico donde empieza a haber overbooking.
Luego esta lo de mentir, q basicamente es el punto mas importante.
Toda la prensa escrita y online es, hoy por hoy, un rebaño de pseudomedios.
La prensa escrita no es más que el catálogo ideológico del que paga los nóminas (que en este país son dos peces gordos, básicamente), y la online… Sólo diré que los currelas que pringan en esos «medios» deberían reconocer sin pudor que son «clickbaiters» y no «periodistas»
Un pseudomedio ladrándole a otro pseudomedio.
Por qué se llaman medios los medios? Alguien me da una explicación sencillita porfa?
Medios, como abreviatura de medios de comunicación. Si quieres ser más cursi puedes llamarlos «media». O sea, los media.
Entiendo que usted quiera meterse con Sánchez, pero no lo llame artículo, llámelo «manga por hombro», «software» «califato independiente», yo que sé.
(No se me enfade)